Rascafría, Cascada del Purgatorio
Este pueblo conserva una arquitectura popular propia de la sierra de Guadarrama, y dentro de su término municipal se halla el Parque Natural de Peñalara y el Arboreto Giner de los Ríos.
Entre algunos de sus monumentos destaca el Monasterio de El Paular, uno de los más importantes de la zona norte de la Comunidad de Madrid.
Rascafría, junto con su anejo Oteruelo del Valle, y Alameda del Valle y Pinilla del Valle, se encuentra enclavado en el Valle Alto del Lozoya, en la parte noroccidental de la Comunidad de Madrid, en la Sierra de Guadarrama, en un paraje de extraordinaria belleza. El valle es amplio y despejado, situado a unos 1.100 metros de altitud y delimitado por dos cadenas montañosas. La septentrional, divisoria entre Madrid y Segovia, en la margen izquierda del río Lozoya, se extiende desde Cotos al Portachuelo de Navarredonda, con altitudes que oscilan entre 1.800 y 2.200 metros y sus cumbres nevadas gran parte del año. Los pasos a Segovia se producen por los Puertos de los Cotos (1.830 m), El Reventón (2.078 m), Malagosto y Navafría (1.778 m).
Todos los pueblos del Valle Alto se encuentran situados en la margen izquierda del río, en la ladera orientada al Sur. El término municipal de Rascafría, con 150,30 kilómetros cuadrados es el de mayor extensión de la zona y comprende dos núcleos de población, Rascafría, que es la cabecera municipal, y Oteruelo del Valle. El Monasterio de Santa María de El Paular está emplazado a dos kilómetros del casco de Rascafría. Es también el municipio más occidental del Valle, ocupando su cabecera.
Su límite sur discurre por la Cuerda Larga, en donde se elevan las cumbres de Guarramillas, Valdemartín y la Cabezas de Hierro (2.383 m). Al norte de estas cumbres nace el río de la Angostura que más tarde toma el nombre de río Lozoya. En él vierten numerosos arroyos: por la derecha, el Aguilón, Guarramillas, el de los Cerradillos, el de los Machos y el de la Najarra, que llegan al río a través de profundas gargantas. Por la izquierda destaca el Arroyo de la Umbría que, procedente de Peñalara (2430 m), recoge las aguas de los arroyos de la Pedriza, el Berzal, el de los Pájaros, y el Arroyo del Artiñuelo, que bordea el pueblo.
A los numerosos arroyos y torrenteras hay que añadir las lagunas glaciares de Peñalara, en el Parque Natural de Peñalara.
El territorio, de alto valor paisajístico, es bellísimo, encontrándose poblado de espesos bosques de robles y pinares que alternan con prados. Entre estos parajes naturales se destaca la Peña Cueva de la Mora, situada en el arroyo de las Cocinillas, que constituye un lugar interesante y pintoresco. La fauna es rica y variada.
Historia de Rascafria
El origen del pueblo se remonta a la Edad Media y se encuentra ligado a la relocalidad de la Sierra llevada a cabo por cuadrillas segovianas.
En el S. XIV se fundó la Cartuja de El Paular, a 2 Kilómetros. de Rascafría, al pie del macizo de Peñalara, entre bosques de pinos y robles. Antiguos palacios y pabellones de caza de Juan I, así como las tierras que los rodeaban y distintas Rentas fueron donados a la Orden Cartuja. La nueva comunidad se constituyó en 1391, pero las obras no se acabaron hasta el S. XV. En estos años la Cartuja había acumulado nuevas propiedades y privilegios. A partir de la fundación de la Cartuja toda la historia del Valle y en especial la de Rascafría, estuvo vinculada a la historia del cenobio.
Rascafría era un lugar de realengo, perteneciente a la Comunidad de Villa y Tierra de Segovia, a cuya jurisdicción estaba sujeta, pero se tienen muy pocos datos del municipio en los siglos XVI y XVII. Los únicos edificios singulares conservados de esta época son la Iglesia Parroquial de San Andrés y 'La Casona', complejo residencial con huerta y jardín.
En el S. XVIII (1751) Rascafría estaba habitado por 206 vecinos. Su economía estaba centrada en la ganadería, fundamentalmente lanar. Los numerosos prados se complementaban con algunos cultivos de regadío, frutales y algo de trigo, centeno y lino. Pero los graves daños ocasionados a los cultivos por los animales del cazadero de los Reales Bosques de Valsaín empobrecieron a los habitantes que poco a poco se fueron dedicando al negocio de la madera, transportando a la corte los productos de la tala. La villa poseía dos molinos harineros, una taberna, una carnicería, un mesón y un hospital para transeúntes.
Tras la reestructuración provincial realizada en 1833, Rascafría pasa a formar parte de la provincia de Madrid. A lo largo del S. la localidad aumentó ligeramente, alcanzándose los 260 vecinos y 1040 habitantes, en 1888. La economía seguía basándose en la ganadería, pero a finales de la centuria se había producido un cierto desarrollo industrial. Funcionaban una fábrica de papel con 30 ó 40 operarios, una fábrica de vidrio, tres molinos harineros y varias serrerías, la más importante de las cuales era la Sociedad Belga de los Pinares de El Paular, fundada en 1855. También en este S. se empieza a renovar la arquitectura local, al sustituirse algunos edificios agropecuarios tradicionales por nuevas construcciones de carácter más urbano.
En el S. actual la localidad permanece prácticamente estable (en torno a los 1100 habitantes), aunque con algunas oscilaciones en las distintas décadas. En 1975 se anexionó a Rascafría el núcleo de Oteruelo. A las actividades económicas tradicionales, ganadería y explotación maderera, se ha unido en los últimos años el turismo, que absorbe una parte muy importante del mercado de trabajo, tanto en verano, como en invierno, debido a las estaciones de esquí de Valdesquí y Cotos.
Desde el punto de vista histórico y monumental, destaca en el municipio la Cartuja de Santa María de El Paular. Su historia está ligada a la Casa de Trastámara que le otorgó grandes privilegios y sufragó los gastos de las obras durante todo su reinado.
El Monasterio fue fundado en 1390 en unos terrenos que la Corona poseía en el Valle del Lozoya, en donde se levantaban unos pabellones de caza y una ermita llamada Santa María del Pobolar. Ese mismo año empezaron las obras. Lo primero que se construyó fue el claustro (patio cuadrangular con una galería porticada) de los monjes con las celdas. En 1406 Enrique III encomienda al prior la construcción de unos palacios para poder retirarse, y una iglesia según las normas cartujas, para sustituir a la antigua ermita. Estas obras, así como una reforma del claustro (patio cuadrangular con una galería porticada), debieron acabarse a lo largo del S. XV.
El monasterio siguió gozando de la protección de los reyes y le fueron otorgados numerosos bienes y privilegios. Esta situación empezó a declinar con la construcción por Felipe II del Monasterio de El Escorial, pero ya entonces El Paular era una importante empresa económica con más de 30.000 cabezas de ganado y relaciones comerciales con todo el territorio.
En el S. XVIII se volvieron a acometer obras de envergadura. De esa época son la reforma de la capilla del Sagrario y el Transparente, debidos a Francisco Hurtado Izquierdo. En esos años la Cartuja gozó de un pleno poder y apogeo, independizándose de los Gran Chartreuse. Las posesiones acumuladas dentro y fuera del Valle eran considerables. Destacan Dehesas en Extremadura, tierras e inmuebles en Andalucía e intereses bancarios en León y Asturias.
El S. XIX trajo consigo la decadencia y ruina del cenobio. En 1809 José Bonaparte decretó la exclaustración; en 1835 se produjo la Desamortización. El Monasterio fue abandonado y empezó su degradación, hasta que en 1876 la Administración lo declaró Monumento Histórico Artístico para evitar su ruina. Se emprenden restauraciones parciales.
En 1954 el Estado decidió entregar a los benedictinos, en usufructo, la Cartuja, con todas sus dependencias y al año siguiente se inició la reconstrucción de las dependencias de los monjes. En la parte de los aposentos reales se instaló el hotel Santa María de El Paular.
Lugares de interés de Rascafria
Además de numerosas dependencias agropecuarias y de viviendas rurales dispersas por el casco urbano, producto de las tipologías arquitectónicas tradicionales en la zona, hay que destacar distintos edificios y conjuntos de interés.
Ayuntamiento: De principios del siglo XX, fue rehabilitado en 1984. Es una Casa Consistorial de estilo neomudéjar, situada en la Plaza de la Villa.
Antigua Casa de Postas: Está situada en la Plaza de la Villa, construida en 1726 según reza en el dintel de una de sus ventanas. En la actualidad es un taller de artesanía.
Iglesia Parroquial de San Andrés Apóstol: Es del siglo XV, con restauraciones en 1950-1952 y 1987-1988. Se encuentra ubicada en el extremo norte del casco y conserva algunas bóvedas góticas y artesonado del siglo XVI en su nave central. Su púlpito es plateresco y conserva varias esculturas procedentes El Paular, como un San Miguel Arcángel del siglo XVIII, obra de Luis Salvador Carmona.
La Casona: Del siglo XIV, se encuentra cerca de la Iglesia. Fue levantada en la época de construcción de El Paular y primero fue "Lazareto" o "Antiguo Hospital". Es un conjunto de edificios de dos plantas, huerta y jardín.
Climatologia de Rascafria
Rascafria posee un clima típico de montaña, con inviernos fríos y veranos templados. Las precipitaciones son mayores que en el resto de la Comunidad de Madrid y, gracias a ello, disfruta de una rica vegetación.
Economia de Rascafria
A las actividades económicas tradicionales, ganadería y explotación maderera, se ha unido en los últimos años el turismo, que absorbe una parte muy importante del mercado de trabajo, tanto en verano, como en invierno, debido a la estación de esquí de Valdesquí.
Rascafría se ha convertido en un pueblo turístico, actividad ésta que junto a la ganadería y explotaciones forestales constituyen hoy su principal fuente de ingresos.
Fiestas en Rascafria
San Antonio: Es una fiesta organizada, a mediados de junio, por la Hermandad de Hermanos del Santo. Hay Misa, procesión del Santo, limonada y dulzainas.
Virgen de la Paz: Se celebra en Oteruelo del Valle a finales de enero. Se organiza una Misa con procesión, apertivos y música popular.
San Sebastián: Se celebra con un almuerzo y con una vaquilla.
Carnaval: Se celebra el martes de Carnaval con una carrera de cintas a caballo, realizadas por los quintos. También hay cenas por grupos.
San Marcos: Es una celebración familiar con Misa y una tradicional comida con cabrito frito y productos de la matanza.
San Isidro Labrador: Es una fiesta, organizada por la Asociación de Ganaderos y Agricultores de Oteruelo del Valle, en la que hay Misa, bailes y limonada.
Virgen de Gracia y San Roque: Son las fiestas patronales y se celebran a mediados de agosto. Se organizan pasacalles, vaquillas, competiciones deportivas, actuaciones musicales, caldereta, chocolatada y concursos infantiles.
Virgen del Rosario: Tiene lugar, a principios de octubre, en Oteruelo del Valle. Se organizan actos religiosos, aperitivos, concursos, exposiciones culturales y bailes populares.
San Andrés: A finales de noviembre, se organiza una Misa con procesión, musica y comidas populares.
28740 - Rascafria
Tel: 91 869 14 50
No hay comentarios:
Publicar un comentario