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Trujillo es una ciudad española de 9.822 habitantes (Censo INE de 2009), situada en la provincia de Cáceres, en la comarca a la que la ciudad da nombre, sobre una bella colina que confiere al pueblo una singular estampa y belleza.
Famosa por sus monumentos, es un importante centro turístico de la comunidad de Extremadura. Fue la ciudad de nacimiento de Francisco Pizarro, conquistador del Perú, cuya escultura ecuestre se levanta en la Plaza Mayor, y también de Francisco de Orellana. Entre los principales monumentos se encuentran el castillo (antiguo alcázar árabe), la iglesia de Santa María (siglo XIII) y la iglesia de San Francisco.
Al sur de la meseta central y coronando un pequeño cerro que domina una extensa llanura situada entre los dos grandes ríos extremeños: el Tajo y el Guadiana, en cuyas cuencas vierten sus aguas los afluentes que recorren su extensa comarca, se elevan las torres y almenas de Trujillo. La ciudad asienta sobre terrenos que presentan un relieve llano, salvo los comprendidos en el encajamiendo de la red fluvial, del Almonte y de sus afluentes.
Sus suelos se componen de tierras pardas meridionales, formadas sobre pizarra o granito, lo que los convierten en suelos poco adecuados para la agricultura intensiva. Su termino municipal ocupa 65539 Ha (655.39 km²) y se encuentra en Longitud 5º 52´00´´O y Latitud 39º 27´45´´N a una altitud de 564 metros.
Historia de Trujillo
La impresión que se lleva el viajero cuando se acerca a Trujillo es la de encontrarse ante un medieval barco varado en un cerro de canchales. La ciudad se eleva orgullosa y vigilante sobre una impresionante y bella protuberancia granítica, sobre un insólito berrocal, como dice la copla: 'Si fueres a Trujillo, por donde entrares, hallarás una legua de berrocales'. La masa de sus torres y sus ruinas se recorta sobre el cielo.
Es Trujillo una ciudad abierta, clara, confortable,regularmente bien urbanizada, apacible y que da una sensación de bienestar de hidalgo campesino. Así era y así es Trujillo: Un centro de encuentro entre razas y culturas edificado sobre el cerro 'Cabezo de Zorro' para dominar en llano unos limites que están rayados entre el Tajo y el Guadiana.
Trujillo se sitúa en lo más alto de un soberbio berrocal granítico salpicado de encinas y carrascos; es una bella ciudad medieval, referencia obligada para los visitantes que deseen conocer la historia de esta tierra extremeña.
Sus almenas, palacios, iglesias y casas solariegas han configurado con su recuerdo la semblanza de este solar, otrora inexpugnable; tal parece, que no sería extraño el que la imaginación popular hubiera concebido la leyenda de que algún cantero cinceló, por arte de alguna magia o portento, en la propia roca del cerro el perfil de su ciudadela.
Si así fue, cumplió sobradamente con su tarea el mítico cantero, pues Trujillo es sin duda ejemplo de armonía y adaptación al entorno berrocaleño; piedra labrada, sobre la propia roca. En ocasiones, cuando en lontananza se adivina, entre dos luces, el perfil altivo de la villa medieval, el viajero que se aproxima, sea cual fuere la rosa de los vientos, puede llegar a pensar que el tiempo se ha parado por un instante, y que ha sido transportado por las artes de algún Merlin al Medievo.
Cuando esto sucede no queda otro remedio que acercarse a la ciudad y comprobar por sí mismo lo que en la lejanía se intuía. Punto obligado es sin duda la Plaza Mayor, Plaza de la Hispanidad por derecho propio, uno de los conjuntos monumentales más hermosos que el visitante puede observar en la Península. Esta Plaza es una apuesta por la diversidad, una respuesta a las distintas formas de entender el arte, de entender a fin de cuentas la vida; es la Plaza del mestizaje.
Al viajero le basta un solo giro para contemplar la historia y el arte de los cinco últimos siglos. Trujillo hay que recorrerlo a pie, paso a paso, con sosiego, no es para turistas de cámara y ventanilla de automóvil, sino de zapato, sombrero y bastón; Trujillo necesita su tiempo porque, una vez aquí, las horas empiezan a dejar de tener importancia. De la Plaza a la Alcazaba árabe hay un empinado y serpenteante trecho; la calle de los Ballesteros, la Ronda de las Almenas, o la Cuesta de la Sangre (en la imaginativa conciencia popular, sudor carmesí habrá que sudar para coronarla), son paso obligado para acceder a la ciudadela por la Puerta de Santiago o la de San Andrés, cualquier ruta es buena.
A medida que ascendemos van cayendo los siglos, y del esplendoroso XVI, emblemático extramuros, pasamos lentamente al intimismo y recogimiento del S. XIII, sin olvidar vestigios paleocristianos del IV. Calle Cambrones, Alhamar, Santa María, Gargüera, Palomas, Plaza de los Moritos, la Alberca, blasones, palacios, casas solariegas, museos, conventos,... y todo ello aislado del resto del mundo por un recinto amurallado que conserva orgullosamente sus lienzos, torres y espigones; cuando se pasea por la ciudadela el viajero tiene constancia de que ha dado un salto en el tiempo, y sin duda agradece el que los siglos y la barbarie hayan respetado este excelentebaluarte de la historia extremeña.
Lugares de interés de Trujillo
Trujillo posee un rico patrimonio. Entre los principales monumentos se encuentran el Castillo (alcazaba), la iglesias parroquieles católicas de Santiago, la iglesia de Santa María la Mayor, la iglesia de San Francisco, la Iglesia de San Martín,la Plaza Mayor, el palacio de los Marqueses de la Conquista, el palacio de los Orellana-Pizarro, el palacio de los Duques de San Carlos, el del Marquesado de Piedras Albas, la casa fuerte de los Altamirano, el palacio de Chaves (Luis de Chaves el Viejo), el recinto amurallado.
Cuenta con varios museos: Museo de la Coria (fundación Javier de Salas), la Casa-museo de Pizarro, Museo del Traje de Enríque Elías,Museo del Queso y del Vino.
Fiestas de Trujillo
El Chíviri
Como culminación de la Semana Santa, se celebra el Domingo de Resurrección (declarada fiesta de interés regional),. La Plaza Mayor de la localidad se llena de gente ataviada con el traje típico. Cantan, bailan, comen y beben al ritmo del Chíviri. El lunes siguiente es día festivo en la ciudad (Lunes de Pascua) y se tiene la costumbre de ir de "romería" al campo.
Feria Nacional del Queso
En mayo se celebra la Feria Nacional del Queso, siendo el certamen de este tipo más importante de España. La plaza se convierte en un gran escaparate donde se pueden degustar quesos de todo el país. Más información sobre la historia de esta feria.
Fiestas patronales en honor a la Santísima Virgen de la Victoria
Las fiestas patronales en honor a la Virgen la Victoria se celebran a finales de agosto, principios de septiembre, su punto culminante es el canto de la Salve en la Plaza Mayor ante la patrona que durante las fiestas es bajada de su lugar habitual en la capilla del castillo hasta la Iglesia de San Martín, donde se celebra la novena. Además hay marionetas (Las aventuras de Peneque el valiente), capeas y se celebra el Festival de Música, Danza y Teatro en el patio de armas del Castillo, donde se proclama a una joven local como reina de las fiestas y a otras como damas de honor. El momento cumbre es el canto del Himno-Salve, el sábado a las 22.00 en la Plaza Mayor.
Ayuntamiento de Trjillo
Calle de Jacinto Ruíz de Mendoza S/N
10200 - Trujillo
Tel: 927 32 10 50
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