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En la Antigüedad, según Estrabón y Pomponio Mela, existió un faro en la desembocadura del río Guadalquivir, construido a instancias del cónsul Quintus Servilius Caepion y que, por ello, recibía el de Turris caepionis. Tradicionalmente se ha visto en el nombre de este faro el origen del nombre de Chipiona. Además en la zona se levantaba el Ars Gerionis, que era la tumba de Gerión y se situaba al final de un estrecho cabo que se adentraba en el mar. Probablemente se situaba en lo que hoy es un arrecife conocido con el nombre de la Piedra de Salmedina, bajo de Salmedina o simplemente Salmedina. De todo esto no queda más constancia que la bibliográfica, habiéndose producido hallazgos arqueológicos romanos que datan del S. II a. C.
La tradición refiere que los discípulos de San Agustín en África, huyendo de la invasión de los vándalos, llegaron por mar a Chipiona con la imagen de la Virgen de Regla. De época de la dominación visigoda, se han hallado lápidas en las inmediaciones del Santuario de la Virgen de Regla. Tras la islamización de la Península Ibérica a partir del año 711, siguiendo la tradición, los ermitaños ocultaron la imagen en un aljibe a unos treinta pasos de la ciudadela, hoy monasterio. La imagen permaneció oculta hasta el Siglo XIV en que un religioso de la Orden de San Agustín la encontró, merced a una revelación del cielo. Sobre el aljibe se construyó el Humilladero de la Virgen de Regla. Lo cierto es que la actual Virgen de Regla, es una virgen negra gótica.
Ya en el año 1251, Chipiona fue reconquistada por el rey Fernando III el Santo, volviéndose a reconquistar definitivamente en 1264 por su hijo Alfonso X el Sabio. En 1297, el rey Fernando IV concedió a Guzmán el Bueno el Señorío de Sanlúcar, del que Chipiona formaba parte y, según la tradición, emprendió la construcción del Castillo. Al casar Isabel Pérez de Guzmán, una de las hijas del I Señor de Sanlúcar, con Fernán Ponce de Léon, llevó en dote matrimonial Rota y Chipiona, independizándose ambas del Señorío de Sanlucar en 1303 e incorporándose a las posesiones de la familia Ponce de León, germen de la Casa de Arcos.
La tradición refiere que los discípulos de San Agustín en África, huyendo de la invasión de los vándalos, llegaron por mar a Chipiona con la imagen de la Virgen de Regla. De época de la dominación visigoda, se han hallado lápidas en las inmediaciones del Santuario de la Virgen de Regla. Tras la islamización de la Península Ibérica a partir del año 711, siguiendo la tradición, los ermitaños ocultaron la imagen en un aljibe a unos treinta pasos de la ciudadela, hoy monasterio. La imagen permaneció oculta hasta el Siglo XIV en que un religioso de la Orden de San Agustín la encontró, merced a una revelación del cielo. Sobre el aljibe se construyó el Humilladero de la Virgen de Regla. Lo cierto es que la actual Virgen de Regla, es una virgen negra gótica.
Ya en el año 1251, Chipiona fue reconquistada por el rey Fernando III el Santo, volviéndose a reconquistar definitivamente en 1264 por su hijo Alfonso X el Sabio. En 1297, el rey Fernando IV concedió a Guzmán el Bueno el Señorío de Sanlúcar, del que Chipiona formaba parte y, según la tradición, emprendió la construcción del Castillo. Al casar Isabel Pérez de Guzmán, una de las hijas del I Señor de Sanlúcar, con Fernán Ponce de Léon, llevó en dote matrimonial Rota y Chipiona, independizándose ambas del Señorío de Sanlucar en 1303 e incorporándose a las posesiones de la familia Ponce de León, germen de la Casa de Arcos.
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