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Elda años 20 parte 1
Elda años 20 parte 2
Historia del Castillo de Elda 1
Elda es una ciudad de la Comunidad Valenciana, España. Situada en la provincia de Alicante. Tiene una población de 55.289 habitantes según el censo de 2007,[3] ocupando el 7º puesto en número de habitantes entre las ciudades de la provincia de Alicante, y tiene un término municipal de 44,86 kilómetros cuadrados. A orillas del río Vinalopó, es la ciudad más importante de la comarca del Medio Vinalopó y forma con Petrel una conurbación de 88.164 habitantes. Cuenta con una importante industria de calzado, en particular el de señora, que representa la principal actividad económica de la población
Elda se encuentra situada al Sureste de la Península Ibérica y al Noroeste de la provincia de Alicante (Comunidad Valenciana). Se halla a 395 m de altura sobre el nivel del mar y dista aproximadamente 40 km de la capital provincial. Elda se ubica en la comarca del Medio Vinalopó, y constituye uno de los núcleos urbanos más importantes no sólo de la provincia, sino de toda la región valenciana. La ciudad se sitúa en las profundidades del valle del río Vinalopó y es atravesada por éste. El relieve circundante es, por tanto, eminentemente montañoso, y forma una especie de cuenca o circo; las sierras más importantes de la zona son la del Cid, el Caballo y el Maigmó al este. En la zona norte-noroeste, se encuentra una sucesión de cadenas montañosas, La Torreta, El Monastil, y las dos montañas de más importancia que se encuentran en el término: Bolón y Camara. Al sur se encuentra el macizo de Bateig, mientras que al oeste, se expande la planicie hacia Monóvar, y las montañas ya se encuentran dentro de su municipio.
Historia de Elda
Los primeros indicios de asentamiento humano en la zona se remontan al Neolítico y se han encontrado en el paraje del Chopo. De épocas posteriores se han encontrado pinturas rupestres en el barranco del Gavilán, las únicas en el Vinalopó, un entierro en la sierra de la Torreta, poblados y yacimientos de la Edad de Bronce en muchas zonas del término como en los asentamientos de El Peñón del Trinitario, El Monastil y El Pont de la Jaud. Los fenicios pasaron por los Altos de Camara y el Monastil. También en el Monastil, en la sierra de Bolón y el paraje del Chorrillo dejaron impronta los íberos, en el conocido como poblado íbero-romano de El Monastil.
Los romanos comenzaron los cultivos organizados y el comercio y fundaron el núcleo de la actual población. Durante la época romana, el período de máximo esplendor de la ciudad se corresponde con el final del siglo I y principios del II, con una intensa actividad comercial con Italia y el sur de Francia. Hacia 590 dC se instauró un episcopado visigodo del que hay restos de una basílica en El Monastil.
Cuando llegan los musulmanes en el siglo VIII, la ciudad de Elo pasó a formar parte de la Cora de Tudmir y su actividad fue languideciendo hasta convertirse en una simple alquería. La población hispanovisigoda del valle de Elda se encontraba dipersa por las laderas de El Monastil y lugares cecanos al río. Fue a partir del aó 1172 cuando los musulmanes fortificaron la frontera del Vinalopó y construyeron la fortaleza en torno a la cual se fue instalando una comunidad campesina que constituyó el auténtico origen de la ciudad de Elda. En el año 1243 pasa, mediante el tratado de Almizra, a formar parte de la Corona de Castilla. Un año después Fernando III dio el castillo y la población, ahora denominada Ella o Etlla a Guillem, el Alemán. En 1257 Alfonso X el Sabio lo cede a su hermano Manuel y éste a su hijo Juan Manuel, señor de Villena. Éste, a su vez se lo cede a su hermana, Violante. En 1265 Jaime I recupera la villa para Alfonso X, quien le había solicitado su ayuda ante una sublevación sarracena. En 1296 se produjo una guerra entre Aragón y Castilla, debido a la promesa por parte de Alfonso de la Cerda de ceder el Reino de Murcia a Jaime II a cambio de su apoyo contra el infante heredero de la corona de Castilla, Fernando IV. Durante esta guerra, Jaime II conquistó gran parte del Reino de Murcia, formado por los territorios al sur de la línea Biar-Busot-Villajoyosa, incluyendo a Elda. En el año 1304 Fernando IV de Castilla y Jaime II de Aragón firmaron el acuerdo de la Sentencia Arbitral de Torrellas por el que se ratificó la anexión militar de la parte sur de la provincia de Alicante (la llamada "Gobernación General de Orihuela") lo que dejó a Elda incluida en el Reino de Valencia. En atención a la amistad que unía al aragonés y el rais de Crevillente, Muhammad ben Hudayr, a los musulmanes que permanecieron se les concedió el privilegio de hablar su lengua y practicar su culto.
Durante el siglo XIV el propietario del valle de Elda fue la Corona, hasta 1336 en que Pedro II el Ceremonioso cedió el castillo y la villa a Beltran Duguesdin. En 1383 se devuelve a la monarquía. En 1424 Alfonso IV vendió Elda al noble valenciano Ximén Pérez de Corella, conde de Cocentaina, cuyos descendientes ostentaron el señorío hasta el 4 de septiembre de 1513, en que, por necesidades económicas, alienaron el lugar a favor del noble, de origen judío, Joan Coloma i Fernández, descendiente de la antigua nobleza catalano-provenzal de los Folch de Cardona. El título señorial de conde de Elda —cuyo condado incluía Petrel y Salinas— fue concedido por Felipe II, en 1577, a Joan Coloma i Cardona, hijo del anterior. Enmarcado en el proceso de renovación de la alta nobleza en el Reino de Valencia y para conferir mayor estabilidad a su patrimonio inmobiliario, Joan Coloma creó para su hijo Antonio el vínculo de mayorazgo en 1581. La expulsión de los moriscos obligó a exiliarse a 2.000 moriscos eldenses, con lo que la villa quedó habitada con sólo 600 cristianos viejos. Ante esta situación el conde otorgó una Carta Puebla con la que pretendía repoblar sus tierras, pero las duras condiciones que se imponían hicieron que la recuperación demográfica fuera muy lenta. En 1698 se sustituyó la presa por un gran pantano.
Durante la guerra de Sucesión el conde don Francisco Coloma apoyó al archiduque Carlos, mientras la mayoría de la población eldense se decantaba por el rey Felipe V. Finalizada la guerra con el triunfo borbónico, el rey otorgó a la villa el título de "Fidelísima" y castigó al conde con la confiscación de sus bienes y posesiones, aunque pocos años más tarde fue perdonado y sus derechos y privilegios restituídos. Tras la muerte sin descendencia directa del conde, el título pasaría a la familia Arias-Dávila, después a los condes de Cervelló y, por último, a los Falcó, duques de Fernan-Núñez. A lo largo de los siglos XVIII y XIX se conoció una etapa de prosperidad en la que ayudó el paso del camino real de Madrid a Alicante y posteriormente el ferrocarril. En 1904 obtuvo el título de ciudad.
Durante el último periodo de la Guerra Civil Española, en el que la provincia de Alicante fue uno de los últimos reductos en caer, Elda se convirtió en capital en funciones de la II República Española, ya que el Gobierno se refugió en Elda-Petrel semanas antes de partir al exilio. La residencia del Presidente Negrín, se situó en la finca El Poblet de Petrel, mientras que el Consejo de Ministros se celebraba en las Escuelas Nacionales de Elda.
Elda se encuentra situada al Sureste de la Península Ibérica y al Noroeste de la provincia de Alicante (Comunidad Valenciana). Se halla a 395 m de altura sobre el nivel del mar y dista aproximadamente 40 km de la capital provincial. Elda se ubica en la comarca del Medio Vinalopó, y constituye uno de los núcleos urbanos más importantes no sólo de la provincia, sino de toda la región valenciana. La ciudad se sitúa en las profundidades del valle del río Vinalopó y es atravesada por éste. El relieve circundante es, por tanto, eminentemente montañoso, y forma una especie de cuenca o circo; las sierras más importantes de la zona son la del Cid, el Caballo y el Maigmó al este. En la zona norte-noroeste, se encuentra una sucesión de cadenas montañosas, La Torreta, El Monastil, y las dos montañas de más importancia que se encuentran en el término: Bolón y Camara. Al sur se encuentra el macizo de Bateig, mientras que al oeste, se expande la planicie hacia Monóvar, y las montañas ya se encuentran dentro de su municipio.
Elda se encuentra situada al Sureste de la Península Ibérica y al Noroeste de la provincia de Alicante (Comunidad Valenciana). Se halla a 395 m de altura sobre el nivel del mar y dista aproximadamente 40 km de la capital provincial. Elda se ubica en la comarca del Medio Vinalopó, y constituye uno de los núcleos urbanos más importantes no sólo de la provincia, sino de toda la región valenciana. La ciudad se sitúa en las profundidades del valle del río Vinalopó y es atravesada por éste. El relieve circundante es, por tanto, eminentemente montañoso, y forma una especie de cuenca o circo; las sierras más importantes de la zona son la del Cid, el Caballo y el Maigmó al este. En la zona norte-noroeste, se encuentra una sucesión de cadenas montañosas, La Torreta, El Monastil, y las dos montañas de más importancia que se encuentran en el término: Bolón y Camara. Al sur se encuentra el macizo de Bateig, mientras que al oeste, se expande la planicie hacia Monóvar, y las montañas ya se encuentran dentro de su municipio.
Historia de Elda
Los primeros indicios de asentamiento humano en la zona se remontan al Neolítico y se han encontrado en el paraje del Chopo. De épocas posteriores se han encontrado pinturas rupestres en el barranco del Gavilán, las únicas en el Vinalopó, un entierro en la sierra de la Torreta, poblados y yacimientos de la Edad de Bronce en muchas zonas del término como en los asentamientos de El Peñón del Trinitario, El Monastil y El Pont de la Jaud. Los fenicios pasaron por los Altos de Camara y el Monastil. También en el Monastil, en la sierra de Bolón y el paraje del Chorrillo dejaron impronta los íberos, en el conocido como poblado íbero-romano de El Monastil.
Los romanos comenzaron los cultivos organizados y el comercio y fundaron el núcleo de la actual población. Durante la época romana, el período de máximo esplendor de la ciudad se corresponde con el final del siglo I y principios del II, con una intensa actividad comercial con Italia y el sur de Francia. Hacia 590 dC se instauró un episcopado visigodo del que hay restos de una basílica en El Monastil.
Cuando llegan los musulmanes en el siglo VIII, la ciudad de Elo pasó a formar parte de la Cora de Tudmir y su actividad fue languideciendo hasta convertirse en una simple alquería. La población hispanovisigoda del valle de Elda se encontraba dipersa por las laderas de El Monastil y lugares cecanos al río. Fue a partir del aó 1172 cuando los musulmanes fortificaron la frontera del Vinalopó y construyeron la fortaleza en torno a la cual se fue instalando una comunidad campesina que constituyó el auténtico origen de la ciudad de Elda. En el año 1243 pasa, mediante el tratado de Almizra, a formar parte de la Corona de Castilla. Un año después Fernando III dio el castillo y la población, ahora denominada Ella o Etlla a Guillem, el Alemán. En 1257 Alfonso X el Sabio lo cede a su hermano Manuel y éste a su hijo Juan Manuel, señor de Villena. Éste, a su vez se lo cede a su hermana, Violante. En 1265 Jaime I recupera la villa para Alfonso X, quien le había solicitado su ayuda ante una sublevación sarracena. En 1296 se produjo una guerra entre Aragón y Castilla, debido a la promesa por parte de Alfonso de la Cerda de ceder el Reino de Murcia a Jaime II a cambio de su apoyo contra el infante heredero de la corona de Castilla, Fernando IV. Durante esta guerra, Jaime II conquistó gran parte del Reino de Murcia, formado por los territorios al sur de la línea Biar-Busot-Villajoyosa, incluyendo a Elda. En el año 1304 Fernando IV de Castilla y Jaime II de Aragón firmaron el acuerdo de la Sentencia Arbitral de Torrellas por el que se ratificó la anexión militar de la parte sur de la provincia de Alicante (la llamada "Gobernación General de Orihuela") lo que dejó a Elda incluida en el Reino de Valencia. En atención a la amistad que unía al aragonés y el rais de Crevillente, Muhammad ben Hudayr, a los musulmanes que permanecieron se les concedió el privilegio de hablar su lengua y practicar su culto.
Durante el siglo XIV el propietario del valle de Elda fue la Corona, hasta 1336 en que Pedro II el Ceremonioso cedió el castillo y la villa a Beltran Duguesdin. En 1383 se devuelve a la monarquía. En 1424 Alfonso IV vendió Elda al noble valenciano Ximén Pérez de Corella, conde de Cocentaina, cuyos descendientes ostentaron el señorío hasta el 4 de septiembre de 1513, en que, por necesidades económicas, alienaron el lugar a favor del noble, de origen judío, Joan Coloma i Fernández, descendiente de la antigua nobleza catalano-provenzal de los Folch de Cardona. El título señorial de conde de Elda —cuyo condado incluía Petrel y Salinas— fue concedido por Felipe II, en 1577, a Joan Coloma i Cardona, hijo del anterior. Enmarcado en el proceso de renovación de la alta nobleza en el Reino de Valencia y para conferir mayor estabilidad a su patrimonio inmobiliario, Joan Coloma creó para su hijo Antonio el vínculo de mayorazgo en 1581. La expulsión de los moriscos obligó a exiliarse a 2.000 moriscos eldenses, con lo que la villa quedó habitada con sólo 600 cristianos viejos. Ante esta situación el conde otorgó una Carta Puebla con la que pretendía repoblar sus tierras, pero las duras condiciones que se imponían hicieron que la recuperación demográfica fuera muy lenta. En 1698 se sustituyó la presa por un gran pantano.
Durante la guerra de Sucesión el conde don Francisco Coloma apoyó al archiduque Carlos, mientras la mayoría de la población eldense se decantaba por el rey Felipe V. Finalizada la guerra con el triunfo borbónico, el rey otorgó a la villa el título de "Fidelísima" y castigó al conde con la confiscación de sus bienes y posesiones, aunque pocos años más tarde fue perdonado y sus derechos y privilegios restituídos. Tras la muerte sin descendencia directa del conde, el título pasaría a la familia Arias-Dávila, después a los condes de Cervelló y, por último, a los Falcó, duques de Fernan-Núñez. A lo largo de los siglos XVIII y XIX se conoció una etapa de prosperidad en la que ayudó el paso del camino real de Madrid a Alicante y posteriormente el ferrocarril. En 1904 obtuvo el título de ciudad.
Durante el último periodo de la Guerra Civil Española, en el que la provincia de Alicante fue uno de los últimos reductos en caer, Elda se convirtió en capital en funciones de la II República Española, ya que el Gobierno se refugió en Elda-Petrel semanas antes de partir al exilio. La residencia del Presidente Negrín, se situó en la finca El Poblet de Petrel, mientras que el Consejo de Ministros se celebraba en las Escuelas Nacionales de Elda.
Elda se encuentra situada al Sureste de la Península Ibérica y al Noroeste de la provincia de Alicante (Comunidad Valenciana). Se halla a 395 m de altura sobre el nivel del mar y dista aproximadamente 40 km de la capital provincial. Elda se ubica en la comarca del Medio Vinalopó, y constituye uno de los núcleos urbanos más importantes no sólo de la provincia, sino de toda la región valenciana. La ciudad se sitúa en las profundidades del valle del río Vinalopó y es atravesada por éste. El relieve circundante es, por tanto, eminentemente montañoso, y forma una especie de cuenca o circo; las sierras más importantes de la zona son la del Cid, el Caballo y el Maigmó al este. En la zona norte-noroeste, se encuentra una sucesión de cadenas montañosas, La Torreta, El Monastil, y las dos montañas de más importancia que se encuentran en el término: Bolón y Camara. Al sur se encuentra el macizo de Bateig, mientras que al oeste, se expande la planicie hacia Monóvar, y las montañas ya se encuentran dentro de su municipio.
Economia de Elda
La ciudad de Elda fue el motor de la actividad industrial del calzado en el valle. Desde tiempo atrás existía una artesanía dedicada a la manufactura del esparto, una planta que abundaba mucho en la zona. Sin embargo, la actividad fue decayendo debido a la desaparición de la planta, provocando la emigración.
A mediados del siglo XIX, comenzó a surgir una nueva industria dedicada a la fabricación de calzado de piel. Al principio se trataba de modestos artesanos que fabricaban los zapatos y los vendían por las ferias de los pueblos. A finales del siglo XIX se inició una transformación, apareciendo las primeras fábricas con maquinaria movida por animales. A principios del XX, la producción de zapatos ocupaba el tercer lugar en la producción provincial, tras los textiles y el vino.
El primer cuarto del siglo XX conoció un fuerte desarrollo, pero la década de los cuarenta supuso una profunda depresión que obligó a una reestructuración de las industrias del calzado. La industria se atomizó y volvió a sus inicios artesanales. Aparecieron muchos pequeños talleres artesanos que adquirían las diferentes piezas del zapato (tacones, suelas, etc.) en otros talleres especializados tan sólo en esa producción y proporcionaban trabajo a domicilio, sobre todo a las mujeres que, con una máquina de coser en su casa, resolvían el aparado. Esto supuso el nacimiento de lo que hoy se conoce como economía sumergida, todavía vigente y pilar en el que se ha basado esta industria durante muchos años.
El colegio Padre Manjón, antigua sede de la FICIALa creación en 1960 de la FICIA (Feria Internacional del Calzado e Industrias Afines) supuso el empujón definitivo. Volvieron de nuevo las grandes fábricas y se racionalizó la fabricación y exportación de calzado, que se convirtió en una buena fuente de ganancias. La construcción de un gran palacio ferial, la creación del CEPEX (Centro Promotor de Exportaciones) y el INESCOP (Instituto Español del Calzado y Conexas) consolidaron a Elda como una importante capital zapatera.
El elevado grado de especialización de la economía de Elda la hace muy vulnerable en función de las variaciones del sector. Por ejemplo, la cotización de las divisas, principalmente el dólar, por ser Estados Unidos uno de los más fuertes compradores, influye notablemente en el desarrollo y evolución de esta industria.
En los últimos años el sector ha entrado en crisis, en parte debido a la competencia asiática. La dependencia del calzado es casi total, dado que la mayor parte de los trabajadores están empleados en dicha industria o en productos auxiliares del calzado, aunque comienzan a aflorar industrias alternativas en sus polígonos industriales, con buenas comunicaciones hacia la autovía.
Gastronomia de Elda:
Entre los platos típicos de la gastronomía de la zona se encuentran:
Las fasegures (fasiuras, relleno o pelotas) que constituye un relleno o pelota a base de carne picada de magro de cerdo, longaniza fresca, huevo, sangre, perejil, pimienta, piñones, limón y sal que se cuece en caldo de cocido.
El fandango o borreta que es un guiso a base de bacalao desalado, patatas, tomates, cebolla, aceite, pimentón y sal.
Las habichuelas en salsa que es otro guiso a base de habichuelas blancas, jamón, chorizo, tomates, ajos, cebolla, aceite y sal.
La gachamiga es un plato principalmente de invierno dado su gran valor calórico; está hecha a base de harina, aceite, ajos, agua y sal. También se le pueden añadir longanizas.
El gazpacho, hecho con tortas de harina desmigadas como ingrediente básico. Suele llevar pollo, conejo y caracoles.
La ollica, guiso a base de arroz, lentejas y garbanzos. Muy popular en épocas pasadas.
Tortilla en Salsa hecho con tortilla de patatas y luego cocida en un caldo hecho con un sofrito y cominos.
Cultura de Elda:
Las manifestaciones culturales más importantes son el premio de pintura "Pintor Sorolla", el premio de cuentos "Ciudad de Elda", la semana de títeres y marionetas y la semana de cine "Elda de Estreno". El último domingo de cada mes se lleva a cabo la feria de arte Emplazarte, que tiene lugar en la Plaza Mayor y reúne a artistas y aficionados al mundo de las Artes Plásticas.
Además, desde el año 1999, el Museo del Calzado de Elda concede anualmente un galardón a la "Mujer mejor calzada de España". La concesión de este galardón supone que cuatro empresas de calzado de la localidad calzan a la premiada durante toda una temporada. Desde su creación, las premiadas han sido Ana Rosa Quintana (1999), Concha Velasco (2000), Anne Igartiburu (2001), Carmen Cervera (2002), Terelu Campos (2003), Paz Vega (2004), Marta Sánchez (2005)[14] y Nuria Roca (2006).[15]
Elda forma parte de la ruta cultural denominada Camino del Cid, en las etapas Villena-Elda y Elda-Elche.
Fiestas de Elda
Moros y cristianos
Escuadra de la comparsa de cristianos. Año 2006.Las fiestas de Moros y Cristianos de Elda se celebran en honor a San Antón el primer fin de semana de junio. En el origen de las fiestas se celebraban a mediados de enero, coincidiendo con la festividad del santo, pero en 1946 se optó por retrasarlas seis meses con el fin de que no se desluciesen con las bajas temperaturas. Así en enero se celebra la media fiesta, en la que desfilan las escuadras premiadas en cada comparsa.
Existen cuatro comparsas en el bando moro: huestes del Cadí, marroquíes, musulmanes y realistas; y cinco en el bando cristiano: contrabandistas, cristianos, estudiantes, piratas y zíngaros.
El miercoles es el dia del PREGON,apartir de este momento empiezan las fiestas,normalmente el pregon lo da una persona famosa.El pregon empieza sobre las 10 en la plaza de la costitucion,las personas aun no van vestidas con los trajes festeros.
El jueves a las 8 de la tarde empieza la ENTRADA DE BANDAS,las personas ya van vestidas con los trajes festeros.En este acto las comparsas desfilan con un grupo de musica y la capitania,para reunirse todas las comparsa en la plaza de la constitucion y empezar a cantar la cancion "idella" aqui todas las personas que abarrotan las calles colindantes a la plaza, se unen para cantar.es uno d los actos que nadie se pierde.sobre las 12 de la noche empieza la RETRETA,un desfile con el traje oficial y de caracter humoristico.No desfilan todas las escuadras.
El viernes a las 11:30 TRASLADO de la imajen de San Antón a la iglesia de Santa Ana.a las 7 empieza el DESFILE INFANTIL ,aqui solo desfilan los niños y no aparecen adultos,esceptuando a los encargados de las comparsas.Es un desfile muy gracioso y ameno.
El sabado a las 10 ALARDO y EMBAJADA.a las 11:30 empieza la ESTAFETA, es una batalla de arcabuceria y asalto al castillo por las tropas moras.desfile triunfal del embajador moro y su sequito.A las 6 empieza la ENTRADA CRISTIANA.aqui participan todas las comparsas con adultos y niños incluidos.el embajador cristiano y su sequito abren el desfile,le sigue el boato de la comparsa correspondiente.Empiezan los cristianos y terminan los moros.
El domingo a las 8 de la mañana la DIANA y a las 11 la OFRENDA DE FLORES.A las 6 ENTRADA MORA al igual que la cristiana abre el embajador moro con su sequito seguido del boato moro y el bando moro y para terminar el cristiano.
El lunes a las 10 ALARDO y EMBAJADA.a las 11:30 ESTAFETA asalto del embajador moro al castillo y desfile con su corte.a las 6:30 SOLEMNE PROCESION con un caracter serio,durante el desfile solo se oye la musica de la banda,todas las mujeres llevan un ramo de flores.cerrando el desfile la comparsa que le toque lleva al Santo asta la iglesia.al finalizar se dispara una palmera de fuegos artificiales.seguidamente a la llegada del Santo a su ermita se dispara la ALBORADA dando por terminada las fiestas.
Las Entradas llegan a sobrepasar las cinco horas de marcha y discurrir por las calles eldenses. Tras ellas y hasta las primeras horas del siguiente día, decenas de bandas de música cierran y abren cada jornada festiva sin solución de continuidad.
Los festeros se reúnen en los llamados cuartelillos. que son locales distribuidos por la ciudad donde las comparsas y escuadras suelen realizar el almuerzo y las cenas durante los días de fiesta.
Fiestas mayores
Acto de correr la tracaDurante los días 7, 8 y 9 de septiembre se celebran las Fiestas mayores en honor de los Santos Patronos, la Virgen de la Salud y el Cristo del Buen Suceso con la tradicional alborada y diversos actos cívicos-religiosos: procesiones, concursos, verbenas, actuaciones musicales...
Cabe destacar como actos religiosos principales, la Gran Salve cantada con coro y orquesta el día 7 de septiembre; los días 8 y 9 de septiembre las dos Misas Mayores, también acompañadas de orquesta y coro y las participativas procesiones que recorren las principales calles de la ciudad.
Fallas
Las fallas de Elda datan del año 1954 y desde entonces se sigue celebrando ininterrumpidamente. Las fechas de celebración son de jueves a domingo de la segunda semana de septiembre.
La Fiesta se inicia el primer sábado de septiembre con el acto de exaltación de la Fallera Mayor y Fallera Mayor Infantil de Elda, máximas representantes de la fiesta. Al día siguiente se procede al traslado en romería y desde la ermita de San Crispín y hasta la parroquia de la Inmaculada, de los Santos Patronos San Crispín y San Crispiniano, acompañados por todos los festeros y pueblo en general, ya que estos Santos son también los Patronos de la industria del calzado, base de la economía eldense. A partir del jueves, noche en la que se plantan los monumentos, se puede disfrutar en todos los barrios de diversidad de actos (pasacalles, pirotécnica, concursos y verbenas). Durante estos días se suele celebrar concursos de gachamigas, paellas, tortillas, etc., teniendo la oportunidad de degustar todos estos preparados culinarios, así como las sardinas y sangría.
Cabalgata de Reyes Magos
La cabalgata de Reyes Magos se celebra en la tarde-noche del día 5 de enero. Se inicia con la bajada de los Reyes Magos desde el monte Bolón, alumbrados con antorchas, para continuar por un itinerario urbano que desemboca en la Plaza de la Constitución (plaza del ayuntamiento). El recorrido fue modificado hace unos años, ya que anteriormente finalizaba en la Plaza de Castelar.
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