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Certamen XXXII Aniversario de la Banda "Virgen Morena" Ocaña
Ocaña es una población española de la provincia de Toledo en la comunidad de Castilla-La Mancha.
El municipio se encuentra situado «al extremo N. de la llanura llamada Mesa de Ocaña, desde la cual se descubren muchos pueblos de la comarca». Linda con los términos municipales de Aranjuez al noroeste en la provincia de Madrid, Ontígola al norte, Noblejas al este, Villatobas al sureste, Dosbarrios, Cabañas de Yepes y Huerta de Valdecarábanos al sur y Yepes y Ciruelos al oeste, en la de Toledo.
Al norte, con dirección a Ontígola, nacen los arroyos de la Vega y del Hollo del Moro y al oeste Barranco de Ocañuela, afluente del arroyo del Corralejo.
Historia de Ocaña
Ocaña es hoy un bello conjunto monumental, que pierde sus orígenes en el periodo prehistórico del Paleolítico medio-superior, según nos han mostrado los yacimientos estudiados en toda la zona. Algunos historiadores ven en esta villa la antigua Vicus Cuminarius romana.
Edad Media
El principal núcleo habitado de toda esta zona de la vega del Tajo en la antigüedad, desde época prehistórica a la islámica, fue el enclave de Aurelia, la actual Oreja en Ontígola. Dependiendo de ella, se encontraba la posición fortificada de Ocaña, dominando un barranco en el borde norte de la Mesa que lleva su nombre. Ocaña se encuentra entre las distintas poblaciones con las que el emir de Sevilla Ebn Abed dotó a su hija Zaida en 1082, cuando la dio en consorcio a Alfonso VI. Los árabes volvieron a adquirirla nuevamente, para poco después ser conquistada por Alfonso VI hacia el 1106. Algo más tarde también se conquistaría Oreja a los almorávides, pero, debido a su emplazamiento y a la escasez y poca calidad de su término, esta población entró en declive. A ello se añadió la cercanía de Ocaña, que poco a poco la fue desplazando al encontrarse en una posición más favorable. Su poblamiento se apoyó primeramente en el fuero de Oreja y en 1156 Alfonso VII le concede fuero. Más adelante,en 1173, el castillo y la villa de Ocaña pasaron a Téllo Pérez de Meneses y a su pariente, Pedro Gutiérrez, magnates de Tierra de Campos. Es a ellos a quien se debe en gran parte su repoblación.[cita requerida] Poco después, en 1177 Téllo Pérez dona a la Orden de Calatrava la cuarta parte de Ocaña: «... quarta parte de tota occania...».
A finales del siglo XII pasó ya a ser dominio de la Orden de Santiago, cuando la población llegó a su máximo esplendor, pasando a ser una importante encomienda, que alcanzaba desde esta villa a Zorita y Uclés. Con posterioridad, fue desplazando en importancia a esta última, que era la sede maestral.
Fue escenario de grandes acontecimientos como las cortes celebradas por Juan II y su hijo Enrique IV en los años 1422 y 1468/1469 respectivamente. Fue lugar de refugio de Isabel la Católica, exiliada de la Corte de su hermanastro Enrique IV; y donde encontró, en los caballeros ocañenses Gonzalo Chacón y Diego Gutierrez de Cárdenas, Comendador de Santiago, a sus mayores valedores. Posteriomente, siendo ya Isabel reina, ambos gozaron de amplia influencia en la Corte. En 1499, los Reyes Católicos juraron a su nieto Miguel en la desaparecida Iglesia de San Pedro.
Edad Moderna
Como estancia de reyes, acogió a Juana I de Castilla y Felipe El Hermoso, y a su nieto Felipe, siendo lugar de recuperación para éste en su infancia.
En 1710, durante la Guerra de Sucesión Española, se produjo un hecho de armas. José Vallejo, al frente de una partida de tropas castellanas, sorprendió en esta villa a un regimiento portugués.
En la Guerra de la Independencia Española (1809), tuvo lugar la conocida como batalla de Ocaña, en la que las tropas del general Aréizaga perdieron frente a las francesas al mando del Mariscal Soult, dejándoles vía libre a La Mancha.
A mediados del siglo XIX tenía 1.000 casas y el presupuesto municipal ascendía a 68.073 reales de los cuales 8.000 eran para pagar al secretario.[4]
Durante la Guerra Civil Española, fue capital de la Provincia de Toledo.
Heráldica
El escudo de Ocaña está formado por un solo cuartel de color verde, en el que puede verse un castillo de oro en escudo de plata. A ambos lados, dos leones rampantes sobre una mesa de madera, en clara alusión a la región denominada Mesa de Ocaña. En lo alto aparece una corona, mientras que abajo hay una cinta dorada, con la leyenda Ocaña.
Economia de Ocaña
Históricamente ha sido una población fundamentalmente agrícola. Durante el siglo XIX se producía «toda clase de cereales, de hortalizas, aceite, vino, lino seda y frutas»,[4] manteniéndose así mismo ganado lanar, cabrío, vacuno y porcino. En cuanto a la industria y el comercio se encontraban una fábrica de hilar seda, otra de jabón, dos molinos de aceite y seis de harina.
En la actualidad el sector predominante es el de servicios con un 60,8 % del total de empresas que operan en el municipio, seguido por los de la construcción con un 21,8 %, la industria con un 13,6 % y finalmente la agricultura con un 3,8 %. El sector agrícola se encuentra en franco retroceso. De los 248 agricultores cerca del 60 % posee más de 55 años. La tierra de labor se dedica mayoritariamente a los herbáceos con 7.197 ha, 84,3 %, seguido del olivar con 775 ha, 9,1 %, y el viñedo con 554 ha, 6,5 %.
El municipio se encuentra situado «al extremo N. de la llanura llamada Mesa de Ocaña, desde la cual se descubren muchos pueblos de la comarca». Linda con los términos municipales de Aranjuez al noroeste en la provincia de Madrid, Ontígola al norte, Noblejas al este, Villatobas al sureste, Dosbarrios, Cabañas de Yepes y Huerta de Valdecarábanos al sur y Yepes y Ciruelos al oeste, en la de Toledo.
Al norte, con dirección a Ontígola, nacen los arroyos de la Vega y del Hollo del Moro y al oeste Barranco de Ocañuela, afluente del arroyo del Corralejo.
Historia de Ocaña
Ocaña es hoy un bello conjunto monumental, que pierde sus orígenes en el periodo prehistórico del Paleolítico medio-superior, según nos han mostrado los yacimientos estudiados en toda la zona. Algunos historiadores ven en esta villa la antigua Vicus Cuminarius romana.
Edad Media
El principal núcleo habitado de toda esta zona de la vega del Tajo en la antigüedad, desde época prehistórica a la islámica, fue el enclave de Aurelia, la actual Oreja en Ontígola. Dependiendo de ella, se encontraba la posición fortificada de Ocaña, dominando un barranco en el borde norte de la Mesa que lleva su nombre. Ocaña se encuentra entre las distintas poblaciones con las que el emir de Sevilla Ebn Abed dotó a su hija Zaida en 1082, cuando la dio en consorcio a Alfonso VI. Los árabes volvieron a adquirirla nuevamente, para poco después ser conquistada por Alfonso VI hacia el 1106. Algo más tarde también se conquistaría Oreja a los almorávides, pero, debido a su emplazamiento y a la escasez y poca calidad de su término, esta población entró en declive. A ello se añadió la cercanía de Ocaña, que poco a poco la fue desplazando al encontrarse en una posición más favorable. Su poblamiento se apoyó primeramente en el fuero de Oreja y en 1156 Alfonso VII le concede fuero. Más adelante,en 1173, el castillo y la villa de Ocaña pasaron a Téllo Pérez de Meneses y a su pariente, Pedro Gutiérrez, magnates de Tierra de Campos. Es a ellos a quien se debe en gran parte su repoblación.[cita requerida] Poco después, en 1177 Téllo Pérez dona a la Orden de Calatrava la cuarta parte de Ocaña: «... quarta parte de tota occania...».
A finales del siglo XII pasó ya a ser dominio de la Orden de Santiago, cuando la población llegó a su máximo esplendor, pasando a ser una importante encomienda, que alcanzaba desde esta villa a Zorita y Uclés. Con posterioridad, fue desplazando en importancia a esta última, que era la sede maestral.
Fue escenario de grandes acontecimientos como las cortes celebradas por Juan II y su hijo Enrique IV en los años 1422 y 1468/1469 respectivamente. Fue lugar de refugio de Isabel la Católica, exiliada de la Corte de su hermanastro Enrique IV; y donde encontró, en los caballeros ocañenses Gonzalo Chacón y Diego Gutierrez de Cárdenas, Comendador de Santiago, a sus mayores valedores. Posteriomente, siendo ya Isabel reina, ambos gozaron de amplia influencia en la Corte. En 1499, los Reyes Católicos juraron a su nieto Miguel en la desaparecida Iglesia de San Pedro.
Edad Moderna
Como estancia de reyes, acogió a Juana I de Castilla y Felipe El Hermoso, y a su nieto Felipe, siendo lugar de recuperación para éste en su infancia.
En 1710, durante la Guerra de Sucesión Española, se produjo un hecho de armas. José Vallejo, al frente de una partida de tropas castellanas, sorprendió en esta villa a un regimiento portugués.
En la Guerra de la Independencia Española (1809), tuvo lugar la conocida como batalla de Ocaña, en la que las tropas del general Aréizaga perdieron frente a las francesas al mando del Mariscal Soult, dejándoles vía libre a La Mancha.
A mediados del siglo XIX tenía 1.000 casas y el presupuesto municipal ascendía a 68.073 reales de los cuales 8.000 eran para pagar al secretario.[4]
Durante la Guerra Civil Española, fue capital de la Provincia de Toledo.
Heráldica
El escudo de Ocaña está formado por un solo cuartel de color verde, en el que puede verse un castillo de oro en escudo de plata. A ambos lados, dos leones rampantes sobre una mesa de madera, en clara alusión a la región denominada Mesa de Ocaña. En lo alto aparece una corona, mientras que abajo hay una cinta dorada, con la leyenda Ocaña.
Economia de Ocaña
Históricamente ha sido una población fundamentalmente agrícola. Durante el siglo XIX se producía «toda clase de cereales, de hortalizas, aceite, vino, lino seda y frutas»,[4] manteniéndose así mismo ganado lanar, cabrío, vacuno y porcino. En cuanto a la industria y el comercio se encontraban una fábrica de hilar seda, otra de jabón, dos molinos de aceite y seis de harina.
En la actualidad el sector predominante es el de servicios con un 60,8 % del total de empresas que operan en el municipio, seguido por los de la construcción con un 21,8 %, la industria con un 13,6 % y finalmente la agricultura con un 3,8 %. El sector agrícola se encuentra en franco retroceso. De los 248 agricultores cerca del 60 % posee más de 55 años. La tierra de labor se dedica mayoritariamente a los herbáceos con 7.197 ha, 84,3 %, seguido del olivar con 775 ha, 9,1 %, y el viñedo con 554 ha, 6,5 %.
Curiosidades del pueblo
La villa fue el escenario elegido por Lope de Vega para su Peribáñez y el Comendador de Ocaña y para Calderón de la Barca en su obra Casa de dos puertas mala es de guardar. Por otro lado, algunos de sus monumentos fueron inspiración poética para Gustavo Adolfo Bécquer.
En toda España hay 26.177 personas que se apellidan Ocaña, 13.032 como primer apellido, 13.029 como segundo, y 116 con ambos.
Fiestas de Ocaña
Semana Santa de Ocaña, fiesta declarada de Interés Turístico Nacional.
Finales de abril: mercado medieval.
30 de abril: los Mayos.
15 de mayo: romería de San Isidro Labrador.
Corpus Christi.
8 de septiembre: fiestas patronales de la Virgen de los Remedios.
Tercer domingo de septiembre: romería de Jesús de Cuevas.
Primer viernes de diciembre: voto de la Villa a Jesús Nazareno.
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