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Gandia
PLAYA DE GANDIA
Gandía (en valenciano, Gandia) es un municipio de la Comunidad Valenciana, España. Situado en el sureste de la provincia de Valencia, en la comarca de La Safor, de la que es capital. Cuenta con 77.421 habitantes (INE 2007).
La ciudad de Gandía cuenta con una completa red de transportes, tanto urbanos, como interurbanos. En la ciudad hay en marcha en la actualidad dos líneas, una que es la roja, que conecta el norte de la ciudad con el centro y la otra es la amarilla, que conecta el sur con el centro. Está previsto una tercera línea que conecte la estación de RENFE con el nuevo Hospital de Gandía y una cuarta que sirva para conectar la misma estación con la Universidad del grao. También se instalará un tranvía que una el grao de Gandía con el centro. Existe también una línea de autobús que une la ciudad con la playa.
-TRANSPORTE URBANO E INTERURBANO:
Son de color verde, su logotipo es L'URBÀ, TRANSPORT PÚBLIC DE GANDIA, su frecuencia de paso es de 10 minutos dependiendo del tráfico, salen desde la estación de RENFE.
-TRANSPORTE DESDE GANDÍA A PLAYA:
Son de color amarillo, su logotipo es LA MARINA GANDIENSE, su frecuencia de paso es de 12-15 minutos, salen desde la estación de RENFE.
Historia de Gandía
Hasta tiempos bastante avanzados del Paleolítico superior no existen en el territorio que hoy constituye el término municipal de Gandía vestigios de una ocupación humana, pero ya en esta etapa, durante el Gravetiense final, el hombre de Cro-Magnon se asienta en la Cova del Parpalló, cueva que será habitada durante varios miles de años, hasta casi el final del Magdaleniense.
También fueron habitadas durante el Paleolítico superior las cuevas del Barranc del Llop y la de Meravelles.
En contraste con la riqueza de yacimientos paleolíticos, neolíticos y eneolíticos, está la escasez de restos de la Edad de Bronce y la poca representatividad de los de épocas ibérica y romana.
Esta comprobada la ocupación del cerro del Castillo de San Juan en la época ibérica, seguramente a partir del siglo IV a. C., pues aunque las construcciones medievales hayan hecho desaparecer todo vestigio de las edificaciones del poblado, se han podido recoger cerámicas ibéricas y fragmentos de vasos áticos de figuras rojas y de barniz negro que sólo a un establecimiento de la fecha y cultura indicadas pueden pertenecer. También se han recogido en lugares no localizados monedas ibéricas.
La romanización está bien representada en este territorio. En la ciudad de Gandía se han encontrado monedas y lápidas que podrían indicar un asentamiento ya en época imperial que quizá fuera el antecedente remoto de la actual población, y vasos y otros restos romanos en las cuevas Penjada, Meravelles y de los Cerdos. Está última ha dado abundantes fragmentos de "terra sigillata".
El origen de la Gandía actual se remonta de manera cierta a la época musulmana, y la primera mención documentada cristiana, de 1249, figura en el "Llibre del Repartiment" de Jaime I de Aragón quien hizo donación de la villa a su hijo el infante Pedro.
Alfonso IV el Benigno imitó a sus antecesores a favor de la fortificación de la villa y Pedro IV el Ceremonioso cedió para este fin, en 1387, al Ayuntamiento, el derecho de sisa. El rey Martín el Humano la donó después, con título de ducado, a Alfonso de Aragón, hijo del infante Pedro.
En 1485 el Ducado de Gandía pasó a la casa de Borja. La ciudad medieval, de carácter feudal, que tras la muerte del último duque de sangre real había vuelto a la Corona, se convirtió en señorial a partir de 1494, en el que el segundo duque de Borja establece allí una pequeña pero fastuosa corte.
En 1520 tuvo lugar el levantamiento de las Germanías, que desde Valencia se extendió a las poblaciones más importantes del Reino, incluida Gandía. La sublevación triunfó en Valencia y Játiva. La batalla de Vernisa, en julio de 1521, dio el triunfo a los agermanados, que ocuparon Gandía y su comarca, y obligaron a los moriscos a convertirse al cristianismo. Pero tras la derrota final de los agermanados volvió Juan de Borja a Gandía y casó con Francisca de Castro.
A Juan le sucedió su hijo mayor Francisco (1543-1551), que había nacido en 1510, y que renunció a sus títulos y bienes a favor de su hijo Carlos en 1551 para ordenarse y entrar en la Compañía de Jesús.
Por otra parte, Francisco de Borja, que sería canonizado en 1671, emprendió obras de amurallamiento e incorporó el nuevo recinto a la Vila-nova, protegiéndola así del peligro de los piratas, turcos y corsarios al servicio del rey de Francia. También dentro del nuevo recinto, mandó construir un colegio para el que logró, en 1548, una bula pontificia que lo elevó a la categoría de Universidad. Dicha universidad, situada en el lugar que hoy ocupan las Escuelas Pías, fue famosa en los dos siglos que tuvo de vida, hasta su supresión por Carlos III en 1772, tras la expulsión de los jesuitas que la regentaban en 1767, y por ella pasaron nombres como Baltasar Gracián, Juan Andrés y Antonio José de Cavanilles.
Gandía mantuvo su rango durante todo el siglo XVI pero, a partir de 1609, con la expulsión de los moriscos y la ruina de los ingenios azucareros que ellos manejaban, sufrió consecuencias económicas y demográficas catastróficas que tardó más de 150 años en recuperarse.
Durante la época de estancamiento, que se alargó hasta la segunda mitad del siglo XVIII, los duques fueron abandonando su residencia para instalarse en Madrid. Durante la Guerra de Sucesión, el duque de Gandía tomó el partido de Felipe de Anjou, cuando todo el resto del Reino lo hacía por el Archiduque Carlos. De aquí que el general Juan Bautista Basset, del partido austracista, tomara la ciudad de Gandía y se llevara la artillería de la entonces plaza fortificada.
Con el triunfo de los Borbones se restableció todo menos la vida política, pues los duques apenas hacían alguna breve visita a su palacio. En 1740 moría en Madrid el último Borja y Centelles, y el ducado pasó a su sobrino el conde-duque de Benavente; ocho años después heredaría la hija de éste, casada con el duque de Osuna. Con Carlos III se renueva la vida económica, y Gandía inicia una época próspera de industrialización.
En el siglo XIX la seda atravesó dos grandes crisis debidas una a la epidemia que acabó con casi todo el gusano de seda a mediados del siglo, y otra a la competencia extranjera. El ferrocarril, símbolo de la expansión decimonónica llegó con las líneas de vía estrecha Tren Alcoy Gandía y Puerto y con el enlace entre Denia y Carcagente. En la división provincial de 1822 fue adscrita a la Provincia de Játiva y en la la división de 1833 a la de Alicante, pasando definitivamente a Valencia en 1836.
En los años 1960, y debido al gran crecimiento urbano de la ciudad, el municipio de Gandía anexionó a los hasta entonces municipios independientes de Beniopa y Benipeixcar, actualmente barrios de la ciudad.
Economia de Gandía
Hasta finales del siglo XIX, la seda continuó siendo, junto con las pasas, los dos productos que más interesaron a los agricultores gandienses. Pero la construcción del ferrocarril y del puerto carbonero en 1893 les animó a extender el cultivo del naranjo que en la actualidad es el predominante. También tiene importancia como centro pesquero.
Se ha convertido en un importante destino turístico de playa, principalmente estacional y procedente del interior de España.
Lugares de Interes de Gandía
Casco urbano. El núcleo medieval de la villa estuvo alrededor de las calles del Río, Mayor y de la Plaza. A ellas afluían otras callejas laterales. Se hallaba rodeada por una muralla construida a principios del siglo XIV. En la parte noreste estaba la judería. La morería (rabal) estaba separada de la villa y poseía una mezquita sobre el solar de la iglesia de San José. A finales del siglo XVI una serie continuada de terremotos hizo que se derrumbasen numeroso edificios. Las murallas desaparecieron a finales del siglo XIX, quedando hoy tan sólo tres torres que hay entre el colegio de las Escuelas Pías y el río, el Torreón del Pino y la Torreta de la calle de Pérez de Culla.
Iglesia de Santa María. Es Colegiata desde 1499. El templo fue construido probablemente a fines del siglo XIV o principios del XV. Es de estilo gótico, mezclado con otros de diversas épocas. Fue ampliado en el siglo XVI. Contó con valiosas obras de arte, como el retablo del altar mayor, obra de Paolo de San Leocadio, sobre talla de Damiá Forment, el coro del s. XVI y un valioso tesoro, destacando la custodia procesional, obra maestra del s. XVI. Todo ello fue destruido en 1936 durante la guerra civil, así como su riquísimo archivo. Posee dos puertas góticas: la de Santa María y la de los Apóstoles, ésta última obra de Damián Forment, con bellas figuras desaparecidas en 1936 y en proceso de restauración.
Palacio Ducal de Gandía. Entre los monumentos más importantes de la ciudad destaca el Palacio Ducal, que ha sido objeto de numerosas restauraciones. Casa natalicia de San Francisco de Borja. Destaca el Patio de Armas, gótico y la Galería Dorada, del s. XVII, con azulejos originales de la época. Está considerado una de las mansiones señoriales más importantes de la Corona de Aragón. La habitación de Francisco de Borja se conserva prácticamente tal y como estaba en aquel entonces y no se permite pisarla, solo puede verse desde fuera.
Ayuntamiento. Ocupa un edificio con fachada de estilo neoclásico en la que se puede leer una inscripción con el nombre del Rey del momento, Carlos III.
Gastronomia de Gandía
Se dice que Gandía es la cuna de la popular fideuá. Los arroces marineros, la cazuela marinera (suquet de peix) y la paella son sus platos más detacados. Destacan también los figatells, especie de albóndiga con hígado y riñon de cerdo, tomados normalmente como entrantes.
En la repostería sobresalen las tortas de maíz (coques de dacsa); éstas suelen acompañarse de diferentes rellenos, como el de tomate y huevo, el de capellán o anchoa, o el de espinacas.
Fiestas de Gandía
San Antonio Abad. El 17 de enero se venera a Sant Antoni del Porquet, con hogueras incluidas.
Fallas. Desde el 16 de marzo se celebran las típicas Fallas, quemadas la noche del 19, día de San José. La ciudad de Gandía cuenta con 22 fallas (20 en la ciudad y 2 en el Grao de Gandía).
San Juan Bautista. La noche entre el 23 y el 24 de junio se queman las hogueras de San Juan, tradicionales de toda la costa mediterránea, celebrando el principio del verano.
Virgen del Carmen. El 16 de julio, fiestas marineras en honor a la Virgen del Carmen, en el Grao de Gandía (zona del puerto).
Feria: Alrededor del 3 de octubre, en honor del patrón municipal, San Francisco de Borja.
La ciudad de Gandía cuenta con una completa red de transportes, tanto urbanos, como interurbanos. En la ciudad hay en marcha en la actualidad dos líneas, una que es la roja, que conecta el norte de la ciudad con el centro y la otra es la amarilla, que conecta el sur con el centro. Está previsto una tercera línea que conecte la estación de RENFE con el nuevo Hospital de Gandía y una cuarta que sirva para conectar la misma estación con la Universidad del grao. También se instalará un tranvía que una el grao de Gandía con el centro. Existe también una línea de autobús que une la ciudad con la playa.
-TRANSPORTE URBANO E INTERURBANO:
Son de color verde, su logotipo es L'URBÀ, TRANSPORT PÚBLIC DE GANDIA, su frecuencia de paso es de 10 minutos dependiendo del tráfico, salen desde la estación de RENFE.
-TRANSPORTE DESDE GANDÍA A PLAYA:
Son de color amarillo, su logotipo es LA MARINA GANDIENSE, su frecuencia de paso es de 12-15 minutos, salen desde la estación de RENFE.
Historia de Gandía
Hasta tiempos bastante avanzados del Paleolítico superior no existen en el territorio que hoy constituye el término municipal de Gandía vestigios de una ocupación humana, pero ya en esta etapa, durante el Gravetiense final, el hombre de Cro-Magnon se asienta en la Cova del Parpalló, cueva que será habitada durante varios miles de años, hasta casi el final del Magdaleniense.
También fueron habitadas durante el Paleolítico superior las cuevas del Barranc del Llop y la de Meravelles.
En contraste con la riqueza de yacimientos paleolíticos, neolíticos y eneolíticos, está la escasez de restos de la Edad de Bronce y la poca representatividad de los de épocas ibérica y romana.
Esta comprobada la ocupación del cerro del Castillo de San Juan en la época ibérica, seguramente a partir del siglo IV a. C., pues aunque las construcciones medievales hayan hecho desaparecer todo vestigio de las edificaciones del poblado, se han podido recoger cerámicas ibéricas y fragmentos de vasos áticos de figuras rojas y de barniz negro que sólo a un establecimiento de la fecha y cultura indicadas pueden pertenecer. También se han recogido en lugares no localizados monedas ibéricas.
La romanización está bien representada en este territorio. En la ciudad de Gandía se han encontrado monedas y lápidas que podrían indicar un asentamiento ya en época imperial que quizá fuera el antecedente remoto de la actual población, y vasos y otros restos romanos en las cuevas Penjada, Meravelles y de los Cerdos. Está última ha dado abundantes fragmentos de "terra sigillata".
El origen de la Gandía actual se remonta de manera cierta a la época musulmana, y la primera mención documentada cristiana, de 1249, figura en el "Llibre del Repartiment" de Jaime I de Aragón quien hizo donación de la villa a su hijo el infante Pedro.
Alfonso IV el Benigno imitó a sus antecesores a favor de la fortificación de la villa y Pedro IV el Ceremonioso cedió para este fin, en 1387, al Ayuntamiento, el derecho de sisa. El rey Martín el Humano la donó después, con título de ducado, a Alfonso de Aragón, hijo del infante Pedro.
En 1485 el Ducado de Gandía pasó a la casa de Borja. La ciudad medieval, de carácter feudal, que tras la muerte del último duque de sangre real había vuelto a la Corona, se convirtió en señorial a partir de 1494, en el que el segundo duque de Borja establece allí una pequeña pero fastuosa corte.
En 1520 tuvo lugar el levantamiento de las Germanías, que desde Valencia se extendió a las poblaciones más importantes del Reino, incluida Gandía. La sublevación triunfó en Valencia y Játiva. La batalla de Vernisa, en julio de 1521, dio el triunfo a los agermanados, que ocuparon Gandía y su comarca, y obligaron a los moriscos a convertirse al cristianismo. Pero tras la derrota final de los agermanados volvió Juan de Borja a Gandía y casó con Francisca de Castro.
A Juan le sucedió su hijo mayor Francisco (1543-1551), que había nacido en 1510, y que renunció a sus títulos y bienes a favor de su hijo Carlos en 1551 para ordenarse y entrar en la Compañía de Jesús.
Por otra parte, Francisco de Borja, que sería canonizado en 1671, emprendió obras de amurallamiento e incorporó el nuevo recinto a la Vila-nova, protegiéndola así del peligro de los piratas, turcos y corsarios al servicio del rey de Francia. También dentro del nuevo recinto, mandó construir un colegio para el que logró, en 1548, una bula pontificia que lo elevó a la categoría de Universidad. Dicha universidad, situada en el lugar que hoy ocupan las Escuelas Pías, fue famosa en los dos siglos que tuvo de vida, hasta su supresión por Carlos III en 1772, tras la expulsión de los jesuitas que la regentaban en 1767, y por ella pasaron nombres como Baltasar Gracián, Juan Andrés y Antonio José de Cavanilles.
Gandía mantuvo su rango durante todo el siglo XVI pero, a partir de 1609, con la expulsión de los moriscos y la ruina de los ingenios azucareros que ellos manejaban, sufrió consecuencias económicas y demográficas catastróficas que tardó más de 150 años en recuperarse.
Durante la época de estancamiento, que se alargó hasta la segunda mitad del siglo XVIII, los duques fueron abandonando su residencia para instalarse en Madrid. Durante la Guerra de Sucesión, el duque de Gandía tomó el partido de Felipe de Anjou, cuando todo el resto del Reino lo hacía por el Archiduque Carlos. De aquí que el general Juan Bautista Basset, del partido austracista, tomara la ciudad de Gandía y se llevara la artillería de la entonces plaza fortificada.
Con el triunfo de los Borbones se restableció todo menos la vida política, pues los duques apenas hacían alguna breve visita a su palacio. En 1740 moría en Madrid el último Borja y Centelles, y el ducado pasó a su sobrino el conde-duque de Benavente; ocho años después heredaría la hija de éste, casada con el duque de Osuna. Con Carlos III se renueva la vida económica, y Gandía inicia una época próspera de industrialización.
En el siglo XIX la seda atravesó dos grandes crisis debidas una a la epidemia que acabó con casi todo el gusano de seda a mediados del siglo, y otra a la competencia extranjera. El ferrocarril, símbolo de la expansión decimonónica llegó con las líneas de vía estrecha Tren Alcoy Gandía y Puerto y con el enlace entre Denia y Carcagente. En la división provincial de 1822 fue adscrita a la Provincia de Játiva y en la la división de 1833 a la de Alicante, pasando definitivamente a Valencia en 1836.
En los años 1960, y debido al gran crecimiento urbano de la ciudad, el municipio de Gandía anexionó a los hasta entonces municipios independientes de Beniopa y Benipeixcar, actualmente barrios de la ciudad.
Economia de Gandía
Hasta finales del siglo XIX, la seda continuó siendo, junto con las pasas, los dos productos que más interesaron a los agricultores gandienses. Pero la construcción del ferrocarril y del puerto carbonero en 1893 les animó a extender el cultivo del naranjo que en la actualidad es el predominante. También tiene importancia como centro pesquero.
Se ha convertido en un importante destino turístico de playa, principalmente estacional y procedente del interior de España.
Lugares de Interes de Gandía
Casco urbano. El núcleo medieval de la villa estuvo alrededor de las calles del Río, Mayor y de la Plaza. A ellas afluían otras callejas laterales. Se hallaba rodeada por una muralla construida a principios del siglo XIV. En la parte noreste estaba la judería. La morería (rabal) estaba separada de la villa y poseía una mezquita sobre el solar de la iglesia de San José. A finales del siglo XVI una serie continuada de terremotos hizo que se derrumbasen numeroso edificios. Las murallas desaparecieron a finales del siglo XIX, quedando hoy tan sólo tres torres que hay entre el colegio de las Escuelas Pías y el río, el Torreón del Pino y la Torreta de la calle de Pérez de Culla.
Iglesia de Santa María. Es Colegiata desde 1499. El templo fue construido probablemente a fines del siglo XIV o principios del XV. Es de estilo gótico, mezclado con otros de diversas épocas. Fue ampliado en el siglo XVI. Contó con valiosas obras de arte, como el retablo del altar mayor, obra de Paolo de San Leocadio, sobre talla de Damiá Forment, el coro del s. XVI y un valioso tesoro, destacando la custodia procesional, obra maestra del s. XVI. Todo ello fue destruido en 1936 durante la guerra civil, así como su riquísimo archivo. Posee dos puertas góticas: la de Santa María y la de los Apóstoles, ésta última obra de Damián Forment, con bellas figuras desaparecidas en 1936 y en proceso de restauración.
Palacio Ducal de Gandía. Entre los monumentos más importantes de la ciudad destaca el Palacio Ducal, que ha sido objeto de numerosas restauraciones. Casa natalicia de San Francisco de Borja. Destaca el Patio de Armas, gótico y la Galería Dorada, del s. XVII, con azulejos originales de la época. Está considerado una de las mansiones señoriales más importantes de la Corona de Aragón. La habitación de Francisco de Borja se conserva prácticamente tal y como estaba en aquel entonces y no se permite pisarla, solo puede verse desde fuera.
Ayuntamiento. Ocupa un edificio con fachada de estilo neoclásico en la que se puede leer una inscripción con el nombre del Rey del momento, Carlos III.
Gastronomia de Gandía
Se dice que Gandía es la cuna de la popular fideuá. Los arroces marineros, la cazuela marinera (suquet de peix) y la paella son sus platos más detacados. Destacan también los figatells, especie de albóndiga con hígado y riñon de cerdo, tomados normalmente como entrantes.
En la repostería sobresalen las tortas de maíz (coques de dacsa); éstas suelen acompañarse de diferentes rellenos, como el de tomate y huevo, el de capellán o anchoa, o el de espinacas.
Fiestas de Gandía
San Antonio Abad. El 17 de enero se venera a Sant Antoni del Porquet, con hogueras incluidas.
Fallas. Desde el 16 de marzo se celebran las típicas Fallas, quemadas la noche del 19, día de San José. La ciudad de Gandía cuenta con 22 fallas (20 en la ciudad y 2 en el Grao de Gandía).
San Juan Bautista. La noche entre el 23 y el 24 de junio se queman las hogueras de San Juan, tradicionales de toda la costa mediterránea, celebrando el principio del verano.
Virgen del Carmen. El 16 de julio, fiestas marineras en honor a la Virgen del Carmen, en el Grao de Gandía (zona del puerto).
Feria: Alrededor del 3 de octubre, en honor del patrón municipal, San Francisco de Borja.
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