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Montellano inúndate de placer
Montellano sus calles y entornos
Montellano es un municipio de la provincia de Sevilla, en la comunidad autonoma de Andalucía, España. En el año 2008 contaba con 7.085 habitantes. Su extensión superficial es de 117 km² y tiene una densidad de 60,71 hab/km². Sus coordenadas geográficas son 36º 59' N, 5º 34' O. Se encuentra situada a una altitud de 250 metros y a 66 kilómetros de la capital de provincia, Sevilla.
El término de Montellano se encuentra situado en la parte más meridional de la provincia de Sevilla, siendo precisamente su límite por el Sur la provincia de Cádiz, siguiendo el curso del río Guadalete. Los municipios sevillanos que limitan el término son: El Coronil, Morón de la Fra. y El Arahal.
Historia de Montellano
Montellano en época islámica
El término municipal de Montellano era durante la época islámica el límite entre tres provincias o kuwar, que eran:
La kura de Isbiliyya (la provincia de Sevilla).
La kura de Saduna (provincia de Sidonia -aproximadamente la de Cádiz).
La kura de Mawrur (provincia de Morón).
Los límites no están claros, puesto que no tenemos referencias directas ni en las fuentes escritas, ni en las iconográficas. No obstante, teniendo en cuenta referencias indirectas, sabemos que la mayor parte del término pertenecía a la kura de Mawrur, esto es la zona entre el Guadalete y el Salado -al norte y sur respectivamente- y hasta la Sierra de San Pablo por el oeste, perteneciendo la falda oeste de la sierra a la provincia de Sidonia.
Los centros de poblamiento andalusíes más importantes en el término de Montellano fueron: Hisn Aqut o castillo de Cote y Xillibar o Sillibar. Ambos lugares aparecen en las fuentes árabes desde fecha muy temprana, siglo IX y debieron seguir estando habitados sin solución de continuidad durante toda la Edad Media. Uno y otro fueron los poblados que aglutinaron a la población de la zona, hasta que a partir del siglo XVI comenzó a surgir y consolidarse el actual pueblo de Montellano.
La proximidad de estos dos núcleos de población islámicos, Cote como castillo o hisn y Sillibar como aldea fortificada o al-qarya se explica por que mientras que el primero pertenecía a la provincia de Morón, la segunda se encontraba en la cora de Sidonia.
Hisn Aqut o castillo de Cote
Cote aparece mencionado en las fuentes escritas por primera vez en el siglo IX con el nombre de hisn Aqut (castillo de Monte Agudo). Con este nombre aparece en diversas ocasiones en las fuentes árabes durante los siglos X, XII y XIII, siempre destacándose su posición elevada e inexpugnable que lo hacía frecuente refugio de rebeldes y heterodoxos.
El monte de Cote -que es una prolongación de la Sierra de San Pablo- tiene vestigios de poblamiento durante la época romana y visigoda en las laderas. No obstante el poblado fortificado en la zona más alta tiene su origen en el siglo IX, durante el emirato de Córdoba. En aquellas fechas Cote estaba bajo el control de la familia beréber Banu Mawlud, y parece que entre la segunda mitad del siglo IX y hasta el 920/921, este hisn debió ser la capital de la cora de Morón. En efecto, ya en estas fechas hay un castillo en la cima que conserva dos fases constructivas de datadas en el siglo IX, también hay vestigios de una villa probablemente cercada ya entonces a la altura de los 490 m con una muralla de 227,30 m de perímetro y, un barrio extramuros o arrabal en la ladera sudeste a partir de los 400 m y hasta la base del monte.
A partir de la desintegración del califato de Córdoba y el surgimiento de los reinos de taifas, la provincia de Morón se convierte en uno de estos reinos, gobernado por una dinastía beréber los Banu Dammar que se mantienen en el poder desde el 1013/1014 hasta el 1053, fecha a partir de la cual este territorio fue conquistado por el rey de Sevilla al-Mutadid, perdiendo su autonomía. El período taifa fue de una gran importancia para hisn Aqut, porque en estas fechas se construyó el castillo islámico que hoy vemos y dentro de él un gran aljibe dividido en dos cámaras, cada una de ellas con una capacidad de 43 m3.
Durante los siglos XII y primera mitad del XIII, etapas almorávide y almohade, Cote es un centro de poblamiento importante atestiguado por la gran cantidad de cerámicas halladas especialmente en el arrabal.
Xillibar o Sillibar
Sillibar aparece mencionado en las fuentes árabes en varias ocasiones. La más antigua corresponde al emirato omeya, cuando en el 914 el emir Abd al-Rahman III en una de sus campañas de conquista del territorio sometido a Umar Ibn Hafsun, entra en la fortaleza de Sillibar y construye la fortaleza de ¿Espera? para controlar Aqut (Cote).
Esta alquería fortificada se encontraba al pie del camino del Estrecho, que unía Algeciras con Sevilla, Carmona y Écija. En este contexto aparece mencionada durante los siglos XI y XII, época en la que debió ser un asentamiento importante en la zona, teniendo en cuenta que la incursión de Alfonso VIII en el 1189 llegó hasta aquí.
En estos siglos este territorio estaba poblado e intensamente cultivado como demuestran los análisis palinológicos y carpológicos efectuados en las excavaciones arqueológicas de Cote. Nos encontramos con una gran variedad de cultivos, donde están presentes especialmente una gran variedad de hortalizas lo que demuestra la existencia de espacios irrigados (de huertas) a las que se hace referencia en la documentación cristiana posterior a la conquista.
Época cristiana
La conquista cristiana de este término se produjo en dos impulsos sucesivos. En 1240 se conquistó hasta Cote, y por tanto hasta la provincia de Morón, y habrá que esperar a una fecha no determinada por las fuentes escritas, pero anterior a 1253, para que se produzca la conquista de estos territorios septentrionales de la cora de Sidonia.
Se conservan dos diplomas de la cancillería de Alfonso X del año 1253 donde se delimita el término o alfoz de Sevilla, en ellos se constata la integración de estos territorios a la provincia de Sevilla, quedando incluido en ella la totalidad del término municipal actual de Montellano.
En el año 1255 y por disposición real se pacta con el alcaide de moros, el trasvase de la población mudéjar (musulmanes que viven en territorio cristiano) de Morón a Sillibar. Ciertamente, después de la conquista cristiana estos territorios se hallaban en la frontera con el reino nazarí de Granada que en los documentos de la época se llamaba Banda Morisca. Asentándose entonces pobladores cristianos en las mencionadas villas y permaneciendo los castillos o alcázares bajo la tutela del rey a través del concejo de Sevilla. Esta situación no duró muchos años, debido a la revuelta mudéjar del año 1264 y a las efectivas y violentas incursiones de los benimerines entre 1275 y 1285.
Estos factores negativos provocaron un cambio decisivo en la estructura de la frontera con Granada, donde todas las fortificaciones de primera línea fueron entregadas a distintas órdenes militares. Sillibar fue entregada a la orden de Calatrava, Morón y Cote a partir de 1279 constituyeron una encomienda de la orden de Alcántara hasta el año 1461 en que fue vendida al conde de Ureña, señor de Osuna.
Aquella zona bien poblada y con una explotación agrícola de carácter intensivo, se convirtió en un baldío y en pocos años en un bosque. El espacio entre los ríos Guadalete y Salado se denominó Algaida de Cote o Breña de Cote. Bosque que tuvo un aprovechamiento cinegético (caza), maderero y de recolección de frutos silvestres que se producía desde las poblaciones limítrofes, caso de Sillibar y Morón, puesto que Cote estaba prácticamente despoblada y no era más que un puesto de vigilancia en la frontera dependiente de Morón. Todo ello, lo conocemos a través de las fuentes escritas, pero también a través de los análisis paleo-botánicos efectuados en la excavación de Cote. En efecto, se detecta un enfriamiento del clima que datamos en el siglo XIV unido a un predominio de plantas silvestres propias del bosque bajo mediterráneo, acompañado de la desaparición de vestigios de plantas horto-frutícolas.
En los primeros años posteriores a la conquista cristiana, entre 1240 y 1253 se produjo en Cote la construcción de una torre única en España que tiene una planta tetrabsidal y una altura notable, hasta el punto de que debió convertirse en un verdadero símbolo de la cristianización de la zona, siendo visible al menos en unos 70 km a la redonda, salvo buena parte del oeste donde se encuentra la Sierra de San Pablo. Esta torre es de estilo gótico y tiene paralelos en otras construcciones realizadas por los reyes Fernando III y Alfonso X, así como el infante Don Fadrique; y es que este lugar -junto con Morón- fue entregado también a un hijo del rey Fernando III, llamado Don Enrique.
No hay evidencias de nuevas construcciones en los años siguientes y tan solo encontramos escasos vestigios de cerámica común, consecuencia del uso como atalaya que tuvo el lugar hasta 1492, fecha en la que conquistada Granada, desapareció la frontera.
En cuanto a Silllibar, encontramos indicios de continuidad en el poblamiento después de la conquista cristiana, ya sabemos que pasó durante las segunda mitad del siglo XIII, en el siglo XIV las citas son escasas, produciéndose algunas más en el siglo XV. Así, en 1407 se menciona que las tropas castellanas que se dirigían a Zahara, pernoctaron aquí. También fue un lugar de pernocta para la gente de Morón en la víspera de la batalla de Lopera en 1483. A fines del siglo XV, Jeribel es un cortijo de Catalina de Ribera. Precisamente del año 1500 se conserva un nuevo amojonamiento.
A partir de 1461, el actual término de Montellano quedó integrado en el señorío de los condes de Ureña, señores de Osuna. El espacio llamado Algaida de Cote siguió siendo un bosque, pero ahora convertido en coto de caza de los condes de Ureña, quedando reservado para uso exclusivamente señorial las riberas del río Salado. Los condes negaron a las poblaciones limítrofes el aprovechamiento del bosque de la Breña, lo que generó numerosos pleitos entre el concejo de Morón y los señores, después duques, de Osuna.
En estos años y por donación de la Casa de Osuna se produce la fundación del convento de San Pablo de la Breña inmediato al flanco oriental de la Sierra de San Pablo. Justamente al otro lado de la sierra surgió a mediados del siglo XVII la aldea llamada Montellano, que acabó convirtiéndose en la principal aglomeración de esta zona y que adquirió la categoría de villa -independizándose de Morón- en 1788.
Historia contemporánea
Aunque 1788 representa para Montellano el inicio de su vida como villa hay que tener en cuenta la existencia anterior de núcleos urbanos con estructura mínima y caracterizados por su enorme inestabilidad.
Cuando en 1651 un pequeño grupo de vecinos del “ sitio de Montellano “ solicitaba del Concejo de Morón autorización para construir casas “ en tierras baldías y consexiles para vivir en ella “, esa precaria estructura comienza a dar los pasos previos de su afianzamiento.
No es de olvidar la importancia, en estos primeros núcleos urbanos, de la existencia del Convento de San Pablo de la Breña (a unos 3 Km. del
Núcleo urbano) que se remonta a 1575 y que tuvo siempre un innegable vínculo con la aldea primero y con la villa después.
Felipe III ya en 1603 concedería al Convento licencia de arrendamiento de 600 fanegas de tierra de dehesa propiedad por aquel entonces del Concejo de Morón para su hospedería.
El convento pudo actuar como elemento aglutinador durante mucho tiempo del núcleo urbano; de su importancia hablan diversos informes que aluden a la presencia entre sus muros en busca de reposo y auxilio espiritual de personajes como Bartolomé Esteban Murillo o de Miguel de Mañara.
De este íntimo vínculo nos quedó la celebración de las fiestas de “Jubileos” que en sus orígenes consistía en la peregrinación de las gentes del lugar al Convento “ a ganar el Jubileo “, a mediados del siglo XIX la fiesta empieza a celebrarse en la villa entre otros motivos por la exclaustración de los franciscanos de San Pablo hacia 1822.
LA CONCESIÓN DEL TÍTULO DE VILLA Y LA SEPARACIÓN DE MORON.
1788 significará la independencia de Montellano de la villa de Morón y de la Casa Ducal de Osuna tras interminables años de pleitos, recursos y entramados legales por las reticencias continuas de Morón.
Entre los argumentos aludidos en una lista interminable resaltaríamos: la fuerte presión fiscal, encarecimientos del transporte y otros servicios básicos, tardanza de actos administrativos y judiciales ...
Pero entre tanto idealismo y entramado legal subyace también un interés marcadamente económico a la hora de estas concesiones por parte de la Corona que claramente ante todo busca recaudar fondos a los que igualmente debe hacer frente la villa.
Pero el 12 de Marzo de 1788 por fin llega la ansiada concesión de Carlos III en su último año de reinado.
“... Por la presente, de mi propio motu, ciencia cierta y poderío real absoluto... eximo, saco y libro a Vos la dicha Puebla de Montellano de la jurisdicción de la expresada villa de Morón y os hago villa de por sí y sobre sí... “.
Las primeras consecuencias directas sobre la ya villa de Montellano fueron las económicas. Una menor dependencia comercial y una menor presión fiscal crearon las condiciones idóneas para una relativa prosperidad económica dentro de las pésimas condiciones de todo tipo con las que se empieza a andar, aliviadas por el reparto de pequeños lotes de tierra para cultivar tras otro proceso judicial. Como consecuencia de todo ello en los primeros 10-15 años de vida autónoma el auge demográfico es un hecho.
Deslindada de Morón la villa continuará con una estrechísima relación con la Serranía de Ronda. Los caminos que desde la villa parten a Jerez-Bornos y Ronda presencian un comercio constante y una ligazón que la hace un elemento más de esta Serranía y la conexión lógica con la campiña sevillana.
Sobre esta población emergente inciden de manera muy cruda las circunstancias socioeconómicas reinantes que se ven recrudecidas por hambrunas, epidemias, factores climatológicos adversos... que se dejan sentir sobre una población desprotegida con casi un millar de jornaleros de los que la mitad se declaran pobres de solemnidad. Así por ejemplo la fiebre amarilla de 1804 mermaría notablemente la población.
GUERRA DE LA INDEPENDENCIA Y OCUPACIÓN FRANCESA
Vientos de guerra llegan a la Serranía cuando aún continúa la organización de la Villa como tal. El ejército napoleónico avanzaba hábilmente hacia la ocupación de la Península.
Las noticias del 2 de mayo madrileño llegan a Montellano días después
vía Utrera y desde aquí se remiten a Morón , dictándose de manera urgente “ se previera y estén dispuestas todas las armas de todas clases que se tengan en defensa de la Corona, Patria y defensa de la Religión “.
La noticia correrá entre los intricados caminos y montes de la Serranía convirtiéndose esta zona en uno de las mayores preocupaciones del ejército francés en su campaña de Andalucía.
La respuesta de la villa de Montellano es inmediata enviando voluntarios al ejército con el consiguiente esfuerzo económico de contribuciones paralelas que se demandaban para su mantenimiento. Estos voluntarios al mando del General Castaños asentado en Utrera, se enfrentaran al General Dupont en Bailén en Julio de 1808 y , muchos de ellos recorrerán la Península de batalla en batalla contra el enemigo francés. Unos 200 montellaneros de entre 16 y 45 años se alistan en las filas del ejército reclamados por la Junta Suprema de Sevilla con lo que la población se resiente cuantitativa y cualitativamente. Mal alimentados, con piojos, disentería y con secuelas seguramente de enfermedades de una época sin vacunas y con una medicina y cirugía escalofriantes, durmiendo a la intemperie resulta muy fácil imaginar la grandeza de estos montellaneros que lo dan todo por unos ideales que seguramente muchas veces ni entenderían claramente.
1809 alejará ilusoriamente los tambores de guerra hacia otras zonas con lo que la vida de Montellano se mueve entre la recuperación y la consolidación como villa.
Será 1810 el año que tendrá su repercusión definitiva en la historia de esta villa serrana que quedará marcada como un caso cuando menos singular del siglo XIX español y que pervive en nuestros días como clara seña de identidad local.
A pesar del tiempo trascurrido desde la invasión y de controlar extensas zonas del territorio español, aún quedaban libres de la presencia del ejército napoleónico: Galicia, Extremadura, Asturias, Andalucía y parte de Cataluña. La ofensiva sobre Andalucía será llevada a cabo por el rey José I en persona. En pocas semanas se derrumbaba Andalucía.
La resistencia contra la invasión francesa se organizaría en zonas libres de ocupación o de complicada orografía, como es el caso de la Serranía de Ronda. Los serranos de la zona se agrupan bajo la dirección de varios caudillos entre los que destacó Ortiz de Zarate “ El Pastor” con apoyos ingleses y de Cádiz. Estos mismos atacan Ronda obligando a retirarse a los franceses que volverán días después, manteniéndose definitivamente pese al ambiente hostil permanente de la Serranía.
La Guerra de la Independencia fue una contienda brutal en la que no se respetaron personas, ni sexos, ni edades, si algo la caracteriza es su brutalidad excediéndose lo inimaginable.
Es en este contexto donde se deben insertar los sucesos de Montellano en abril de 1810 que aunque personalizados en la persona de su alcalde D. José Romero tienen como protagonistas anónimos a toda la Villa.
Romero estaba integrado junto a otros vecinos en partidas de guerrilleros que hostigaban al ejército francés desplegado en la zona. En uno de éstos ,un destacamento francés de unos 500 hombres que se dirigía desde Utrera a Ronda, ataca la localidad el 14 de Abril de 1810,tal ataque es repelido dada la feroz resistencia de Romero y sus seguidores.
El 22 de Abril vuelven las tropas francesas reforzadas al mando del coronel Bonnemains y no pudiendo doblegar la defensa presentada deciden incendiar el pueblo que resultará destruido casi en su totalidad a excepción de parte de la torre de la iglesia y algunas pocas casas particulares en las que aun hoy en día pueden apreciarse las secuelas de la catástrofe. Previo al incendio se produce el saqueo y destrucción que tuvo especial intensidad en la Iglesia. Se producen rehenes y en pura lógica muertos dada la virulencia del ataque. Es difícil la cuantificación aunque debió resultar impactante el fusilamiento del Capellán del Convento de San Pablo en la villa.
Tampoco en esta ocasión se pudo obtener una victoria completa al presentarse en la villa una partida de vecinos de Puerto Serrano y Algodonales al mando de Gaspar Tardío y Francisco Salcedo. El alcalde Romero debe huir hasta Algodonales. Esta localidad vecina correrá suerte parecida, siendo sitiada el 1 de Mayo por tropas francesas al ser
éstas nuevamente hostigadas, la localidad será incendiada con muchos bajas entre ellos el alcalde de Montellano, D. José Romero Álvarez.
Montellano será incluido en la estructura administrativa francesa en la llamada Prefectura de Jerez junto a otros pueblos de la Serranía de Ronda y la campiña a los que realmente se sentía vinculado desde siempre.
No solo fue ésta la secuela de la Guerra de la Independencia en la villa había otra menos conocida pero que también hirió en gravedad la frágil estructura de la Villa. El final de 1810 y casi todo el año 1811 es un discurrir de oficios y comunicados desde la Prefectura de Jerez solicitando repartimientos, cuotas, impuestos, contribuciones especiales,
Incluso por la actuación de la Villa en los sucesos de abril de 1810, todas ellas acompañadas de fuertes amenazas.
El fin se acercaba y en proporción directa las necesidades y urgencias del ejército de ocupación. Las cantidades demandadas llegan a ser exorbitantes.
Para Montellano , el enemigo francés desaparecerá del horizonte y la villa continuará con su lento pero seguro caminar hacia la configuración definitiva de ésta, arrastrando el lastre de varios años de ocupación y guerra que dejan esquilmada la incipiente economía local.
Por Real Orden de 26 de Agosto de 1821, el rey Fernando VII mandó que se perpetuara el recuerdo de D. José Romero Álvarez y de los hechos que protagonizó junto a los habitantes de la villa de Montellano. El conocimiento de los hechos y sus ecos en Cádiz originaría el que se perpetuaran los acontecimientos en el escudo local, perviviendo como seña de identidad.
El escudo local fue hasta 1812 el de la Casa Ducal de Osuna, desde entonces el escudo es un escudo cortado. Primero, el campo de oro una villa con sus casas y torres ardiendo, en color natural, las casas blancas, los tejados rosas y las llamas de gules. Segundo, una cartela figurando pergamino con un rótulo que dice:
POR LOS FRANCESES, 14 y 22 de ABRIL DE 1810
Al timbre, corona real moderna del siglo XIX. Conviene señalar que la forma del escudo, debe ser castellana, o sea, sin terminar por bajo en punta, porque entonces sería un escudo francés. No debe usarse sin corona.
Extinguida la amenaza, la villa vuelve sus ojos a la tierra para intentar levantar lo destruido. Su dependencia de la misma, siguiendo la premisa general, con una inmensa mayoría de la población jornalera (muchos de ellos pobres de solemnidad y casi sin pequeños propietarios) hace que sea la única posibilidad real de intento de salvación.
La caída de rendimientos agrícolas a partir de 1800 y una larga etapa que llega hasta 1868 con muy importantes crisis de producción en 1835, 1847 , 1857 y 1868 con la lógica repercusión en los precios tendrán un efecto pésimo en villas como Montellano.
Esa crisis se hará mucho más aguda en 1882. Pero evidentemente no es solo una crisis económica sino una crisis social que en el mundo agrario andaluz ( con unas especiales características en esta zona de Montellano) tendrá una inmensa carga de violencia haciéndola aún mas virulenta ( revueltas campesinas y anarquistas, huelgas, motines...).Todo ello deja ver muy a las claras lo que debió ser este siglo XIX para una villa como la de Montellano.
Lugares de Interes de Montellano
Este pueblo serrano es una alternativa interesante para aquellos que deseen conocer nuevos paisajes.
Montellano ofrece atractivos en su casco urbano como es la Parroquia de San José, edificio del siglo XVIII, donde destaca la puerta principal situada a los pies del edificio con una elegante portada barroca en piedra tallada.
En el centro del pueblo, podemos dirigirnos a la Ermita del Cristo de los Remedios, en el interior se encuentran las imágenes de San Antonio, y San Pablo, datadas en el siglo XVIII procedentes del extinguido Convento de San Pablo de la Breñaa.
Otro monumento muy significativo de la localidad es la Fuente, construida por el arquitecto sevillano Juan de Talavera en 1875.
La fuente y su escalinata son de mármol rosa, material muy utilizado en las construcciones públicas de la Villa.
Este edificio era el depósito donde se recibía el agua procedente de la Sierra de San Pablo.
En nuestro recorrido podemos admirar la Casa de Ancianos.
Se empezó a construir en 1929 según las trazas realizadas por el arquitecto Vicente Traver Tomás, autor de edificios como el Teatro Lope de Vega y el Banco Central de Sevilla. La capilla constituye el eje central de todo el edificio, donde abundan artísticas vidrieras policromadas y su Altar Mayor.
La Capilla de las Hermanas de la Cruz, de estilo neogótico, cautiva por belleza y exquisito cuidado.
No debemos abandonar Montellano sin visitar el Callejón Padres Almuedo, calle típica del casco antiguo situada a la puerta de la Sacristía de la Iglesia.
Castillo de Cotte
El donjón o torre residencial, de estilo gótico, data de la segunda mitad del siglo XIII.. Se trata de un caso singular y único en la Península Ibérica que consiste en una torre tretrabsidal, levantada sobre una plataforma casi octogonal.
Fiestas de Montellano
JUBILEOS
Feria de la localidad que se celebra en honor de Nuestra Señora de los Ángeles durante cuatro días, y tiene lugar en las fechas inmediatas al 2 de agosto.
SEMANA SANTA
Con una forma de entender la pasión y resurrección de Cristo, típicamente sevillana, hacen la estación de penitencia dos hermandades, el Miércoles Santo la Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder y el Viernes Santo la Hermandad del Santísimo Cristo de los Remedios. Desde el año 2000 existe una Asociación Parroquial que procesiona el Domingo de Ramos, la Borriquita.
ROMERIA DE SAN ISIDRO LABRADOR
Se celebra el primer domingo posterior al 15 de mayo, festividad del Santo Patrón, y constituye sin lugar a dudas la fiesta más popular y conocida de Montellano Se encuentra esta Romería entre la de más arraigo y prestigio de cuantas se celebran en Andalucía. Ha sido declarada Fiesta de interés Turístico Nacional de Andalucía. Sin duda, el carácter alegre y hospitalario de los montellaneros ha contribuido a ello decisivamente.
FERIA AGROTURISTICA Y GANADERA
Se celebra el primer fin de semana del mes de mayo. Está compuesta por dos partes claramente diferenciadas, por un lado, la zona comercial de stands, donde se exponen los productos agrarios alimentarios, artesanales, turísticos, etc, y por otro, la zona ganadera. A ella acuden visitantes de todos los lugares de la comarca y la región, constituyéndose año tras año, en uno de los eventos comerciales de visita obligada.
FESTIVAL FLAMENCO
Uno de los más atractivos e importantes de nuestra Comunidad, el Festival Flamenco de Artistas no Consagrados. Organizado por la Peña Flamenca El Madroñero de Montellano, cuenta con la colaboración especial del Ayuntamiento de Montellano. Se celebra el sábado anterior a la celebración de los Jubileo
EL ALTERNADOR
Es un festival de música alternativa que se celebra en Julio y ya cuenta con tres ediciones, estando la cuarta edición en preparación, que será el 5 de julio de 2008. Por este festival han pasado grupos consagrados como Maga, Sr. Chinarro, Travolta o La Costa Brava y grupos con gran proyección como Los Elementos (Marbella).
El término de Montellano se encuentra situado en la parte más meridional de la provincia de Sevilla, siendo precisamente su límite por el Sur la provincia de Cádiz, siguiendo el curso del río Guadalete. Los municipios sevillanos que limitan el término son: El Coronil, Morón de la Fra. y El Arahal.
Historia de Montellano
Montellano en época islámica
El término municipal de Montellano era durante la época islámica el límite entre tres provincias o kuwar, que eran:
La kura de Isbiliyya (la provincia de Sevilla).
La kura de Saduna (provincia de Sidonia -aproximadamente la de Cádiz).
La kura de Mawrur (provincia de Morón).
Los límites no están claros, puesto que no tenemos referencias directas ni en las fuentes escritas, ni en las iconográficas. No obstante, teniendo en cuenta referencias indirectas, sabemos que la mayor parte del término pertenecía a la kura de Mawrur, esto es la zona entre el Guadalete y el Salado -al norte y sur respectivamente- y hasta la Sierra de San Pablo por el oeste, perteneciendo la falda oeste de la sierra a la provincia de Sidonia.
Los centros de poblamiento andalusíes más importantes en el término de Montellano fueron: Hisn Aqut o castillo de Cote y Xillibar o Sillibar. Ambos lugares aparecen en las fuentes árabes desde fecha muy temprana, siglo IX y debieron seguir estando habitados sin solución de continuidad durante toda la Edad Media. Uno y otro fueron los poblados que aglutinaron a la población de la zona, hasta que a partir del siglo XVI comenzó a surgir y consolidarse el actual pueblo de Montellano.
La proximidad de estos dos núcleos de población islámicos, Cote como castillo o hisn y Sillibar como aldea fortificada o al-qarya se explica por que mientras que el primero pertenecía a la provincia de Morón, la segunda se encontraba en la cora de Sidonia.
Hisn Aqut o castillo de Cote
Cote aparece mencionado en las fuentes escritas por primera vez en el siglo IX con el nombre de hisn Aqut (castillo de Monte Agudo). Con este nombre aparece en diversas ocasiones en las fuentes árabes durante los siglos X, XII y XIII, siempre destacándose su posición elevada e inexpugnable que lo hacía frecuente refugio de rebeldes y heterodoxos.
El monte de Cote -que es una prolongación de la Sierra de San Pablo- tiene vestigios de poblamiento durante la época romana y visigoda en las laderas. No obstante el poblado fortificado en la zona más alta tiene su origen en el siglo IX, durante el emirato de Córdoba. En aquellas fechas Cote estaba bajo el control de la familia beréber Banu Mawlud, y parece que entre la segunda mitad del siglo IX y hasta el 920/921, este hisn debió ser la capital de la cora de Morón. En efecto, ya en estas fechas hay un castillo en la cima que conserva dos fases constructivas de datadas en el siglo IX, también hay vestigios de una villa probablemente cercada ya entonces a la altura de los 490 m con una muralla de 227,30 m de perímetro y, un barrio extramuros o arrabal en la ladera sudeste a partir de los 400 m y hasta la base del monte.
A partir de la desintegración del califato de Córdoba y el surgimiento de los reinos de taifas, la provincia de Morón se convierte en uno de estos reinos, gobernado por una dinastía beréber los Banu Dammar que se mantienen en el poder desde el 1013/1014 hasta el 1053, fecha a partir de la cual este territorio fue conquistado por el rey de Sevilla al-Mutadid, perdiendo su autonomía. El período taifa fue de una gran importancia para hisn Aqut, porque en estas fechas se construyó el castillo islámico que hoy vemos y dentro de él un gran aljibe dividido en dos cámaras, cada una de ellas con una capacidad de 43 m3.
Durante los siglos XII y primera mitad del XIII, etapas almorávide y almohade, Cote es un centro de poblamiento importante atestiguado por la gran cantidad de cerámicas halladas especialmente en el arrabal.
Xillibar o Sillibar
Sillibar aparece mencionado en las fuentes árabes en varias ocasiones. La más antigua corresponde al emirato omeya, cuando en el 914 el emir Abd al-Rahman III en una de sus campañas de conquista del territorio sometido a Umar Ibn Hafsun, entra en la fortaleza de Sillibar y construye la fortaleza de ¿Espera? para controlar Aqut (Cote).
Esta alquería fortificada se encontraba al pie del camino del Estrecho, que unía Algeciras con Sevilla, Carmona y Écija. En este contexto aparece mencionada durante los siglos XI y XII, época en la que debió ser un asentamiento importante en la zona, teniendo en cuenta que la incursión de Alfonso VIII en el 1189 llegó hasta aquí.
En estos siglos este territorio estaba poblado e intensamente cultivado como demuestran los análisis palinológicos y carpológicos efectuados en las excavaciones arqueológicas de Cote. Nos encontramos con una gran variedad de cultivos, donde están presentes especialmente una gran variedad de hortalizas lo que demuestra la existencia de espacios irrigados (de huertas) a las que se hace referencia en la documentación cristiana posterior a la conquista.
Época cristiana
La conquista cristiana de este término se produjo en dos impulsos sucesivos. En 1240 se conquistó hasta Cote, y por tanto hasta la provincia de Morón, y habrá que esperar a una fecha no determinada por las fuentes escritas, pero anterior a 1253, para que se produzca la conquista de estos territorios septentrionales de la cora de Sidonia.
Se conservan dos diplomas de la cancillería de Alfonso X del año 1253 donde se delimita el término o alfoz de Sevilla, en ellos se constata la integración de estos territorios a la provincia de Sevilla, quedando incluido en ella la totalidad del término municipal actual de Montellano.
En el año 1255 y por disposición real se pacta con el alcaide de moros, el trasvase de la población mudéjar (musulmanes que viven en territorio cristiano) de Morón a Sillibar. Ciertamente, después de la conquista cristiana estos territorios se hallaban en la frontera con el reino nazarí de Granada que en los documentos de la época se llamaba Banda Morisca. Asentándose entonces pobladores cristianos en las mencionadas villas y permaneciendo los castillos o alcázares bajo la tutela del rey a través del concejo de Sevilla. Esta situación no duró muchos años, debido a la revuelta mudéjar del año 1264 y a las efectivas y violentas incursiones de los benimerines entre 1275 y 1285.
Estos factores negativos provocaron un cambio decisivo en la estructura de la frontera con Granada, donde todas las fortificaciones de primera línea fueron entregadas a distintas órdenes militares. Sillibar fue entregada a la orden de Calatrava, Morón y Cote a partir de 1279 constituyeron una encomienda de la orden de Alcántara hasta el año 1461 en que fue vendida al conde de Ureña, señor de Osuna.
Aquella zona bien poblada y con una explotación agrícola de carácter intensivo, se convirtió en un baldío y en pocos años en un bosque. El espacio entre los ríos Guadalete y Salado se denominó Algaida de Cote o Breña de Cote. Bosque que tuvo un aprovechamiento cinegético (caza), maderero y de recolección de frutos silvestres que se producía desde las poblaciones limítrofes, caso de Sillibar y Morón, puesto que Cote estaba prácticamente despoblada y no era más que un puesto de vigilancia en la frontera dependiente de Morón. Todo ello, lo conocemos a través de las fuentes escritas, pero también a través de los análisis paleo-botánicos efectuados en la excavación de Cote. En efecto, se detecta un enfriamiento del clima que datamos en el siglo XIV unido a un predominio de plantas silvestres propias del bosque bajo mediterráneo, acompañado de la desaparición de vestigios de plantas horto-frutícolas.
En los primeros años posteriores a la conquista cristiana, entre 1240 y 1253 se produjo en Cote la construcción de una torre única en España que tiene una planta tetrabsidal y una altura notable, hasta el punto de que debió convertirse en un verdadero símbolo de la cristianización de la zona, siendo visible al menos en unos 70 km a la redonda, salvo buena parte del oeste donde se encuentra la Sierra de San Pablo. Esta torre es de estilo gótico y tiene paralelos en otras construcciones realizadas por los reyes Fernando III y Alfonso X, así como el infante Don Fadrique; y es que este lugar -junto con Morón- fue entregado también a un hijo del rey Fernando III, llamado Don Enrique.
No hay evidencias de nuevas construcciones en los años siguientes y tan solo encontramos escasos vestigios de cerámica común, consecuencia del uso como atalaya que tuvo el lugar hasta 1492, fecha en la que conquistada Granada, desapareció la frontera.
En cuanto a Silllibar, encontramos indicios de continuidad en el poblamiento después de la conquista cristiana, ya sabemos que pasó durante las segunda mitad del siglo XIII, en el siglo XIV las citas son escasas, produciéndose algunas más en el siglo XV. Así, en 1407 se menciona que las tropas castellanas que se dirigían a Zahara, pernoctaron aquí. También fue un lugar de pernocta para la gente de Morón en la víspera de la batalla de Lopera en 1483. A fines del siglo XV, Jeribel es un cortijo de Catalina de Ribera. Precisamente del año 1500 se conserva un nuevo amojonamiento.
A partir de 1461, el actual término de Montellano quedó integrado en el señorío de los condes de Ureña, señores de Osuna. El espacio llamado Algaida de Cote siguió siendo un bosque, pero ahora convertido en coto de caza de los condes de Ureña, quedando reservado para uso exclusivamente señorial las riberas del río Salado. Los condes negaron a las poblaciones limítrofes el aprovechamiento del bosque de la Breña, lo que generó numerosos pleitos entre el concejo de Morón y los señores, después duques, de Osuna.
En estos años y por donación de la Casa de Osuna se produce la fundación del convento de San Pablo de la Breña inmediato al flanco oriental de la Sierra de San Pablo. Justamente al otro lado de la sierra surgió a mediados del siglo XVII la aldea llamada Montellano, que acabó convirtiéndose en la principal aglomeración de esta zona y que adquirió la categoría de villa -independizándose de Morón- en 1788.
Historia contemporánea
Aunque 1788 representa para Montellano el inicio de su vida como villa hay que tener en cuenta la existencia anterior de núcleos urbanos con estructura mínima y caracterizados por su enorme inestabilidad.
Cuando en 1651 un pequeño grupo de vecinos del “ sitio de Montellano “ solicitaba del Concejo de Morón autorización para construir casas “ en tierras baldías y consexiles para vivir en ella “, esa precaria estructura comienza a dar los pasos previos de su afianzamiento.
No es de olvidar la importancia, en estos primeros núcleos urbanos, de la existencia del Convento de San Pablo de la Breña (a unos 3 Km. del
Núcleo urbano) que se remonta a 1575 y que tuvo siempre un innegable vínculo con la aldea primero y con la villa después.
Felipe III ya en 1603 concedería al Convento licencia de arrendamiento de 600 fanegas de tierra de dehesa propiedad por aquel entonces del Concejo de Morón para su hospedería.
El convento pudo actuar como elemento aglutinador durante mucho tiempo del núcleo urbano; de su importancia hablan diversos informes que aluden a la presencia entre sus muros en busca de reposo y auxilio espiritual de personajes como Bartolomé Esteban Murillo o de Miguel de Mañara.
De este íntimo vínculo nos quedó la celebración de las fiestas de “Jubileos” que en sus orígenes consistía en la peregrinación de las gentes del lugar al Convento “ a ganar el Jubileo “, a mediados del siglo XIX la fiesta empieza a celebrarse en la villa entre otros motivos por la exclaustración de los franciscanos de San Pablo hacia 1822.
LA CONCESIÓN DEL TÍTULO DE VILLA Y LA SEPARACIÓN DE MORON.
1788 significará la independencia de Montellano de la villa de Morón y de la Casa Ducal de Osuna tras interminables años de pleitos, recursos y entramados legales por las reticencias continuas de Morón.
Entre los argumentos aludidos en una lista interminable resaltaríamos: la fuerte presión fiscal, encarecimientos del transporte y otros servicios básicos, tardanza de actos administrativos y judiciales ...
Pero entre tanto idealismo y entramado legal subyace también un interés marcadamente económico a la hora de estas concesiones por parte de la Corona que claramente ante todo busca recaudar fondos a los que igualmente debe hacer frente la villa.
Pero el 12 de Marzo de 1788 por fin llega la ansiada concesión de Carlos III en su último año de reinado.
“... Por la presente, de mi propio motu, ciencia cierta y poderío real absoluto... eximo, saco y libro a Vos la dicha Puebla de Montellano de la jurisdicción de la expresada villa de Morón y os hago villa de por sí y sobre sí... “.
Las primeras consecuencias directas sobre la ya villa de Montellano fueron las económicas. Una menor dependencia comercial y una menor presión fiscal crearon las condiciones idóneas para una relativa prosperidad económica dentro de las pésimas condiciones de todo tipo con las que se empieza a andar, aliviadas por el reparto de pequeños lotes de tierra para cultivar tras otro proceso judicial. Como consecuencia de todo ello en los primeros 10-15 años de vida autónoma el auge demográfico es un hecho.
Deslindada de Morón la villa continuará con una estrechísima relación con la Serranía de Ronda. Los caminos que desde la villa parten a Jerez-Bornos y Ronda presencian un comercio constante y una ligazón que la hace un elemento más de esta Serranía y la conexión lógica con la campiña sevillana.
Sobre esta población emergente inciden de manera muy cruda las circunstancias socioeconómicas reinantes que se ven recrudecidas por hambrunas, epidemias, factores climatológicos adversos... que se dejan sentir sobre una población desprotegida con casi un millar de jornaleros de los que la mitad se declaran pobres de solemnidad. Así por ejemplo la fiebre amarilla de 1804 mermaría notablemente la población.
GUERRA DE LA INDEPENDENCIA Y OCUPACIÓN FRANCESA
Vientos de guerra llegan a la Serranía cuando aún continúa la organización de la Villa como tal. El ejército napoleónico avanzaba hábilmente hacia la ocupación de la Península.
Las noticias del 2 de mayo madrileño llegan a Montellano días después
vía Utrera y desde aquí se remiten a Morón , dictándose de manera urgente “ se previera y estén dispuestas todas las armas de todas clases que se tengan en defensa de la Corona, Patria y defensa de la Religión “.
La noticia correrá entre los intricados caminos y montes de la Serranía convirtiéndose esta zona en uno de las mayores preocupaciones del ejército francés en su campaña de Andalucía.
La respuesta de la villa de Montellano es inmediata enviando voluntarios al ejército con el consiguiente esfuerzo económico de contribuciones paralelas que se demandaban para su mantenimiento. Estos voluntarios al mando del General Castaños asentado en Utrera, se enfrentaran al General Dupont en Bailén en Julio de 1808 y , muchos de ellos recorrerán la Península de batalla en batalla contra el enemigo francés. Unos 200 montellaneros de entre 16 y 45 años se alistan en las filas del ejército reclamados por la Junta Suprema de Sevilla con lo que la población se resiente cuantitativa y cualitativamente. Mal alimentados, con piojos, disentería y con secuelas seguramente de enfermedades de una época sin vacunas y con una medicina y cirugía escalofriantes, durmiendo a la intemperie resulta muy fácil imaginar la grandeza de estos montellaneros que lo dan todo por unos ideales que seguramente muchas veces ni entenderían claramente.
1809 alejará ilusoriamente los tambores de guerra hacia otras zonas con lo que la vida de Montellano se mueve entre la recuperación y la consolidación como villa.
Será 1810 el año que tendrá su repercusión definitiva en la historia de esta villa serrana que quedará marcada como un caso cuando menos singular del siglo XIX español y que pervive en nuestros días como clara seña de identidad local.
A pesar del tiempo trascurrido desde la invasión y de controlar extensas zonas del territorio español, aún quedaban libres de la presencia del ejército napoleónico: Galicia, Extremadura, Asturias, Andalucía y parte de Cataluña. La ofensiva sobre Andalucía será llevada a cabo por el rey José I en persona. En pocas semanas se derrumbaba Andalucía.
La resistencia contra la invasión francesa se organizaría en zonas libres de ocupación o de complicada orografía, como es el caso de la Serranía de Ronda. Los serranos de la zona se agrupan bajo la dirección de varios caudillos entre los que destacó Ortiz de Zarate “ El Pastor” con apoyos ingleses y de Cádiz. Estos mismos atacan Ronda obligando a retirarse a los franceses que volverán días después, manteniéndose definitivamente pese al ambiente hostil permanente de la Serranía.
La Guerra de la Independencia fue una contienda brutal en la que no se respetaron personas, ni sexos, ni edades, si algo la caracteriza es su brutalidad excediéndose lo inimaginable.
Es en este contexto donde se deben insertar los sucesos de Montellano en abril de 1810 que aunque personalizados en la persona de su alcalde D. José Romero tienen como protagonistas anónimos a toda la Villa.
Romero estaba integrado junto a otros vecinos en partidas de guerrilleros que hostigaban al ejército francés desplegado en la zona. En uno de éstos ,un destacamento francés de unos 500 hombres que se dirigía desde Utrera a Ronda, ataca la localidad el 14 de Abril de 1810,tal ataque es repelido dada la feroz resistencia de Romero y sus seguidores.
El 22 de Abril vuelven las tropas francesas reforzadas al mando del coronel Bonnemains y no pudiendo doblegar la defensa presentada deciden incendiar el pueblo que resultará destruido casi en su totalidad a excepción de parte de la torre de la iglesia y algunas pocas casas particulares en las que aun hoy en día pueden apreciarse las secuelas de la catástrofe. Previo al incendio se produce el saqueo y destrucción que tuvo especial intensidad en la Iglesia. Se producen rehenes y en pura lógica muertos dada la virulencia del ataque. Es difícil la cuantificación aunque debió resultar impactante el fusilamiento del Capellán del Convento de San Pablo en la villa.
Tampoco en esta ocasión se pudo obtener una victoria completa al presentarse en la villa una partida de vecinos de Puerto Serrano y Algodonales al mando de Gaspar Tardío y Francisco Salcedo. El alcalde Romero debe huir hasta Algodonales. Esta localidad vecina correrá suerte parecida, siendo sitiada el 1 de Mayo por tropas francesas al ser
éstas nuevamente hostigadas, la localidad será incendiada con muchos bajas entre ellos el alcalde de Montellano, D. José Romero Álvarez.
Montellano será incluido en la estructura administrativa francesa en la llamada Prefectura de Jerez junto a otros pueblos de la Serranía de Ronda y la campiña a los que realmente se sentía vinculado desde siempre.
No solo fue ésta la secuela de la Guerra de la Independencia en la villa había otra menos conocida pero que también hirió en gravedad la frágil estructura de la Villa. El final de 1810 y casi todo el año 1811 es un discurrir de oficios y comunicados desde la Prefectura de Jerez solicitando repartimientos, cuotas, impuestos, contribuciones especiales,
Incluso por la actuación de la Villa en los sucesos de abril de 1810, todas ellas acompañadas de fuertes amenazas.
El fin se acercaba y en proporción directa las necesidades y urgencias del ejército de ocupación. Las cantidades demandadas llegan a ser exorbitantes.
Para Montellano , el enemigo francés desaparecerá del horizonte y la villa continuará con su lento pero seguro caminar hacia la configuración definitiva de ésta, arrastrando el lastre de varios años de ocupación y guerra que dejan esquilmada la incipiente economía local.
Por Real Orden de 26 de Agosto de 1821, el rey Fernando VII mandó que se perpetuara el recuerdo de D. José Romero Álvarez y de los hechos que protagonizó junto a los habitantes de la villa de Montellano. El conocimiento de los hechos y sus ecos en Cádiz originaría el que se perpetuaran los acontecimientos en el escudo local, perviviendo como seña de identidad.
El escudo local fue hasta 1812 el de la Casa Ducal de Osuna, desde entonces el escudo es un escudo cortado. Primero, el campo de oro una villa con sus casas y torres ardiendo, en color natural, las casas blancas, los tejados rosas y las llamas de gules. Segundo, una cartela figurando pergamino con un rótulo que dice:
POR LOS FRANCESES, 14 y 22 de ABRIL DE 1810
Al timbre, corona real moderna del siglo XIX. Conviene señalar que la forma del escudo, debe ser castellana, o sea, sin terminar por bajo en punta, porque entonces sería un escudo francés. No debe usarse sin corona.
Extinguida la amenaza, la villa vuelve sus ojos a la tierra para intentar levantar lo destruido. Su dependencia de la misma, siguiendo la premisa general, con una inmensa mayoría de la población jornalera (muchos de ellos pobres de solemnidad y casi sin pequeños propietarios) hace que sea la única posibilidad real de intento de salvación.
La caída de rendimientos agrícolas a partir de 1800 y una larga etapa que llega hasta 1868 con muy importantes crisis de producción en 1835, 1847 , 1857 y 1868 con la lógica repercusión en los precios tendrán un efecto pésimo en villas como Montellano.
Esa crisis se hará mucho más aguda en 1882. Pero evidentemente no es solo una crisis económica sino una crisis social que en el mundo agrario andaluz ( con unas especiales características en esta zona de Montellano) tendrá una inmensa carga de violencia haciéndola aún mas virulenta ( revueltas campesinas y anarquistas, huelgas, motines...).Todo ello deja ver muy a las claras lo que debió ser este siglo XIX para una villa como la de Montellano.
Lugares de Interes de Montellano
Este pueblo serrano es una alternativa interesante para aquellos que deseen conocer nuevos paisajes.
Montellano ofrece atractivos en su casco urbano como es la Parroquia de San José, edificio del siglo XVIII, donde destaca la puerta principal situada a los pies del edificio con una elegante portada barroca en piedra tallada.
En el centro del pueblo, podemos dirigirnos a la Ermita del Cristo de los Remedios, en el interior se encuentran las imágenes de San Antonio, y San Pablo, datadas en el siglo XVIII procedentes del extinguido Convento de San Pablo de la Breñaa.
Otro monumento muy significativo de la localidad es la Fuente, construida por el arquitecto sevillano Juan de Talavera en 1875.
La fuente y su escalinata son de mármol rosa, material muy utilizado en las construcciones públicas de la Villa.
Este edificio era el depósito donde se recibía el agua procedente de la Sierra de San Pablo.
En nuestro recorrido podemos admirar la Casa de Ancianos.
Se empezó a construir en 1929 según las trazas realizadas por el arquitecto Vicente Traver Tomás, autor de edificios como el Teatro Lope de Vega y el Banco Central de Sevilla. La capilla constituye el eje central de todo el edificio, donde abundan artísticas vidrieras policromadas y su Altar Mayor.
La Capilla de las Hermanas de la Cruz, de estilo neogótico, cautiva por belleza y exquisito cuidado.
No debemos abandonar Montellano sin visitar el Callejón Padres Almuedo, calle típica del casco antiguo situada a la puerta de la Sacristía de la Iglesia.
Castillo de Cotte
El donjón o torre residencial, de estilo gótico, data de la segunda mitad del siglo XIII.. Se trata de un caso singular y único en la Península Ibérica que consiste en una torre tretrabsidal, levantada sobre una plataforma casi octogonal.
Fiestas de Montellano
JUBILEOS
Feria de la localidad que se celebra en honor de Nuestra Señora de los Ángeles durante cuatro días, y tiene lugar en las fechas inmediatas al 2 de agosto.
SEMANA SANTA
Con una forma de entender la pasión y resurrección de Cristo, típicamente sevillana, hacen la estación de penitencia dos hermandades, el Miércoles Santo la Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder y el Viernes Santo la Hermandad del Santísimo Cristo de los Remedios. Desde el año 2000 existe una Asociación Parroquial que procesiona el Domingo de Ramos, la Borriquita.
ROMERIA DE SAN ISIDRO LABRADOR
Se celebra el primer domingo posterior al 15 de mayo, festividad del Santo Patrón, y constituye sin lugar a dudas la fiesta más popular y conocida de Montellano Se encuentra esta Romería entre la de más arraigo y prestigio de cuantas se celebran en Andalucía. Ha sido declarada Fiesta de interés Turístico Nacional de Andalucía. Sin duda, el carácter alegre y hospitalario de los montellaneros ha contribuido a ello decisivamente.
FERIA AGROTURISTICA Y GANADERA
Se celebra el primer fin de semana del mes de mayo. Está compuesta por dos partes claramente diferenciadas, por un lado, la zona comercial de stands, donde se exponen los productos agrarios alimentarios, artesanales, turísticos, etc, y por otro, la zona ganadera. A ella acuden visitantes de todos los lugares de la comarca y la región, constituyéndose año tras año, en uno de los eventos comerciales de visita obligada.
FESTIVAL FLAMENCO
Uno de los más atractivos e importantes de nuestra Comunidad, el Festival Flamenco de Artistas no Consagrados. Organizado por la Peña Flamenca El Madroñero de Montellano, cuenta con la colaboración especial del Ayuntamiento de Montellano. Se celebra el sábado anterior a la celebración de los Jubileo
EL ALTERNADOR
Es un festival de música alternativa que se celebra en Julio y ya cuenta con tres ediciones, estando la cuarta edición en preparación, que será el 5 de julio de 2008. Por este festival han pasado grupos consagrados como Maga, Sr. Chinarro, Travolta o La Costa Brava y grupos con gran proyección como Los Elementos (Marbella).
Ayuntamiento de Montellano
Plaza Concepción, 5
41770 - Montellano
Tel: 954 875 010
Fax: 955 831 032
www.montellano.es
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