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Vitigudino
Vitigudino es una localidad de la provincia de Salamanca, perteneciente a la región leonesa, en la Comunidad Autónoma de Castilla y León, España. Está a una distancia de 67 km de Salamanca, la capital provincial.
En 2007 contaba con una población de 2923 habitantes, de los cuales 1456 son varones y 1467 son mujeres, en una superficie de 52,33 km². Su altitud es de 769 m sobre el nivel del mar.
Es cabeza de uno de los cinco partidos judiciales en que se divide la provincia, y como tal su escudo es uno de los cinco que forman el escudo de la provincia junto con los de Peñaranda, Ciudad Rodrigo, Béjar y Salamanca.
El municipio engloba un agregado llamado Majuges que cuenta en 2008 con 59 habitantes censados.
Historia de Vitigudino
Los restos arqueológicos (bifaces, raederas y otros objetos propios de culturas neolíticas) hallados en el entorno demuestran que la presencia humana en Vitigudino es constatable desde muy antiguo. En periodo ya histórico, pueblos vetones (Edad de Hierro, 500 a. C.) habitaron en castros situados en las cercanas poblaciones actuales de Yecla de Yeltes, Bermellar, Saldeana y Lumbrales.
Como en muchos lugares de la geografía castellana, uno de los ejemplos más espectaculares de su cultura material que ha llegado a nuestros días son los verracos de piedra, estatuas con representación de toros, conforme a las culturas dedicadas a la ganadería. En poblaciones cercanas, como San Felices de los Gallegos, Yecla y Lumbrales, se encuentran algunos ejemplos.
Los restos cerámicos atestiguan alguna presencia celta, siendo en el periodo posterior de la dominación visigoda cuando se da origen a la población de Vitigudino. Uno de los primeros habitantes, llamado Alvito Godino, prestó su nombre a la aldea que más tarde sería conocida como Vitigudino.
Otra versión del escudoAunque hasta el medievo no queda definitivamente asentada la población, durante la reconquista cristiana, cuando Fernando II de León entrega la villa a la Diócesis de Salamanca en el siglo XII, entonces repoblada por gentes del noroeste hispano. Con un paréntesis documental de trescientos años, Vitigudino vuelve a aparecer en la historia en torno a la batalla de San Antón, en 1476.
Durante el pontificado de Clemente VII se resolvió a favor de la sede salmantina la posesión de las villas de Vilvestre, Yecla, Vitigudino y Palacios del Arzobispo; fue D. Francisco de Bobadilla (1510-1529) el primer obispo que las poseyó. En la Primera Guerra Carlista se posicionó junto al sector isabelino, defendiendo su posición victoriosamente frente a las tropas carlistas.
Los avatares históricos del siglo XX, especialmente tras el conflicto civil español, han contribuido al paulatino descenso poblacional que configuró las migraciones rurales hacia la gran ciudad. Nuevas oportunidades de negocio (turismo rural) contribuyen con las actividades clásicas (ganadería y agricultura) a revitalizar la comarca.
Lugares de interes de Vitigudino
Iglesia de San Nicolas
Ermita del Socorro
Covento de Agustinas
Mercado de Abastos
Plaza de Toros
Tradiciones de Vitigudino
En Vitigudino, fundamentalmente, pero también en algunos pueblos de Las Arribes como Aldeadávila y Masueco, o Villavieja de Yeltes, cuentan con una larga tradición de encierros y corridas de toros. Estos acontecimientos se dan en las fiestas locales y que suelen ser en los meses de verano.
Recordemos que Vitigudino es la tierra de Santiago Martín, El Viti.
VIRGEN DEL SOCORRO15 DE AGOSTO. Se celebra la Virgen del Socorro. A lo largo de varios días vamos a encontrarnos con varios festejos: religiosos, taurinos, bailes populares, deportivos (campeonato de futbito, fútbol, juego de pelota, entre otros), verbenas (en la plaza del pueblo e incluso en la plaza de toros), exposiciones, actividades para niños, atracciones de feria, etc.
Los orígenes de las ferias se sitúan, según D. Francisco Encinas en la "extendida y grande devoción que de tiempo inmemorial se ha tenido a la Virgen del Socorro, cuyo nombre lleva, la necesidad de comprar alimentos los romeros que no tuvieran parientes ni amistades en la villa y, poco a poco, se pasaría a toda clases de mercancías".
También se dice que ésta era la época escogida entre los labradores para contraer matrimonio, fundándolo en que, "entre ajuares, dotes, hijuelas, resultarían las compras más animadas y los comerciantes se animarían también a cambiar el nombre del mercado por el más animado de feria.
Dice Encinas que la Plaza y la Calle Santa Ana eran "el ferial de las exquisitas frutas de nuestra Ribera. El largo kilómetro que hay desde las afueras de la villa hasta la ermita se cubría por ambos lados del ancho camino de casetas y puestos ordenados , encontrándose allí los exquisitos buñuelos, el anisete y tostadillo, la alfarería de la villa, de Peralejos y Olmedo, zapateros de Lumbrales y Villavieja; los caldereros de Tamames, con su repertorio de esquilas, cencerros y zumbos; más arriba, los comerciantes de tejidos y sayaleros; y como coronando el ferial, todos los soportales y alrededor de la ermita, los plateros"
En cuanto a la ganadería, la explanada de Santa Ana, entonces espaciosa y cómoda, con soportales, arbolado, caños y abrevadero, acogía el ferial de ganado y porcino el día 15. Y los días 16 y 17 era el turno de los caballos, asnos y mulos.
En los medios, se levantaban chozos con ramaje que servían como lugar de descanso y refresco. Por los alrededores se situaban las tiendas de guarnicioneros, albarderos, boteros y vendedores de alforjas.
El ferial de la Fuente del Obispo acogía el ganado vacuno. Contaba con tres fuentes de agua fresca y tres excelentes abrevaderos. Su capacidad llegaba holgadamente a acoger ocho o diez mil cabezas.
Por lo tanto eran días de fiesta para el mercado de ganado y para no restar importancia a estos días propios de feria, se posponía la celebración de la patrona de la villa, La Virgen del Socorro , al último Domingo del mes de Agosto. Previamente se celebraba la novena.
Por diversas razones las autoridades e industriales acordaron aunar las ferias y fiestas durante los mismos días. Por eso la fiesta de la Virgen del Socorro pasó a celebrarse el día 15, día de la Asunción de María a los Cielos, y así, además de honrar a la Patrona, unirse a la Iglesia en la celebración del triunfo definitivo de la Madre del Redentor.
El día 5 de Agosto, después de una celebración de la Eucaristía en la ermita, se baja la imagen de la Virgen hasta la Parroquia. La novena es del día 6 al 14, durante nueve días se vive de un modo especial ya que la Virgen está en el centro del pueblo.
El día 15 se toma a la Virgen para llevarla en procesión a su ermita, después de celebrar la Eucaristía en la Parroquia. La acompañan los mayordomos, la Reina y damas de las Fiestas, mujeres ataviadas con vestidos regionales, mantilla y peineta española.
Los actores principales de las fiestas son los jóvenes, que están presentes en la mayoría de los actos que se organizan.
La juventud recoge poco a poco el testigo que los mayores ceden.
Durante la Fiestas de Nuestra Señora del Socorro, las calles vitigudinenses rebosan de esplendor con su ornato de luz y banderas. Vitigudino se viste de galas para recibir a miles de visitantes de cualquier rincón de España, atraídos por la devoción, la fiesta, el encuentro.
Fiestas de Vitigudino
15 día grande con la Misa solemne en la Ermita del Socorro.
Campeonato de futbito
Verbenas populares
Partidos de pelota a mano
Presentación de la Reina y Damas de honor en la Plaza de España.
Corridas de Toros
Encierros de toros
Desfile de carrozas
Mercado de ganados
SAN ANTONEn cuanto a la batalla mencionada tiene su origen en lo siguiente: Enrique V de Trastámara llamado "el impotente" estaba casado con Dª Juana. Esta tuvo una hija, que evidentemente no era del rey, sino del valido de éste, D. Beltrán De la Cueva, que a su vez era el conde de Ledesma.
A la muerte del rey, surge el conflicto de quién reinará: la hermana del rey o su supuesta hija, llamada ya la " beltraneja". Esta hija se había casado con Alfonso V de Portugal. Este decide llegar hasta nuestras tierras para ganar la batalla a la hermana del rey yen su ayuda viene desde Portugal su hijo.
Este decide llegar hasta nuestras tierras para ganar la batalla a la hermana del rey yen su ayuda viene desde Portugal su hijo.
El señor de Moronta, D. Juan Manuel Maldonado, de acuerdo con Vitigudino, que era ya una villa, se unieron e hicieron frente a la avanzadilla portuguesa. De todo esto surgió la tradición del señor de Moronta donaba todos los años a Vitigudino dos caballos y esa fue la base de la carrera que se celebraba todos los años el día de San Antón. Nuestro escudo de armas ostenta en el centro la cruz abadial de San Antonio flanqueada por la pluma y la espada. La cruz hace referencia a la historia obtenida por Juan Maldonado sobre los portugueses.
EL MARTES Mercados. En Vitigudino se celebra todos los Martes un mercado en el que se puede encontrar prácticamente de todo (ganados, frutas y hortalizas procedentes de los pueblos de la comarca, etc). Su origen era eminentemente ganadero.
La situación geográfica de Vitigudino hace un lugar excelente para la realización de un mercado.
Este mercado se celebra, desde hace muchísimos años los Martes. Antaño todos los Martes se celebraba feria de ganado, pero entre ellos destacaban tres Martes: Navidad, Pascuilla y de Feria. A estos mercados que se celebraban en el descampado que había delante de los portales de Santa Ana y que hoy ocupa la estación de autobuses y bloques de viviendas, acudían personas de todos los pueblos con sus animales que hacían el camino a pie por caminos y cañadas. Lo normal era acudir en mulos, carros o caballos a realizar las compras a Vitigudino. Las gentes se distinguían por sus vestimentas ya que procedían de lugares diferentes.
Por ejemplo, los serranos de La Alberca, venían con el turrón, los curtidores de la piel de Villlavieja vestidos de charros con ponchos y botos; y gentes de la Ribera con vino y aceite, enfundados en tapabocas, calzando chancas sonantes, blusas, boina y con la pana.
También acudían herreros, abarqueros, alfareros con sus cántaras, botijos, barreños, tenajas, y que se ubicaban en los alrededores de la Iglesia.
También existían almacenes de coloniales en los que se vendían productos de ultramar como especies, sedas, escabeches, sombreros, salazones. Y las gentes de la comarca hacían trueque con sus frutas, verduras, vino o aceite.
El paso del tiempo provocó que el mercado de ganados fuera perdiendo importancia.
Las costumbres perduran y este mercado es el principal que se celebra en los pueblos de la comarca, tanto por la cantidad de tenderos como por las gentes que siguen acudiendo a Vitigudino ese día de la semana para realizar sus compras.
Su encanto conserva el mercado central de abastos que es una edificación de las más características del municipio. Su estado de conservación se había deteriorado bastante en los últimos años, pero actualmente se ha llevado a cabo una restauración del mismo, dándole un sentido mucho más funcional.
En él se sigue celebrando el mercado tradicional pero además ha pasado a ser un edificio multifuncional para celebración de exposiciones, ferias, conferencias, etc.
En el interior del mercado podemos encontrar las frutas y verduras más frescas de los contornos: cerezas , ajos, aceitunas, patatas, lechugas, . Además, en los alrededores vemos camiones y furgonetas con pollos, gallinas, conejos,
En la calle Santa Ana se produce una aglomeración, prácticamente solo de hombres: agricultores y ganaderos, que se reúnen allí para hacer sus negocios.
Y a partir de mediodía el pueblo vuelve a la realidad cotidiana de cada día. Antiguamente existían salones que ofrecían ese día bailes o espectáculos de teatro.
En 2007 contaba con una población de 2923 habitantes, de los cuales 1456 son varones y 1467 son mujeres, en una superficie de 52,33 km². Su altitud es de 769 m sobre el nivel del mar.
Es cabeza de uno de los cinco partidos judiciales en que se divide la provincia, y como tal su escudo es uno de los cinco que forman el escudo de la provincia junto con los de Peñaranda, Ciudad Rodrigo, Béjar y Salamanca.
El municipio engloba un agregado llamado Majuges que cuenta en 2008 con 59 habitantes censados.
Historia de Vitigudino
Los restos arqueológicos (bifaces, raederas y otros objetos propios de culturas neolíticas) hallados en el entorno demuestran que la presencia humana en Vitigudino es constatable desde muy antiguo. En periodo ya histórico, pueblos vetones (Edad de Hierro, 500 a. C.) habitaron en castros situados en las cercanas poblaciones actuales de Yecla de Yeltes, Bermellar, Saldeana y Lumbrales.
Como en muchos lugares de la geografía castellana, uno de los ejemplos más espectaculares de su cultura material que ha llegado a nuestros días son los verracos de piedra, estatuas con representación de toros, conforme a las culturas dedicadas a la ganadería. En poblaciones cercanas, como San Felices de los Gallegos, Yecla y Lumbrales, se encuentran algunos ejemplos.
Los restos cerámicos atestiguan alguna presencia celta, siendo en el periodo posterior de la dominación visigoda cuando se da origen a la población de Vitigudino. Uno de los primeros habitantes, llamado Alvito Godino, prestó su nombre a la aldea que más tarde sería conocida como Vitigudino.
Otra versión del escudoAunque hasta el medievo no queda definitivamente asentada la población, durante la reconquista cristiana, cuando Fernando II de León entrega la villa a la Diócesis de Salamanca en el siglo XII, entonces repoblada por gentes del noroeste hispano. Con un paréntesis documental de trescientos años, Vitigudino vuelve a aparecer en la historia en torno a la batalla de San Antón, en 1476.
Durante el pontificado de Clemente VII se resolvió a favor de la sede salmantina la posesión de las villas de Vilvestre, Yecla, Vitigudino y Palacios del Arzobispo; fue D. Francisco de Bobadilla (1510-1529) el primer obispo que las poseyó. En la Primera Guerra Carlista se posicionó junto al sector isabelino, defendiendo su posición victoriosamente frente a las tropas carlistas.
Los avatares históricos del siglo XX, especialmente tras el conflicto civil español, han contribuido al paulatino descenso poblacional que configuró las migraciones rurales hacia la gran ciudad. Nuevas oportunidades de negocio (turismo rural) contribuyen con las actividades clásicas (ganadería y agricultura) a revitalizar la comarca.
Lugares de interes de Vitigudino
Iglesia de San Nicolas
Ermita del Socorro
Covento de Agustinas
Mercado de Abastos
Plaza de Toros
Tradiciones de Vitigudino
En Vitigudino, fundamentalmente, pero también en algunos pueblos de Las Arribes como Aldeadávila y Masueco, o Villavieja de Yeltes, cuentan con una larga tradición de encierros y corridas de toros. Estos acontecimientos se dan en las fiestas locales y que suelen ser en los meses de verano.
Recordemos que Vitigudino es la tierra de Santiago Martín, El Viti.
VIRGEN DEL SOCORRO15 DE AGOSTO. Se celebra la Virgen del Socorro. A lo largo de varios días vamos a encontrarnos con varios festejos: religiosos, taurinos, bailes populares, deportivos (campeonato de futbito, fútbol, juego de pelota, entre otros), verbenas (en la plaza del pueblo e incluso en la plaza de toros), exposiciones, actividades para niños, atracciones de feria, etc.
Los orígenes de las ferias se sitúan, según D. Francisco Encinas en la "extendida y grande devoción que de tiempo inmemorial se ha tenido a la Virgen del Socorro, cuyo nombre lleva, la necesidad de comprar alimentos los romeros que no tuvieran parientes ni amistades en la villa y, poco a poco, se pasaría a toda clases de mercancías".
También se dice que ésta era la época escogida entre los labradores para contraer matrimonio, fundándolo en que, "entre ajuares, dotes, hijuelas, resultarían las compras más animadas y los comerciantes se animarían también a cambiar el nombre del mercado por el más animado de feria.
Dice Encinas que la Plaza y la Calle Santa Ana eran "el ferial de las exquisitas frutas de nuestra Ribera. El largo kilómetro que hay desde las afueras de la villa hasta la ermita se cubría por ambos lados del ancho camino de casetas y puestos ordenados , encontrándose allí los exquisitos buñuelos, el anisete y tostadillo, la alfarería de la villa, de Peralejos y Olmedo, zapateros de Lumbrales y Villavieja; los caldereros de Tamames, con su repertorio de esquilas, cencerros y zumbos; más arriba, los comerciantes de tejidos y sayaleros; y como coronando el ferial, todos los soportales y alrededor de la ermita, los plateros"
En cuanto a la ganadería, la explanada de Santa Ana, entonces espaciosa y cómoda, con soportales, arbolado, caños y abrevadero, acogía el ferial de ganado y porcino el día 15. Y los días 16 y 17 era el turno de los caballos, asnos y mulos.
En los medios, se levantaban chozos con ramaje que servían como lugar de descanso y refresco. Por los alrededores se situaban las tiendas de guarnicioneros, albarderos, boteros y vendedores de alforjas.
El ferial de la Fuente del Obispo acogía el ganado vacuno. Contaba con tres fuentes de agua fresca y tres excelentes abrevaderos. Su capacidad llegaba holgadamente a acoger ocho o diez mil cabezas.
Por lo tanto eran días de fiesta para el mercado de ganado y para no restar importancia a estos días propios de feria, se posponía la celebración de la patrona de la villa, La Virgen del Socorro , al último Domingo del mes de Agosto. Previamente se celebraba la novena.
Por diversas razones las autoridades e industriales acordaron aunar las ferias y fiestas durante los mismos días. Por eso la fiesta de la Virgen del Socorro pasó a celebrarse el día 15, día de la Asunción de María a los Cielos, y así, además de honrar a la Patrona, unirse a la Iglesia en la celebración del triunfo definitivo de la Madre del Redentor.
El día 5 de Agosto, después de una celebración de la Eucaristía en la ermita, se baja la imagen de la Virgen hasta la Parroquia. La novena es del día 6 al 14, durante nueve días se vive de un modo especial ya que la Virgen está en el centro del pueblo.
El día 15 se toma a la Virgen para llevarla en procesión a su ermita, después de celebrar la Eucaristía en la Parroquia. La acompañan los mayordomos, la Reina y damas de las Fiestas, mujeres ataviadas con vestidos regionales, mantilla y peineta española.
Los actores principales de las fiestas son los jóvenes, que están presentes en la mayoría de los actos que se organizan.
La juventud recoge poco a poco el testigo que los mayores ceden.
Durante la Fiestas de Nuestra Señora del Socorro, las calles vitigudinenses rebosan de esplendor con su ornato de luz y banderas. Vitigudino se viste de galas para recibir a miles de visitantes de cualquier rincón de España, atraídos por la devoción, la fiesta, el encuentro.
Fiestas de Vitigudino
15 día grande con la Misa solemne en la Ermita del Socorro.
Campeonato de futbito
Verbenas populares
Partidos de pelota a mano
Presentación de la Reina y Damas de honor en la Plaza de España.
Corridas de Toros
Encierros de toros
Desfile de carrozas
Mercado de ganados
SAN ANTONEn cuanto a la batalla mencionada tiene su origen en lo siguiente: Enrique V de Trastámara llamado "el impotente" estaba casado con Dª Juana. Esta tuvo una hija, que evidentemente no era del rey, sino del valido de éste, D. Beltrán De la Cueva, que a su vez era el conde de Ledesma.
A la muerte del rey, surge el conflicto de quién reinará: la hermana del rey o su supuesta hija, llamada ya la " beltraneja". Esta hija se había casado con Alfonso V de Portugal. Este decide llegar hasta nuestras tierras para ganar la batalla a la hermana del rey yen su ayuda viene desde Portugal su hijo.
Este decide llegar hasta nuestras tierras para ganar la batalla a la hermana del rey yen su ayuda viene desde Portugal su hijo.
El señor de Moronta, D. Juan Manuel Maldonado, de acuerdo con Vitigudino, que era ya una villa, se unieron e hicieron frente a la avanzadilla portuguesa. De todo esto surgió la tradición del señor de Moronta donaba todos los años a Vitigudino dos caballos y esa fue la base de la carrera que se celebraba todos los años el día de San Antón. Nuestro escudo de armas ostenta en el centro la cruz abadial de San Antonio flanqueada por la pluma y la espada. La cruz hace referencia a la historia obtenida por Juan Maldonado sobre los portugueses.
EL MARTES Mercados. En Vitigudino se celebra todos los Martes un mercado en el que se puede encontrar prácticamente de todo (ganados, frutas y hortalizas procedentes de los pueblos de la comarca, etc). Su origen era eminentemente ganadero.
La situación geográfica de Vitigudino hace un lugar excelente para la realización de un mercado.
Este mercado se celebra, desde hace muchísimos años los Martes. Antaño todos los Martes se celebraba feria de ganado, pero entre ellos destacaban tres Martes: Navidad, Pascuilla y de Feria. A estos mercados que se celebraban en el descampado que había delante de los portales de Santa Ana y que hoy ocupa la estación de autobuses y bloques de viviendas, acudían personas de todos los pueblos con sus animales que hacían el camino a pie por caminos y cañadas. Lo normal era acudir en mulos, carros o caballos a realizar las compras a Vitigudino. Las gentes se distinguían por sus vestimentas ya que procedían de lugares diferentes.
Por ejemplo, los serranos de La Alberca, venían con el turrón, los curtidores de la piel de Villlavieja vestidos de charros con ponchos y botos; y gentes de la Ribera con vino y aceite, enfundados en tapabocas, calzando chancas sonantes, blusas, boina y con la pana.
También acudían herreros, abarqueros, alfareros con sus cántaras, botijos, barreños, tenajas, y que se ubicaban en los alrededores de la Iglesia.
También existían almacenes de coloniales en los que se vendían productos de ultramar como especies, sedas, escabeches, sombreros, salazones. Y las gentes de la comarca hacían trueque con sus frutas, verduras, vino o aceite.
El paso del tiempo provocó que el mercado de ganados fuera perdiendo importancia.
Las costumbres perduran y este mercado es el principal que se celebra en los pueblos de la comarca, tanto por la cantidad de tenderos como por las gentes que siguen acudiendo a Vitigudino ese día de la semana para realizar sus compras.
Su encanto conserva el mercado central de abastos que es una edificación de las más características del municipio. Su estado de conservación se había deteriorado bastante en los últimos años, pero actualmente se ha llevado a cabo una restauración del mismo, dándole un sentido mucho más funcional.
En él se sigue celebrando el mercado tradicional pero además ha pasado a ser un edificio multifuncional para celebración de exposiciones, ferias, conferencias, etc.
En el interior del mercado podemos encontrar las frutas y verduras más frescas de los contornos: cerezas , ajos, aceitunas, patatas, lechugas, . Además, en los alrededores vemos camiones y furgonetas con pollos, gallinas, conejos,
En la calle Santa Ana se produce una aglomeración, prácticamente solo de hombres: agricultores y ganaderos, que se reúnen allí para hacer sus negocios.
Y a partir de mediodía el pueblo vuelve a la realidad cotidiana de cada día. Antiguamente existían salones que ofrecían ese día bailes o espectáculos de teatro.
C/ San Blas, 2
37210 - Vitigudino
Tel: 923500012
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