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Cuevas de Artá (Mallorca). Entrada y panorámica exterior.
Completes Sant antoni Artà
SA FIRA...1989.....ARTA (MALLORCA)
El Tiempo en Arta
Artá (Artà, oficialmente y en catalán) es una localidad española de la provincia y Comunidad Autónoma de las Islas Baleares, España. Situado en la isla de Mallorca y perteneciente a la comarca de Llevant.
Artá está situado en las sierras de Levante que se disponen paralelamente a la costa este en dirección noreste-suroeste y cuya continuación natural son las islas del archipiélago de Cabrera. La máxima elevación se alcanza en su término municipal, al norte, en Freda de Son Morei (561 m), macizo que forma una pequeña península.
Limita al este con Capdepera, al sur con Son Servera y San Lorenzo de Cardessar, al oeste con Petra y Santa Margarita y al norte con el mar Mediterráneo y la bahía de Alcudia.
La costa artenenca con 25 km de longitud, conserva aún su estado natural y ha quedado preservada de las urbanizaciones. Destacan la playa y la fornació dunar de Sa Canova, la llanura costera de la Colònia de Sant Pere, los altos acantilados del cabo de Ferrutx, refugio de algunas de las especies más raras de la flora y la fauna isleñas, como la Paeonia cambessedesii el águila pescadora o el halcón peregrino, y, finalmente, una serie de pequeñas calas con playas de arena que van desde s'arenalet de Albarca hasta cala Torta.
El valle
El paisaje del valle, donde todavía se pueden observar extensiones aisladas de encinar, se caracteriza por pequeñas parcelas cerradas de pared seca en que predominan los cultivos de almendros, higueras y algarrobos.
La montaña
En la montaña domina el cultivo de olivo, hoy casi abandonado, y que aprovechaba las pendientes gracias a la construcción de muros de pared seca. La vegatació natural presenta grandes extensiones de carrizo, con la silueta de los palmitos que marca la personalidad de la zona, y matorrales con abundancia de matas, ullatres y manchas de pinares. Este paisaje de la montaña Artà se ve complementado por los nobles edificios de las antiguas posesiones, símbolos indiscutibles de la importancia que, tiempo atrás, tuvieron las actividades agrarias.
El pueblo de Artà
En el centro de una amplia y extensa valle y al pie de una colina se extiende el pueblo de Artà, dominado por el recinto amurallado de Sant Salvador y por la iglesia de estilo gótico. En la población viven unos 5.500 habitantes. Destaca el casco antiguo, dominado por las residencias y los centros de los antiguos señores de las posesiones, las grandes fincas del término municipal. De lo contrario, el hecho de que el municipio no haya recibido directamente el impacto turístico ha permitido mantener casi intactas las antiguas tradiciones (fiestas como las de San Antonio, con los demonios y las hogueras; artesanías como los bordados mallorquines y la obra de palma ; comidas típicas como las empanadas, los robiols o la sobrasada) y ha contribuido a preservar el ambiente característico del pueblo mediterráneo, hospitalario y vital.
El pueblo de la Colonia de Sant Pere
El resto de abitants viven en el núcleo costero de la Colònia de Sant Pere, que ha crecido de forma moderada a partir de lo que fue una Colonos de repoblación de finales del siglo XIX, y hoy es una tranqil de las zonas resindencial, situada entre las montañas y el mar y rodeada de cultivos de viñas y almendros.
Historia de Arta
Los restos arqueológicos muestran como la ocupación humana de Artá comienza en el periodo pretalayótico, aunque la mayoría de yacimientos que se pueden observar hoy en día corresponden al megalítico talayótico (poblado de "Ses Païsses", "talaiot de sa Canova", etc.). Sin duda, la dominación romana también dejó huella, y, durante la época musulmana, la península de Artá (Yartan), era uno de los trece distritos en el que se dividía la isla de Mallorca. Este distrio incluía, también, los actuales términos municipales de Capdepera y Son Servera.
La fundación de la villa, está vinculada a la llegada de unos monjes que durante la reconquista cristiana fundaron el priorato de Santa María de Bellpuig. Hasta el siglo XV, la villa se denominaba "Almudaina" y el nombre de Artá designaba todo el distrito territorial.
Entre los siglos XVI y XVIII la población aumentó considerablemente. Las activitades agrícolas eran predominantes aunque también se desarrolló una considerable actividad textil.
El 1820 el pueblo de Artá sufrío los estragos ocasionados por la peste bubónica, que causó más de 1.200 víctimas. En el siglo XIX se produjo la segregación de Capdepera y Son Servera.
El término de Artá presentaba todavía una estructura agaria latifundista, en la que los grandes terratenientes poseían buena parte de las tierras del municipio. A final de siglo, adquirió importancia la manufacturación del palmito, que empleaba sobre todo mano de obra femenina y reportaba un complemento indispensable para la subsistencia de numerosas familias "payesas" (campesinas).
En 1880, la parcelación de las tierras de la zona nor-occidental del predio de "Ferrutx" da lugar al núcleo urbano llamdo "Colònia de Sant Pere". Se trataba de una colonia agrícola que, a lo largo del siglo XX, ha adquirido una funcionalidad turística sin perder se personalidad tradicional.
En 1921 se inaugura la línea de ferrocarril que une Artá con Manacor y, a partir de los años sesenta, la economía del municipio se diversificó debido a la explosión turística.
Cultura:
Al permanecer ajeno en gran medida al impacto del turismo Artá y sus habitantes han podido conservar intactas sus tradiciones festivas (fiestas de Sant Antoni con sus demonios y foguerons), artesanales (bordado mallorquín, artesanía de palma) y gastronómicas (panades, robiols, sobrasada).
Lugares de Interes de Arta
En el seno de un amplio valle Artá se encuentra dominado por el recinto amurallado de San Salvador y por su iglesia de estilo gótico.
En su núcleo antiguo destacan las residencias de los antiguos señores dueños de las grandes fincas del municipio. Tambien se debe destacar el poblado talaotico situado a las afueras de la villa denominado "Ses Païsses". Restos arqueológicos que muestran como la ocupación humana de la comarca artaneca comezo en el periodo pretalaotico.
Economia de Arta
Población agrícola y turística. Tiene cultivos de frutales (almendras, naranjas, limones, nísperos, etc), viñedo y olivar. Hay también artesanía de palmito.
Fiestas de Arta
La celebración del calendario festivo artanenc es una de las pruebas más contundentes del sentimiento de pueblo que tienen sus habitantes. La participación activa en todas las fiestas principales, siempre respetando la tradición, es un rasgo que todavía las confiere más esplendor y las caracteriza.
Las fiestas de San Antonio Abad, a mediados del mes de enero, son especialmente emblemáticas. La obra de San Antonio, composte por dos representantes del pueblo y uno de la iglesia, tiene encomendada la misión de mantener la següència de la celebración según un viejo protocolo. El día 16 de enero, a las ocho de la mañana, se inicia la merienda, a base de chocolate y ensaimadas, en casa del obrero.
Despés con los músicos, que ya han ensaborit el moscatel y el mezclado, inician un pasacalles por todo el pueblo acompañados de la emblemática y celebrada pareja de demonios, símbolos de la maldad y la tentación humana.
Por la tarde, en completas, se leen fragmentos de la vida del santo y se cantan las canciones propias de la fiesta. EL tarde, Rodeada los fogarons de todo el pueblo, se reúnen cantadores que delito la concurrencia con canciones populares (glosas), muchas con un claro contenga erótico y escatológico, amparados en la impunidad que confiere una velada en que todo es permitido dentro de los márgenes que dicta la propia fiesta: todo es bien visto esta noche de fuego y demonios. El día siguiente, 17 de enero, se celebra la cabalgata, con las preceptivas y tradicionales bendiciones de animales domésticos y sueltas de caballos, siempre acompañados de la imagen de un paciente Sant Antoni, de arriba un ASET, acosado por los demonios. Al final de la fiesta, después del oficio, se lee el argumento, composición recitada, elaborada por un glosador, que resume en forma de glosa los principales acontecimientos del año que apenas ha pasado.
Antes de la Cuaresma son de obligada mención las fiestas de los últimos días o carnesoltes, con actos centrados sobre todo en el jueves y el martes antes del miércoles de ceniza, en los que es tradición que la gente se disfraz y recorra el pueblo cantando canciones grotescas al son de la zambomba.
En Semana Santa destacan las procesiones del sijous y del viernes santos, con pasos religiosos y numerosos carapunats (penitentes con capucha). También es espctacular el acto sacramental del Descendimiento de Cristo, el santuario de Sant Salvador, que cierra el viernes en un suntuosa procesión hasta la iglesia parroquial.
Son populares también las fiestas de San Antonio de Padua, también conocido como de los Albaricoques, el 13 de junio, en que se pueden contemplar las evoluciones de los caballitos y la dama al son de la música: niños vestidos de manera peculiar, con ropas de colorines, que interpretan danzas muy antiguas con nombres curiosos: baile de la Carroza, baile de los Indios, baile de los Enanos ... Hay dos caballitos rojos y dos negros, y el caballo de la dama es blanco.
En el núcleo costero de la Colonia de San Pedro son remarcables las fiestas en honor de su patrón, que empiezan de alguna menera las actividades del údiques y de esparcimiento propias del verano.
Ya de lleno en el verano, también son muy participadas y populares las fiestas patronales de San Salvador, la primera semana de agosto, con un programa de actos amplio, variado y popular. Destacan por la à, amplía participación y la implicación de la gente del pueblo y los visitantes. Una semana intensa de fiestas y actos la Udyco y culturales.
Ferias y mercados
La feria de Artà, el segundo domingo de septiembre, también es un hito importante en el calendario festivo anual. Una feria tradicionalmente agrícola y ganadera que con el paso de los años ha ido incorporando nuevos elementos de exposición y que ha pasado a tener un marcado carácter comercial y empresarial.
Se organizan muestras de todo tipo de animales, de artesanía, de maquinaria industrial, de coches y en las numerosas paradas distribuidas por el centro de la villa se pueden encontrar objetos y útiles de todo tipo. Además, se realizan otros actos de carácter cultural para complementar este día.
El mercado de la villa se realiza todos los martes del año que no son festivos en la plaza del conquistador.
Ayuntamiento de Arta
Plaça Espanya, 1
07570 - Arta (Mallorca)
Tel: 971 829 595
Artá está situado en las sierras de Levante que se disponen paralelamente a la costa este en dirección noreste-suroeste y cuya continuación natural son las islas del archipiélago de Cabrera. La máxima elevación se alcanza en su término municipal, al norte, en Freda de Son Morei (561 m), macizo que forma una pequeña península.
Limita al este con Capdepera, al sur con Son Servera y San Lorenzo de Cardessar, al oeste con Petra y Santa Margarita y al norte con el mar Mediterráneo y la bahía de Alcudia.
La costa artenenca con 25 km de longitud, conserva aún su estado natural y ha quedado preservada de las urbanizaciones. Destacan la playa y la fornació dunar de Sa Canova, la llanura costera de la Colònia de Sant Pere, los altos acantilados del cabo de Ferrutx, refugio de algunas de las especies más raras de la flora y la fauna isleñas, como la Paeonia cambessedesii el águila pescadora o el halcón peregrino, y, finalmente, una serie de pequeñas calas con playas de arena que van desde s'arenalet de Albarca hasta cala Torta.
El valle
El paisaje del valle, donde todavía se pueden observar extensiones aisladas de encinar, se caracteriza por pequeñas parcelas cerradas de pared seca en que predominan los cultivos de almendros, higueras y algarrobos.
La montaña
En la montaña domina el cultivo de olivo, hoy casi abandonado, y que aprovechaba las pendientes gracias a la construcción de muros de pared seca. La vegatació natural presenta grandes extensiones de carrizo, con la silueta de los palmitos que marca la personalidad de la zona, y matorrales con abundancia de matas, ullatres y manchas de pinares. Este paisaje de la montaña Artà se ve complementado por los nobles edificios de las antiguas posesiones, símbolos indiscutibles de la importancia que, tiempo atrás, tuvieron las actividades agrarias.
El pueblo de Artà
En el centro de una amplia y extensa valle y al pie de una colina se extiende el pueblo de Artà, dominado por el recinto amurallado de Sant Salvador y por la iglesia de estilo gótico. En la población viven unos 5.500 habitantes. Destaca el casco antiguo, dominado por las residencias y los centros de los antiguos señores de las posesiones, las grandes fincas del término municipal. De lo contrario, el hecho de que el municipio no haya recibido directamente el impacto turístico ha permitido mantener casi intactas las antiguas tradiciones (fiestas como las de San Antonio, con los demonios y las hogueras; artesanías como los bordados mallorquines y la obra de palma ; comidas típicas como las empanadas, los robiols o la sobrasada) y ha contribuido a preservar el ambiente característico del pueblo mediterráneo, hospitalario y vital.
El pueblo de la Colonia de Sant Pere
El resto de abitants viven en el núcleo costero de la Colònia de Sant Pere, que ha crecido de forma moderada a partir de lo que fue una Colonos de repoblación de finales del siglo XIX, y hoy es una tranqil de las zonas resindencial, situada entre las montañas y el mar y rodeada de cultivos de viñas y almendros.
Historia de Arta
Los restos arqueológicos muestran como la ocupación humana de Artá comienza en el periodo pretalayótico, aunque la mayoría de yacimientos que se pueden observar hoy en día corresponden al megalítico talayótico (poblado de "Ses Païsses", "talaiot de sa Canova", etc.). Sin duda, la dominación romana también dejó huella, y, durante la época musulmana, la península de Artá (Yartan), era uno de los trece distritos en el que se dividía la isla de Mallorca. Este distrio incluía, también, los actuales términos municipales de Capdepera y Son Servera.
La fundación de la villa, está vinculada a la llegada de unos monjes que durante la reconquista cristiana fundaron el priorato de Santa María de Bellpuig. Hasta el siglo XV, la villa se denominaba "Almudaina" y el nombre de Artá designaba todo el distrito territorial.
Entre los siglos XVI y XVIII la población aumentó considerablemente. Las activitades agrícolas eran predominantes aunque también se desarrolló una considerable actividad textil.
El 1820 el pueblo de Artá sufrío los estragos ocasionados por la peste bubónica, que causó más de 1.200 víctimas. En el siglo XIX se produjo la segregación de Capdepera y Son Servera.
El término de Artá presentaba todavía una estructura agaria latifundista, en la que los grandes terratenientes poseían buena parte de las tierras del municipio. A final de siglo, adquirió importancia la manufacturación del palmito, que empleaba sobre todo mano de obra femenina y reportaba un complemento indispensable para la subsistencia de numerosas familias "payesas" (campesinas).
En 1880, la parcelación de las tierras de la zona nor-occidental del predio de "Ferrutx" da lugar al núcleo urbano llamdo "Colònia de Sant Pere". Se trataba de una colonia agrícola que, a lo largo del siglo XX, ha adquirido una funcionalidad turística sin perder se personalidad tradicional.
En 1921 se inaugura la línea de ferrocarril que une Artá con Manacor y, a partir de los años sesenta, la economía del municipio se diversificó debido a la explosión turística.
Cultura:
Al permanecer ajeno en gran medida al impacto del turismo Artá y sus habitantes han podido conservar intactas sus tradiciones festivas (fiestas de Sant Antoni con sus demonios y foguerons), artesanales (bordado mallorquín, artesanía de palma) y gastronómicas (panades, robiols, sobrasada).
Lugares de Interes de Arta
En el seno de un amplio valle Artá se encuentra dominado por el recinto amurallado de San Salvador y por su iglesia de estilo gótico.
En su núcleo antiguo destacan las residencias de los antiguos señores dueños de las grandes fincas del municipio. Tambien se debe destacar el poblado talaotico situado a las afueras de la villa denominado "Ses Païsses". Restos arqueológicos que muestran como la ocupación humana de la comarca artaneca comezo en el periodo pretalaotico.
Economia de Arta
Población agrícola y turística. Tiene cultivos de frutales (almendras, naranjas, limones, nísperos, etc), viñedo y olivar. Hay también artesanía de palmito.
Fiestas de Arta
La celebración del calendario festivo artanenc es una de las pruebas más contundentes del sentimiento de pueblo que tienen sus habitantes. La participación activa en todas las fiestas principales, siempre respetando la tradición, es un rasgo que todavía las confiere más esplendor y las caracteriza.
Las fiestas de San Antonio Abad, a mediados del mes de enero, son especialmente emblemáticas. La obra de San Antonio, composte por dos representantes del pueblo y uno de la iglesia, tiene encomendada la misión de mantener la següència de la celebración según un viejo protocolo. El día 16 de enero, a las ocho de la mañana, se inicia la merienda, a base de chocolate y ensaimadas, en casa del obrero.
Despés con los músicos, que ya han ensaborit el moscatel y el mezclado, inician un pasacalles por todo el pueblo acompañados de la emblemática y celebrada pareja de demonios, símbolos de la maldad y la tentación humana.
Por la tarde, en completas, se leen fragmentos de la vida del santo y se cantan las canciones propias de la fiesta. EL tarde, Rodeada los fogarons de todo el pueblo, se reúnen cantadores que delito la concurrencia con canciones populares (glosas), muchas con un claro contenga erótico y escatológico, amparados en la impunidad que confiere una velada en que todo es permitido dentro de los márgenes que dicta la propia fiesta: todo es bien visto esta noche de fuego y demonios. El día siguiente, 17 de enero, se celebra la cabalgata, con las preceptivas y tradicionales bendiciones de animales domésticos y sueltas de caballos, siempre acompañados de la imagen de un paciente Sant Antoni, de arriba un ASET, acosado por los demonios. Al final de la fiesta, después del oficio, se lee el argumento, composición recitada, elaborada por un glosador, que resume en forma de glosa los principales acontecimientos del año que apenas ha pasado.
Antes de la Cuaresma son de obligada mención las fiestas de los últimos días o carnesoltes, con actos centrados sobre todo en el jueves y el martes antes del miércoles de ceniza, en los que es tradición que la gente se disfraz y recorra el pueblo cantando canciones grotescas al son de la zambomba.
En Semana Santa destacan las procesiones del sijous y del viernes santos, con pasos religiosos y numerosos carapunats (penitentes con capucha). También es espctacular el acto sacramental del Descendimiento de Cristo, el santuario de Sant Salvador, que cierra el viernes en un suntuosa procesión hasta la iglesia parroquial.
Son populares también las fiestas de San Antonio de Padua, también conocido como de los Albaricoques, el 13 de junio, en que se pueden contemplar las evoluciones de los caballitos y la dama al son de la música: niños vestidos de manera peculiar, con ropas de colorines, que interpretan danzas muy antiguas con nombres curiosos: baile de la Carroza, baile de los Indios, baile de los Enanos ... Hay dos caballitos rojos y dos negros, y el caballo de la dama es blanco.
En el núcleo costero de la Colonia de San Pedro son remarcables las fiestas en honor de su patrón, que empiezan de alguna menera las actividades del údiques y de esparcimiento propias del verano.
Ya de lleno en el verano, también son muy participadas y populares las fiestas patronales de San Salvador, la primera semana de agosto, con un programa de actos amplio, variado y popular. Destacan por la à, amplía participación y la implicación de la gente del pueblo y los visitantes. Una semana intensa de fiestas y actos la Udyco y culturales.
Ferias y mercados
La feria de Artà, el segundo domingo de septiembre, también es un hito importante en el calendario festivo anual. Una feria tradicionalmente agrícola y ganadera que con el paso de los años ha ido incorporando nuevos elementos de exposición y que ha pasado a tener un marcado carácter comercial y empresarial.
Se organizan muestras de todo tipo de animales, de artesanía, de maquinaria industrial, de coches y en las numerosas paradas distribuidas por el centro de la villa se pueden encontrar objetos y útiles de todo tipo. Además, se realizan otros actos de carácter cultural para complementar este día.
El mercado de la villa se realiza todos los martes del año que no son festivos en la plaza del conquistador.
Ayuntamiento de Arta
Plaça Espanya, 1
07570 - Arta (Mallorca)
Tel: 971 829 595
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