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Jaca y alrededores Huesca
El Tiempo en España en Jaca
Jaca (Chaca en aragonés) es un municipio de la provincia de Huesca, en la Comunidad Autónoma de Aragón, España.
Está compuesto por los siguientes pueblos:
Abay, Abena, Acín, Ara, Araguás del Solano, Ascara, Asieso, Astún, Atarés, Badaguás, Banaguás, Baraguás, Barós, Bataraguá, Bernués, Bescós de Garcipollera, Binué, Botaya, Caniás, Espuéndolas, Fraginal, Gracionépel, Guasa, Guasillo, Ipás, Jarlata, Larrosa, Lastiesas Altas, Lastiesas Bajas, Martillué, Navasa, Navasilla, Novés, Orante, Osia, Ullé y Villanovilla, denominados Barrios rurales y que acogen a 906 habitantes.
Jaca es la capital de la comarca de La Jacetania. A unos 70 kilómetros de Huesca. Está situada al norte de la provincia, en el Valle del Aragón,en una depresión denominada La Canal de Berdún, a 820 metros de altitud, a la sombra de la Peña Oroel, en el Pirineo central, lo que la convierte en uno de los mejores lugares para practicar los deportes de invierno en España.
Historia de Jaca
Los primeros pobladores de la actual Jaca fueron los iacetanos, que se asentaron en Iacca, a los que siguieron los romanos, que ocuparon la zona en el año 195 d. C. Jaca se convirtió en la primera fortaleza que los romanos conquistaron en Hispania. En esta época, este poblado se convirtió en un asentamiento importante en la calzada romana que atravesaba los Pirineos hacia las galias.
Jaca se convirtió en ciudad a finales del S. XI, a través del rey Sancho Ramírez. Entonces la localidad ya era muy solicitada por su pertenencia a la ruta del camino de Santiago Aragonés. En este S. se levantó en Jaca la primera catedral, que también fue la primera de la península y en este mismo período (1035) la ciudad adquirió la condición de capital del reino de Aragón, aunque perdería el título a finales del mismo siglo, en 1096, tras la conquista de Huesca. Sin embargo, Jaca mantendría su importancia como centro comercial y artesanal de la región e incluso seguía acuñando su propia moneda.
En el S. XVI, Jaca se expande y el monarca Felipe II levanta la ciudadela (recinto fortificado) en el barrio nuevo de Burnao, con el objetivo de proteger Aragón de posibles incursiones de las tropas francesas.
El 12 de diciembre de 1930 tuvo lugar el alzamiento militar republicano contra el monarca Alfonso XIII y de hecho, fue la primera ciudad que se sublevó a favor de la República. Más tarde, en el transcurso de la Guerra Civil Española (1930), la localidad de Jaca quedó muy diezmada aunque se recuperó en las décadas posteriores. En el presente, Jaca se ha convertido en un importante centro turístico que luce con honor su condición de haber sido pionera en muchos momentos de la historia de España: primera capital del reino de Aragón o la primera ciudad que se levantó contra la monarquía en 1930, entre otros episodios históricos.
Lugares de interés de Jaca
La Catedral de San Pedro, de estilo románico. Es uno de los principales atractivos turísticos. Primera catedral románica de España, hito entre los monumentos del Camino de Santiago, tanto su arquitectura, escultura como la pintura de su mueso diocesano son comparables con las mejores obras del arte románico europeo.
La Ciudadela de Jaca. Junto a la catedral, los dos principales atractivos turísticos. Única en España que conserva su planta original.
El Fuerte del Rapitán
La Casa Consistorial notable edificio del siglo XVI.
La Ermita de San Cristóbal
El Monasterio de las Benedictinas, trasladadas allí desde el monasterio de Santa María en Santa Cruz de la Serós, destaca el Sarcófago de Doña Sancha por su escultura.
La Torre del Reloj
El El paseo de las canteras
El Parque Viejo
La iglesia de Santiago.
FUERA DE SU CASCO URBANO.
El Monasterio de San Juan de la Peña extraordinario edifio románico, en el que se fusiona la naturaleza con el arte.
Espacio Natural Protegido de San Juan de la Peña y Monte Oroel.
Iglesia de Santa María de Iguacel.
Conjunto de iglesias románicas de las pedanias dependientes de Jaca.
Climatología de Jaca
El clima de Jaca se denomina como continental de interior con matices de montaña, la temperatura media anual es de 11,4 ºC. Las temperaturas en jaca no son muy elevadas, pudiendo bajar por debajo de los -8 ºC en invierno y sin llegar a pasar de 35 ºC en verano.
Las precipitaciones, que alcanzan los 827,6 mm anuales, son más importantes en el invierno, primavera y otoño, siendo verano la estación más seca. El viento puede llegar a soplar con rachas muy fuertes durante el invierno.
De esta estación hay que destacar las importantes nevadas que pueden empezar en octubre-noviembre y acabar en marzo-abril llegando a alcanzar espesores importantes con una máxima de 80cm (1978).
Fiestas de Jaca
Festival Folclórico de los Pirineos
El Festival Folclórico de los Pirineos se celebra bianualmente, alternado con el municipio francés de Oloron-Sainte-Marie) y donde se escuchan músicas de todo el mundo.
El primer viernes de mayo
Entre otros festejos tradicionales, anualmente se celebra la Fiesta del Primer Viernes de Mayo, que conmemora la batalla que se desarrolló aproximadamente en el año 760, a las afueras de Jaca.
Básicamente es una fiesta que celebra la victoria del Conde Aznar sobre un ejército de musulmanes que pretendía conquistar la ciudad de Jaca.
Una de las más brillantes páginas de los anales de Jaca, es sin duda alguna la que nos recuerda la memorable batalla que tanta solemnidad conmemora esta ciudad el primer viernes de Mayo.
Acerca de la época en la que acaeció tan glorioso hecho de arnas, no están completamente acordes los cronistas; pero la mayor parte se inclinan á creer que tuvo lugar un año después de la conquista de Jaca por el conde D. Aznar, que la tradición y memorias antiguas aun existentes fijan en el de 760.
Conquistada Jaca, los cristianos se hicieron dueños absolutos de las montañas que la rodean, lanzando de ellas á los moros; más no pudieron éstos resignarse á renunciar á un punto tan importante, que antes había servido de base de sus operaciones, resolvieron su reconquista, y juntando numerosas y aguerridas fuerzas que algunos hacen ascender á más de noventa mil hombres, comandadas por cuatro Valíes confederados y procedentes de Navarra, penetraron en Aragón por la ribera del río de este nombre, llamada Canal de Berdún, y se encaminaron á esta ciudad con la confianza más completa de poder arrancarla del dominio del conde D. Aznar. Apercibiéndose este esforzado caudillo de la gran cruzada que á tal objeto se había formado; supo también las formidables masas de guerreros árabes que contra él venían; y aunque comparativamente su ejército era muy reducido é insignificante, no renunció á defender una conquista que tanto le había ennoblecido en tanta estima tenía: sabía que sus montañeses eran valientes y resueltos y confiando en su decisión y arrojo, no dudó ningún momento en luchar resueltamente contra el enemigo tan arrogante y numeroso. Ya las avanzadas de los musulmanes llegaban á las inmediaciones de Jaca, y levantaban sus tiendas al pie de las vertientes de la colina en cuya cima y llanura se halla situada la ciudad;(por este motivo aquel sitio es llamado el campo de las tiendas) sin arredrarse D. Aznar por la numerosa hueste enemiga que le amenazaba, y sin confiar la defensa al abrigo de las murallas, salió fuera de la población á buscar á los enemigos en su propio campo, marchando á la cabeza de sus bravos montañeses, que impulsados por su valor y civismo, no repararon en el número de sus contrarios, y sólo deseaban medir con ellos sus armas, luchando por la santa causa que defendían y prefiriendo antes morir en el combate, que entregar su ciudad conquistada á los que tan ufanos venían a dominarla.
D. Aznar con su gente encontró al ejército musulmán á media legua de la ciudad, en la confluencia de los ríos Aragón y Gas, donde luego se trabó el más empeñado y reñido combate: los moros no podían presentar extensa su línea de batalla, porque la estrechez y angosto del valle que forma el río, no les permitía poner á la vez en combate mucha gente; de manera que ocupando los cristianos montañeses el frente, las vertientes y los desfiladeros del mismo valle, supieron sostener bien, é impedir que estas cercaran la ciudad como tenían proyectado. Acometió el conde con los suyos á los infieles con tanta decisión y arrojo, que penetrando en medio de los escuadrones musulmanes, introdujo en ellos la sorpresa, la confusión y el desorden. La lucha era tenaz y sangrienta: el día avanzaba; la sangre de los combatientes enrojecía las aguas de aquellos ríos y por cada momento se empañaba más y más tan reñido combate; la inquietud y la zozobra afligía a los que habían quedado en Jaca, temerosos por el resultado de tan comprometida jornada; eran los ancianos, los niños y las mujeres éstas consideraban el grande riesgo que corría la vida de sus padres, de sus esposos y de sus hijos; deseosas de prestarles auxilio, y compartir con los mismos las fatigas y los laureles, y resueltas también á morir luchando, en medio de la ansiedad y sobresalto ñeque se hallaban, acordaron instantáneamente armarse de la mejor manera que las fuera posible, y salir al campo de batalla á combatir al lado de los objetos de su cariño.
Encontrábase la lucha en lo más empeñado, cuando en la cima de la cuesta que desde la ciudad desciende al río en el punto mencionado, se presentó aquel escuadrón de amazonas, resueltas y decididas á tomar parte en la encarnizada pelea: su vista animó a los montañeses sus deudos, suponiendo que era un socorro que venía á su auxilio, sin que pudieran pensar que fueran sus propias madres, mujeres hermanas é hijas, ni que con ánimo tan varonil llegaran al sitio en donde cercadas de los mayores peligros, á la vista de horrorosas y sangrientas escenas y ante un enemigo tan poderoso y formidable, sólo una muerte segura podía esperar. Los moros también apercibieron luego con la mayor sorpresa de este inesperado auxilio, y creyéndolo un poderoso refuerzo que procedente de Francia venía en socorro de los cristianos, se alarmaron y se pronunciaron en precipitada retirada; entonces fueron acometidos por los montañeses con mayor brío y arrogancia, pues se animaban más y más á la vista de aquellas heroínas: puestos los enemigos en vergonzosa fuga, unos para salvar sus vidas se arrojaron al río, cuya corriente arrastraba un número considerable de cadáveres; otros perecieron víctimas de los filos de las armas cristianas y los más huyeron despavoridos y desanimados, abandonando el campo de batalla del que quedaron dueños absolutos los soldados del conde D. Aznar, tremolando victorioso el estandarte de Sobrarbe en que ostentaba la cruz roja, el signo de nuestra redención humana, ante el cual prosternados aquellos valientes vencedores y aquellas nobles y resueltas amazonas, en gritos de júbilo y de contento, vitoreaban sin cesar á su esforzado caudillo, y bendecían á su Dios por haberles concedido su poderoso apoyo para alcanzar tan importante victoria, que dejó bien asegurada la posesión de su ciudad querida.
En memoria de este glorioso suceso fue erigida en el siglo X la iglesia que, para el culto y veneración de la Virgen Santísima bajo la invocación de Nuestra Señora de la Victoria, existe en la cima de aquella cuesta, en donde apareció el escuadrón de las valientes jaquesas, que se lanzaron al combate, y cuya sola presencia tanto influyó para la fuga y derrota de los infieles. En los lienzos de las paredes de aquel templo se hallaba trazado, en pinturas muy antiguas, que la ignorancia ha borrado posteriormente, aquel memorable suceso, que también está escrito en una tabla, renovada ya varias veces, y que se halla á la derecha del altar.
Para conmemorar tan importante triunfo, la ciudad de Jaca, representada por su excelentísimo Cabildo Catedral y por su ilustrísima municipalidad, se dirige procesionalmente á la mencionada iglesia; precede á esta comitiva un escuadrón de hombres armados, y uno de los regidores, vistiendo rico traje de color carmesí, en representación del Prior de veinticuatro, que era el cargo más preeminente de la ciudad, lleva un estandarte de seda con un escudo de armas de Jaca, rodeado de la inscripción que en letras de oro dice así: Christus vincit, Christus imperat, Christus regnat, Christus ab ovni malo nos defendat.
Terminada la función religiosa, regresa la comitiva á la ciudad, trayendo colocadas en astas las cabezas de los cuatro Régulos, que según la tradición perecieron en la batalla, dirigiéndose á la puerta de la Casa Consistorial, donde termina la fiesta en medio del regocijo y algazara producida por los disparos de las armas, los acordes de la música, los repiques de las campanas y aclamaciones del pueblo.
Periódico LA MONTAÑA de Jaca de fecha 1 de mayo de 1897 en su número 51.
Juegos Olímpicos de invierno
Entre otros equipamientos para ocio y servicios, está la pista de hielo, una de las más antiguas de España, que ha sido escenario de múltiples eventos deportivos, tanto a nivel nacional como internacional, como las Universiadas. Recientemente se inguró una nueva pista de hielo. También cuenta con el Palacio de Congresos, edificio multifuncional gestionado por el Ayuntamiento de Jaca.
Jaca ha presentado candidatura en cuatro ocasiones (1998, 2002, 2010 y 2014) para intentar ser la sede de los Juegos Olímpicos de invierno.
Sin embargo, ha sido sede en varias ocasiones de la celebración de Campeonatos del Mundo de Patinaje Artístico así como de la mencionada Universiada o el Festival Olímpico de la Juventud.
Ayuntamiento de Jaca
c/ Mayor 24
22700 - Jaca (Huesca)
Tel: 974 355 758
Fax: 974 355 666
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