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LA ALBERCA (SALAMANCA)
La Alberca es un municipio en la provincia de Salamanca, en la Comunidad Autónoma de Castilla y León, España.
Valle de las Batuecas
Mediante DECRETO 92/2000, de 27 de abril, de la Junta de Castilla y León, se declara el Valle de las Batuecas, en La Alberca (Salamanca), Bien de Interés Cultural con categoría de Sitio Histórico.
El valle, aunque dependiente de la provincia de Salamanca, tiene su acceso natural por la alquería hurdana de Las Mestas, donde el río Batuecas se une al río Ladrillar. El convento carmelita del Desierto de las Batuecas dista sólo cinco kilómetros de esta población, mientras que son 12 los kilómetros que lo separan de La Alberca.
Historia de La Alberca
Los primeros vestigios de la historia de La Alberca hay que buscarlos en la prehistoria, cuya huella permanece en las pinturas rupestres de la época del neolítico en numerosos canchales y riscos de los valles que rodean a La Alberca: Lera y Las Batuecas.
En la Edad Media, entre los siglos XII y XIII se produjo la relocalidad por decisión del rey Alfonso IX. Del flujo de gente que llegó a esta tierra, parte hay que destacarda fue la de origen francés a través de D. Raimundo de Borgoña, noble francés casado con doña Urraca, una de las hijas de Alfonso VI. Este origen justificaría la numerosa presencia de topónimos franceses en la Sierra de Francia.
Al final de la Edad Media hay que destacar un hecho de importancia capital para la zona: el hallazgo de la imagen de la Virgen de la Peña de Francia (1434), que convirtió el santuario construido posteriormente en un lugar de peregrinación, al que se unieron los peregrinos del Camino de Santiago que seguían el llamado Camino del Sur por la Calzada de la Plata.
En el S. XVII la Peña de Francia, con su Virgen Negra, es ya citada por Cervantes en El Quijote; el valle de Las Batuecas es para Lope de Vega el escenario en el que se refugian dos enamorados que huyen de la Corte. Desde entonces La Alberca, con la Peña de Francia y Las Batuecas, han sido un escenario convertido en mito, en leyenda.
Esencia mítica que se mantiene actualmente en su arquitectura y su paisaje, en sus gentes y costumbres.
La población ya estaba asentada en La Alberca desde antes de la llegada de los romanos, como demuestra el castro preromano bajo el cual se asienta una parte del pueblo. De la época visigoda hay pocos datos, no obstante se sabe que se reutilizó material de estos momentos para construir la Ermita de Majadas Viejas.
En los dinteles de las puertas suele haber inscripciones religiosas, esto podría indicar que sus pobladores eran conversos y utilizaban este método para reafirmar su fe.
Mediante DECRETO 92/2000, de 27 de abril, de la Junta de Castilla y León, se declara el Valle de las Batuecas, en La Alberca (Salamanca), Bien de Interés Cultural con categoría de Sitio Histórico.
El valle, aunque dependiente de la provincia de Salamanca, tiene su acceso natural por la alquería hurdana de Las Mestas, donde el río Batuecas se une al río Ladrillar. El convento carmelita del Desierto de las Batuecas dista sólo cinco kilómetros de esta población, mientras que son 12 los kilómetros que lo separan de La Alberca.
Historia de La Alberca
Los primeros vestigios de la historia de La Alberca hay que buscarlos en la prehistoria, cuya huella permanece en las pinturas rupestres de la época del neolítico en numerosos canchales y riscos de los valles que rodean a La Alberca: Lera y Las Batuecas.
En la Edad Media, entre los siglos XII y XIII se produjo la relocalidad por decisión del rey Alfonso IX. Del flujo de gente que llegó a esta tierra, parte hay que destacarda fue la de origen francés a través de D. Raimundo de Borgoña, noble francés casado con doña Urraca, una de las hijas de Alfonso VI. Este origen justificaría la numerosa presencia de topónimos franceses en la Sierra de Francia.
Al final de la Edad Media hay que destacar un hecho de importancia capital para la zona: el hallazgo de la imagen de la Virgen de la Peña de Francia (1434), que convirtió el santuario construido posteriormente en un lugar de peregrinación, al que se unieron los peregrinos del Camino de Santiago que seguían el llamado Camino del Sur por la Calzada de la Plata.
En el S. XVII la Peña de Francia, con su Virgen Negra, es ya citada por Cervantes en El Quijote; el valle de Las Batuecas es para Lope de Vega el escenario en el que se refugian dos enamorados que huyen de la Corte. Desde entonces La Alberca, con la Peña de Francia y Las Batuecas, han sido un escenario convertido en mito, en leyenda.
Esencia mítica que se mantiene actualmente en su arquitectura y su paisaje, en sus gentes y costumbres.
La población ya estaba asentada en La Alberca desde antes de la llegada de los romanos, como demuestra el castro preromano bajo el cual se asienta una parte del pueblo. De la época visigoda hay pocos datos, no obstante se sabe que se reutilizó material de estos momentos para construir la Ermita de Majadas Viejas.
En los dinteles de las puertas suele haber inscripciones religiosas, esto podría indicar que sus pobladores eran conversos y utilizaban este método para reafirmar su fe.
En el siglo XIII La Alberca era un villa dependiente de la corona, siendo de los pocos lugares de la Sierra de Francia que no pertenecía al Condado de Miranda. Pero en el siglo XV, Juan II de Castilla hizo que la villa de La Alberca pasará a depender de la Casa de Alba quien años después logró el control de parte de la Sierra de Francia con el favor de Fernando el Católico agrupando estos dominios bajo la jurisdicción de la villa cacereña de Granadilla. No obstante La Alberca logró mantener gran autonomía respecto a Granadilla, llegando a tener sus propias ordenanzas en 1515 y a ser Las Hurdes una dehesa de La Alberca hasta 1835.
Otro hecho importante de la historia de La Alberca, según cuenta la tradición en 1465 las mujeres albercanas vencieron a las tropas portuguesas del Prior de Ocrato, en esta victoria se arrebató a los portugueses el pendón, que aún hoy se conserva en el pueblo, esta victoria se festeja el segundo día de la pascua de resurrección.
En el pasado, en un paraje conocido como Vegamosquín, hubo un convento de monjas, del cual el único vestigio es un topónimo de un pequeño arroyo conocido como "regato las monjas".
En 1940 el pueblo se convirtió en Monumento Histórico Nacional, facilitando la conservación del casco urbano.
Artesanía:
Diversos productos y objetos, producidos artesanalmente, pueden encontrarse en La Alberca. Los días festivos son el momento adecuado para admirar los preciosos trajes típicos de hombres y mujeres y los raros bordados serranos con que engalanan las calles.
Acompañando la vestimenta tradicional, la orfebrería de la zona ha creado interesantes joyas y otras alhajas de oro, plata y coral, que se usan como amuletos desde hace generaciones, para la fertilidad, el cuidado de los hijos, contra el mal de ojo.....
Por otro lado destaca el bordado serrano, con imágenes de ramos florales o de animales mitológicos, peces y aves, junto con otros motivos religiosos, que los diferencian de los realizados en otras comarcas. Estas figuras de los bordados tradicionales también se utilizan para decorar platos pintados.
Entre los trajes tradicionales femeninos no se puede dejar de admirar el traje de vistas, cuyo aspecto mas llamativo es el conjunto de collares y brazaleras que cubren todo el frente de la mujer, desde el cuello hasta casi las rodillas. Este conjunto de alhajas, está compuesto principalmente por coral y plata, con la que se entremezclan relicarios, medallas caladas y crucifijos.
Son las brazaleras un conjunto de cadenas de plata que cuelgan de ambos hombros y en cuyos extremos aparecen amuletos y relicarios, además de medallas y crucifijos: la Santa Faz, cruces de Caravaca, Santiago Matamoros con el águila bicéfala, la trucha articulada, el corazón de novia, el creciente lunar o media luna, la pezuña de la gran bestia, la higa de coral o de azabache, la castaña india, cajitas de plata con los evangelios, campanillas, sonajeros, manojos de coral, etc.
Por otro lado, el traje masculino es sobrio y severo. Se compone de sombrero, chaleco, chaqueta, camisón, faja, calzón, bombacho y la bota alta. En la cabeza, bajo el sombrero o sin él, suele ponerse un pañuelo de seda.
Tradiciones:
Siguen vivas muchas costumbres tradicionales en La Alberca, aunque no se descubran a primera vista, ni en un viaje rápido, están arraigadas en lo más profundo del sentir de su gente, perpetuadas a lo largo de los siglos, es herencia de nuestros antepasados; Desde el mismo momento que sus pies pisan las piedras de La Alberca. al viajero de ojos curiosos se le muestran en toda su esencia, transportándolo a través del tiempo a lugares y épocas de leyenda, en otros sitios olvidados.
Todo se puede resumir en una sola palabra "Medieval".
Gastronomía de La Alberca
En el terreno Gastronómico, La Alberca cuenta con sobrados productos naturales que junto con los del campo charro hacen de la comida tradicional y popular, una de las más ricas, sabrosas y variadas de la península.
Las carnes uno de sus platos fuertes , con numerosas especies ganaderas, vacuno, caprino, ovino y porcino."Cabrito cuchifrito" y asado tipicamente serrano que hacen las delicias de quien lo degusta. Dentro de las carnes tiene un lugar destacado, los embutidos, jamón de cerdo Ibérico, chorizo, salchichón, lomo, cabeza de lomo, curados al humo y aire serrano.
Así mismo son muy apreciados los hornazos, empanada a base de embutidos. El limón serrano hecho con limón, naranja, huevo duro y chorizo.
Sus vinos, cosechas de la comarca y los dulces de extraordinaria calidad realizados con productos naturales, turrones, obleas, perrunillas, miel y polen.
Fiestas de La Alberca
Durante el 15 de agosto, se celebra en La Alberca el Ofertorio, fiesta en honor a la Virgen de la Asunción, llena de esplendor barroco y donde se podrán ver los coloridos trajes regionales y el folclore típico. El día siguiente se representa la loa, una comedia popular que mezcla elementos religiosos y profanos. Estas fiestas están declaradas de ínteres turístico nacional.
El 8 de septiembre se celebra la romería a la Peña de Francia y el sábado anterior a pentecostés se celebra la romería a Majadas Viejas.
En La Alberca se tiene la tradición de tener un cerdo suelto por las calles del pueblo que es alimentado por los vecinos. El cerdo, llamado "marrano de San Antón", es bendecido el 13 de julio y liberado por las calles del pueblo. El 17 de enero, día de San Antonio Abad (San Antón), el cerdo es rifado ante las puertas de la iglesia.
Los beneficios van destinados a la cofradía de San Antón.
En noviembre se ha retomado la Calbochada, esta consiste es asar castañas en la plaza del pueblo mientras se muestra el folclore de la zona.
El 2 de febrero se celebra la festividad de Las Candelas con una procesión con la Virgen de la Asunción.
Ayuntamiento de La Alberca
Plaza Mayor nº3
37624 - La Alberca
Tel: 923 41 50 36
Fax: 923 41 50 35
Web: http://www.laalberca.com
E-mail: info@laalberca.co
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