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Lorca es un municipio situado en el sureste de España, en la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia. Cuenta con 89.606 habitantes (INE 2007).
Aunque su casco urbano cuenta actualmente con una población de 51.000 habitantes, si incluimos el resto del término municipal su población asciende a 89.606 habitantes (INE 2007). Lorca es el segundo municipio más extenso de España (1.676 km²), después de Cáceres.
Historia de Lorca
La ubicación geográfica de Lorca, en las estribaciones de la sierra del Caño, le ha hecho ser un lugar codiciado para asentamientos humanos desde antiguo, ya que constituía un enclave estratégico en el corredor natural entre Levante y Andalucía.
Hallazgos fortuitos en el pasado y excavaciones sistemáticas llevadas a cabo en años pasados, han puesto al descubierto una intensa ocupación del subsuelo de la actual Lorca, y de buena parte de su término municipal, que abarca desde el Paleolítico Medio hasta los años finales de la Lorca musulmana.
Economia de Lorca
Después de que, durante siglos, la propiedad de la tierra y el control del agua estuviera en manos de unos pocos terratenientes y de diversas órdenes religiosas, Lorca inició una tímida recuperación económica en los años 1960.
Aún hoy, su economía se basa en su mayor parte en la agricultura, frutas y hortalizas (alcachofa, pimiento, brécol y lechuga) y la ganadería porcina, aunque el sector servicios y distribución sirve a otras localidades de la comarca de Lorca. En los últimos años, Lorca ha experimentado un aumento de población, a causa de la inmigración de campesinos procedentes de Ecuador y Marruecos. También queda alguna reminiscencia de la industria del curtido, textil y alfarería, que mantuvo la economía lorquina durante buena parte del siglo XX. Además está ubicada una de la grandes cementeras de la zona. Hay también alguna cantera de mármol en la sierra de su término municipal cerca del pantano de Valdeinfierno.
Gastronomia de Lorca
La Cocina típica lorquina, pese a su sencillez, no está exenta de apetecibles sabores. Cocina abundante en hortalizas, legumbres, cereales y carnes, en especial procedente de la caza, la ovina y la porcina.
De reseñar dentro del tipismo culinario del lugar las migas con tropezones, como uno de los platos principales, la olla fresca, arroz y judías con productos del cerdo, la paella huertana con pavo, el guiso de pavo con pelotas (albóndigas), la olla gitana.
Mezcla de legumbres y hortalizas con calabaza totanera, trigo guisado con pelotas, aletría y gurullos, el gazpacho, el arroz con caracoles, caracoles con conejo y trigo, caracoles con tomate y los productos típicos de la matanza como los chorizos, asaduras y otros productos derivados del cerdo.
En cuanto a dulces, destacar los alfajores, yemas cordiales, la tortada, las picardías, los crespillos o los populares "chochos". Dulces navideños son las tortas de pascua, cordiales de almendra y los mantecados. En Semana Santa son típicas las "torrijas".
Tel: 968 479 700
Ejemplos de estos asentamientos son el poblado argárico de El Rincón de Almendricos, la romana de La Quintilla, con mosaicos y pintura mural, o la propia planicie del Castillo en la Sierra del Caño, uno de los depósitos arqueológicos más interesantes de la Región de Murcia. El Museo Arqueológico Municipal brinda en la actualidad la posibilidad de conocer el pasado prehistórico y protohistórico de Lorca en unas salas de cuidada exposición.
Quizás el momento más brillante de todo este período fuera el del mundo romano, cuando aparecen las primeras citas documentales que hacen referencia a Lorca en la antigüedad. La localización de Eliocroca se ha venido identificando con el emplazamiento actual de la ciudad a través de las referencias que de este topónimo hacen el Itinerario de Antonino, que sitúa esta 'mansio' (estación militar) entre Carthago Nova y Ad Morum, y las actas del Concilio de Elvira (300-302 d. C. ), en donde representó a Eliocroca el obispo Suceso.
La dispersión de cerámicas tardorromanas (siglos IV al VI d. C. ) por la totalidad del espacio del Castillo, así como recientes hallazgos en llano cercanos al río, permiten confirmar la existencia de un importante núcleo poblacional de época tardía en Lorca. que a partir del s. III d.C. acogería a las gentes llegadas del medio rural en busca de protección en unos momentos de crisis.
Pero los más abundantes asentamientos romanos estaban dedicados a la explotación agrícola de la vega del Guadalentín. Los antiguos enclaves ibéricos no se abandonaron, tal y como se está comprobando en las excavaciones, potenciándose la creación de núcleos agrícolas distribuidos por toda la comarca, en áreas con importantes recursos naturales y próximas a las vías principales de comunicación.
Las excavaciones de La Quintilla han permitido documentar una de esas importantes 'villae', que cuenta con ornamentación en la parte residencial a base de mosaicos, pinturas y esculturas, siguiendo las modas importadas de la península itálica, y con una amplia zona de servicios.
Se conoce bien poco del comienzo de la Edad Media, pero es presumible que Lorca, bajo el dominio visigótico, experimentara la decadencia urbana y social que supuso el final del reino de Toledo.
El año 713 Abd-al-Aziz firmaría con Teodomiro un tratado por el cual Lorca pasó a formar parte de un territorio autónomo denominado 'Cora de Tudmir' y al parecer con la consideración de capital. Esta misma situación económico-administrativa se mantendría no muchos años más allá de la muerte de Teodomiro y era ya un recuerdo lejano cuando con Abd-al-Rahman II se reorganiza el estado musulmán.
Este es el momento en que se fundó la ciudad de Murcia (año 825) que pasaría a ser una demarcación dependiente del Califato de Córdoba. A la muerte de Almanzor en 1002, el califato se desintegró apareciendo los reinos de taifas. Lorca, que en algún momento llegó a ser una de estas demarcaciones, quedó integrada en el reino de Ibn Hud quien, con base en Ricote, intentó mantener la unidad territorial.
Durante la dominación árabe Lorca puede definirse como un 'iqlin', esto es, una unidad administrativa con un reducido territorio, una capital y pequeños núcleos de localidad o alquerías alrededor, de entre los que cabe citar a Felix y Tara. Estaba compuesta por un que disponía de una pequeña guarnición a las órdenes de un jefe militar (el caid).
La madina se extendía a los pies del castillo, reforzándose su defensa con murallas y puertas. El centro principal lo constituía la mezquita, en torno a la cual se ubicaban los zocos, alhóndiga y alcaicería. Se sitúa tradicionalmente en la zona de Santa María.
La madina se extendía a los pies del castillo, reforzándose su defensa con murallas y puertas. El centro principal lo constituía la mezquita, en torno a la cual se ubicaban los zocos, alhóndiga y alcaicería. Se sitúa tradicionalmente en la zona de Santa María.
El arrabal, al pie de la ciudad, estaba protegido también con murallas y en él se ubicaban los artesanos y zocos especializados como el de los perfumes, tejidos, etc. Disponía la ciudad de un cementerio, en la zona que hoy ocupa la parroquia de Santiago, y de una 'musara' o lugar de ejercicios ecuestres y pedestres de carácter militar. La salida al mar se hacía por el puerto de Aguilas y la huerta, al parecer perfectamente estructurada, disponía de un sistema de riego. La economía se sustentaba en la ganadería de ovino y cabrío, una agricultura especialmente de cereales y el comercio de tierras para tinte.
Con la firma del Pacto de Alcaraz por Fernando III en 1243, toda Murcia entró en un régimen de protectorado castellano al que no se unieron Lorca, Mula y Cartagena. La caída por asedio de estas dos últimas ciudades hizo que al año siguiente, el 28 de junio, Lorca se acogiera al pacto capitulando pacíficamente. La inseguridad bélica y el hecho de que los musulmanes detentaran en su poder la tierra y ocuparan los campos, retrajo el poblamiento castellano del término y la ciudad. Para favorecer la castellanización de la villa, Alfonso X concede diversos privilegios a sus moradores, les dona los de Puentes y Felix y organiza el Concejo fronterizo.
Tres intentos repobladores se suceden en el S. XIII cuando se efectúan los repartimientos de tierras de 1257, 1270 y 1272. Todos ellos fracasarían, al igual que el de 1336, principalmente por la inseguridad de la zona. Aunque se había establecido una línea fronteriza con Granada, ésta no era estable y estaba sometida al impulso militar, económico y político de ambos lados. La línea fronteriza en tiempo de paz la constituían una serie de fortalezas reconocidas en los tratados de suspensión de hostilidades. Esa paz oficial era rota sin embargo constantemente por cabalgadas y golpes de mano que hacían aparecer una tierra de nadie, la frontera, propicia para aventureros y contrabandistas. El sistema defensivo se componía de unos pocos núcleos importantes donde se encontraba el grueso de la guarnición y una serie de fortalezas menores (torres, cortijos fortificados y atalayas) que además de ser puntos de partida para las incursiones cumplían las misiones de vigía, contención, dominio de territorios, seguridad de la localidad y atajo de retiradas.
El período comprendido entre la reconquista de la ciudad y la toma de Granada en 1492 está subordinado casi totalmente a las bélicas de Lorca como ciudad de frontera. Los primeros problemas ya surgieron con la sublevación de los mudéjares en 1264. La resistencia de la guarnición de la fortaleza hizo que, tras haber aplacado la rebelión Jaime I y expulsado a los mudéjares (1265/66), Lorca recibiera nuevos privilegios de los reyes. En 1271 Alfonso X otorgaba a Lorca el Fuero de Córdoba por el que se regiría el Concejo en adelante.
La ausencia de documentación impide trazar las características principales del S. XIV lorquino. Se puede deducir, no obstante, que los fracasos repobladores, la peste de mediados de S. y las malas cosechas generalizadas, junto con la inquietud bélica, crearon grandes desiertos humanos. La única actividad política conocida es la participación de Lorca en la guerra civil murciana entre Manueles y Fajardos. Durante este S. siguió configurándose el término municipal adquiriendo ya grandes dimensiones.
En los primeros años del S. XV la paz siempre relativa de la frontera se rompe produciéndose encuentros armados que terminarían con un tímido adentramiento de Castilla en los límites del Reino de Granada. En la década 1430-39 se produce la ofensiva generalizada, conquistándose entonces Xiquena, los Vélez y buena parte del valle del Almanzora. En 1442 Juan II concedía a Lorca el título -Noble Ciudad- como reconocimiento a haberse mantenido firme frente a la constante presión del reino nazarita sobre la frontera.
La parte central del S. XV está fuertemente marcada por la pugna política entre la familia Fajardo. La importante victoria de los Alporchones, que supuso cerrar definitivamente las incursiones de los musulmanes, dio todavía mayor esplendor a la alcaidía del castillo que durante estos años tuvo Alonso Fajardo "el bravo". Llegó con sus soldados hasta Mojácar, a la que tomó y saqueó. Finalmente perdió el favor real y fue derrotado y sometido por el adelantado Pedro Fajardo.
La actividad fronteriza se concretó definitivamente en el último tercio del S. XV. Las campañas granadinas se emprenden en 1481 y a Lorca se le asigna el papel de hostigamiento constante de la frontera para multiplicar los frentes y debilitar las guarniciones.
Con la firma del Pacto de Alcaraz por Fernando III en 1243, toda Murcia entró en un régimen de protectorado castellano al que no se unieron Lorca, Mula y Cartagena. La caída por asedio de estas dos últimas ciudades hizo que al año siguiente, el 28 de junio, Lorca se acogiera al pacto capitulando pacíficamente. La inseguridad bélica y el hecho de que los musulmanes detentaran en su poder la tierra y ocuparan los campos, retrajo el poblamiento castellano del término y la ciudad. Para favorecer la castellanización de la villa, Alfonso X concede diversos privilegios a sus moradores, les dona los de Puentes y Felix y organiza el Concejo fronterizo.
Tres intentos repobladores se suceden en el S. XIII cuando se efectúan los repartimientos de tierras de 1257, 1270 y 1272. Todos ellos fracasarían, al igual que el de 1336, principalmente por la inseguridad de la zona. Aunque se había establecido una línea fronteriza con Granada, ésta no era estable y estaba sometida al impulso militar, económico y político de ambos lados. La línea fronteriza en tiempo de paz la constituían una serie de fortalezas reconocidas en los tratados de suspensión de hostilidades. Esa paz oficial era rota sin embargo constantemente por cabalgadas y golpes de mano que hacían aparecer una tierra de nadie, la frontera, propicia para aventureros y contrabandistas. El sistema defensivo se componía de unos pocos núcleos importantes donde se encontraba el grueso de la guarnición y una serie de fortalezas menores (torres, cortijos fortificados y atalayas) que además de ser puntos de partida para las incursiones cumplían las misiones de vigía, contención, dominio de territorios, seguridad de la localidad y atajo de retiradas.
El período comprendido entre la reconquista de la ciudad y la toma de Granada en 1492 está subordinado casi totalmente a las bélicas de Lorca como ciudad de frontera. Los primeros problemas ya surgieron con la sublevación de los mudéjares en 1264. La resistencia de la guarnición de la fortaleza hizo que, tras haber aplacado la rebelión Jaime I y expulsado a los mudéjares (1265/66), Lorca recibiera nuevos privilegios de los reyes. En 1271 Alfonso X otorgaba a Lorca el Fuero de Córdoba por el que se regiría el Concejo en adelante.
La ausencia de documentación impide trazar las características principales del S. XIV lorquino. Se puede deducir, no obstante, que los fracasos repobladores, la peste de mediados de S. y las malas cosechas generalizadas, junto con la inquietud bélica, crearon grandes desiertos humanos. La única actividad política conocida es la participación de Lorca en la guerra civil murciana entre Manueles y Fajardos. Durante este S. siguió configurándose el término municipal adquiriendo ya grandes dimensiones.
En los primeros años del S. XV la paz siempre relativa de la frontera se rompe produciéndose encuentros armados que terminarían con un tímido adentramiento de Castilla en los límites del Reino de Granada. En la década 1430-39 se produce la ofensiva generalizada, conquistándose entonces Xiquena, los Vélez y buena parte del valle del Almanzora. En 1442 Juan II concedía a Lorca el título -Noble Ciudad- como reconocimiento a haberse mantenido firme frente a la constante presión del reino nazarita sobre la frontera.
La parte central del S. XV está fuertemente marcada por la pugna política entre la familia Fajardo. La importante victoria de los Alporchones, que supuso cerrar definitivamente las incursiones de los musulmanes, dio todavía mayor esplendor a la alcaidía del castillo que durante estos años tuvo Alonso Fajardo "el bravo". Llegó con sus soldados hasta Mojácar, a la que tomó y saqueó. Finalmente perdió el favor real y fue derrotado y sometido por el adelantado Pedro Fajardo.
La actividad fronteriza se concretó definitivamente en el último tercio del S. XV. Las campañas granadinas se emprenden en 1481 y a Lorca se le asigna el papel de hostigamiento constante de la frontera para multiplicar los frentes y debilitar las guarniciones.
En 1488 se conquistan Huércal y Overa, que serán entregadas a Lorca, y toda la Cora de Pechina, lo que es en la actualidad Almería. Los avances reconquistadores permiten una cierta estabilidad en Lorca en la que en 1490 se emprenden reformas concejiles por el corregidor Juan Cabrero. El año 1492, con la caída de Granada, marca el final del período fronterizo.
Economia de Lorca
Después de que, durante siglos, la propiedad de la tierra y el control del agua estuviera en manos de unos pocos terratenientes y de diversas órdenes religiosas, Lorca inició una tímida recuperación económica en los años 1960.
Aún hoy, su economía se basa en su mayor parte en la agricultura, frutas y hortalizas (alcachofa, pimiento, brécol y lechuga) y la ganadería porcina, aunque el sector servicios y distribución sirve a otras localidades de la comarca de Lorca. En los últimos años, Lorca ha experimentado un aumento de población, a causa de la inmigración de campesinos procedentes de Ecuador y Marruecos. También queda alguna reminiscencia de la industria del curtido, textil y alfarería, que mantuvo la economía lorquina durante buena parte del siglo XX. Además está ubicada una de la grandes cementeras de la zona. Hay también alguna cantera de mármol en la sierra de su término municipal cerca del pantano de Valdeinfierno.
Gastronomia de Lorca
La Cocina típica lorquina, pese a su sencillez, no está exenta de apetecibles sabores. Cocina abundante en hortalizas, legumbres, cereales y carnes, en especial procedente de la caza, la ovina y la porcina.
De reseñar dentro del tipismo culinario del lugar las migas con tropezones, como uno de los platos principales, la olla fresca, arroz y judías con productos del cerdo, la paella huertana con pavo, el guiso de pavo con pelotas (albóndigas), la olla gitana.
Mezcla de legumbres y hortalizas con calabaza totanera, trigo guisado con pelotas, aletría y gurullos, el gazpacho, el arroz con caracoles, caracoles con conejo y trigo, caracoles con tomate y los productos típicos de la matanza como los chorizos, asaduras y otros productos derivados del cerdo.
En cuanto a dulces, destacar los alfajores, yemas cordiales, la tortada, las picardías, los crespillos o los populares "chochos". Dulces navideños son las tortas de pascua, cordiales de almendra y los mantecados. En Semana Santa son típicas las "torrijas".
Fiestas de Lorca
La Feria de septiembre, es el gran acontecimiento anual de esparcimiento lorquino. Se celebra todos los años alrededor del tercer fin de semana de septiembre, y durante diez intensas jornadas, cumple un brillante y aglutinante programa en el que se mezclan actos como conciertos, teatro, animación callejera, atracciones feriales, actividades infantiles, y de la tercera edad, exposiciones y, sobre todo, oferta para la participación de todos.
Unos días antes, el ocho de septiembre, Lorca celebra la llamada “feria chica”, en el Barrio de la Virgen de las Huertas, Patrona de la Ciudad. Constituye un acontecimiento anual de devoción y fiesta, cerca del santuario que lleva el nombre de su titular.
Mención también merece el programa de Fiestas de Navidad, dentro del que destaca la celebración del Encuentro de Cuadrillas, y la tradicional Cabalgata de Reyes. Como las actividades de Carnaval, en el que se da una multitudinaria participación de comparsas y grupos de carnaval de distintas entidades de Lorca.
Por San Clemente, Patrón de Lorca, en torno al 23 de noviembre, festividad del santo, la Federación Festivo Cultural ue lleva su nombre, organiza un programa de actos entre los que destaca el Mercado Medieval, y el Gran Desfile de Judíos, Moros y Cristianos.
CARNAVAL 2008
FIESTAS DE NAVIDAD
FIESTAS DE SAN CLEMENTE. MOROS Y CRISTIANOS
FIESTAS DE LA PATRONA
FERIA DE LORCA
SEMANA SANTA
La Feria de septiembre, es el gran acontecimiento anual de esparcimiento lorquino. Se celebra todos los años alrededor del tercer fin de semana de septiembre, y durante diez intensas jornadas, cumple un brillante y aglutinante programa en el que se mezclan actos como conciertos, teatro, animación callejera, atracciones feriales, actividades infantiles, y de la tercera edad, exposiciones y, sobre todo, oferta para la participación de todos.
Unos días antes, el ocho de septiembre, Lorca celebra la llamada “feria chica”, en el Barrio de la Virgen de las Huertas, Patrona de la Ciudad. Constituye un acontecimiento anual de devoción y fiesta, cerca del santuario que lleva el nombre de su titular.
Mención también merece el programa de Fiestas de Navidad, dentro del que destaca la celebración del Encuentro de Cuadrillas, y la tradicional Cabalgata de Reyes. Como las actividades de Carnaval, en el que se da una multitudinaria participación de comparsas y grupos de carnaval de distintas entidades de Lorca.
Por San Clemente, Patrón de Lorca, en torno al 23 de noviembre, festividad del santo, la Federación Festivo Cultural ue lleva su nombre, organiza un programa de actos entre los que destaca el Mercado Medieval, y el Gran Desfile de Judíos, Moros y Cristianos.
CARNAVAL 2008
FIESTAS DE NAVIDAD
FIESTAS DE SAN CLEMENTE. MOROS Y CRISTIANOS
FIESTAS DE LA PATRONA
FERIA DE LORCA
SEMANA SANTA
Plaza de la Cuesta, 1
30800 - Lorca
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