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Semana Santa Osuna 2008
Osuna es una localidad de la provincia de Sevilla, en la comunidad autónoma de Andalucía, España.
En el año 2008 contaba con 17.813 habitantes. Su extensión superficial es de 592 km² y tiene una densidad de 30,16 hab/km².
Sus coordenadas geográficas son 37º 14' N, 5º 06' O. Se encuentra situada a una altitud de 282 metros y a 86 kilómetros de la capital de provincia, Sevilla.
Su término municipal consta de 59.142 hectáreas, repartidas en Campiña, tierras llanas y arcillosas, que se emplean para el cultivo de secano. Presenta una orografía más montañosa en la Sierra Sur (Penibética), espacio que se emplea para el cultivo del olivar.
Su clima viene caracterizado por inviernos fríos con heladas y veranos calurosos, con máximas que pueden alcanzar los 35ºC, aunque las mínimas son frescas, con temperaturas que pueden llegar a alcanzar los 9ºC. En invierno, las temperaturas son frías, con máximas entorno a 10ºC y mínimas que pueden llegar a -5ºC, presentando más de 40 días de heladas anuales con nevadas esporádicas. La primavera es suave, aunque con mínimas frías que pueden llegar a la helada. Aún en el mes de Mayo son habituales los 4 ó 5ºC, con grandes oscilaciones térmicas entre el día y la noche.
La temperatura mínima absoluta registrada por la Estación Agroclimática de la Junta de Andalucía en el periodo 2000-2009 es de -11ºC, el 28 de Enero de 2005, siendo una de las más frías jamás registradas en Andalucía. Durante ese mes, se produjeron 30 días de heladas consecutivas, en los que las máximas en varias ocasiones no llegaban a superar los 5ºC.
El Término municipal está atravesado por dos arroyos, el Salado y el Peinado, y al sureste está limitado por el Rio Blanco.
Historia de Osuna
Desde el s. IX- VIII a. C. se evidencian en Osuna restos de una importante civilización. Habitada por tartesios, en estrecha relación con colonizadores fenicios se va desarrollando un núcleo de localidad que dará lugar a la Urso Tartésica.
De esta etapa pertenecen los famosos relieves de Osuna, como el Toro de Osuna, el flautista,. . . Pero su entrada en la historia la hace con la llegada de los romanos: Publio y Cneo Escipion que establecen en Osuna su campamento de invierno, corre el año 211 a. C. Se cita el paso de las legiones romanas por Osuna en la guerra contra Viriato (Apiano) y el cierto protagonismo que llega a alcanzar al ser la última ciudad que defendió la causa pompeyana en la guerra entre César y los hijos de Pompeyo tras la caída de la cercana Munda.
Con César acuñó la ciudad moneda: el Ursón, y por él le fue dada la ley colonial que, en tablas de bronce, puede verse hoy en el Museo Arqueológico Nacional.
Posteriormente, pasa por los avatares clásicos de la conquista árabe y la conquista castellana por Fernando III el Santo. Alfonso X el Sabio la cede como encomienda a la Orden de Calatrava. Más tarde, en 1464, Pedro Girón, maestre de la citada Orden, se hace con Osuna mediante permuta, dando a cambio Fuenteovejuna y Bélmez, consiguiendo para los Duques de Ureña un vasto señorío territorial en Andalucía del que Osuna será su capital y cabeza administrativa y cultural. En 1562, el V Conde de Ureña recibe el título de I Duque de Osuna.
El mecenazgo de la casa ducal llevó a la ciudad a sus máximas cotas, convirtiéndose Osuna en la capital de los Tellez Girón en Andalucía, quienes fueron los responsables de la configuración actual, donde se mezclan conventos e iglesias con magníficas casas señoriales y solariegas dominando todo por el promontorio donde se asientan la Colegiata, la Universidad y los restos de la fortaleza ducal merecedora en 1967 de ser declarada conjunto histórico- artístico.
Lugares de Interes de Osuna
Colegio-Universidad de la Purísima Concepción
La antigua Universidad de Osuna es un edificio de planta rectangular organizado en torno a un patio de planta cuadrada. Su esquema arquitectónico se caracteriza por la sencillez y severidad de sus líneas rectas, al que su singular perfil, flanqueado por cuatro torres en los ángulos, rematadas por chapiteles recubiertos de cerámica vidriada, lo hacen uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad.
Actualmente, la mayor parte de las dependencias originarias han sido adaptadas y transformadas en aulas modernas carentes de cualquier interés artístico y arquitectónico. Sólo conserva su estructura original el costado suroriental del inmueble, donde se ubican la entrada principal inmediata a la puerta de acceso, la capilla, la sala de la Girona, el patio central, la escalera que comunica con la planta superior y la antigua biblioteca.
A su interior se accede, desde la portada principal, a un recinto o vestíbulo de planta rectangular cubierto con alfarje de dos órdenes de vigas sobre ménsulas, decorado con labores de taracea. Esta estancia comunica, por su costado derecho con la capilla, al frente con el patio central y a la izquierda con la sala de la Girona.
Capilla
La capilla tiene planta rectangular cubierta con alfarje de dos órdenes de vigas, tallado y decorado con motivos platerescos. Inmediato a la entrada se encuentra el sotocoro, realizado con alfarje de un solo orden de vigas en cuyo centro muestra decoración de motivos platerescos que alterna con lacería y piñas, y sobre éste se levanta la tribuna del coro alto, compuesto de antepecho de balaustres de madera.
El presbiterio se encuentra a nivel más alto que el resto de la capilla y en su cabecera se ubica un retablo neoclásico que alberga pinturas de un antiguo retablo renacentista. Está separado de la nave por un vano escarzano cubierto con reja de hierro forjado realizada en el siglo XVI, compuesta de dos bandas horizontales que dividen los dos cuerpos que la componen, en las que aparece una decoración renacentista de roleos dorados al fuego, y que se configuran a modo de entablamento.
Entre las dos bandas se establecen barrotes verticales torneados, que en la zona central del cuerpo inferior se abren para dar acceso a la capilla. Remata la reja una crestería compuesta de semicírculos realizados con barrotes torneados, terminados en puntas y coronados con motivos heráldicos.
El púlpito, realizado en madera, se ubica en el muro izquierdo de la capilla. Se compone de escalera de acceso con antepecho de balaustres, un cuerpo rectangular sujeto al muro a modo de balcón, y un vano de medio punto empotrado en el muro, bajo un frontón triangular rematado con una cruz.
Sala Girona
La sala de la Girona es de planta ligeramente rectangular, cubierta con alfarje de dos órdenes de vigas sobre canes. La zona alta de su paramento está cubierta con pinturas murales realizadas en la segunda mitad del siglo XVI. En el testero frontal aparece representada la Virgen María entronizada con el niño Jesús en su regazo, en ambos lados se encuentran grupos de ángeles que le obsequian con presentes o sostienen símbolos relacionados con la iconología de la Virgen. La composición se enmarca escénicamente entre cortinajes recogidos por ángeles dejando ver un fondo de arquitectura.
En el muro derecho se representa a los cuatro padres de la iglesia sentados sobre diferentes cátedras y rodeados de libros esparcidos por el suelo. De izquierda a derecha aparecen, San Jerónimo, San Gregorio, San Ambrosio y San Agustín, vestidos conforme a la iconografía tradicional de estos santos y sosteniendo los báculos y las maquetas de la iglesia en una mano mientras en la otra muestran la pluma como símbolo de las escrituras. La composición se completa con fondos de arquitectura y en la parte inferior con los nombres de cada uno escritos en caracteres clásicos sobre filacterias.
En el testero frontal al anteriormente descrito, se representa a los cuatro evangelistas sentados sobre un banco de mármol. Muestra de izquierda a derecha a San Marcos, San Lucas, San Juan y San Mateo, cada uno de ellos con su símbolo.
El púlpito, realizado en madera, se ubica en el muro izquierdo de la capilla. Se compone de escalera de acceso con antepecho de balaustres, un cuerpo rectangular sujeto al muro a modo de balcón, y un vano de medio punto empotrado en el muro, bajo un frontón triangular rematado con una cruz.
Sala Girona
La sala de la Girona es de planta ligeramente rectangular, cubierta con alfarje de dos órdenes de vigas sobre canes. La zona alta de su paramento está cubierta con pinturas murales realizadas en la segunda mitad del siglo XVI. En el testero frontal aparece representada la Virgen María entronizada con el niño Jesús en su regazo, en ambos lados se encuentran grupos de ángeles que le obsequian con presentes o sostienen símbolos relacionados con la iconología de la Virgen. La composición se enmarca escénicamente entre cortinajes recogidos por ángeles dejando ver un fondo de arquitectura.
En el muro derecho se representa a los cuatro padres de la iglesia sentados sobre diferentes cátedras y rodeados de libros esparcidos por el suelo. De izquierda a derecha aparecen, San Jerónimo, San Gregorio, San Ambrosio y San Agustín, vestidos conforme a la iconografía tradicional de estos santos y sosteniendo los báculos y las maquetas de la iglesia en una mano mientras en la otra muestran la pluma como símbolo de las escrituras. La composición se completa con fondos de arquitectura y en la parte inferior con los nombres de cada uno escritos en caracteres clásicos sobre filacterias.
En el testero frontal al anteriormente descrito, se representa a los cuatro evangelistas sentados sobre un banco de mármol. Muestra de izquierda a derecha a San Marcos, San Lucas, San Juan y San Mateo, cada uno de ellos con su símbolo.
La última de las pinturas se encuentra sobre la puerta de entrada. Presenta una escena de carácter cortesano en la que en un paisaje imaginario aparece una construcción palaciega rodeada de grandes árboles y un río. En este medio se desarrolla una escena campestre en la que la caza es protagonista. Muestra jinetes al galope, pastores y perros al cuidado de un rebaño. El análisis de las formas y las vestiduras de los personajes indican que la fecha de ejecución de esta obra se encuentra en torno a los años primeros del siglo XVIII.
Patio central
El patio central tiene planta cuadrada con alzado de dos pisos, ambos porticados en sus cuatro frentes. La planta inferior presenta columnas de mármol de orden toscano, que soportan vanos de medio punto doblados y simétricos. Sobre las columnas se ubican pequeñas pilastras que al conectar con el entablamento conforman un alfiz. Las galerías superiores se componen de columnas sobre basamento alto, que sostienen vanos de medio punto, doblados y cubiertos con antepecho de hierro. En el centro del patio se ubica un pozo con brocal de piedra labrada.
El cuerpo de escalera parte desde el costado suroccidental del patio. Consta de un espacio de planta rectangular en el que se desarrolla la escalera en tres tramos. Está cubierto con bóveda de cañón cuyo paramento muestra decoración de casetones octogonales.
La sala, antigua biblioteca, actualmente dedicada a salón de actos, está situada sobre la capilla y entrada principal de la planta baja. A ella se accede desde la galería del patio en la que desemboca la escalera. Tiene planta rectangular, muy alargada cubierta con armadura en forma de artesa.
Exterior
El exterior del inmueble presenta en sus cuatro fachadas, realizadas en piedra, un alzado de dos plantas, en las que se abren vanos adintelados, rectangulares y dispuestos simétricamente. Adosadas en los cuatro ángulos del edificio se levantan cuatro torres, de las que dos son cilíndricas y flanquean la fachada principal. Están compuestas de un alzado de dos cuerpos, cubiertos con chapiteles poligonales. Las otras dos torres flanquean la fachada trasera. Son de planta cuadrada, a modo de contrafuertes, con alzado de dos cuerpos rematados con chapiteles de forma piramidal. Las cuatro torres se cubren con cerámica de color azul y blanca.
La fachada principal se ubica al sureste del edificio, presenta el paramento de sillares de piedra. En ella se abren, en la zona lateral de la planta alta, dos vanos adintelados o balcones flanqueados con medias columnas y frontón superior. La portada, que da acceso al interior del inmueble, se encuentra descentrada de la fachada hacia su costado izquierdo.
Patio central
El patio central tiene planta cuadrada con alzado de dos pisos, ambos porticados en sus cuatro frentes. La planta inferior presenta columnas de mármol de orden toscano, que soportan vanos de medio punto doblados y simétricos. Sobre las columnas se ubican pequeñas pilastras que al conectar con el entablamento conforman un alfiz. Las galerías superiores se componen de columnas sobre basamento alto, que sostienen vanos de medio punto, doblados y cubiertos con antepecho de hierro. En el centro del patio se ubica un pozo con brocal de piedra labrada.
El cuerpo de escalera parte desde el costado suroccidental del patio. Consta de un espacio de planta rectangular en el que se desarrolla la escalera en tres tramos. Está cubierto con bóveda de cañón cuyo paramento muestra decoración de casetones octogonales.
La sala, antigua biblioteca, actualmente dedicada a salón de actos, está situada sobre la capilla y entrada principal de la planta baja. A ella se accede desde la galería del patio en la que desemboca la escalera. Tiene planta rectangular, muy alargada cubierta con armadura en forma de artesa.
Exterior
El exterior del inmueble presenta en sus cuatro fachadas, realizadas en piedra, un alzado de dos plantas, en las que se abren vanos adintelados, rectangulares y dispuestos simétricamente. Adosadas en los cuatro ángulos del edificio se levantan cuatro torres, de las que dos son cilíndricas y flanquean la fachada principal. Están compuestas de un alzado de dos cuerpos, cubiertos con chapiteles poligonales. Las otras dos torres flanquean la fachada trasera. Son de planta cuadrada, a modo de contrafuertes, con alzado de dos cuerpos rematados con chapiteles de forma piramidal. Las cuatro torres se cubren con cerámica de color azul y blanca.
La fachada principal se ubica al sureste del edificio, presenta el paramento de sillares de piedra. En ella se abren, en la zona lateral de la planta alta, dos vanos adintelados o balcones flanqueados con medias columnas y frontón superior. La portada, que da acceso al interior del inmueble, se encuentra descentrada de la fachada hacia su costado izquierdo.
Muestra un vano de medio punto dovelado y terminado en su contorno exterior con moldura, flanqueado en ambos lados, por columnas adosadas sobre alto basamento y en la parte superior por un entablamento terminado, en los extremos, con dos pináculos. Sobre este cuerpo se levanta en el centro otro, a modo de ático, compuesto de una hornacina central, con bóveda avenerada, en cuyo interior alberga la imagen de la Virgen con el Niño. Está flanqueada con columnas y en la zona superior con moldura y pináculos laterales. Corona el conjunto un tondo en cuyo interior muestra el anagrama de la Virgen.
Por Decreto 346/2004, de 18 de mayo, de la Junta de Andalucía se declaró bien de interés cultural, con la categoría de monumento.
Insigne Iglesia Colegial de Nuestra Señora de la Asunción (La Colegiata) [editar]
Fue fundada en el año 1535 por D. Juan Téllez Girón, IV Conde de Ureña, al conseguir una bula papal para que la que ya era Parroquia fuera al mismo tiempo Colegiata. El templo se construyó en el lugar que ocupó la Iglesia del Castillo, totalmente destruida por un incendio.
El exterior del templo sorprende por su severidad, La iglesia está construida con el sillar extraído de las canteras de Osuna.
En la fachada principal cuatro contrafuertes cuadrangulares se alzan como elementos principales de su bella portada. En el lateral izquierdo, se levanta la torre, obra realizada a partir de 1914,y que aún se encuentra inacabada.
Tres puertas dan acceso a la Colegiata. Existen otras dos que se encuentran cegadas desde el siglo XVIII, las coincidentes con los pies de las naves laterales. La Puerta de la Cuesta, se abre frente al Monasterio de la Encarnación y permite la entrada directa a la nave del Evangelio. La que comunica con la nave de la Epístola es la llamada Puerta del Sol.
Se puede acceder al interior de la Colegiata a través del pequeño Patio del Panteón de los Duques de Osuna o Santo Sepulcro, que fue construido entre 1544 y 1555, y que es una de las muestras más bellas del Renacimiento español. Sobre columnas de piedra están labrados dos claustros, cuyos arcos escarzanos se apoyan en grandes ábacos decorados con grutescos. En el piso bajo, los arcos aparecen separados por pilastras jónicas de inspiración plateresca. En los paramentos se conservan pinturas del siglo XVI, con la Santa Cena como motivo central, cuya restauración está prevista para su realización.
Pasado el patio, se accede a la Sacristía del Panteón, pequeño recinto elegantemente realizado con decoración plateresca y cubierto con un artesonado policromado en verde y oro. De la sacristía se accede a la Capilla de la Virgen de la Granada, obra atribuida a Guillén Ferrant, pieza excepcional del siglo XVI.
Los Panteones están construidos debajo de la Colegiata y de la Capilla del Santo Sepulcro. Constan de varias salas o capillas, llamadas de San Marcos, Nuestra Señora del Reposo o Belén, Galería y Capilla del Calvario o De Profundis.
A través de una magnífica portada de estilo plateresco pasamos del Panteón a la Iglesia Colegiata. Lo primero que vemos es la Capilla de la Inmaculada, cuyo principal ornato es un altar del Cristo de la Misericordia, que alberga una magnífica talla de Cristo en la Cruz, obra de Juan de Mesa, realizada en 1623. El retablo que preside la capilla está dedicado a la Inmaculada Concepción.
De la Capilla de la Inmaculada se accede al interior de la iglesia, que es de planta rectangular con tres naves y nueve capillas, Mayor, Sagrario, Virgen de la Antigua, Ánimas, San Pedro, Virgen de los Reyes, Bautismal y de Santa Ana. Contienen magníficos retablos, imágenes y cuadros de destacados artistas.
Se accede al Museo a través de una puerta, también de estilo plateresco, realizada a mediados del siglo XVI. Sus dependencias son la antigua sacristía y las salas que tenían adjuntas.
Conserva en el interior de sus cuatro salas obras de gran relevancia, como cuadros y ornamentos realizados por importantes artistas de los siglos XVI al XIX.
Entre los cuadros destacan San Jerónimo y el Ángel del Juicio, Martirio de San Sebastián y Martirio de San Bartolomé, todos ellos realizados por José de Ribera "el Españoleto" en el siglo XVII.
Uno de los Duques de Osuna fue protector de Zurbarán y sus discípulos, por lo que algunos cuadros de este grupo de artistas pueden ser visitados en el interior de la Colegiata.
Fiestas de Osuna
12 de enero San Arcadio
2da.quincena de mayo Feria
8 de septiembre Nuestra Señora de la Consolacion
Ayuntamiento de Osuna
Plaza Mayor, 1
41640 - Osuna
Tel: 954 815 851
Fax: 954 811 501
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