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Badalona - Barcelona


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Badalona tempus fugit (Salva F. Ayala)







Badalona es una población de la comarca del Barcelonés, en la provincia de Barcelona en la comunidad autónoma de Cataluña, España. Alcanzó la condición de ciudad en 1897. Está a 10 km de distancia del centro de Barcelona. Situada en la costa del Mar Mediterráneo, ocupa parcialmente el delta del Besós y los contrafuertes de la Sierra de la Marina. La ciudad está rodeada por los municipios de Sant Adrià de Besós al sudeste cuya parte limitrofe y hasta el eje del rio Besós se agregó entre 1929 y 1955, Santa Coloma de Gramenet al sudoeste, Tiana y Montgat de la comarca del (Maresme) al este y de San Fausto de Campcentellas (Vallés Oriental) y Moncada y Reixach (Vallés Occidental) al norte. El término municipal está situado en el extremo norte de la comarca del Barcelonés y junto con otras poblaciones forma parte del Área Metropolitana de Barcelona. Es además la capital del Barcelonés Norte.

Los restos arqueológicos encontrados en los barrios de Llefià y de Sistrells remontan su historia al neolítico, pero la fundación de la población se produjo alrededor del año 100 a. C.

Badalona es la tercera ciudad más poblada de Cataluña, tras Barcelona y Hospitalet de Llobregat, y por delante de Tarrasa y Sabadell, así como la vigésimotercera de España.

Badalona es una ciudad de mar y de montaña. La Sierra de la Marina pasa por la parte norte y oeste del término municipal. Podemos destacar las montañas de la Amigó, con el cerro de la Coscollada, de 466 metros de altitud, el cerro de les Maleses, con 462 metros, y el de Fra Rafael, con 414 metros entre otros. También la sierra de Mosques d'Ase, con una altitud de hasta 131 metros, la Sierra de Montigalà, cerca de los 150 metros, la Sierra Mediterrània con un máximo de 171 metros, la Sierra d'en Boscà, hasta los 206 metros y la sierra d'en Caritg, con cerros de cerca de 80 metros de altitud. También cabe destacar las rieras, abundantes en la ciudad. La riera de Canyet, la riera de Sant Joan (o de Sant Jeroni), la riera de Canyadó y la riera Matamoros son algunas de las más importantes. Las cuatro líneas azules onduladas sobre fondo blanco que aparecen en la bandera y en el escudo de Badalona representan esas cuatro rieras. Además hay fuentes en la parte de montaña que riegan las rieras.



Historia de Badalona

Badalona tiene sus orígenes en el siglo III a. C., y fue fundada por los romanos. Los restos humanos más antiguos encontrados en esta ciudad se remontan a los años 3500-2500 a C.

Prehistoria
Poblado IbéricoAunque se cree que por Badalona habrían pasado comunidades prehistóricas que se podrían haber establecido en cuevas naturales, no se han podido encontrar restos arqueológicos, porque estos fueron reutilizados posteriormente para construir. De este modo los restos han ido desapareciendo. Sí que hay trozos de sílex trabajado, datado en la época de caza nómada. De lo que sí que hay constancia contrastada es de la presencia humana a partir del 3500 a. C. al 2500 a. C., es decir, la época de sedentarización al neolítico medio reciente. Hay restos en cuevas en el barrio del Manresà y la Colina de Seriol, como también en Sistrells y Llefià (Bóbila de Seret).

Historia Antigua
Desde sus orígenes Badalona comenzó a datar cada vez más restos hasta la llegada de su fundación oficial con los romanos. Aunque, anteriormente, la ciudad tuvo un poblado de la primera cultura histórica peninsular, los íberos; que ocuparon la colina de las Malesas y la de Boscà a partir del siglo VII a. C. El asentamiento ibérico, en la cima de la Colina de Boscà (200 m de altitud), en el barrio de Canyet, estaba amurallado y fortificado en forma de terraza. Los poblados vecinos eran el de la Colina de Montgat, el de Castell Ruf y el de Puig Castellar (Santa Coloma de Gramenet). En la Colina de las Maleses, una cima de la Sierra de la Conrería (461 m de altitud), cerca de la antigua fuente de «Els Castanyers», hay otro poblado ibérico el origen del cual se sitúa probablemente alrededor de los años 800/600 a. de C.

Badalona también fue zona de los layetanos y hoy en día en la misma colina de Boscà hay un yacimiento con restos ibéricos. La rama layetana de los íberos, parece que habría caído en declive alrededor del siglo I a. C. abandonando el poblado de la colina de Boscá.

La causa directa de esto es la llegada de los romanos que tenían la necesidad de frenar a los cartagineses (que habían llegado a Cataluña en el 218 a. C. a Ampurias), y una vez fueron derrotados, se quedaron en las tierras que habían ido ocupando hasta acabar conquistando toda la Península Ibérica. Así, con la llegada de los romanos y toda la nueva cultura agrícola en las tierras laietanas, entre los siglos II y I a. C., hicieron abandonar los poblados preexistentes.

La fundación de la villa romana: Baetulo
Los orígenes de la ciudad se remontan a la época romana, alrededor del año 100 a. de C. Los romanos habían desembarcado en Ampurias en el año 218 a. de C. y hacia el siglo I a. de C. crearon una serie de fundaciones de tipo urbano entre las que se encuentra Baetulo (Badalona), que con el paso del tiempo se convirtió en la más pujante de la Layetana.

Termas romanasBadalona fue una ciudad fundada de nueva planta y con una previa planificación del territorio con la intencionalidad de vertebrar los territorios layetanos que se iban ocupando. Los romanos aplicaron el modelo de ciudad cuadrícula en una planicie ligeramente elevada, como es la colina de Rosés, cerca del mar y con posibilidades agrícolas y bien comunicadas con los pueblos cercanos.

Era una ciudad amurallada y que tuvo su entrada por la Vía Augusta (antes vía litoral). Badalona, entonces, con 11 hectáreas de superficie, se completó con un trazado amurallado de 413 metros por 261, con grandes torres de defensa. Los romanos instalaron un centro militar que denominaron Bétulo (en latín Baetulo) en el siglo III a. C. Su configuración interna tenía unas características muy similares a las demás ciudades romanas de la época.

La ciudad creció extramuros, por lo que el límite arqueológico es más extenso (de 7,5 ha a 10 ha). El punto culminante de la ciudad, que llegaría a los 15.000 habitantes, hay que situarlo a finales del siglo I a. de C., gracias a la prosperidad derivada del cultivo de la vid (típica de los pueblos mediterráneos) y la exportación del vino a gran parte del Occidente romano.

Desde su fundación, Badalona, “Baetulo”, llegó a ser una ciudad muy emprendedora que se consolidó rápidamente. Su principal fuente de prosperidad fue el comercio de vino. Aunque, también se debe a los sucesos acaecidos a finales del siglo II a. C. en Roma, con contínuas crisis. Esta fue la época antigua con mayor esplendor de la ciudad, destacando restos arqueológicos de suma importancia como los baños públicos, la Venus de Badalona o el mundo urbano doméstico. El último hecho importante a destacar fue la concesión del Ius Latii para las tierras layetanas gracias al emperador del momento, Vespasiano (siglo II a. C.)). Badalona pasó a ser municipio y sus habitantes, ciudadanos romanos de pleno derecho.

aEn 1954 se descubrieron los restos de los antiguos baños romanos, también conocidos como termas. En el mismo emplazamiento se inauguró en 1966 el Museu de Badalona.

El declive romano
Roma arrastrará las culturas con las que se había expandido en el siglo III, con la grave caída del Imperio Romano y la efervescencia del cristianismo. Se produjo un proceso de ruralización que afectó la configuración de los núcleos urbanos, despoblándose. Es un periodo que Badalona recoge con poca documentación; sabemos que en el siglo VI, la ciudad vivió el final de un intenso proceso de reformas urbanísticas en la zona cercana al foro romano. Entre los siglos IV y VI, data la necrópolis romana d’inhumación de Can Preixau. Desde el siglo IV, Badalona importaba cerámica africana. Cosa que se siguió haciendo en el siglo VII. Ésta época de oscuridad documental fue progresiva, hasta el “nuevo renacer” (en referencia con los restos) de la ciudad, Badalona, como otras ciudades afectadas por el éxodo, pasó desapercibida.

La Edad Media
A partir del siglo X se vuelve a configurar en Badalona un núcleo urbano en la antigua ciudad romana. Durante los siglos IX y X se desarrolla la Badalona medieval, que pasará a conocerse posteriormente como el área de "Dalt de la Vila". La Masía fortificada de Can Canyadó es del siglo XV y constituye una muestra de la arquitectura típica de la costa catalana. También es de interés la Casa Pavillard, edificio modernista construido en 1906 por el arquitecto Joan Amigó i Barriga.

Iglesia Santa MariaNos encontramos pues, al borde de un nuevo milenio con una villa que tuvo diversos núcleos dispersos, con sus torres de defensa, además de un núcleo bien distinguido alrededor del antiguo foro romano que ha pasado a ser un cementerio. La Badalona medieval define así su delimitación: del río Besós al mar, la colina de Montgat y la Sierra Litoral. El núcleo urbano que se fue desarticulando, finalmente se recompuso en el siglo XII en las inmediaciones de la sagrera con el acta de consagración de la iglesia de Santa Maria en el (1112), éste ya era el antiguo núcleo fundacional de la “Baetulo” romana, en Dalt de la Vila. Éste será pues el eje de formación de la Badalona actual. El año 1382, conseguiría el régimen municipal y también se implantó entonces la insaculación para escoger a partes iguales el gobierno.

La Villa azotada por plagas y pestes además de los ataques de los piratas tunecinos llegados desde el mar. La baja edad media fue un periodo de recesión pero de consolidación como núcleo urbano que en ése momento sólo producir para su propia subsistencia.

Es en el siglo XVII cuando este núcleo edificado alrededor de la iglesia de Santa María recibirá popularmente el nombre de «Dalt la Vila». Unas 200 casas son las viviendas de 700 habitantes.

La Edad Moderna
Las antiguas villas romanas se transformarán, con el paso del tiempo, en masías y se creará una doble situación: la urbana y la rural, que mantendrá un equilibrio estable hasta mediados del siglo XVIII. Es entonces cuando algunas construcciones seguirán un estilo señorial y, en cambio, otras conservarán su carácter defensivo, fruto de una época en la cual la costa catalana sufrió muchas incursiones piratas.

El monasterio de Sant Jeroni de la Murtra (fundado en 1416), fue muy relevante en ésa época, a punto estuvieron de celebrarse las cortes en 1472, en el marco de la guerra civil catalana con Joan el Grande (Joan II), donde el rey fue a refugiarse porque Badalona era la ciudad partidaria. El Monasterio de Sant Jeroni de Murtra, que se remonta al siglo XVI, fue donde Cristóbal Colón recibió el apoyo de los Reyes Católicos para iniciar su viaje a las "Indias". En el mismo lugar Colón fue recibido al regreso de su primer viaje, puesto que los Reyes Católicos se encontraban de vacaciones.

Badalona volvió a alcanzar un impulso económico y demográfico progresivo de nuevo a través de la vid (potenciada por la rabasa muerta), y ahora con la agricultura extensevia e intensiva (trigo, granos y cáñamo por ejemplo). No olvidamos la actividad pesquera que también inició un importante crecimiento en el siglo XVII. El punto de inflexión cusriosamente fue el propio 1492 donde la tendencia comenzó a girarse favorablemente.

En lo que atañe a los forrajes, era la Sagrera, el núcleo de Dalt de la Vila era el más poblado del municipio. Aquella seria la zona por ejemplo que sufrió más cambios en el siglo XVII.

El Siglo XIX
Dalt de la VilaSegún el Barón de Maldá en su “Cajón de Sastre”, donde explica la vida badalonesa de principios del siglo XIX, Badalona había pasado a comerciar sus excedentes en el gran mercado emergente barcelonés, que empezaba a mirar hacia la industrialización. Administrativamente, Badalona continuó funcionando con la insaculación hasta que se vio afectada por el Decreto de Nueva Planta, que impuso la estructura provinciana borbónica del victorioso rey. Badalona no recibió bien los cambios gubernamentales que primaron los destacados en la guerra, se entendiendo, de sucesión. El nivel de vida del municipio, poco a poco, fue dirigiéndose hacia el inexorable proceso de industrialización que catapultó el éxodo rural y la economía catalana del siglo XIX.

Badalona, comenzó a crecer cerca del mar apareciendo los populares “badius” o naciendo uno de los ejes comerciales actuales, la calle del Mar. La pesca y la agricultura fueron los puntales económicos de la Badalona de inicios del XIX. La marina mercante y de cabotaje, tuvieron suficiente relevancia, hasta mediados del siglo XIX, Badalona vive un proceso de inmigración desde la Cataluña interior, debido al éxodo rural, que hizo aumentar la población del municipio a 12.600 habitantes en 1860. Éstos fueron los que protagonizaron el crecimiento demográfico, pero también urbanístico badalonés, inaugurando un conjunto de nuevas calles hasta que llegaron a establecerse las primeras fábricas de tejidos, y después el vapor. La llegada del tren a la ciudad en la mítica línea Barcelona-Mataró fue el arranque definitivo. La industria llegaba de la mano de Barcelona, a la vez que se trasladó a la ciudad condal la industria alimentaria de la zona.

En 1897, la Reina María Cristina, la regente, otorgaba el título de ciudad a Badalona. Una ciudad que ya a inicios del siglo XX, dispuso de una inmensa variedad industrial que poco a poco comenzó a desplazar a los núcleos tradicionales vinculados con la pesca. Fue a finales del siglo XIX con el nacimiento del movimiento obrero en Badalona con distinguidas figuras del movimiento como Joan Peiró o Simó Piera. Culturalmente, Badalona también reabrió el impulso renacentista, desde el teatro con Enric Borrás y el Teatro Zorrila. La prensa de la época con publicaciones como el “Eco de Badalona” (1868 o “Acció” (1910-1919). En 1921 se fundó el “Orfeón Badalonés”, mientras empezó a tomar forma las iniciativas deportivas surgidas desde el mundo del fútbol, baloncesto y la natación entre muchos otros.

La industria ocupó las zonas situadas alrededor de «la Plana». Siguiendo la trayectoria del eje formado por la «Riera de Canyet» y «la Plana del Corb», la nueva clase burguesa edificó en estos lugares sus fábricas y viviendas, lo que dio vida a una de las áreas más peculiares de la ciudad, parecida al Ensanche de Barcelona. Parte de las edificaciones, consideradas actualmente patrimonio artístico, son construcciones que pertenecen a esta época y que eran casas de particulares, la mayoría industriales o gerentes de empresas de Badalona.

El Siglo XX
Badalona, como es lógico, no estuvo exenta de sufrir tanto la dictadura de Primo de Rivera como la Guerra Civil Española y la posterior dictadura de Francisco Franco. Fue con diferencia la dictadura la que marcó el freno de la efervescencia cultural de Badalona, como la del resto de Cataluña, con la posterior represalia y la época de clandestinidad de la cultura.

Badalona recibió con entusiasmo la proclamación del nuevo régimen, el de la II República. La ciudad vivió intensamente todos los acontecimientos políticos y sociales de esos años. Las secuelas de la Depresión económica mundial afectaron también a Badalona y provocaron una tasa de paro elevada y una crisis muy fuerte.

La Guerra Civil Española
La guerra alteró totalmente la vida de los badaloneses. Las fuerzas obreras y de izquierdas, después de la desorganización inicial, intentaron controlar la situación y, superando tensiones y diferencias, estructurar el poder político-social en la ciudad. La producción local fue transformada para permitir la participación de los obreros en la gestión de las empresas, al mismo tiempo que varias fábricas se convirtieron en industria de guerra.

La ciudad sufrió violentos bombardeos (la ciudad fue diversamente bombardeada por la aviación italiana, por ejemplo) y los habitantes padecieron toda clase de privaciones causadas por la falta de subsistencias. El año 1939 es el inicio de una etapa dura y difícil para la población. La penuria económica es patente, con la falta de muchos productos alimentarios y el racionamiento.

Posguerra y franquismo
El inicio de la posguerra es significativo en ésta ciudad, con el asesinato del alcalde de Esquerra Republicana de Cataluña, Frederic Xifré en 1940, el mismo año que el propio Presidente de la Generalitat de Cataluña, Lluís Companys. La dictadura fue el gran momento de expansión de la ciudad, que recibió un flujo de inmigración de diversos lugares de España y que no pudo absorber debido a la propia estructura del poder, dando lugar a barracas y la aparición de barrios con unas condiciones de vida insalubres.

El período comprendido entre los años 1960 y 1975 se caracteriza por el volumen de inmigración y la transformación de la ciudad. Este crecimiento, sin embargo, se dejó en manos privadas y de los especuladores. El resultado fue un urbanismo caótico sin equipamientos ni servicios.

Transición y Restauración Democrática
Este período es también la época de la recuperación política, de la actuación clandestina de los partidos, de la reorganización obrera, de la creación de las asociaciones de vecinos y de la creación de grupos y entidades que inician una nueva actividad cultural.

El final de la dictadura, con la transición, marcó el intento de restablecer el espíritu democrático que se había visto por última vez durante la II República. Los impulsores fueron los centros como el “Orfeón Badalonés” y el “Círculo Católico”, o el “Centro Excursionista de Badalona”. Las huelgas y la lucha política más intensa, también llegaron a la influencia de la Asamblea de Cataluña de 1976. Éste impulso se extendió hasta finales de los años ochenta.

En 1978, el cantautor Joan Manuel Serrat le dedica a la ciudad el pasodoble Qué bonito es Badalona, incluida en su disco de título 1978. También cantaron esta canción los artistas Manolo Escobar, quien residió en Badalona, y Julio Madrid.

Badalona desde el MediterráneoLas primeras elecciones municipales democráticas, después de la Constitución de 1978, tuvieron lugar el 3 de abril de 1979. Dieron en Badalona una clara victoria de los partidos de la izquierda. En el primer gobierno de la ciudad participaron todos los grupos políticos surgidos de las elecciones. En este primer cuatrienio (1979-1983), el grupo mayoritario, y el del alcalde, fue el de los comunistas del PSUC y en los cuatro siguientes (1983-1987, 1987-1991, 1991-1995 y 1995-1999) el de los socialistas del PSC-PSOE, con el relevo consiguiente al frente de la alcaldía.

La Rambla de Badalona se caracteriza por ser la única que es paralela al litoral, ya que estos paseos son siempre perpendiculares a la línea de la costa.

A finales de los años 80 se inauguró el Paseo Marítimo, con el que Badalona se abría hacia el mar. Badalona está inmersa hoy, después de ser subsede de los Juegos Olímpicos de 1992, en un proceso convulso de transformaciones urbanísticas y la llegada de los nuevos inmigrantes que hacen de esto, uno de los nuevos retos del siglo XXI.


Climatologia de Badalona

Badalona disfruta de un clima mediterráneo subhúmedo, es decir, suave, con veranos secos y cálidos, además de un periodo más fresco, en el cual puede haber algunas heladas en invierno. Las lluvias tienen una máxima al iniciarse el otoño y más raramente durante la primavera. Los meses más húmedos del año son agosto, septiembre y octubre. Los meses secos son febrero y julio. La media de horas de sol al año es de 2.847.

La Sierra de Marina rodea toda la ciudad por la parte noroeste y es el auténtico pulmón de la ciudad. Desde ella hay unas vistas variadas y magníficas. La vegetación es variada; en las zonas de poca humedad encontramos encinares, pinares, maquias, brozas y henares. En las áreas más húmedas se establecen otras más exigentes, en cuanto al agua, como son robledales y bosques de ribera, especialmente. En la riera de Canyet, la existencia de plátanos atestigua el carácter de camino de entrada hacia la montaña, una función que también desempeñan otras rieras como la de los Frares, la de San Juan, la de Matamoros y la de Canyadó.

Badalona tiene un patrimonio forestal formado por las colinas Turó de l'Home, Turó de Fra Rafel y Turó del Pi Candeler y por la Sierra de la Malesa. Todos forman el eje básico de la Sierra de Matas. Las colinas Turó de Montgat y Turó de les Bateries limitan Badalona por el noroeste, mientras que la Sierra de Collserola representa la unión por la zona del río Besós.

Economia de Badalona

Hasta la llegada de la primera línea ferroviaria de España en 1848, Badalona ha sido una villa de actividad tanto agrícola y ganadera como marinera. Resulta evidente en lo respectivo a la actividad marinera porque aún perteneciendo al Mediterráneo catalán, pero la agricultura nunca ha quedado en un segundo plano. De hecho, desde la época de la “Baetulo” romana, el municipio destacó por el comercio y la producción de vino en un momento de prosperidad en los inicios de la era cristiana. La ciudad sigue una especie de pauta común a la de muchos otros pueblos del Mediterráneo de la época. El comercio con la exportación de la viña a lugares como la Laietania ya desde la época de los tiempos prerromanos, fue la principal fuente de beneficio derivada del cultivo vinícola. Aún estando presentes, han quedado en un segundo plano las actividades ganaderas y de cultivo de otros productos como el trigo, el maíz, habas, cáñamo, hortalizas, la patata, etc.

La revolución industrial a su paso por la ciudad, y el crecimiento demográfico y urbanístico, fueron desplazando estas actividades hoy en día residuales debido a la falta de territorio físico para llevarlo a cabo. Respecto al sector ganadero, sobre todo destacó la cría ovina y de caballos, la primera para la lana y la segunda de cara a llegar a ser una fuerza motriz para trabajar las tierras de los grandes terratenientes tanto de Badalona, Sant Adrià como Santa Coloma, siempre aprovechando las aguas del río Besós.

Residual es en la actualidad la actividad pesquera en Badalona, aún y su vinculación tradicional con el mar. La falta de hasta hoy en día de un proyecto de puerto sostenible, ha provocado un éxodo desde mediados del siglo XX, de los pescadores autóctonos, que han pasado a engordar las filas de otros puertos como el de Barcelona, Vilanova, y Blanes. En el año 2002 se otorgó a Marina Badalona la concesión para la gestión y administración de un puerto deportivo y pesquero, dentro del proyecto de la construcción de un canal deportivo en el futuo muy cercano a otro gran proyecto urbanístico local como es el de la Capital Europea del Baloncesto. Quedó inaugurado en 2005, en condiciones aún precarias, las que, junto al fenómeno constructor de las inmediaciones de las instalaciones, han estado denunciadas diversamente por la Cofradía de Pescadores de Badalona y los propios pescadores que quedan.

En Badalona, la Cofradía funciona desde el siglo XVIII y tuvo un periodo de máxima expansión en la segunda mitad del siglo XIX, cuando en 1870 se registraron 150 barcas y cerca de 96 a principios del siguiente siglo. Actualmente, es difícil saber cual es la actividad pesquera restante, ya que los últimos pescadores de la era anterior al puerto, fueron a vender el pescado a los puertos de Barcelona y El Masnou. Aunque la cifra no llega a la decena de personas que viven del oficio aún hoy en día disponiendo de unas mínimas instalaciones en el puerto del municipio.


Fiestas de Badalona

La Fiesta Mayor de Badalona se celebra el 15 de agosto (Mare de Déu d'Agost). Aun así la festividad más celebrada en Badalona son "Las festes de Maig" celebradas en mayo, el 11 de mayo día del patrón de la ciudad y festivo, San Anastasio (quien fue martirizado en la Torre Mena (edificio emblemático de la ciudad) en el siglo XVII). La noche anterior, el 10 de mayo, se celebra la fiesta de la “Cremada del Dimoni” en la playa, donde se quema un demonio de madera en la arena, mientras se lanzan fuegos artificiales.

Esta jornada está llena de actividades: correfuegos, el baile del Áliga, habaneras, “cremats”, la sardinada, bailes de calle y desde su fundación en 1998 las actuaciones de los Castellers de Badalona y “els Gegants de Badalona”. Esta festividad de mayo fue declarada Bien Cultural de Interés Turístico en 1990. Además parece ser que se encuentran datadas en 1635; Rafael d'Amat y de Cortada (Barón de Maldá) las describió en su “Calaix de Sastre”.

Badalona da cobijo a diversas fiestas que rinden homenaje a santos com San Sebastián (patrón escogido por el pueblo), San Pedro (patrón de los pescadores), o la “Passada“ de San Antonio (patrón de los animales de cuadra de pie redondo, es decir, con pezuña). Badalona también celebra la procesión del Corpus, la del Carmen, la Procesión de los Misterios, documentada en el siglo XVII y caracterizada por el silencio, además de la Noche de Reyes en que estos llegan a la ciudad desde la playa. A estas se les añaden las festividades típicas de Cataluña como el Carnaval, la Diada Nacional de Catalunya, Sant Jordi o la Noche de Sant Joan.

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