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Cantabria desde el Aire



Camargo se sitúa al norte de Cantabria , muy próximo a la ciudad de Santander, la capital autonómica. Su emplazamiento y sus particulares características han concedido al municipio el privilegio de formar parte de la zona más dinámica de la región, tanto en términos económicos como sociales. En este sentido, un factor esencial ha sido la pertenencia de Camargo a la comarca geográfica de la Bahía de Santander, entrante marítimo alrededor del cual se extienden varios municipios de diferente carácter que han sabido complementarse para formar un territorio integrado y funcional, basado en la diversidad. Camargo es el tercer municipio de Cantabria en cuanto al número de habitantes: 26.000 habitantes.
Santander y El Astillero, dos de los cuatro municipios que limitan con Camargo, son territorios abiertos a la Bahía de Santander, mientras que los términos de Santa Cruz de Bezana y Piélagos, que lindan con Camargo por el oeste, no forman parte de la misma aunque sí se ven influidos por su dinamismo. El asentamiento industrial de Torrelavega, sito a unos 20 kilómetros de Camargo y 25 de Santander, constituye otro elemento clave para comprender los rasgos básicos del marco territorial en que se lo caliza el territorio camargués, en la medida que Torrelavega constituye el segundo nivel del sistema de poblamiento de Cantabria y mantiene importantes flujos con la capital autonómica, buena parte de los cuales inciden sobre nuestro municipio.
La proximidad al mar hace que no existan en el término municipal elevadas cotas altitudinales ni acusadas pendientes, de manera que en los 36,6 km2 que ocupa Camargo la cota máxima es de 278 metros y en ningún caso se alcanzan pendientes del 30% o más. Estos factores han incidido en la forma de poblamiento, caracterizada por la estructura abierta de los núcleos.
Historia de Camargo
La etimología del nombre de Camargo ha sido frecuente fuente de polémica. Para el P. Sota, el nombre venía de la antigua "Camarica", una de las regiones que componían la Cantabria en tiempos de Augusto. A esta teoría se oponen: M. Escagedo, que dice: "Si atendiésemos sólo al sonsonete del nombre tendríamos esto por cierto, pero la Camarica de los cántabros, nombre tomado de "Fontes Tamarici" (Fuentes Divinas), era la región que hoy se encuentra entre Cervera, Aguilar, Becerril, etc. y nada por lo tanto tiene que ver con nuestro valle".
Añade que en la región geográfica cántabra, Camargo está en la zona de los juliobriguenses que tenían su capital en Julióbriga, cerca de Reinosa. A continuación se lamenta de que el P. Sota quiera dar esta capitalidad al lugar de Igollo, donde según él residían los "Príncipes de Asturias y Cantabria".
Del mismo criterio es el P. Florez, que dice: "de este nombre abusó Sota", para decir que fue Camargo, a dos leguas de Santander; lo que se aleja tanto de Ptolomeo como es lo de arriba a lo de abajo; porque la Camarica Ptolomaica dista de la costa de Santander más de 17 leguas y caía hacia el poniente de Julióbriga, todo lo cual se opone mucho a Camargo.
V. Renero en su obra Formas dialectales y toponímicas de Cantabria, con la cautela propia de un buen investigador, dice que no puede rechazarse de plano la idea de Sota a pasar de la contradicción de Florez, por entender que no siempre son exactos los datos que los geógrafos antiguos nos han transmitido, y que también pudo repetirse el nombre o por lo menos la raíz, relacionando esta también con Cabarga, Cabárceno, etc.
Finalmente Sojo y Lomba, dice que Camargo indica "terreno llano junto al mar, y esta misma situación tiene el Camargo de Cantabria y la Camargue francesa, habiendo también un barrio de este nombre en Carasa, en posición muy parecida. Esta parece la más acertada de cuantas versiones acabamos de ver.
Los primeros vestigios de la presencia humana en el valle de Camargo se remontan al Paleolítico Inferior, hace más de 80.000 años, de acuerdo con la datación de algunos restos hallados en yacimientos arqueológicos como el de la cueva de El Pendo. Ciertos factores ambientales como la suavidad del clima, la proximidad al mar, los tendidos relieves y las cuantiosas cavidades fueron decisivos en la temprana ocupación de este espacio, considerado uno de los asentamientos humanos más importantes de Europa durante la Prehistoria. Ocupación humana que se ha mantenido sin interrupciones hasta nuestros días, como evidencian los hallazgos arqueológicos y las fuentes documentales.
Esta villa fue uno de los puntos que fortificaron los franceses durante la Guerra de la Independencia para dificultar el avance de las tropas españolas hacia Santander.
La industrialización en la primera mitad de siglo se completa con otros muchos establecimientos fabriles de distinta entidad, como Talleres Metalúrgicos de Maliaño (1920), Fábrica de Artículos de Celuloide (1928), fundición Benito Martínez (1933), la Vidriera de Maliaño-OSRAM (1941), Negros Minerales (1944), y un amplio abanico de industrias productoras de bienes de consumo como la fábrica de palillos de Manuel Vierna, la Cerería Santa Lucía, extracción de linaza Severino Mateo (1921), Betunería Montañesa (1933), la fábrica de alpargatas de Vicente Arnáiz, diversos establecimientos de producciones alimentarias, etc.
A partir de 1960, gracias al motor de desarrollo que representaron las empresas anteriores y a la estructura industrial por ellas creada, se instalan en Camargo algunas industrias que dan un nuevo impulso al municipio, destacando Recuperaciones Submarinas, Equipos Nucleares, S.A. y Ascensores Sáez, todas ellas con plantillas que superaban el centenar de trabajadores. Paralelamente, el periodo 1960-1980 es la etapa de expansión de la pequeña y mediana empresa, gracias a la creación de diversos polígonos industriales, bien sean de promoción oficial como La Cerrada, de promoción privada sobre suelo público como Raos, o bien espontáneos de promoción privada como El Carmen, Aeropuerto, Polígono Central de Cacicedo, etc. En la última década cabe citar la intervención municipal en la creación de polígonos industriales entre los que destaca el de Trascueto, en Revilla.
Aunque establecidas fuera de los límites del término municipal, no podemos concluir este rápido repaso por la industrialización de Camargo sin citar Nueva Montaña y "El Carburo" (Electro Metalúrgica del Astillero, 1913), que creó una nueva planta en 1943 denominada Ferroaleaciones y Electrometales (FYESA). Ambas son grandes empresas cuya influencia se ha dejado notar en el municipio analizado, en la medida que desde sus inicios han utilizado los recursos naturales de Camargo (fundamentalmente roca caliza y mineral de hierro), han dado empleo a un elevado número de camargueses y han ocasionado la instalación de actividades industriales auxiliares, contribuyendo por estas vías al desarrollo económico de Camargo.
A mediados de los 80 tuvo lugar una reestructuración general de la industria tradicional, que supuso la consolidación de algunas empresas mediante la inversión en tecnología y la reducción de los empleos, y la desaparición de aquellas que no pudieron adaptarse. La reestructuración industrial es el hito que marca el inicio del actual cambio del modelo territorial de Camargo.
Minería e industria son, por tanto, actividades esenciales en la explicación de los cambios económicos y territoriales, pero no menos importante es su incidencia directa sobre la sociedad. Por medio de la minería, un cuantioso número de camargueses accedió a una nueva ocupación laboral diferente de la ganadería, con lo que adquirieron nuevos hábitos de trabajo que permitieron a muchos conseguir posteriormente un empleo en la industria. En cualquier caso, ni los mineros ni los trabajadores de la industria renunciaban al mantenimiento de su anterior actividad ganadera, sino que pasaban a desempeñada a tiempo parcial y recurrían a la mano de obra de otros miembros de la unidad familiar, produciéndose una ventajosa diversificación de sus rentas. Surge así la figura del obrero mixto, pieza clave en la caracterización del mercado laboral de Camargo durante todo un siglo, que se ha mantenido en plena vigencia hasta mediados de la década de los ochenta.
En muchas otras ocasiones, la mano de obra industrial estaba formada por inmigrantes del interior de Cantabria y de provincias castellanas que se instalaban en Camargo para trabajar en la industria de manera exclusiva; como se verá posteriormente, esta población ha sido la responsable de procesos tan relevantes como la formación del núcleo urbano de Muriedas-Maliaño.
En definitiva, el pasado del municipio de Camargo desde el punto de vista socioeconómico y espacial se sintetiza en la transición de un modelo basado en las actividades primarias a un modelo económico industrial. Esta transición implica un intenso proceso de urbanización del territorio y de la sociedad (nuevos modos de vida). La urbanización es, en realidad, el resultado más importante que se deriva de la transición entre estos dos modelos, ya que, con independencia de las distintas coyunturas sufridas por las actividades industriales, las modificaciones por ellas desencadenadas se han consolidado y la sociedad camarguesa ha experimentado notables cambios cualitativos.
Lugares de Interes de Camargo
Torre del Marqués de Villapuente, en Muriedas, monumento.
Iglesia de San Juan Bautista, en Maliaño, monumento.
Cueva de El Pendo, zona arqueológica.
Cueva de “El Juyo”, en Igollo, zona arqueológica.
Yacimiento del cementerio, en Maliaño, zona arqueológica.
Castillo del Collado, en Escobedo, zona arqueológica.
Casa-museo y finca de Velarde (Museo Etnográfico de Cantabria), en Muriedas, conjunto histórico.
Además, la capilla de “San José” (ermita de La Merced), en Igollo, es Bien inventariado.
Economia de Camargo
El desarrollo industrial en este municipio ha sido un factor determinante para su crecimiento económico y demográfico, aunque la industria está perdiendo fuerza en las últimas décadas en favor del sector servicios. El precio de la vivienda más barato que en la capital Santander, ha atraido a nuevos habitantes a este municipio y otros colindantes.
Gastronomia de Camargo
A los vecinos de Maliaño se les denomina popularmente ‘cachoneros’, por su antigua dedicación a la captura de este cefalópodo con el que se elaboran apreciados platos. La manera más habitual de preparar el cachón es guisarlo en su tinta con cebolla y en ocasiones añadiendo patatas, aunque progresivamente se van introduciendo nuevas formas de cocinarlo. Desde hace cinco años la Junta Vecinal organiza cada primavera el Festival del Cachón, orientado a la difusión de este producto. El programa de actos incluye degustación popular, salida al mar, elección del Cachonero Mayor, concurso de pintura infantil y unas jornadas gastronómicas.
Fiestas de Camargo
Las principales fiestas del municipio son las siguientes:
San Vicente Mártir en Muriedas, el día 22 de enero.
En marzo/abril se celebra el Carnaval de Camargo, con una trayectoria de más de una década.
La Virgen del Carmen en la localidad de Revilla. Es quizá la fiesta más tradicional del valle puesto que sus orígenes se remontan al menos hasta el siglo XVII, cuando el mar entraba hasta Revilla y los pescadores llegaban en barcas para venerar a la Virgen.
La celebración de San Antonio en la localidad de Maliaño (13 de junio) se une con las fiestas del Patrón de Camargo, San Juan Bautista, el 24 de junio.
San Pedro en la localidad de Escobedo de Camargo, el día 29 de junio.
San Benito en Igollo el 11 de julio.
Santiago Apóstol en Revilla el día 25 de julio.
San Pantaleón en Escobedo de Camargo el día 27 de julio. Fue declarda Fiesta de Interés Turístico Regional.
San Pedro en Cacicedo el día 1 de agosto.
San Esteban en Escobedo de Camargo el 3 de agosto.
San Roque en Herrera el 16 de agosto.
Los Santos Mártires en Cacicedo el 30 de agosto.
San Ramón en Herrera el 30 de agosto.
El último fin de semana del mes de agosto se celebra El Amparo en la localidad de Maliaño.
Nuestra Señora de Solares en el barrio de Camargo, se celebra el 8 de septiembre.
San Miguel en el barrio de Camargo, el 29 de septiembre.
Cabe destacar también:
Festival de verano: Programa cultural de actuaciones musicales, danza y teatro que se celebra en las noches del mes de agosto desde hace más de veinte años.
Día de la Bici: Ruta en bicicleta que recorre las 8 localidades del municipio.
Santander y El Astillero, dos de los cuatro municipios que limitan con Camargo, son territorios abiertos a la Bahía de Santander, mientras que los términos de Santa Cruz de Bezana y Piélagos, que lindan con Camargo por el oeste, no forman parte de la misma aunque sí se ven influidos por su dinamismo. El asentamiento industrial de Torrelavega, sito a unos 20 kilómetros de Camargo y 25 de Santander, constituye otro elemento clave para comprender los rasgos básicos del marco territorial en que se lo caliza el territorio camargués, en la medida que Torrelavega constituye el segundo nivel del sistema de poblamiento de Cantabria y mantiene importantes flujos con la capital autonómica, buena parte de los cuales inciden sobre nuestro municipio.
La proximidad al mar hace que no existan en el término municipal elevadas cotas altitudinales ni acusadas pendientes, de manera que en los 36,6 km2 que ocupa Camargo la cota máxima es de 278 metros y en ningún caso se alcanzan pendientes del 30% o más. Estos factores han incidido en la forma de poblamiento, caracterizada por la estructura abierta de los núcleos.
Historia de Camargo
La etimología del nombre de Camargo ha sido frecuente fuente de polémica. Para el P. Sota, el nombre venía de la antigua "Camarica", una de las regiones que componían la Cantabria en tiempos de Augusto. A esta teoría se oponen: M. Escagedo, que dice: "Si atendiésemos sólo al sonsonete del nombre tendríamos esto por cierto, pero la Camarica de los cántabros, nombre tomado de "Fontes Tamarici" (Fuentes Divinas), era la región que hoy se encuentra entre Cervera, Aguilar, Becerril, etc. y nada por lo tanto tiene que ver con nuestro valle".
Añade que en la región geográfica cántabra, Camargo está en la zona de los juliobriguenses que tenían su capital en Julióbriga, cerca de Reinosa. A continuación se lamenta de que el P. Sota quiera dar esta capitalidad al lugar de Igollo, donde según él residían los "Príncipes de Asturias y Cantabria".
Del mismo criterio es el P. Florez, que dice: "de este nombre abusó Sota", para decir que fue Camargo, a dos leguas de Santander; lo que se aleja tanto de Ptolomeo como es lo de arriba a lo de abajo; porque la Camarica Ptolomaica dista de la costa de Santander más de 17 leguas y caía hacia el poniente de Julióbriga, todo lo cual se opone mucho a Camargo.
V. Renero en su obra Formas dialectales y toponímicas de Cantabria, con la cautela propia de un buen investigador, dice que no puede rechazarse de plano la idea de Sota a pasar de la contradicción de Florez, por entender que no siempre son exactos los datos que los geógrafos antiguos nos han transmitido, y que también pudo repetirse el nombre o por lo menos la raíz, relacionando esta también con Cabarga, Cabárceno, etc.
Finalmente Sojo y Lomba, dice que Camargo indica "terreno llano junto al mar, y esta misma situación tiene el Camargo de Cantabria y la Camargue francesa, habiendo también un barrio de este nombre en Carasa, en posición muy parecida. Esta parece la más acertada de cuantas versiones acabamos de ver.
Los primeros vestigios de la presencia humana en el valle de Camargo se remontan al Paleolítico Inferior, hace más de 80.000 años, de acuerdo con la datación de algunos restos hallados en yacimientos arqueológicos como el de la cueva de El Pendo. Ciertos factores ambientales como la suavidad del clima, la proximidad al mar, los tendidos relieves y las cuantiosas cavidades fueron decisivos en la temprana ocupación de este espacio, considerado uno de los asentamientos humanos más importantes de Europa durante la Prehistoria. Ocupación humana que se ha mantenido sin interrupciones hasta nuestros días, como evidencian los hallazgos arqueológicos y las fuentes documentales.
Esta villa fue uno de los puntos que fortificaron los franceses durante la Guerra de la Independencia para dificultar el avance de las tropas españolas hacia Santander.
La industrialización en la primera mitad de siglo se completa con otros muchos establecimientos fabriles de distinta entidad, como Talleres Metalúrgicos de Maliaño (1920), Fábrica de Artículos de Celuloide (1928), fundición Benito Martínez (1933), la Vidriera de Maliaño-OSRAM (1941), Negros Minerales (1944), y un amplio abanico de industrias productoras de bienes de consumo como la fábrica de palillos de Manuel Vierna, la Cerería Santa Lucía, extracción de linaza Severino Mateo (1921), Betunería Montañesa (1933), la fábrica de alpargatas de Vicente Arnáiz, diversos establecimientos de producciones alimentarias, etc.
A partir de 1960, gracias al motor de desarrollo que representaron las empresas anteriores y a la estructura industrial por ellas creada, se instalan en Camargo algunas industrias que dan un nuevo impulso al municipio, destacando Recuperaciones Submarinas, Equipos Nucleares, S.A. y Ascensores Sáez, todas ellas con plantillas que superaban el centenar de trabajadores. Paralelamente, el periodo 1960-1980 es la etapa de expansión de la pequeña y mediana empresa, gracias a la creación de diversos polígonos industriales, bien sean de promoción oficial como La Cerrada, de promoción privada sobre suelo público como Raos, o bien espontáneos de promoción privada como El Carmen, Aeropuerto, Polígono Central de Cacicedo, etc. En la última década cabe citar la intervención municipal en la creación de polígonos industriales entre los que destaca el de Trascueto, en Revilla.
Aunque establecidas fuera de los límites del término municipal, no podemos concluir este rápido repaso por la industrialización de Camargo sin citar Nueva Montaña y "El Carburo" (Electro Metalúrgica del Astillero, 1913), que creó una nueva planta en 1943 denominada Ferroaleaciones y Electrometales (FYESA). Ambas son grandes empresas cuya influencia se ha dejado notar en el municipio analizado, en la medida que desde sus inicios han utilizado los recursos naturales de Camargo (fundamentalmente roca caliza y mineral de hierro), han dado empleo a un elevado número de camargueses y han ocasionado la instalación de actividades industriales auxiliares, contribuyendo por estas vías al desarrollo económico de Camargo.
A mediados de los 80 tuvo lugar una reestructuración general de la industria tradicional, que supuso la consolidación de algunas empresas mediante la inversión en tecnología y la reducción de los empleos, y la desaparición de aquellas que no pudieron adaptarse. La reestructuración industrial es el hito que marca el inicio del actual cambio del modelo territorial de Camargo.
Minería e industria son, por tanto, actividades esenciales en la explicación de los cambios económicos y territoriales, pero no menos importante es su incidencia directa sobre la sociedad. Por medio de la minería, un cuantioso número de camargueses accedió a una nueva ocupación laboral diferente de la ganadería, con lo que adquirieron nuevos hábitos de trabajo que permitieron a muchos conseguir posteriormente un empleo en la industria. En cualquier caso, ni los mineros ni los trabajadores de la industria renunciaban al mantenimiento de su anterior actividad ganadera, sino que pasaban a desempeñada a tiempo parcial y recurrían a la mano de obra de otros miembros de la unidad familiar, produciéndose una ventajosa diversificación de sus rentas. Surge así la figura del obrero mixto, pieza clave en la caracterización del mercado laboral de Camargo durante todo un siglo, que se ha mantenido en plena vigencia hasta mediados de la década de los ochenta.
En muchas otras ocasiones, la mano de obra industrial estaba formada por inmigrantes del interior de Cantabria y de provincias castellanas que se instalaban en Camargo para trabajar en la industria de manera exclusiva; como se verá posteriormente, esta población ha sido la responsable de procesos tan relevantes como la formación del núcleo urbano de Muriedas-Maliaño.
En definitiva, el pasado del municipio de Camargo desde el punto de vista socioeconómico y espacial se sintetiza en la transición de un modelo basado en las actividades primarias a un modelo económico industrial. Esta transición implica un intenso proceso de urbanización del territorio y de la sociedad (nuevos modos de vida). La urbanización es, en realidad, el resultado más importante que se deriva de la transición entre estos dos modelos, ya que, con independencia de las distintas coyunturas sufridas por las actividades industriales, las modificaciones por ellas desencadenadas se han consolidado y la sociedad camarguesa ha experimentado notables cambios cualitativos.
Lugares de Interes de Camargo
Torre del Marqués de Villapuente, en Muriedas, monumento.
Iglesia de San Juan Bautista, en Maliaño, monumento.
Cueva de El Pendo, zona arqueológica.
Cueva de “El Juyo”, en Igollo, zona arqueológica.
Yacimiento del cementerio, en Maliaño, zona arqueológica.
Castillo del Collado, en Escobedo, zona arqueológica.
Casa-museo y finca de Velarde (Museo Etnográfico de Cantabria), en Muriedas, conjunto histórico.
Además, la capilla de “San José” (ermita de La Merced), en Igollo, es Bien inventariado.
Economia de Camargo
El desarrollo industrial en este municipio ha sido un factor determinante para su crecimiento económico y demográfico, aunque la industria está perdiendo fuerza en las últimas décadas en favor del sector servicios. El precio de la vivienda más barato que en la capital Santander, ha atraido a nuevos habitantes a este municipio y otros colindantes.
Gastronomia de Camargo
A los vecinos de Maliaño se les denomina popularmente ‘cachoneros’, por su antigua dedicación a la captura de este cefalópodo con el que se elaboran apreciados platos. La manera más habitual de preparar el cachón es guisarlo en su tinta con cebolla y en ocasiones añadiendo patatas, aunque progresivamente se van introduciendo nuevas formas de cocinarlo. Desde hace cinco años la Junta Vecinal organiza cada primavera el Festival del Cachón, orientado a la difusión de este producto. El programa de actos incluye degustación popular, salida al mar, elección del Cachonero Mayor, concurso de pintura infantil y unas jornadas gastronómicas.
Fiestas de Camargo
Las principales fiestas del municipio son las siguientes:
San Vicente Mártir en Muriedas, el día 22 de enero.
En marzo/abril se celebra el Carnaval de Camargo, con una trayectoria de más de una década.
La Virgen del Carmen en la localidad de Revilla. Es quizá la fiesta más tradicional del valle puesto que sus orígenes se remontan al menos hasta el siglo XVII, cuando el mar entraba hasta Revilla y los pescadores llegaban en barcas para venerar a la Virgen.
La celebración de San Antonio en la localidad de Maliaño (13 de junio) se une con las fiestas del Patrón de Camargo, San Juan Bautista, el 24 de junio.
San Pedro en la localidad de Escobedo de Camargo, el día 29 de junio.
San Benito en Igollo el 11 de julio.
Santiago Apóstol en Revilla el día 25 de julio.
San Pantaleón en Escobedo de Camargo el día 27 de julio. Fue declarda Fiesta de Interés Turístico Regional.
San Pedro en Cacicedo el día 1 de agosto.
San Esteban en Escobedo de Camargo el 3 de agosto.
San Roque en Herrera el 16 de agosto.
Los Santos Mártires en Cacicedo el 30 de agosto.
San Ramón en Herrera el 30 de agosto.
El último fin de semana del mes de agosto se celebra El Amparo en la localidad de Maliaño.
Nuestra Señora de Solares en el barrio de Camargo, se celebra el 8 de septiembre.
San Miguel en el barrio de Camargo, el 29 de septiembre.
Cabe destacar también:
Festival de verano: Programa cultural de actuaciones musicales, danza y teatro que se celebra en las noches del mes de agosto desde hace más de veinte años.
Día de la Bici: Ruta en bicicleta que recorre las 8 localidades del municipio.
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