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Carballo España
Playa de Baldaio- Laracha - Carballo. Galicia
La ciudad de Carballo (Concello de Carballo) es la capital de la comarca de Bergantiños, una de las que más personalidad etnográfica tiene en toda Galicia (España). Se conoce por la fertilidad de sus tierras y sus ferias, el punto de encuentro de todo el entorno y gérmen del espíritu comercial de la zona. Su superficie es de 186,09 km².
Está situada entre las Mariñas y la Costa de la Muerte. Se beneficia de una privilegiada situación geográfica, que le permite establecer cómodas comunicaciones con las principales ciudades de Galicia y gozar de la diversidad paisajística que configuran sus ríos. Esto es evidente entre el omnipresente río Anllóns, y al través del espacio natural de Razo-Baldaio se asoma al océano Atlántico por uno de los puntos más occidentales de la Península Ibérica.
Entre los accidentes geográficos de Carballo destacan, al sur, el monte de A Peniqueira y el de Castro -con 350 metros-, Monte Calvelo -con 389 metros- y Monte Alto -con 483 metros-. De sureste a oeste atraviesa el municipio el valle del Anllóns. En el canal de uno de sus afluentes, el río Taboada, se forma la hermosa catarata de Entrecruces.
Al norte, ya próximos a la costa, están los montes de Lendo, Oza y Monte Neme, de 386 metros. Especialmente destacada por su importancia ecológica y paisajística es la franja costera de Razo - Baldaio. La integran una serie de marismas, una laguna y largos arenales litorales.
Historia de Carballo
El territorio en el que hoy se asienta Carballo estuvo poblado desde épocas muy tempranas. Testimonio de estos primitivos asentamientos son los útiles paleolíticos encontrados en el espacio natural de Razo - Baldaio, actualmente expuestos en el Museo Arqueológico de A Coruña.
De la cultura megalítica llegó hasta nuestros días el dolmen de Pedra Moura, situado en la parroquia de Aldemunde. Existe constancia de la elevada población que debió existir en el municipio durante la etapa castreña. Así lo demuestran las veinte construcciones catalogadas por el investigador Antón Rodríguez. A pesar de que la conservación de estos castros es irregular, sobresalen por su compleja estructura los de Vilela, Nión u Oza, en los que aún puede apreciarse el recinto defensivo. Los estudios realizados hacen pensar que estos castros podrían ser coetáneos de la tribu celta de los brigantinos, que le dio nombre a la Comarca.
Es posible que los romanos se asentaran en nuestras tierras atraídos por su fertilidad y abundancia en minerales . Hasta nuestros días sólo llegó una pequeña parte de su legado. De este período queda en el municipio el castro de Torre Pardiñas, en Razo. La influencia romana puede apreciarse en los restos de su sistema defensivo. Sobresale además el puente Lubiáns, uno de los más estrechos de Galicia, que formaba parte de la calzada romana Per Loca Maritima que unía Finis Terrae con Brigantium. Según los historiadores, los vestigios visibles en la actualidad datan de la época medieval o del siglo XVIII.
Otro de los motivos que pudieron contribuir al asentamiento de los romanos fueron las aguas sulfurosas de Carballo, que aun se explotan en la actualidad. Así lo testimonian los restos de una villa termal encontrada en el siglo XVIII.
La parroquia de San Xoán de Carballo, que recibió o su nombre de un roble situado delante de la antigua iglesia parroquial, pertenecía en sus inicios a la jurisdicción de Santiago de Sísamo. Aunque su existencia puede ser constatada desde el siglo XII, el primer libro parroquial de Carballo data de 1663. Durante este período, y hasta que logró la independencia en 1607, dependería del monasterio de Soandres y del Couto de Ardaña.
Este primer núcleo se complementaría en el siglo XVIII con un nuevo asentamiento alrededor de la Casa de Baños. El redescubrimiento en 1716 de las famosas y saludables aguas termales-de las que se abastece hoy el balneario de Baños Vellos- contribuyó en gran medida a la creación del municipio.
Carballo se establece como Ayuntamiento en 1836. Ya en 1920 el arquitecto Julio Galán construiría la que sería Casa Consistorial hasta 1974. En 1924 finalizan las obras de una nueva iglesia, de estilo modernista, en los alrededores de la antigua plaza del mercado.
En los años 20 y 30 del siglo XX asistimos a la modernización de Carballo, con la apertura de plazas, la creación de escuelas o la finalización del jardín. La década de los 40, con el auge de la explotación de volframio, supuso el comienzo de una época de crecimiento que alcanzaría su máximo esplendor a partir de los años 60 y 80. En este último tercio del siglo pasado se produce la gran expansión urbanística del municipio.
Lugares de Interes de Carballo
Parroquias
Aldemunde (Santa María Madanela)
Ardaña (Santa María)
Artes (San Xurxo)
Berdillo (San Lourenzo)
Bértoa (Santa María)
Cances (San Martiño)
Carballo (San Xoán)
Entrecruces (San Xens)
Goiáns (Santo Estevo
Lema (San Cristovo)
Noicela (Santa María)
Oza (San Breixo)
Razo (San Martiño)
Rebordelos (San Salvador)
Rus (Santa María)
Sísamo (Santiago)
Sofán (San Salvador)
Vilela (San Miguel)
Economia de Carballo
Muchos son los motivos que propiciaron el desarrollo económico del municipio. Sin duda, la situación geográfica de Carballo fue uno de ellos, además de sus fértiles tierras y unos habitantes laboriosos y emprendedores. Estos últimos generaron la actual situación de progreso y modernidad que se aprecia hoy en día en todos los sectores de la economía del Concello.
La riqueza minera de esta zona atrajo a los romanos, que establecieron explotaciones como las de estaño, entre otras. Posteriormente, fue la agricultura la que determinó el desarrollo del municipio. Dentro de este sector, destacó especialmente la gran calidad y sabor de nuestros cereales, que hicieron famoso el pan de Carballo. Precisamente este pan le otorgó a la zona el generoso calificativo de granero de España.
Gastronomia de Carballo
Uno de los aspectos más interesantes de Carballo es su oferta gastronómica. De especial fama son los cereales producidos en municipio. Así, cada año, entre los meses de mayo y junio, tiene lugar una de las fiestas gastronómicas más representativas de la zona, la Festa do pan de Carballo. La celebración convierte a nuestro municipio en un auténtico escaparate de la tradición panadera de Bergantiños.
Ya en el siglo XVI se decía que todos los vecinos del municipio labraban el pan. En el siglo XVIII eran importantes las ferias de Santa María de Rus, Berdillo y San Xurxo de Artes, por la comercialización del pan cocido.
Según la receta tradicional del pan de Carballo el trigo debe de ser transformado en los molinos de Cheda, de A Ponte Rosende y de Quinto. La harina resultante se mezcla con el agua del Anllóns para formar una masa que ha de ser cocida en un antiguo horno de piedra.
Además del pan de trigo, de maíz, de mezcla o de centeno, esta larga tradición nos dejó otros sabrosos testimonios, como las empanadas, las roscas de pan de huevo o el bizcocho. Acompañados de una buena onza de chocolate de Mariño constituyen un placer inolvidable para los paladares más exigentes
Por otro lado, quien visite Carballo no debe marchar sin degustar un buen plato de pescado o marisco. Los mercados de la Villa ofrecen los mejores y más frescos productos del mar, traídos diariamente de las lonjas de Malpica, Laxe, Camariñas, Caión, o desde el pequeño puerto carballés de Razo. En ellos también es posible adquirir una gran variedad de productos hortofrutícolas, como los de Baldaio, reconocidos por su calidad y sabor.
En nuestro municipio existen numerosos establecimientos dedicados al sector de la restauración. La mayoría de ellos están especializados en alguno de los muchos platos de la zona, conformando una amplia y variada oferta.
Fiestas de Carballo
Todas las parroquias del municipio celebran sus fiestas patronales durante los meses de verano. En este período la vida de Carballo se ve animada por más de 35 celebraciones y romerías.
Con todo, sobresale entre todas ellas la de San Xoán, patrón del municipio. Los festejos, que tienen lugar en la ciudad Carballo, se prolongan durante varios días en la semana del 24 de junio.
Está situada entre las Mariñas y la Costa de la Muerte. Se beneficia de una privilegiada situación geográfica, que le permite establecer cómodas comunicaciones con las principales ciudades de Galicia y gozar de la diversidad paisajística que configuran sus ríos. Esto es evidente entre el omnipresente río Anllóns, y al través del espacio natural de Razo-Baldaio se asoma al océano Atlántico por uno de los puntos más occidentales de la Península Ibérica.
Entre los accidentes geográficos de Carballo destacan, al sur, el monte de A Peniqueira y el de Castro -con 350 metros-, Monte Calvelo -con 389 metros- y Monte Alto -con 483 metros-. De sureste a oeste atraviesa el municipio el valle del Anllóns. En el canal de uno de sus afluentes, el río Taboada, se forma la hermosa catarata de Entrecruces.
Al norte, ya próximos a la costa, están los montes de Lendo, Oza y Monte Neme, de 386 metros. Especialmente destacada por su importancia ecológica y paisajística es la franja costera de Razo - Baldaio. La integran una serie de marismas, una laguna y largos arenales litorales.
Historia de Carballo
El territorio en el que hoy se asienta Carballo estuvo poblado desde épocas muy tempranas. Testimonio de estos primitivos asentamientos son los útiles paleolíticos encontrados en el espacio natural de Razo - Baldaio, actualmente expuestos en el Museo Arqueológico de A Coruña.
De la cultura megalítica llegó hasta nuestros días el dolmen de Pedra Moura, situado en la parroquia de Aldemunde. Existe constancia de la elevada población que debió existir en el municipio durante la etapa castreña. Así lo demuestran las veinte construcciones catalogadas por el investigador Antón Rodríguez. A pesar de que la conservación de estos castros es irregular, sobresalen por su compleja estructura los de Vilela, Nión u Oza, en los que aún puede apreciarse el recinto defensivo. Los estudios realizados hacen pensar que estos castros podrían ser coetáneos de la tribu celta de los brigantinos, que le dio nombre a la Comarca.
Es posible que los romanos se asentaran en nuestras tierras atraídos por su fertilidad y abundancia en minerales . Hasta nuestros días sólo llegó una pequeña parte de su legado. De este período queda en el municipio el castro de Torre Pardiñas, en Razo. La influencia romana puede apreciarse en los restos de su sistema defensivo. Sobresale además el puente Lubiáns, uno de los más estrechos de Galicia, que formaba parte de la calzada romana Per Loca Maritima que unía Finis Terrae con Brigantium. Según los historiadores, los vestigios visibles en la actualidad datan de la época medieval o del siglo XVIII.
Otro de los motivos que pudieron contribuir al asentamiento de los romanos fueron las aguas sulfurosas de Carballo, que aun se explotan en la actualidad. Así lo testimonian los restos de una villa termal encontrada en el siglo XVIII.
La parroquia de San Xoán de Carballo, que recibió o su nombre de un roble situado delante de la antigua iglesia parroquial, pertenecía en sus inicios a la jurisdicción de Santiago de Sísamo. Aunque su existencia puede ser constatada desde el siglo XII, el primer libro parroquial de Carballo data de 1663. Durante este período, y hasta que logró la independencia en 1607, dependería del monasterio de Soandres y del Couto de Ardaña.
Este primer núcleo se complementaría en el siglo XVIII con un nuevo asentamiento alrededor de la Casa de Baños. El redescubrimiento en 1716 de las famosas y saludables aguas termales-de las que se abastece hoy el balneario de Baños Vellos- contribuyó en gran medida a la creación del municipio.
Carballo se establece como Ayuntamiento en 1836. Ya en 1920 el arquitecto Julio Galán construiría la que sería Casa Consistorial hasta 1974. En 1924 finalizan las obras de una nueva iglesia, de estilo modernista, en los alrededores de la antigua plaza del mercado.
En los años 20 y 30 del siglo XX asistimos a la modernización de Carballo, con la apertura de plazas, la creación de escuelas o la finalización del jardín. La década de los 40, con el auge de la explotación de volframio, supuso el comienzo de una época de crecimiento que alcanzaría su máximo esplendor a partir de los años 60 y 80. En este último tercio del siglo pasado se produce la gran expansión urbanística del municipio.
Lugares de Interes de Carballo
Parroquias
Aldemunde (Santa María Madanela)
Ardaña (Santa María)
Artes (San Xurxo)
Berdillo (San Lourenzo)
Bértoa (Santa María)
Cances (San Martiño)
Carballo (San Xoán)
Entrecruces (San Xens)
Goiáns (Santo Estevo
Lema (San Cristovo)
Noicela (Santa María)
Oza (San Breixo)
Razo (San Martiño)
Rebordelos (San Salvador)
Rus (Santa María)
Sísamo (Santiago)
Sofán (San Salvador)
Vilela (San Miguel)
Economia de Carballo
Muchos son los motivos que propiciaron el desarrollo económico del municipio. Sin duda, la situación geográfica de Carballo fue uno de ellos, además de sus fértiles tierras y unos habitantes laboriosos y emprendedores. Estos últimos generaron la actual situación de progreso y modernidad que se aprecia hoy en día en todos los sectores de la economía del Concello.
La riqueza minera de esta zona atrajo a los romanos, que establecieron explotaciones como las de estaño, entre otras. Posteriormente, fue la agricultura la que determinó el desarrollo del municipio. Dentro de este sector, destacó especialmente la gran calidad y sabor de nuestros cereales, que hicieron famoso el pan de Carballo. Precisamente este pan le otorgó a la zona el generoso calificativo de granero de España.
Gastronomia de Carballo
Uno de los aspectos más interesantes de Carballo es su oferta gastronómica. De especial fama son los cereales producidos en municipio. Así, cada año, entre los meses de mayo y junio, tiene lugar una de las fiestas gastronómicas más representativas de la zona, la Festa do pan de Carballo. La celebración convierte a nuestro municipio en un auténtico escaparate de la tradición panadera de Bergantiños.
Ya en el siglo XVI se decía que todos los vecinos del municipio labraban el pan. En el siglo XVIII eran importantes las ferias de Santa María de Rus, Berdillo y San Xurxo de Artes, por la comercialización del pan cocido.
Según la receta tradicional del pan de Carballo el trigo debe de ser transformado en los molinos de Cheda, de A Ponte Rosende y de Quinto. La harina resultante se mezcla con el agua del Anllóns para formar una masa que ha de ser cocida en un antiguo horno de piedra.
Además del pan de trigo, de maíz, de mezcla o de centeno, esta larga tradición nos dejó otros sabrosos testimonios, como las empanadas, las roscas de pan de huevo o el bizcocho. Acompañados de una buena onza de chocolate de Mariño constituyen un placer inolvidable para los paladares más exigentes
Por otro lado, quien visite Carballo no debe marchar sin degustar un buen plato de pescado o marisco. Los mercados de la Villa ofrecen los mejores y más frescos productos del mar, traídos diariamente de las lonjas de Malpica, Laxe, Camariñas, Caión, o desde el pequeño puerto carballés de Razo. En ellos también es posible adquirir una gran variedad de productos hortofrutícolas, como los de Baldaio, reconocidos por su calidad y sabor.
En nuestro municipio existen numerosos establecimientos dedicados al sector de la restauración. La mayoría de ellos están especializados en alguno de los muchos platos de la zona, conformando una amplia y variada oferta.
Fiestas de Carballo
Todas las parroquias del municipio celebran sus fiestas patronales durante los meses de verano. En este período la vida de Carballo se ve animada por más de 35 celebraciones y romerías.
Con todo, sobresale entre todas ellas la de San Xoán, patrón del municipio. Los festejos, que tienen lugar en la ciudad Carballo, se prolongan durante varios días en la semana del 24 de junio.
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