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Toros en Olvega (Soria)
Ólvega es un municipio de la Provincia de Soria. en la Comunidad Autónoma de Castilla y León, (España).
Ólvega es encrucijada de caminos y de regiones convergentes próximas de La Rioja, Aragón, Navarra y la de Castilla y León a la que pertenece.
Ubicada entre la Sierra del Moncayo (2.315 metros), la Sierra del Madero (1.652) y la Sierra de Toranzo. El pico más alto en el término municipal es el Alto de Toranzo con 1614 m. (pico divisorio con la localidad de Borobia y Noviercas).
El monte Hacho, lugar próximo al Molino Almagre, tiene 1.293 metros. Es un monte emblemático de la localidad, donde los encinares lo cubren hasta la cima. Abunda la roca caliza y en su día se extraían éstas piedras para cal.
Ríos: Araviana que lleva sus aguas al Duero y el río Queiles que conduce sus aguas al río Ebro.
Localidad anexa: Muro
Extensión municipio: 9,8 km²
Distancias: 45 km a Soria, 120 km a Zaragoza y 277 km a Madrid
Historia de Olvega
El origen del poblado actual de Ólvega es antiguo. Nos tenemos que remontar, con toda probabilidad, a los comienzos del siglo V después de Cristo, aunque sus raíces se hunden todavía más profundamente en el tiempo. En 1982 detectamos y localizamos en su término dos castros celtibéricos, de época anterior a Cristo: el de la Muela u Hoya del Mesado y el del Castillejo o Castillazo de Araviana, más otro probable en Matapiojos; y quizá existiera un cuarto poblado en Los Mártires, el lugar más alto de la antigua ubicación de la villa.
Parece que en 1473 se entregó la Villa de Ágreda y su tierra a la infanta Doña Isabel la Católica, movidos quizá por el ejemplo de Aranda y para liberarse del duro señorío de Medinaceli. Tal vez por ello, en 1474, éste arreció sus iras contra Ólvega. Y así quedaría patente e inmortalizado el carácter recio y bravío de aquellas gentes, amantes de su libertad hasta el martirio, por ser de la corona o de ralengo y no de señorío de un señor particular:
“La serenísima Reina Doña Isabel, de gloriosa memoria, hizo merced a esta Villa (de Ólvega), siendo aldea de la Villa de Ágreda, no de hacer esentos e libres e francos a los vecinos della de todos los pechos e derramas e moneda foreda y otros tributos...” Año 1478.
Durante la guerra en el reino de Granada “1492”, su majestad pidió que las Villas de Ágreda y Ólvega le sirviesen con cierta gente de guerra, “e para la paga de la gente e los más gastos, se hicieron tres dehesas en Arabiana, Valverde y la sierra del madero, que se arrendaron para el efecto de pagar a dicha gente de guerra e los demás gastos” .
El siglo XVI sería una centuria de pujanza para la villa. Como muestra de ello está el palacio renacentista de los Salcedo-Morales, la mayor parte de la iglesia parroquial y el valiosísimo retablo mayor. Anterior era una graciosa ventanita gótica con arco conopial, en la calle de los Mártires, sin duda el resto civil más antiguo de la Villa, hoy desaparecida. El antiguo Ayuntamiento data de 1589. Los libros parroquiales o Quinque libri comenzaron tempranamente, en el año 1514.
Pero, sobre todo, se consigue en este siglo la carta de privilegio, por la que Carlos V concede a la aldea de Ólvega su exención jurisdiccional de la Villa de Ágreda, y le otorga el título de “Villa de Realengo”, “con todos los derechos, insignias, libertades, preeminencias y prerrogativas correspondieste a ello” . Fue fechada en Valladolid, a 16 de Marzo de 1556.
Todo ello se recoge en un precioso códice del Ayuntamiento o cuadernillo de seis folios, de pergamino, con miniaturas en colores, escrito a mano con cuidad caligrafía y letra del tipo “humanísticas formadas”, del siglo XVI. Se puede decir que es el ‘acta constitucional’ de la Villa de Ólvega. Dicha exención y título se concede por “haber servido e socorrido para las necesidades que se han ofrecido para guarda y prousión de las fronteras destos Reynos de Africa y paga de las galeras y de otras cosas importantes, con un quento y ochicientos y treinta tres mill marevedís”.
Y entresacamos de dicha carta de privilegio lo siguiente:
“Don Carlos..., e para ennoblecerse algunos lugares que son subjetos a las ciudades e villas de nuestros Reyno, si se quieren nombrer Villa y exemerse y apartarse de las juridiciones donde son subjetos e obligados a yr a justicia..., por la presente Vos eximo y aparto de la dicha juridición de la dicha Villa de Ágreda, e vos hago Villa. E quiero que en esta dicha Villa aya horca, picota, cuchillo, cárcel y cepo, e todas las otras insignias de jurdición que las ciudades e villa por sí e sobre sí destos mis Reynos, que son libres y exentos de otra juridición, tienen e usan, e por la forma e manera que la he tenido e usado la dicha Villa de Agreda... podades elegir e nombrer, e elijáis y nombreís en cada un año dos Alcaldes e un Alguacil e Regidores e un Mayordomo e Procurador...;Vos podais nombrar e intitular y escrebir Villa..., con todas las onrras, gracias, mercedes, franquezas, libertades, exenciones, preeminencias, etc que se guardan e sulen e deben goardar a las otras villas realengas de estos mis Reynos. E, si necesario es, para más validación y firmeza desta mi carta, pogo perpetuo silencio para agora y para sempre jamás entre vos; la dicha Villa de Ólvega, e la dicha villa de Agreda, para que sobre la dicha jurisdicción no Vos puedan pedir ni demandar en ningun tiempo cosa alguna”.
Un personaje notable olvegueño de esta época fue el doctor Don Juan Díez Morales de Salcedo, inquisidor de Granada y Valladolid, y beneficiado de la Villa. Murió en 1598. Sobrino suyo fue Don Diego Real de Salcedo, caballero de la Orden de Santiago y del Consejo Real de las Órdenes. Están enterrados en la iglesia, en los dos arcosolios del presbiterio. Otro personaje fue el Obispo de Medina-Sidonia, don Diego de Pereda y Morales, nacido en Ólvega en 1561 y muerto en Mérida en 1637. Asimismo, son interesantes “la Ordenanzas para la guarda y conservación de los montes, dehesas, prados, eras, hierbas,panes y otras cosas” (1964), aprobadas y confirmadas por Felipe III.
Cosnta que en 1625 Felipe IV “fue servido de mandar dar y dio un Real Despacho al doctor Don Agustín de Menaria, vecino de la villa de Calcena en el reino de Aragón, para que pudiese beneficiar una mina de hierro, llamada la Almagrera, que está en el termino y jurisdicción de la villa de Ólvega; y la dicha mercé se hizo en atención a haberla descubierto”. Dicho señor era clérigo y “fuer el primero que se supone descubrió la dicha mina”. Sus herederos beneficiarían “la vena de la dicha mina de la Almagrera” .
Pero parece que entonces en Ólvega estaban convencidos de que aquel mineral “no puede servir ni sirve para otro efecto, sino el referido de almagrar ganado laino” ; y que la mina no era de hierro, ni hay vena de hierro ni de otro metal ”. Por ello, en 1691, Carlos II manda que se lleve mineral desde la Almagrera con el objetivo de servir para la fundición a Trasobares (Zaragoza), y ver si es mina de hierro.
En 1695, por orden de Carlos II, se manda a los propietarios particulares que “dejen libre uso y aprovechamiento de ella a dicha Villa de Ólvega, para que pueda sacar y beneficiarla para almagre” . A partir de esa fecha funcionó el conocido Molino de Almagre por cuenta de la Villa, “que molia a represa y era de muela” .
Ólvega, que estuvo a favor de Felipe V, también experimentó las consecuencias de la Guerra de Sucesión, “por ser el paso para el reino de Aragón” , en hombres y dinero. Se afirma que en 1706 su población era de 108 vecinos sin viudas; pero, en 1751, de forma más fidedigna, los vecinos son 270 y tienen 260 casas habitables. Y que, asi mismo, por otras contribuciones suyas, no se le obliga a “cerrar alguno portillos de la cerca de esa dicha cilla, que era toda de tierra, sin haber muralla ni fortaleza” .
El monarca le reconoce algunos privilegios concedidos por otros reyes anteriores que no eran muy notables. La vida en la Villa en el siglo XVIII –el Siglo de las Luces- no es muy boyante. Su economía es pobre y tan sólo se atiende en el municipio a los mas perentorio.
A mitas del siglo XVIII hay solamente 1000 labradores que se empleaban en este oficio. Mucha gente tenía que dedicarse a ejercer otras ocupaciones, como hacer carbón y cal, pastoreo, esquileo, jornaleros del campo, temporeros,... Habia 40 pelaires, 7 tejedores de paños, 6 tejedores de lienzo, 4 tundidores, zapateros...
Edad Contemporanea
“La iglesia ha quedado desprovista de muchas cosas, y particularmente de vasos sagrados, a resulta del tránsito que hicieron las tropas extranjeras (francesas) por esta Villa” . Esta nos muestra que a la invasión napoleónica siguieron otras muchas secuelas, como las requisas de cebada, avena y paja, para abastecer el ejército francés. Luego, en la Guerra de la Independencia, hubo que proveer de hombres, víveres y otros medios al ejercito español para luchar contra el invasor.
Sobresale el hecho de la muerte de un hijo pequeño de Agustina de Aragón. Ésta, respetada por la balas enemigas francesas, no lo fue por la peste. Enferma, y con su hijo también afectado por esta enfermedad, pudo escapar de los franceses (1809), que la llevaban prisionera. Pero en la huida, “llegada a Ólvega, perdió allí a su hijo” . Así lo encontramos escrito en el Libro 8º del archivo parroquial, fol. 2 vto.
Fernando VII fue el último monarca que firma la “confirmación a la villa de Ólvega de un privilegio de exención de la jurisdicción de la villa de Ágreda”. Fue dado en Madrid al 8 de Agosto de 1816.
El 15 de febrero de 1873 llegó a Ólvega el Boletín Oficial, en el que se manifestaba que el rey Amadeo había abdicado. Y por lo que se deja translucir del acta de la sesión del Ayuntamiento, la noticia no parece que despertara demasiado entusiasmo en la corporación, como se vio, por ejemplo, en la subsiguiente proclamación de Alfonso XII.
El cólera “morbo” de 1885 causó verdaderos estragos en la población olvegueña. Los enfermos fueron numerosísimos y los muertos casi llegaron a ochenta desde el 9 de agosto al 21 de septiembre. La población estaba afligida “bajo el pesado yugo del cólera”. El médico, don Joaquín Febrel, por su dedicación y comportamiento de los enfermos fue declarado “Médico de Honor perpetuamente de esta Villa”.
Siglo XX
Ha sido característica y virtud de este pueblo de Ólvega el sentir siempre un afán grande de ser, progresar y de superación; pero, si cabe, esto se incrementa en los comienzos del siglo XX, llegando a ser, desde los años 50 hasta la actualidad, uno de los núcleos de la provincia de mayor desarrollo. Esto se refleja en un acta del ayuntamiento de 1902:
“En virtud de hallarse próximo el día en que la Vía Férrea que cruza por este término a Castejón de Navarra, ha de inaugurarse para el servicio público (un vagón), así como para la explotación de minerales, no distante de la población tres kilómetros, así como la importancia que reviste esta Villa con el número de 1.695 habitantes de que se compone la misma, ha llegado el momento en que procede que se vea el desarrollo del progreso, por ser beneficioso para los intereses generales, no solamente para los de esta villa”.
Y, como consecuencia de esta afán de desarrollo, se acuerda establecer en la villa un mercado semanal los domingos y una feria de diversas clases de ganado en fechas que giran alrededor de las fiesta de septiembre, y hay constancia de su celebración al menos en el período 1902-1904.
Obras de principio de siglo son la instalación del alumbrado eléctrico en la calles, en 1900; la construcción del frontón, en 1909; el cementerio actual, en 1910; un grupo escolar, hoy convertido en parque, en 1928... El primer camino vecinal del Ólvega fue el de la Sierra a la carretera de Soria (1916); y el de Ólvega a Ágreda se construyó en 1925. En 1941 se inauguró el ferrocarril Soria-Castejón.
La explotación de la mina por una compañía belga, a través de un ferrocarril de vía estrecha de Ólvega a Castejón de Navarra, comenzó en 1902, con un total de 70 obreros.
De nuevo en 1954 se puso la explotación la mina Petra III, con 230 obreros que trabajaban en dos turnos. Sin previsión de futuro, por estar en litigio su propiedad, se fue a sacar el mayor fruto posible de ella, premiando lo inmediato sobre el porvenir. En 1964 trabajaban tan sólo 70 obreros; enseguida se abandonó la explotación. Pero el verdadero despegue industrial olvegueño tuvo lugar a partir de 1946, con la instalación de las industrias chacineras Industrias Revilla y Embutidos Moncayo.
Al crecimiento económico siguió la transformación y mejora de toda la villa en instalaciones, servicios y equipamiento, modificándose la vida y urbanismo del pueblo a través de distintos planes de desarrollo. Las obras y transformaciones han cambiado completamente la fisonomía de la localidad.
Lugares de Interes de Olvega
El término municipal tiene forma de pez inclinado, es atravesado por la carretera de Soria (SOP-2001) hasta el casco antiguo y la C – 101 que se une a al extremo de esta carretera en el cruce del Parque de las Escuelas en dirección a Noviercas.
De esta forma podemos decir que al Este, en la parte superior de la divisoria de éstas carreteras, se encuentra la zona de roble o más conocida como “La Sierra”, más fría e ideal para pasear en verano.
En la parte Norte y parte de la Oeste, está la zona de encina, denominándose “El Monte” o “Campiserrado”, más abriga y que se utiliza para pasear en las estaciones más frías.
De éste forma establecemos estas dos rutas:
a) Ruta de La Sierra – Saliendo del casco urbano por la Calle Gustavo Bécquer, en dirección a Noviercas (de ahí la denominación de la calle), podemos ir hasta la vía vieja y continuar a través de ella, por debajo de “La Sierra” hasta “la Mina Petra”. Una alternativa es regresar de nuevo hasta la fuente de “La Cascarrera” y bajar por el lateral del pinar de “La Virgen”, hasta la ermita, conectando con el Camino Verde, inaugurado en 1995, hasta el casco urbano.
Una alternativa, es continuar el camino, sin desviarnos hacia “La Vía Vieja” y pasando por “La Lagunilla” llegar por el camino hacia Noviercas, también denominado “de la Pata del Diablo” hasta la zona de “Las Fuentecillas”.
Según las fuerzas que nos queden podemos continuar en dirección a Noviercas hasta “El Poste”, y bordear las cimas del Alto del Pulpal, hasta bajar por la zona del Zarzoso hasta el casco urbano por el camino de “Las Pedrizas”.
También podemos subir por “El Altillo” hasta la cima de La Sierra, bordeando la Sierra y recorriendo sus cimas, “La Cascarrera”, “Alto de las Carreras” para bajar por la zona de La Mina Petra y conectar en dirección a la zona de La Virgen, bien por una vereda que nos lleva directamente, o siguiendo el camino hasta enlazar con la carretera C-101 unos metros hasta llegar al Camino Verde (zona de la Virgen) que nos llevará al casco urbano.
b) Zona del encinar: Un itinerario muy utilizado es salir del casco urbano por la zona de “La Soledad” en dirección a la Arboleda del Río, continuar por dicho camino hasta la zona del Monte y justo a la altura de los corrales de “Los Casarejos”, cruzar por la parte baja del Hacho hasta conectar por dicha vereda con el Camino de los Arroqueros, de ahí podemos ir directamente al Molino Almagre.
El Molino Almagre es una de las zonas más emblemáticas de la localidad, utilizada en su día de Almagrera, hoy en día hay un parque natural, con diversas especies arbóreas y un refugio municipal. En verano, especialmente, es muy concurrido por familias que van a comer o merendar a este entrañable lugar.
De ahí, podemos ir hacia el casco urbano, bien siguiendo el camino que lleva su nombre hasta el casco urbano; o cruzar directamente por la zona de La Virgen hasta el Camino Verde y regresar desde ahí.
Otras alternativa la constituye, en vez de elegir el camino hacia Los Casarejos, elegir el “Camino Ancho” y desde ahí llegar hasta la zona del “Cortado” dando la vuelta hacia la zona del Paguillo, adentrándonos hacia la Sierra de Fuentes, o bien regresar hacia el Camino de la Soledad.
Ruta Oeste, o de Campiserrado. Dentro también de naturaleza de encinar, salpicado de pino de repoblación, pasando por “El Castillazo”, hasta la “Fuente de Juan Cañón” y llegar hasta la ermita de San Marcos. Es una zona abriga, ideal para disfrutar de la Naturaleza en días fríos, siempre que el tiempo lo permita.
MUSEO ANTROPOLÓGICO DE JOSÉ ESCRIBANO
Una de las joyas artísticas que no hay que perderse cuando se está en Ólvega se encuentra en la plaza de La Picota, en una pequeña casa que antes daba cobijo a uno de los oficios más ancestrales del mundo, el de zapatero, y que ahora acoge una muestra antropológica que para sí quisieran grandes museos con imponentes salas y estanterías.
Climatologia de Olvega
Clima:Continental extremado con largos y fríos inviernos y unos veranos suaves y agradables.
Economia de Olverga
Actividad industrial: industrias cárnicas, electricidad y auxiliar del automóvil, fabricación de molinos eólicos, tableros material de cocina y cocinas.
Dispone de uno de los polígonos industriales más extensos de Castilla y León (más de 300.000 m2), con un notable impulso en los últimos años tras su puesta en funcionamiento en el año 1991. Muy apropiado para el asentamiento de iniciativas empresariales.
Minifundismo agrícola de cereal y algunos huertos en la zona de La Vega. Ganadería extensiva lanar e intensiva de porcino.
Fiestas de Olvega
Las fiestas patronales se celebran entre el 13 y el 18 de septiembre. Comienzan con el tradicional pregón de fiestas y el recorrido a los típicos terrizos. El día 18 se septiembre se celebra la tradicional Comida de Hermandad que congrega a más de 2000 personas en la plaza de España.
También son típicas las Fiestas de la Juve, organizadas por la Asociación de la Juventud de Ólvega, se celebran el primer fin de semana de agosto.
La Virgen de Olmacedo es la patrona de la Villa de Ólvega. Ubicada en la parte baja de la Sierra, en un lugar privilegiado para contemplar el paisaje olvegueño, entre La Sierra y El Hacho, podemos ir desde la Villa a través del denominado "Camino Verde" que fue construido en el año 1995, con arbolado e iluminado durante todo el verano. Existe en la localidad gran devoción a su patrona y las fiestas de la Virgen se celebran a finales de mayo, tras la celebración del popular "Día del Chorizo", cuyo origen está en la compensación de pan y chorizo que se daba a los niños que limpiaban el camino de piedras antes de subir el conjunto del pueblo a recoger a su patrona desde la Iglesia Santa María la Mayor.
Ólvega es encrucijada de caminos y de regiones convergentes próximas de La Rioja, Aragón, Navarra y la de Castilla y León a la que pertenece.
Ubicada entre la Sierra del Moncayo (2.315 metros), la Sierra del Madero (1.652) y la Sierra de Toranzo. El pico más alto en el término municipal es el Alto de Toranzo con 1614 m. (pico divisorio con la localidad de Borobia y Noviercas).
El monte Hacho, lugar próximo al Molino Almagre, tiene 1.293 metros. Es un monte emblemático de la localidad, donde los encinares lo cubren hasta la cima. Abunda la roca caliza y en su día se extraían éstas piedras para cal.
Ríos: Araviana que lleva sus aguas al Duero y el río Queiles que conduce sus aguas al río Ebro.
Localidad anexa: Muro
Extensión municipio: 9,8 km²
Distancias: 45 km a Soria, 120 km a Zaragoza y 277 km a Madrid
Historia de Olvega
El origen del poblado actual de Ólvega es antiguo. Nos tenemos que remontar, con toda probabilidad, a los comienzos del siglo V después de Cristo, aunque sus raíces se hunden todavía más profundamente en el tiempo. En 1982 detectamos y localizamos en su término dos castros celtibéricos, de época anterior a Cristo: el de la Muela u Hoya del Mesado y el del Castillejo o Castillazo de Araviana, más otro probable en Matapiojos; y quizá existiera un cuarto poblado en Los Mártires, el lugar más alto de la antigua ubicación de la villa.
Parece que en 1473 se entregó la Villa de Ágreda y su tierra a la infanta Doña Isabel la Católica, movidos quizá por el ejemplo de Aranda y para liberarse del duro señorío de Medinaceli. Tal vez por ello, en 1474, éste arreció sus iras contra Ólvega. Y así quedaría patente e inmortalizado el carácter recio y bravío de aquellas gentes, amantes de su libertad hasta el martirio, por ser de la corona o de ralengo y no de señorío de un señor particular:
“La serenísima Reina Doña Isabel, de gloriosa memoria, hizo merced a esta Villa (de Ólvega), siendo aldea de la Villa de Ágreda, no de hacer esentos e libres e francos a los vecinos della de todos los pechos e derramas e moneda foreda y otros tributos...” Año 1478.
Durante la guerra en el reino de Granada “1492”, su majestad pidió que las Villas de Ágreda y Ólvega le sirviesen con cierta gente de guerra, “e para la paga de la gente e los más gastos, se hicieron tres dehesas en Arabiana, Valverde y la sierra del madero, que se arrendaron para el efecto de pagar a dicha gente de guerra e los demás gastos” .
El siglo XVI sería una centuria de pujanza para la villa. Como muestra de ello está el palacio renacentista de los Salcedo-Morales, la mayor parte de la iglesia parroquial y el valiosísimo retablo mayor. Anterior era una graciosa ventanita gótica con arco conopial, en la calle de los Mártires, sin duda el resto civil más antiguo de la Villa, hoy desaparecida. El antiguo Ayuntamiento data de 1589. Los libros parroquiales o Quinque libri comenzaron tempranamente, en el año 1514.
Pero, sobre todo, se consigue en este siglo la carta de privilegio, por la que Carlos V concede a la aldea de Ólvega su exención jurisdiccional de la Villa de Ágreda, y le otorga el título de “Villa de Realengo”, “con todos los derechos, insignias, libertades, preeminencias y prerrogativas correspondieste a ello” . Fue fechada en Valladolid, a 16 de Marzo de 1556.
Todo ello se recoge en un precioso códice del Ayuntamiento o cuadernillo de seis folios, de pergamino, con miniaturas en colores, escrito a mano con cuidad caligrafía y letra del tipo “humanísticas formadas”, del siglo XVI. Se puede decir que es el ‘acta constitucional’ de la Villa de Ólvega. Dicha exención y título se concede por “haber servido e socorrido para las necesidades que se han ofrecido para guarda y prousión de las fronteras destos Reynos de Africa y paga de las galeras y de otras cosas importantes, con un quento y ochicientos y treinta tres mill marevedís”.
Y entresacamos de dicha carta de privilegio lo siguiente:
“Don Carlos..., e para ennoblecerse algunos lugares que son subjetos a las ciudades e villas de nuestros Reyno, si se quieren nombrer Villa y exemerse y apartarse de las juridiciones donde son subjetos e obligados a yr a justicia..., por la presente Vos eximo y aparto de la dicha juridición de la dicha Villa de Ágreda, e vos hago Villa. E quiero que en esta dicha Villa aya horca, picota, cuchillo, cárcel y cepo, e todas las otras insignias de jurdición que las ciudades e villa por sí e sobre sí destos mis Reynos, que son libres y exentos de otra juridición, tienen e usan, e por la forma e manera que la he tenido e usado la dicha Villa de Agreda... podades elegir e nombrer, e elijáis y nombreís en cada un año dos Alcaldes e un Alguacil e Regidores e un Mayordomo e Procurador...;Vos podais nombrar e intitular y escrebir Villa..., con todas las onrras, gracias, mercedes, franquezas, libertades, exenciones, preeminencias, etc que se guardan e sulen e deben goardar a las otras villas realengas de estos mis Reynos. E, si necesario es, para más validación y firmeza desta mi carta, pogo perpetuo silencio para agora y para sempre jamás entre vos; la dicha Villa de Ólvega, e la dicha villa de Agreda, para que sobre la dicha jurisdicción no Vos puedan pedir ni demandar en ningun tiempo cosa alguna”.
Un personaje notable olvegueño de esta época fue el doctor Don Juan Díez Morales de Salcedo, inquisidor de Granada y Valladolid, y beneficiado de la Villa. Murió en 1598. Sobrino suyo fue Don Diego Real de Salcedo, caballero de la Orden de Santiago y del Consejo Real de las Órdenes. Están enterrados en la iglesia, en los dos arcosolios del presbiterio. Otro personaje fue el Obispo de Medina-Sidonia, don Diego de Pereda y Morales, nacido en Ólvega en 1561 y muerto en Mérida en 1637. Asimismo, son interesantes “la Ordenanzas para la guarda y conservación de los montes, dehesas, prados, eras, hierbas,panes y otras cosas” (1964), aprobadas y confirmadas por Felipe III.
Cosnta que en 1625 Felipe IV “fue servido de mandar dar y dio un Real Despacho al doctor Don Agustín de Menaria, vecino de la villa de Calcena en el reino de Aragón, para que pudiese beneficiar una mina de hierro, llamada la Almagrera, que está en el termino y jurisdicción de la villa de Ólvega; y la dicha mercé se hizo en atención a haberla descubierto”. Dicho señor era clérigo y “fuer el primero que se supone descubrió la dicha mina”. Sus herederos beneficiarían “la vena de la dicha mina de la Almagrera” .
Pero parece que entonces en Ólvega estaban convencidos de que aquel mineral “no puede servir ni sirve para otro efecto, sino el referido de almagrar ganado laino” ; y que la mina no era de hierro, ni hay vena de hierro ni de otro metal ”. Por ello, en 1691, Carlos II manda que se lleve mineral desde la Almagrera con el objetivo de servir para la fundición a Trasobares (Zaragoza), y ver si es mina de hierro.
En 1695, por orden de Carlos II, se manda a los propietarios particulares que “dejen libre uso y aprovechamiento de ella a dicha Villa de Ólvega, para que pueda sacar y beneficiarla para almagre” . A partir de esa fecha funcionó el conocido Molino de Almagre por cuenta de la Villa, “que molia a represa y era de muela” .
Ólvega, que estuvo a favor de Felipe V, también experimentó las consecuencias de la Guerra de Sucesión, “por ser el paso para el reino de Aragón” , en hombres y dinero. Se afirma que en 1706 su población era de 108 vecinos sin viudas; pero, en 1751, de forma más fidedigna, los vecinos son 270 y tienen 260 casas habitables. Y que, asi mismo, por otras contribuciones suyas, no se le obliga a “cerrar alguno portillos de la cerca de esa dicha cilla, que era toda de tierra, sin haber muralla ni fortaleza” .
El monarca le reconoce algunos privilegios concedidos por otros reyes anteriores que no eran muy notables. La vida en la Villa en el siglo XVIII –el Siglo de las Luces- no es muy boyante. Su economía es pobre y tan sólo se atiende en el municipio a los mas perentorio.
A mitas del siglo XVIII hay solamente 1000 labradores que se empleaban en este oficio. Mucha gente tenía que dedicarse a ejercer otras ocupaciones, como hacer carbón y cal, pastoreo, esquileo, jornaleros del campo, temporeros,... Habia 40 pelaires, 7 tejedores de paños, 6 tejedores de lienzo, 4 tundidores, zapateros...
Edad Contemporanea
“La iglesia ha quedado desprovista de muchas cosas, y particularmente de vasos sagrados, a resulta del tránsito que hicieron las tropas extranjeras (francesas) por esta Villa” . Esta nos muestra que a la invasión napoleónica siguieron otras muchas secuelas, como las requisas de cebada, avena y paja, para abastecer el ejército francés. Luego, en la Guerra de la Independencia, hubo que proveer de hombres, víveres y otros medios al ejercito español para luchar contra el invasor.
Sobresale el hecho de la muerte de un hijo pequeño de Agustina de Aragón. Ésta, respetada por la balas enemigas francesas, no lo fue por la peste. Enferma, y con su hijo también afectado por esta enfermedad, pudo escapar de los franceses (1809), que la llevaban prisionera. Pero en la huida, “llegada a Ólvega, perdió allí a su hijo” . Así lo encontramos escrito en el Libro 8º del archivo parroquial, fol. 2 vto.
Fernando VII fue el último monarca que firma la “confirmación a la villa de Ólvega de un privilegio de exención de la jurisdicción de la villa de Ágreda”. Fue dado en Madrid al 8 de Agosto de 1816.
El 15 de febrero de 1873 llegó a Ólvega el Boletín Oficial, en el que se manifestaba que el rey Amadeo había abdicado. Y por lo que se deja translucir del acta de la sesión del Ayuntamiento, la noticia no parece que despertara demasiado entusiasmo en la corporación, como se vio, por ejemplo, en la subsiguiente proclamación de Alfonso XII.
El cólera “morbo” de 1885 causó verdaderos estragos en la población olvegueña. Los enfermos fueron numerosísimos y los muertos casi llegaron a ochenta desde el 9 de agosto al 21 de septiembre. La población estaba afligida “bajo el pesado yugo del cólera”. El médico, don Joaquín Febrel, por su dedicación y comportamiento de los enfermos fue declarado “Médico de Honor perpetuamente de esta Villa”.
Siglo XX
Ha sido característica y virtud de este pueblo de Ólvega el sentir siempre un afán grande de ser, progresar y de superación; pero, si cabe, esto se incrementa en los comienzos del siglo XX, llegando a ser, desde los años 50 hasta la actualidad, uno de los núcleos de la provincia de mayor desarrollo. Esto se refleja en un acta del ayuntamiento de 1902:
“En virtud de hallarse próximo el día en que la Vía Férrea que cruza por este término a Castejón de Navarra, ha de inaugurarse para el servicio público (un vagón), así como para la explotación de minerales, no distante de la población tres kilómetros, así como la importancia que reviste esta Villa con el número de 1.695 habitantes de que se compone la misma, ha llegado el momento en que procede que se vea el desarrollo del progreso, por ser beneficioso para los intereses generales, no solamente para los de esta villa”.
Y, como consecuencia de esta afán de desarrollo, se acuerda establecer en la villa un mercado semanal los domingos y una feria de diversas clases de ganado en fechas que giran alrededor de las fiesta de septiembre, y hay constancia de su celebración al menos en el período 1902-1904.
Obras de principio de siglo son la instalación del alumbrado eléctrico en la calles, en 1900; la construcción del frontón, en 1909; el cementerio actual, en 1910; un grupo escolar, hoy convertido en parque, en 1928... El primer camino vecinal del Ólvega fue el de la Sierra a la carretera de Soria (1916); y el de Ólvega a Ágreda se construyó en 1925. En 1941 se inauguró el ferrocarril Soria-Castejón.
La explotación de la mina por una compañía belga, a través de un ferrocarril de vía estrecha de Ólvega a Castejón de Navarra, comenzó en 1902, con un total de 70 obreros.
De nuevo en 1954 se puso la explotación la mina Petra III, con 230 obreros que trabajaban en dos turnos. Sin previsión de futuro, por estar en litigio su propiedad, se fue a sacar el mayor fruto posible de ella, premiando lo inmediato sobre el porvenir. En 1964 trabajaban tan sólo 70 obreros; enseguida se abandonó la explotación. Pero el verdadero despegue industrial olvegueño tuvo lugar a partir de 1946, con la instalación de las industrias chacineras Industrias Revilla y Embutidos Moncayo.
Al crecimiento económico siguió la transformación y mejora de toda la villa en instalaciones, servicios y equipamiento, modificándose la vida y urbanismo del pueblo a través de distintos planes de desarrollo. Las obras y transformaciones han cambiado completamente la fisonomía de la localidad.
Lugares de Interes de Olvega
El término municipal tiene forma de pez inclinado, es atravesado por la carretera de Soria (SOP-2001) hasta el casco antiguo y la C – 101 que se une a al extremo de esta carretera en el cruce del Parque de las Escuelas en dirección a Noviercas.
De esta forma podemos decir que al Este, en la parte superior de la divisoria de éstas carreteras, se encuentra la zona de roble o más conocida como “La Sierra”, más fría e ideal para pasear en verano.
En la parte Norte y parte de la Oeste, está la zona de encina, denominándose “El Monte” o “Campiserrado”, más abriga y que se utiliza para pasear en las estaciones más frías.
De éste forma establecemos estas dos rutas:
a) Ruta de La Sierra – Saliendo del casco urbano por la Calle Gustavo Bécquer, en dirección a Noviercas (de ahí la denominación de la calle), podemos ir hasta la vía vieja y continuar a través de ella, por debajo de “La Sierra” hasta “la Mina Petra”. Una alternativa es regresar de nuevo hasta la fuente de “La Cascarrera” y bajar por el lateral del pinar de “La Virgen”, hasta la ermita, conectando con el Camino Verde, inaugurado en 1995, hasta el casco urbano.
Una alternativa, es continuar el camino, sin desviarnos hacia “La Vía Vieja” y pasando por “La Lagunilla” llegar por el camino hacia Noviercas, también denominado “de la Pata del Diablo” hasta la zona de “Las Fuentecillas”.
Según las fuerzas que nos queden podemos continuar en dirección a Noviercas hasta “El Poste”, y bordear las cimas del Alto del Pulpal, hasta bajar por la zona del Zarzoso hasta el casco urbano por el camino de “Las Pedrizas”.
También podemos subir por “El Altillo” hasta la cima de La Sierra, bordeando la Sierra y recorriendo sus cimas, “La Cascarrera”, “Alto de las Carreras” para bajar por la zona de La Mina Petra y conectar en dirección a la zona de La Virgen, bien por una vereda que nos lleva directamente, o siguiendo el camino hasta enlazar con la carretera C-101 unos metros hasta llegar al Camino Verde (zona de la Virgen) que nos llevará al casco urbano.
b) Zona del encinar: Un itinerario muy utilizado es salir del casco urbano por la zona de “La Soledad” en dirección a la Arboleda del Río, continuar por dicho camino hasta la zona del Monte y justo a la altura de los corrales de “Los Casarejos”, cruzar por la parte baja del Hacho hasta conectar por dicha vereda con el Camino de los Arroqueros, de ahí podemos ir directamente al Molino Almagre.
El Molino Almagre es una de las zonas más emblemáticas de la localidad, utilizada en su día de Almagrera, hoy en día hay un parque natural, con diversas especies arbóreas y un refugio municipal. En verano, especialmente, es muy concurrido por familias que van a comer o merendar a este entrañable lugar.
De ahí, podemos ir hacia el casco urbano, bien siguiendo el camino que lleva su nombre hasta el casco urbano; o cruzar directamente por la zona de La Virgen hasta el Camino Verde y regresar desde ahí.
Otras alternativa la constituye, en vez de elegir el camino hacia Los Casarejos, elegir el “Camino Ancho” y desde ahí llegar hasta la zona del “Cortado” dando la vuelta hacia la zona del Paguillo, adentrándonos hacia la Sierra de Fuentes, o bien regresar hacia el Camino de la Soledad.
Ruta Oeste, o de Campiserrado. Dentro también de naturaleza de encinar, salpicado de pino de repoblación, pasando por “El Castillazo”, hasta la “Fuente de Juan Cañón” y llegar hasta la ermita de San Marcos. Es una zona abriga, ideal para disfrutar de la Naturaleza en días fríos, siempre que el tiempo lo permita.
MUSEO ANTROPOLÓGICO DE JOSÉ ESCRIBANO
Una de las joyas artísticas que no hay que perderse cuando se está en Ólvega se encuentra en la plaza de La Picota, en una pequeña casa que antes daba cobijo a uno de los oficios más ancestrales del mundo, el de zapatero, y que ahora acoge una muestra antropológica que para sí quisieran grandes museos con imponentes salas y estanterías.
Climatologia de Olvega
Clima:Continental extremado con largos y fríos inviernos y unos veranos suaves y agradables.
Economia de Olverga
Actividad industrial: industrias cárnicas, electricidad y auxiliar del automóvil, fabricación de molinos eólicos, tableros material de cocina y cocinas.
Dispone de uno de los polígonos industriales más extensos de Castilla y León (más de 300.000 m2), con un notable impulso en los últimos años tras su puesta en funcionamiento en el año 1991. Muy apropiado para el asentamiento de iniciativas empresariales.
Minifundismo agrícola de cereal y algunos huertos en la zona de La Vega. Ganadería extensiva lanar e intensiva de porcino.
Fiestas de Olvega
Las fiestas patronales se celebran entre el 13 y el 18 de septiembre. Comienzan con el tradicional pregón de fiestas y el recorrido a los típicos terrizos. El día 18 se septiembre se celebra la tradicional Comida de Hermandad que congrega a más de 2000 personas en la plaza de España.
También son típicas las Fiestas de la Juve, organizadas por la Asociación de la Juventud de Ólvega, se celebran el primer fin de semana de agosto.
La Virgen de Olmacedo es la patrona de la Villa de Ólvega. Ubicada en la parte baja de la Sierra, en un lugar privilegiado para contemplar el paisaje olvegueño, entre La Sierra y El Hacho, podemos ir desde la Villa a través del denominado "Camino Verde" que fue construido en el año 1995, con arbolado e iluminado durante todo el verano. Existe en la localidad gran devoción a su patrona y las fiestas de la Virgen se celebran a finales de mayo, tras la celebración del popular "Día del Chorizo", cuyo origen está en la compensación de pan y chorizo que se daba a los niños que limpiaban el camino de piedras antes de subir el conjunto del pueblo a recoger a su patrona desde la Iglesia Santa María la Mayor.
Ayuntamiento de Olvega
Plaza Constitución, 1
42110 - Olvega
Tel: 976 192 525
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