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Alozaina - Malaga
Alozaina es una localidad y municipio de la provincia de Málaga en la comunidad autónoma de Andalucía, España), entre Tolox, Yunquera y Casarabonela, situada en las estribaciones de la Sierra de las Nieves en su transición hacia la Hoya de Málaga.
En el año 2008 contaba con 2.238 habitantes.
Su extensión superficial es de 34 km² y tiene una densidad de 65,38 hab/km². Sus coordenadas geográficas son 36º43' N, 4º 51' O. Se encuentra situada a una altitud de 386 metros y a 52 kilómetros de la capital de provincia, Málaga.
El pueblo de Alozaina ocupa una posición ligeramente elevada en el borde occidental de la Comarca del Valle del Guadalhorce. Sus tierras se extienden desde el Valle de Río Grande (afluente del Guadalhorce), al sur, hasta la cima de Sierra Prieta, al norte, poniendo en contacto, de este modo, las tierras del Valle con las montañas orientales de la Serranía de Ronda. Esto permite a Alozaina disfrutar de un paisaje natural variado, que encuentra en las laderas de Sierra Prieta sus más bellos parajes, especialmente el de la Ventanilla.
Alozaina, que significa pequeña fortaleza, lugar bueno y sano, de silueta altiva y bella, marca el tránsito entre la Hoya de Málaga y la Sierra.
Sus tierras, ricas en restos arqueológicos, combinan armoniosamente importantes cultivos de olivos, frutales y cereales que sustentan la economía local con la majestuosidad de Sierra Prieta, cuya cima alcanza los 1.525 metros de altitud.
Su escudo representa la acción de María Sagredo, heroína de la Villa, que la defendió arrojando colmenas de abejas a los moriscos, al mando de Zebali que intentaban tomarla, aprovechando un momento en que sólo estaba ocupada por mujeres, niños y ancianos, durante la rebelión de 1570.
No cabe duda que una visita a Alozaina requiere de tiempo suficiente para pasear por sus calles y rincones, con la típica arquitectura de estos pueblos serranos que forman nuestra comarca. Los vecinos, llamados pecheros, lo saben, y la historia, que denominó a este pueblo como “un lugar bueno y sano”, convirtió a Alozaina en un rincón especial para disfrutar del descanso amigable y acogedor de la tierra que mira al valle.
En 1977 se le otorgo a Alozaina 1º Premio Nacional de Embellecimiento de los pueblos de España.
Alozaina y su pedanía, el Valle de Jorox, enclave natural con una variedad paisajística inolvidable, ha cultivado desde tiempos ancestrales espléndidas labores artesanas que perduran en este municipio antiguos oficios, como la fragua.
Alozaina ofrece de todo un poco: Vistas de ensueño, rica gastronomía, alojamientos de calidad, artesanía viva, una granja escuela donde los niños aprenden a convivir con la naturaleza, una casa reposo para amantes de la vida espiritual, un ciclo festivo que se caracteriza por ser uno de los más ricos de la comarca, original es el Carnaval de la Harina; los pecheros se enharinan en medio de un gran jolgorio y ambiente festivo.
Alrededor, la naturaleza impoluta de la Sierra de las Nieves tiñe de colores el peculiar devenir del tiempo, desde el amanecer amarillento hasta la puesta de sol rojiza. Huele a especias de la sierra, esos aromas que otorgan a las aceitunas la categoría de joyas del sabor. Que nadie dude pues que una visita a Alozaina requiere de tiempo para impregnarse de la profunda personalidad de esta atalaya que mira al Mediterráneo.
Historia de Alozaina
El patrimonio cultural de Alozaina rebosa historia. Ya en el Paleolítico Superior (periodo Solutrense) había familias disfrutando de este enclave en la Cueva del Tajo de Jorox o de las Vacas, donde se encontraron útiles de caza. Un pequeño idolillo en forma de huso, que se conserva en el Museo Provincial de Málaga, atestigua también la presencia del hombre durante el Neolítico y épocas posteriores.
Del Neolítico son los restos de la zona denominada “la llaná”, donde existía un poblado con una necrópolis muy amplia, pero ya devastada de la que sólo quedan 3 tumbas en buen estado de conservación.
En la "Cueva de la Mesa " se descubrió un enterramiento y dos trompetillas de oro de la Edad de Bronce, que se encuentran en el Museo Arqueológico de Málaga. De la época de los iberos, tal vez fenicios, se han encontrado tumbas con vasijas decoradas y otros objetos.
Existen vestigios urbanos romanos, encontrándose en el paraje de Ardite asentamientos de familias que habitaban la zona de forma estable pero sin llegar a conformar una urbe, con lo que se supone prestaban servicios a los viajeros que utilizaban esta zona como descanso en la ruta hacia Acinipo (Ronda) o hacia Cartima o Malaca buscando la salida al mar. Estos pobladores tenían como forma de vida la agricultura y la ganadería a pequeña escala. Aún se vislumbra lo que fue una pequeña necrópolis en el denominado Cerro de Ardite.
Los romanos también nos dejaron su huella en el partido del Monte (zona de Albar), donde se encontraron una columna y una especie de ara, y en la zona del Valentín también es rica en restos romanos y árabes. Han aparecido ánforas en Italia firmadas por alfareros de estas tierras que supuestamente las utilizaban para comerciar con ellas o llenarlas de aceite para alimentar al Imperio, aunque no se han encontrado restos de molino de esta época, aunque posiblemente hayan existido.
Con la llegada de los musulmanes se construyen las atalayas de Ardite y de "Aloçaina", que se convertiría en una pequeña fortaleza, origen de la villa y que dio nombre al pueblo.
La presencia musulmana es mucho más evidente, y en el s. VIII ya se habían introducido explotaciones agrícolas en su alfoz. La población cuenta con el gentilicio de “pecheros” y que está en contraposición al de los habitantes de la vecina Casarabonela, conocidos como “moriscos”. Estos apelativos no son de ayer ni de anteayer, sino que tienen su origen en la mismísima Reconquista por los Reyes Católicos. Rendida Álora y tomada aquella baja zona, también por esas fechas cae Alozaina, el 20 de junio de 1484. comoquiera que el término fue repoblado con gentes venidas de fuera, además de los que se quedaron y no participaron en ninguna revuelta, todos a su vez tuvieron en cierta medida bienes y haciendas, por los que tenían que pagar “pecho” o tributo. Es decir, que con el vocablo “pechero” se denominaba a todos los súbditos de la Corona que no eran nobles y, por tanto, no estaban exentos de tributos. El término “pechero” se atribuyó a las gentes de Alozaina porque eran fieles en los pagos.
En cuanto a personajes, aquí nacieron, por ejemplo, el doctor Ramirez, que llegó a ser presidente de la República Argentina; Diego Marín Sepúlveda, que fue presidente nacional del sindicato de Comunicaciones, Corcho y Vidrio; José Aguilar Rojas, primer director y Francisco Sánchez (maestro), fundadores de la Banda de Música más antigua de la provincia de Málaga. Además de la bailaora Rita Ortega Feria, hermana de la “señá Gabriela”, madre de los toreros “Gallo”; así como María Sagredo, heroína de Alozaina, nombrada alférez de los tercios españoles y heredera por su valentía de unas haciendas moriscas en Jorox, recibidas en su casamiento. El escudo representa la acción de María Sagredo, quien defendió la villa frente a los moriscos, arrojándoles colmenas de abejas, cuando éstos intentaban tomarla durante la rebelión de 1570, en un momento en que estaba ocupada sólo por mujeres, niños y ancianos. A continuación ampliamos este evento, digno de guión cinematográfico y que en breve será plasmado en un pentagrama mediante sonidos y ritmos por José Aguilar Lima, compositor y músico de nuestra Banda. Relatamos la historia completa.
En efecto, terminada la campaña de Álora con la toma de la plaza el veinte de junio de 1484 por los Reyes Católicos, éstos deciden continuar la lucha por la garbía malagueña, dirigiéndose hacia Casarabonea, que opone resistencia, llegándose a luchar en las huertas de su alfoz con grave quebranto para las tropas cristianas. El rey se rehace en Álora y envía al Conde de Belalcázar para que pacifique la zona, mientras él se dirige hacia Alozaina que había ofrecido su rendición, junto con Jorox, al Marques de Cádiz, mediante cartas que suscribieron los Alfaquíes de la villa, atemorizados por el asalto y rendición en Álora. Esto sucede el veintiuno de junio de 1484, hace más de quinientos años.
Se realizan las ceremonias de entrega de la villa y el rey vuelve a su Real en Álora. Entretanto el Conde de Balalcázar sigue intentando pacificar el Alfoz de Casarabonela pero en una de las escaramuzas es herido de muerte. Gutiérrez de Sotomayor, Conde de Belalcázar y Gran Maestre de Alcántara era muy apreciado por los Reyes y las tropas que le llamaban por su juventud (veinticuatro años) y su gentileza, “El Conde Lozano”. Las consecuencias no se hacen esperar y la villa de Alozaina es incendiada, talados los campos, entre otros los muy productivos de Ardite, y arrasadas las cosechas.
Alozaina se despuebla y así permanecerá algún tiempo. Es el destino de muchos lugares reconquistados, ocupación, destrucción y posterior repoblación por cristianos viejos a los que se les entrega tierras y bienes. Así se va creando la nueva villa de Alozaina, ya como asentamiento abierto alrededor de los restos de su castillo.
Surge en el s. XVI la rebelión de los moriscos y Alozaina protagoniza un notable suceso en las escaramuzas y luchas que van sucediéndose hasta ser totalmente dominada.
En abril de 1570, informado Abén Aboo, cabecilla de la rebelión, de los acontecimientos de Ronda, envía a su hermano El Galip para que encabece la algarada desde la Anarquía hasta la Serranía de Ronda. El Galip cae preso en Álora y es condenado a muerte. Los monfíes rondeños se reúnen en Tolox y saquean Alozaina el siete de julio de 1570. Los socorros no tardan en llegar, pero no pueden evitar la destrucción de varias viviendas.
Describen diversos historiadores el episodio del saqueo de Alozaina; entre otros Guillén Robles, Mármol Carvajal, Hurtado de Mendoza, Medina Conde, y más reciente Vázquez Otero.
El cinco de julio se juntan aguardando la llegada de El Galip, en Tolox, como decíamos, tres mil hombres acaudillados por Alfor, Lorenzo Alfaquí y el Jubeli y se acuerda marchar sobre Alozaina, que estaba habitada por cristianos, avanzando por el camino de Yunquera, y quedan emboscados y preparados para el ataque el siete de julio. El jueves, ocho de julio, según Mármol Carvajal bajan hacia la villa formando escuadrones aparentando ser cristianos que venían de El Burgo, engañando a los observadores que trabajaban los campos. Sin embargo hay unas escaramuzas con dos segadores y cunde la alarma. Empiezan a tocar las campanas a rebato y acuden dos escuderos, pues el resto estaban en Coín. Mientras uno va en busca de socorro, el otro, Ginés Martín, se apresta a la defensa. Recurre a las mujeres y niños y algunos hombres que encuentra, ya que casi todos estaban trabajando. Las mujeres asumen el papel de defensores, vistiendo ropas y sombreros masculinos y colocándose visibles, para dar sensación de alerta y defensa. Los moriscos se reparten y atacan, caen diecisiete de ellos y heridos más de setenta.
María Sagredo, doncella, ve caer a su padre Martín Domínguez, y peleando como esforzado varón, defiende una torre por la que ya escalaban los atacantes. Da muerte a un morisco e hiere a otros muchos. Viendo que no consigue detenerlos les arroja unas colmenas que allí había de las que se desprende un enjambre de abejas que ataca y persigue con furia a los sitiadores. Dice nuestro entrañable historiador Vázquez Otero que huyeron exclamando: “María, malditas sean las moscas de tu tierra” los moriscos se retiran, pero incendian cuanto encuentran a su paso; más de treinta viviendas son destruidas.
Aquella misma tarde llegaron socorros y Arévalo de Zuazo llega al día siguiente y deja guarnecida la villacon soldados.
Felipe II premia a esta heroína nombrándola Alférez de los Tercios Españoles con graduación y empleo y dándole heredades en Jorox como dote para su casamiento, como antes reseñábamos.
Este episodio tan significativo en la vida de Alozaina, ha merecido el respeto de la villa, plasmado en la conservación de éste en la memoria de todos los “pecheros”, e incluso, su representación gráfica como símbolo de la población.
El Ayuntamiento en sesión de ocho de mayo de 1897 decide dedicarle el nombre de una calle, relatándose en el acta de dicho día el suceso, que había sido narrado en el Diccionario Geográfico Malacitano (suplemento), al tratar de la villa de alozaina. Existe, en azulejos, una representación gráfica, e los alrededores del torreón, hoy recuperado para deleite de todos, “pecheros” y visitantes, para que se recuerde el suceso. La Casa de la Cultura adquiere también el seudónimo de “María Sagredo”.
A mediados del siglo XIX la villa de Alozaina vivió una época muy prospera. Tenía cerca de 4000 habitantes y se editaba un periódico, El Reformista Administrativo, que dirigía F. Martín de la Curz. Contaba, además con tres librerías y otros tantos corresponsales del periódico y dos médicos. En el terreno industrial, existían dos molinos de zumaque, nueve de aceite y seis de harina. La afición a la música era tal que, aparte de nuestra ilustre Banda, se fundó un coro parroquial y se hacían representaciones de zarzuelas.
Hoy día contamos con un coro rociero, una agrupación teatral, un grupo de baile, varias cantantes de copla y como no, la Banda de Música de Alozaina la más antigua de la provincia de Málaga. Y además de el llamado "Grupo de La Pasión", jóvenes que desde 1987 rescatan una tradición perdida tras la Guerra Civil: La representación de La Pasión en vivo cada Semana Santa. Siendo una de las más interesantes de la provincia de Málaga por su singular puesta en escena.
Todo esto nos viene a recordar que es un pueblo vivo y con ganas de vivir y que sin la aportación desinteresada de sus gentes estas manifestaciones culturales serían imposibles.
Conoce Alozaina
Perteneciente a la Comarca de Sierra de las Nieves, Alozaina se encuentra a una altura de 386 m de altura sobre el nivel del mar, teniendo una extensión de 34 Km2 y una latitud 36º 43' y longitud -4º 51', la temperatura media anual es de 17ºC y cuenta con 2300 habitantes.
El gentilicio es Pecheros y Pecheras (obligado a pagar o contribuir con pecho, es decir, con impuestos. No todos debían hacer estas clases de pagos, solo aquellos que pertenecían al estamento más bajo de la sociedad, de ahí que se llamara pecheros a las personas en esta situación)
El pueblo de Alozaina ocupa una posición ligeramente elevada en el borde occidental de la Comarca del Valle del Guadalhorce. Sus tierras se extienden desde el Valle de Río Grande (afluente del Guadalhorce), al sur, hasta la cima de Sierra Prieta, al norte, poniendo en contacto, de este modo, las tierras del Valle con las montañas orientales de la Serranía de Ronda. Esto permite a Alozaina disfrutar de un paisaje natural variado, que encuentra en las laderas de Sierra Prieta sus más bellos parajes, especialmente el de la Ventanilla.
Alozaina, que significa pequeña fortaleza, lugar bueno y sano, de silueta altiva y bella, marca el tránsito entre la Hoya de Málaga y la Sierra.
Sus tierras, ricas en restos arqueológicos, combinan armoniosamente importantes cultivos de olivos, frutales y cereales que sustentan la economía local con la majestuosidad de Sierra Prieta, cuya cima alcanza los 1.525 metros de altitud.
Su escudo representa la acción de María Sagredo, heroína de la Villa, que la defendió arrojando colmenas de abejas a los moriscos, al mando de Zebali que intentaban tomarla, aprovechando un momento en que sólo estaba ocupada por mujeres, niños y ancianos, durante la rebelión de 1570.
No cabe duda que una visita a Alozaina requiere de tiempo suficiente para pasear por sus calles y rincones, con la típica arquitectura de estos pueblos serranos que forman nuestra comarca. Los vecinos, llamados pecheros, lo saben, y la historia, que denominó a este pueblo como “un lugar bueno y sano”, convirtió a Alozaina en un rincón especial para disfrutar del descanso amigable y acogedor de la tierra que mira al valle.
En 1977 se le otorgo a Alozaina 1º Premio Nacional de Embellecimiento de los pueblos de España.
Alozaina y su pedanía, el Valle de Jorox, enclave natural con una variedad paisajística inolvidable, ha cultivado desde tiempos ancestrales espléndidas labores artesanas que perduran en este municipio antiguos oficios, como la fragua.
Alozaina ofrece de todo un poco: Vistas de ensueño, rica gastronomía, alojamientos de calidad, artesanía viva, una granja escuela donde los niños aprenden a convivir con la naturaleza, una casa reposo para amantes de la vida espiritual, un ciclo festivo que se caracteriza por ser uno de los más ricos de la comarca, original es el Carnaval de la Harina; los pecheros se enharinan en medio de un gran jolgorio y ambiente festivo.
Alrededor, la naturaleza impoluta de la Sierra de las Nieves tiñe de colores el peculiar devenir del tiempo, desde el amanecer amarillento hasta la puesta de sol rojiza. Huele a especias de la sierra, esos aromas que otorgan a las aceitunas la categoría de joyas del sabor. Que nadie dude pues que una visita a Alozaina requiere de tiempo para impregnarse de la profunda personalidad de esta atalaya que mira al Mediterráneo.
Lugares de Interes de Alozalena
Alozaina, que significa pequeña fortaleza, lugar bueno y sano, de silueta altiva y bella, marca el tránsito entre la Hoya de Málaga y la Sierra.
Los vecinos, llamados pecheros, lo saben, y la historia, que denominó a este pueblo como “un lugar bueno y sano”, convirtió a Alozaina en un rincón especial para disfrutar del descanso amigable y acogedor de la tierra que mira al valle.
No cabe duda que una visita a Alozaina requiere de tiempo suficiente para pasear por sus calles y rincones, con la típica arquitectura de estos pueblos serranos que forman nuestra comarca.
Fiestas de Alozaina
Las fiestas patronales de Santiago y Santa Ana se celebran el 25 y 26 de julio, el carnaval en febrero, la feria de la aceituna el 12 de septiembre y el 1de mayo tiene lugar la romería de Jorox.
Alozaina mantiene los tradicionales fandangos de Jorox.
Ayuntamiento de Alozaina
Plaza Constitución, 3
29567 - Alozaina
Tel: 952 480 013
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