Ver mapa más grande
LEDESMA-VIDEO
Ledesma- fotos
Ledesma es una localidad de la provincia de Salamanca, en la Comunidad Autónoma de Castilla y León, España. Está a una distancia de 35 km de de la ciudad de Salamanca, la capital provincial.
En el año 2003 contaba con una población de 1882 habitantes, de los cuales 944 son varones y 938 son mujeres, en una superficie de 141,22 km². Su altitud es de 780 m sobre el nivel del mar.
El término municipal limita al Norte con los municipios zamoranos de Carbellino (Zamora), Almeida de Sayago, Alfaraz de Sayago y Moraleja de Sayago, al Este con Añover de Tormes y Juzbado, al Sur con Villarmayor y Doñinos de Ledesma y al Oeste con Gejuelo del Barro y Villaseco de los Reyes.
El municipio está bañado por el Río Tormes.
Historia de Ledesma
La Villa de Ledesma se encuentra a 35 km de la ciudad de Salamanca y se extiende sobre una muela granítica a 780 m de altitud bordeada en sus flancos oriental y septentrional por el río Tormes. El caserío ha ocupado este resalte natural probablemente desde época pre-romana. La situación estratégica a orillas del río y su fácil defensa, de Ledesma, nos hablan de la existencia de un castro prehistórico como primer asentamiento del lugar.
La época romana dejó testimonios de la ocupación de estas tierras situadas en la frontera norte de la Hispania Ulterior. Algunos ejemplos son el Puente Mocho sobre la Rivera del Cañedo o el puente que salva la Rivera de Fuentes Luengas, en la dehesa de Peñacerracín, que conservan la fábrica romana. Vestigio de la romanización es también el cipo o mojón terminal incrustrado en la pared nordeste de la iglesia de Santa María, cuya inscripción hace referencia a César Augusto y a Bletisa como posible denominación romana de la actual Ledesma; el cónsul Bleto quedó al cargo de la ciudad en el año 93 y la dio su nombre, que sucesivamente pasó por los de Belisa, Lelisa, Letisma y Letesma antes de llegar a ser Ledesma.
El emperador César Augusto pontífice máximo, de la potestad tribunicia XXVIII, cónsul XlII, padre de lo patria. Término augustal entre Ledesma, Ciudad Rodrigo y Salamanca.
La presencia musulmana se remonta al menos hasta el año 745, año en el que sufrieron martirio los clérigos Leonardo y Nicolás, a la sazón instructores de Nicolasín, hijo del señor árabe de Ledesma, que fue bautizado y también martirizado. La convivencia entre los nuevos y los viejos pobladores debió ser amistosa, a pesar de los acontecimientos descritos, y todo parece indicar que los dominadores ocuparon la parte noble de la villa y los cristianos se situaron en las afueras.
La pujanza económica de aquellas épocas y los primeros intentos de repoblación cristiana por parte de Ramiro II tras la batalla de Simancas explican los ataques de Almanzor en los años 978 y 979 así como el relativo vaciamiento de las tierras ledesminas hasta bien entrado el siglo XI. La repoblación definitiva de Ledesma llega con e] rey Fernando II de León, que otorga el fuero en el año e inicia una época de esplendor de la villa cuyo alfoz se sitúa entre los de Salamanca, Zamora y Ciudad Rodrigo. Es también ahora cuando se erige la muralla con grandes bloques de granito y varias puertas que refuerza los 40 metros del foso del Tormes.
El medievo convierte a Ledesma en centro político y en punto estratégico para ]a comunicación entre los territorios del norte y este del reino de León, además de articular las relaciones de los núcleos circundantes; recordemos que en el vado del Tormes, al pie de la villa, se entrecruzan seis vías pecuarias, algunas utilizadas asimismo como calzadas, que son la Colada de Fermoselle, el Cordel de Almeida, el Cordel de Ciudad Rodrigo, la Vereda de Asmesnal o Peñausende, la Vereda de Peñalvo y la Colada de Doñinos de Ledesma. La situación fronteriza de Ledesma es un acicate para la llegada de repobladores gallegos y asturleoneses que de forma espontánea se establecen en estas tierras.
El alejamiento geográfico y el papel de los caballeros en las batallas con los musulmanes y los portugueses y en la lucha por la independencia del reino de Castilla supuso una organización política y económica en gran medida independiente del poder real y con un fuerte peso del Concejo, más allá del carácter realengo de estas tierras o de la cesión temporal a diferentes señores. En el año 1462 el rey Enrique IV cede el dominio de Ledesma a su favorito Don Beltrán de la Cueva, duque de Alburquerque, que se convierte en el primer conde de Ledesma e impone su escudo a la villa que, desde este momento y hasta la disolución del régimen señorial en el siglo XIX, pertenecerá a sus legítimos descendientes. Las franquicias del mercado semanal de los jueves y el dominio de Ledesma sobre 116 lugares, 35 alquerías y 30 despoblados situados en sus cinco rodas convierten a la ciudad en punto de intercambio.
La centralidad comercial y la bonanza económica se traduce en un aumento demográfico y en la expansión del caserío más allá del recinto murado -ocupado por la nobleza, la administración y la iglesia- y del arrabal histórico de Los Mesones. De esta forma surgen al sur y al oeste los arrabales de Santa Elena, San Pablo, del Mercado, San Jorge, las Huertas y Las Ventas donde se instalan los nuevos labrantines, comerciantes y jornaleros que acuden a la villa y elevan su población de 489 vecinos a finales del siglo XVI a 600 a principios del siglo XVII. La sucesión de hambrunas, malas cosechas y peste unido a la salida de la nobleza civil y eclesiástica hizo retroceder la población en los siglos siguientes por debajo de los 450 vecinos.
El siglo XX ofrece un comportamiento positivo hasta 1950, cuando Ledesma alcanza su máximo poblacional con 2.806 habitantes. A partir de este momento la absorción por parte de la capital salmantina de las actividades mercantiles y de las funciones de centralidad resta protagonismo a Ledesma y la sume en una fase de atonía y regresión socioeconómica, sólo frenada en los últimos años. En los albores del siglo XXI Ledesma cuenta con poco más de 1.900 habitantes e inicia el milenio con una renovada ilusión por liderar las nuevas propuestas de desarrollo endógeno comarcal.
Lugares de Interes de Ledesma
El Castillo.
Las Murallas.
El Verraco.
Iglesia de Santa María la Mayor.
Iglesia de Santa Elena.
Museo inaugurado en 2008 en la Iglesia de San Miguel.
Puente romano.
Palacio de D. Beltrán de la Cueva.
Arco de Aniano o Puerta de San Nicolás.
Ermita de la Virgen del Carmen.
Menhir del mirador.
Tuneles de la fortaleza, aun por abrir al público.
Balneario de Ledesma
A orillas del río Tormes, situado en una típica dehesa salmantina, con sus emblemáticas encinas, carrascos, matorral silvestre y suelo cubierto de pastizal, el Balneario de Ledesma constituye un paraje perfecto para disfrutar de lo que, tradicionalmente, se conoce como vacaciones de salud.
El Balneario de Ledesma ha sido a lo largo de la historia y sigue siendo en la actualidad, lugar de referencia en lo concerniente a Estaciones Termales. A sus Aguas Mineromedicinales, modernas instalaciones, y trato personalizado se añade un entorno lleno de vida, en plena naturaleza. En suma, un conjunto de factores que ayuda a una mejora integral del organismo, aconsejada para la consecución de una vida saludable.
El Balneario de Ledesma es uno de los complejos termales más grandes de España. Además de su fuente de Aguas Mineromedicinales, de la consulta médica y de sus instalaciones balneoterápicas, cuenta con un hotel de tres estrellas, situado en el mismo recinto del Balneario, con capacidad para 491 personas y con servicio de restaurante, cafetería, habitaciones con teléfono, televisión y un pequeño frigorífico, salas de televisión y vídeo, calefacción central, salones sociales, garaje interior con 42 plazas, parking público con capacidad para 200 vehículos e instalaciones deportivas.
Como complemento a todos los servicios del hotel, dentro de la propiedad existen dos tiendas de souvenir, farmacia, peluquería e iglesia.
El conjunto de prestaciones ofrecidas por el Balneario de Ledesma, lo convierten en un núcleo de población donde se cubren sobradamente las demandas de sus usuarios, sin necesidad de renunciar a ninguna comodidad.
Gracias al cuidado y el trabajo realizado por la directiva y el personal, el Balneario de Ledesma puede presumir de tener la ISO-9001, un certificado que asegura la calidad y el buen hacer en todas sus instalaciones. Asimismo, desde el año 2004, posee también la ISO-14001, una certificación que acredita el cuidado del medio ambiente conseguida a través de exhaustivos y rigurosos controles y el cumplimiento de la normativa vigente.
Una muestra de la preocupación de la directiva del Balneario de Ledesma por el cuidado del medio ambiente es la utilización de paneles solares para el agua caliente sanitaria de las habitaciones.
El elemento fundamental del Balneario de Ledesma es su manantial de Aguas Mineromedicinales, declaradas de Utilidad Pública el 31 de mayo de 1886. El agua termal se extrae mediante sondeo a una temperatura de 46,4ºC. La situación de las salas de tratamiento balneoterápico, al lado de la surgencia, y la existencia de conducciones directas desde el manantial a cada uno de los tratamientos termales, asegura su uso sin que pierdan ninguna de sus propiedades terapéuticas. Debido al alto contenido en sulfuro y a su temperatura, estas aguas están indicadas en el tratamiento y prevención de enfermedades del aparato respiratorio, locomotor y también de afecciones neurológicas y dermatológicas como por ejemplo la psoriasis.
Los tratamientos que se imparten en las diferentes salas balneoterápicas -Aerosoles ultrasónicos, Inhalaciones nasales, Inhalaciones directas o bucales, Duchas nasales, Pulverizaciones faríngeas, Baños de hidromasaje de 4 y 24 jets, Baños de burbujas, Duchas circulares de hidromasaje, Duchas de columna, Piscina termal con duchas de inmersión de masaje secuencial, Chorro local y total, Estufas, Maniluvio, Pediluvio, Parafangos y Masajes-, son aplicados por auxiliares de baños según la prescripción realizada por Médicos especialistas en Hidrología Médica.
Año tras año, en el Balneario de Ledesma, realizan curas termales miles de personas procedentes de toda la geografía española y de algunos países del extranjero. Ello se debe, a que tanto en el ámbito nacional como internacional, este Balneario, está considerado como lugar de referencia dentro del conjunto de Estaciones Termales. Es indudable que estos centros son cada vez más utilizados y demandados por una sociedad que de forma progresiva va entendiendo la balneoterapia como un procedimiento terapéutico más de la medicina tradicional.
Junto a una terapia totalmente natural, el entorno en el que se sitúa el Balneario invita a pasear al aire libre en un lugar apacible en el que la contaminación es prácticamente inexistente; sólo la fragancia y los sonidos de la naturaleza envuelven al paseante para su deleite. El atardecer, es el momento ideal para dar un paseo por la carretera de acceso al Balneario, que junto a la proximidad del río Tormes, bordeado de chopos, regala unas magníficas puestas de sol y la compañía de una fauna muy variada: aves rapaces, toros bravos, peces...
En suma, tan agradable escenario, condiciona una relación de unificación entre individuo y medio ambiente que hace desear que el tiempo se detenga.
En definitiva, el Balneario de Ledesma, es el lugar ideal para pasar unos días de descanso conciliando debidamente reposo, alojamiento y terapia ya que junto a los tratamientos, prescritos siempre por Médicos Hidrólogos, pueden realizarse, además de los gratos paseos descritos, todo tipo de actividades lúdicas y sociales, como por ejemplo excursiones semanales a lugares comerciales como Miranda do Douro en Portugal, o a zonas de interés cultural como Salamanca, Zamora, Ciudad Rodrigo, Béjar, La Alberca y el Santuario de Nuestra Señora de la Peña Francia.
Esta suma de atenciones convierte al Balneario de Ledesma en el rincón ideal para toda la familia. Desde los más pequeños hasta los más mayores, pueden encontrar en este recinto termal el lugar perfecto para unos días de descanso, en los que el mantenimiento de la salud, puntal imprescindible del bienestar físico y mental, constituyen el objetivo fundamental.
Economia de Ledesma
La tasa de paro era del 13,46% en 2001 y de la población activa el sector primario ocupaba al 10,86%, la industria y artesanía al 9,4%, la construcción al 21,23% y los servicios al restante 58,51%.
Las explotaciones agrarias, 116 según el censo agrario de 1999, ocupaban 14.441 hectáreas, el 58,7% en propiedad, el 40,2% en arrendamiento y el 1,1% en otros regímenes de tenencia. 1.793 ha estaban labradas (herbáceos), 11.494 se dedicaban a pastos permanentes, 613 a explotaciones forestales y 541 ha eran otras tierras no forestales. Del total de explotaciones, 32 tenían menos de 5 ha y 61 superaban las 50 ha. Las unidades ganaderas censadas en 1999 eran 10.007: 5.275 de bovino, 952 de ovino, 4 de caprino, 3.665 de porcino, 105 de equino y 6 de ave.
Gastronomia de Ledesma
De Ledesma la comida más típica para los visitantes son las Rosquillas de Ledesma.
Fiestas de Ledesma
Mini Corpus , primer fin de semana de Agosto.
CORPUS 2007 DEL 7 AL 11 JUNIO.
Son famosos sus celebres "Espantos".
En el año 2003 contaba con una población de 1882 habitantes, de los cuales 944 son varones y 938 son mujeres, en una superficie de 141,22 km². Su altitud es de 780 m sobre el nivel del mar.
El término municipal limita al Norte con los municipios zamoranos de Carbellino (Zamora), Almeida de Sayago, Alfaraz de Sayago y Moraleja de Sayago, al Este con Añover de Tormes y Juzbado, al Sur con Villarmayor y Doñinos de Ledesma y al Oeste con Gejuelo del Barro y Villaseco de los Reyes.
El municipio está bañado por el Río Tormes.
Historia de Ledesma
La Villa de Ledesma se encuentra a 35 km de la ciudad de Salamanca y se extiende sobre una muela granítica a 780 m de altitud bordeada en sus flancos oriental y septentrional por el río Tormes. El caserío ha ocupado este resalte natural probablemente desde época pre-romana. La situación estratégica a orillas del río y su fácil defensa, de Ledesma, nos hablan de la existencia de un castro prehistórico como primer asentamiento del lugar.
La época romana dejó testimonios de la ocupación de estas tierras situadas en la frontera norte de la Hispania Ulterior. Algunos ejemplos son el Puente Mocho sobre la Rivera del Cañedo o el puente que salva la Rivera de Fuentes Luengas, en la dehesa de Peñacerracín, que conservan la fábrica romana. Vestigio de la romanización es también el cipo o mojón terminal incrustrado en la pared nordeste de la iglesia de Santa María, cuya inscripción hace referencia a César Augusto y a Bletisa como posible denominación romana de la actual Ledesma; el cónsul Bleto quedó al cargo de la ciudad en el año 93 y la dio su nombre, que sucesivamente pasó por los de Belisa, Lelisa, Letisma y Letesma antes de llegar a ser Ledesma.
El emperador César Augusto pontífice máximo, de la potestad tribunicia XXVIII, cónsul XlII, padre de lo patria. Término augustal entre Ledesma, Ciudad Rodrigo y Salamanca.
La presencia musulmana se remonta al menos hasta el año 745, año en el que sufrieron martirio los clérigos Leonardo y Nicolás, a la sazón instructores de Nicolasín, hijo del señor árabe de Ledesma, que fue bautizado y también martirizado. La convivencia entre los nuevos y los viejos pobladores debió ser amistosa, a pesar de los acontecimientos descritos, y todo parece indicar que los dominadores ocuparon la parte noble de la villa y los cristianos se situaron en las afueras.
La pujanza económica de aquellas épocas y los primeros intentos de repoblación cristiana por parte de Ramiro II tras la batalla de Simancas explican los ataques de Almanzor en los años 978 y 979 así como el relativo vaciamiento de las tierras ledesminas hasta bien entrado el siglo XI. La repoblación definitiva de Ledesma llega con e] rey Fernando II de León, que otorga el fuero en el año e inicia una época de esplendor de la villa cuyo alfoz se sitúa entre los de Salamanca, Zamora y Ciudad Rodrigo. Es también ahora cuando se erige la muralla con grandes bloques de granito y varias puertas que refuerza los 40 metros del foso del Tormes.
El medievo convierte a Ledesma en centro político y en punto estratégico para ]a comunicación entre los territorios del norte y este del reino de León, además de articular las relaciones de los núcleos circundantes; recordemos que en el vado del Tormes, al pie de la villa, se entrecruzan seis vías pecuarias, algunas utilizadas asimismo como calzadas, que son la Colada de Fermoselle, el Cordel de Almeida, el Cordel de Ciudad Rodrigo, la Vereda de Asmesnal o Peñausende, la Vereda de Peñalvo y la Colada de Doñinos de Ledesma. La situación fronteriza de Ledesma es un acicate para la llegada de repobladores gallegos y asturleoneses que de forma espontánea se establecen en estas tierras.
El alejamiento geográfico y el papel de los caballeros en las batallas con los musulmanes y los portugueses y en la lucha por la independencia del reino de Castilla supuso una organización política y económica en gran medida independiente del poder real y con un fuerte peso del Concejo, más allá del carácter realengo de estas tierras o de la cesión temporal a diferentes señores. En el año 1462 el rey Enrique IV cede el dominio de Ledesma a su favorito Don Beltrán de la Cueva, duque de Alburquerque, que se convierte en el primer conde de Ledesma e impone su escudo a la villa que, desde este momento y hasta la disolución del régimen señorial en el siglo XIX, pertenecerá a sus legítimos descendientes. Las franquicias del mercado semanal de los jueves y el dominio de Ledesma sobre 116 lugares, 35 alquerías y 30 despoblados situados en sus cinco rodas convierten a la ciudad en punto de intercambio.
La centralidad comercial y la bonanza económica se traduce en un aumento demográfico y en la expansión del caserío más allá del recinto murado -ocupado por la nobleza, la administración y la iglesia- y del arrabal histórico de Los Mesones. De esta forma surgen al sur y al oeste los arrabales de Santa Elena, San Pablo, del Mercado, San Jorge, las Huertas y Las Ventas donde se instalan los nuevos labrantines, comerciantes y jornaleros que acuden a la villa y elevan su población de 489 vecinos a finales del siglo XVI a 600 a principios del siglo XVII. La sucesión de hambrunas, malas cosechas y peste unido a la salida de la nobleza civil y eclesiástica hizo retroceder la población en los siglos siguientes por debajo de los 450 vecinos.
El siglo XX ofrece un comportamiento positivo hasta 1950, cuando Ledesma alcanza su máximo poblacional con 2.806 habitantes. A partir de este momento la absorción por parte de la capital salmantina de las actividades mercantiles y de las funciones de centralidad resta protagonismo a Ledesma y la sume en una fase de atonía y regresión socioeconómica, sólo frenada en los últimos años. En los albores del siglo XXI Ledesma cuenta con poco más de 1.900 habitantes e inicia el milenio con una renovada ilusión por liderar las nuevas propuestas de desarrollo endógeno comarcal.
Lugares de Interes de Ledesma
El Castillo.
Las Murallas.
El Verraco.
Iglesia de Santa María la Mayor.
Iglesia de Santa Elena.
Museo inaugurado en 2008 en la Iglesia de San Miguel.
Puente romano.
Palacio de D. Beltrán de la Cueva.
Arco de Aniano o Puerta de San Nicolás.
Ermita de la Virgen del Carmen.
Menhir del mirador.
Tuneles de la fortaleza, aun por abrir al público.
Balneario de Ledesma
A orillas del río Tormes, situado en una típica dehesa salmantina, con sus emblemáticas encinas, carrascos, matorral silvestre y suelo cubierto de pastizal, el Balneario de Ledesma constituye un paraje perfecto para disfrutar de lo que, tradicionalmente, se conoce como vacaciones de salud.
El Balneario de Ledesma ha sido a lo largo de la historia y sigue siendo en la actualidad, lugar de referencia en lo concerniente a Estaciones Termales. A sus Aguas Mineromedicinales, modernas instalaciones, y trato personalizado se añade un entorno lleno de vida, en plena naturaleza. En suma, un conjunto de factores que ayuda a una mejora integral del organismo, aconsejada para la consecución de una vida saludable.
El Balneario de Ledesma es uno de los complejos termales más grandes de España. Además de su fuente de Aguas Mineromedicinales, de la consulta médica y de sus instalaciones balneoterápicas, cuenta con un hotel de tres estrellas, situado en el mismo recinto del Balneario, con capacidad para 491 personas y con servicio de restaurante, cafetería, habitaciones con teléfono, televisión y un pequeño frigorífico, salas de televisión y vídeo, calefacción central, salones sociales, garaje interior con 42 plazas, parking público con capacidad para 200 vehículos e instalaciones deportivas.
Como complemento a todos los servicios del hotel, dentro de la propiedad existen dos tiendas de souvenir, farmacia, peluquería e iglesia.
El conjunto de prestaciones ofrecidas por el Balneario de Ledesma, lo convierten en un núcleo de población donde se cubren sobradamente las demandas de sus usuarios, sin necesidad de renunciar a ninguna comodidad.
Gracias al cuidado y el trabajo realizado por la directiva y el personal, el Balneario de Ledesma puede presumir de tener la ISO-9001, un certificado que asegura la calidad y el buen hacer en todas sus instalaciones. Asimismo, desde el año 2004, posee también la ISO-14001, una certificación que acredita el cuidado del medio ambiente conseguida a través de exhaustivos y rigurosos controles y el cumplimiento de la normativa vigente.
Una muestra de la preocupación de la directiva del Balneario de Ledesma por el cuidado del medio ambiente es la utilización de paneles solares para el agua caliente sanitaria de las habitaciones.
El elemento fundamental del Balneario de Ledesma es su manantial de Aguas Mineromedicinales, declaradas de Utilidad Pública el 31 de mayo de 1886. El agua termal se extrae mediante sondeo a una temperatura de 46,4ºC. La situación de las salas de tratamiento balneoterápico, al lado de la surgencia, y la existencia de conducciones directas desde el manantial a cada uno de los tratamientos termales, asegura su uso sin que pierdan ninguna de sus propiedades terapéuticas. Debido al alto contenido en sulfuro y a su temperatura, estas aguas están indicadas en el tratamiento y prevención de enfermedades del aparato respiratorio, locomotor y también de afecciones neurológicas y dermatológicas como por ejemplo la psoriasis.
Los tratamientos que se imparten en las diferentes salas balneoterápicas -Aerosoles ultrasónicos, Inhalaciones nasales, Inhalaciones directas o bucales, Duchas nasales, Pulverizaciones faríngeas, Baños de hidromasaje de 4 y 24 jets, Baños de burbujas, Duchas circulares de hidromasaje, Duchas de columna, Piscina termal con duchas de inmersión de masaje secuencial, Chorro local y total, Estufas, Maniluvio, Pediluvio, Parafangos y Masajes-, son aplicados por auxiliares de baños según la prescripción realizada por Médicos especialistas en Hidrología Médica.
Año tras año, en el Balneario de Ledesma, realizan curas termales miles de personas procedentes de toda la geografía española y de algunos países del extranjero. Ello se debe, a que tanto en el ámbito nacional como internacional, este Balneario, está considerado como lugar de referencia dentro del conjunto de Estaciones Termales. Es indudable que estos centros son cada vez más utilizados y demandados por una sociedad que de forma progresiva va entendiendo la balneoterapia como un procedimiento terapéutico más de la medicina tradicional.
Junto a una terapia totalmente natural, el entorno en el que se sitúa el Balneario invita a pasear al aire libre en un lugar apacible en el que la contaminación es prácticamente inexistente; sólo la fragancia y los sonidos de la naturaleza envuelven al paseante para su deleite. El atardecer, es el momento ideal para dar un paseo por la carretera de acceso al Balneario, que junto a la proximidad del río Tormes, bordeado de chopos, regala unas magníficas puestas de sol y la compañía de una fauna muy variada: aves rapaces, toros bravos, peces...
En suma, tan agradable escenario, condiciona una relación de unificación entre individuo y medio ambiente que hace desear que el tiempo se detenga.
En definitiva, el Balneario de Ledesma, es el lugar ideal para pasar unos días de descanso conciliando debidamente reposo, alojamiento y terapia ya que junto a los tratamientos, prescritos siempre por Médicos Hidrólogos, pueden realizarse, además de los gratos paseos descritos, todo tipo de actividades lúdicas y sociales, como por ejemplo excursiones semanales a lugares comerciales como Miranda do Douro en Portugal, o a zonas de interés cultural como Salamanca, Zamora, Ciudad Rodrigo, Béjar, La Alberca y el Santuario de Nuestra Señora de la Peña Francia.
Esta suma de atenciones convierte al Balneario de Ledesma en el rincón ideal para toda la familia. Desde los más pequeños hasta los más mayores, pueden encontrar en este recinto termal el lugar perfecto para unos días de descanso, en los que el mantenimiento de la salud, puntal imprescindible del bienestar físico y mental, constituyen el objetivo fundamental.
Economia de Ledesma
La tasa de paro era del 13,46% en 2001 y de la población activa el sector primario ocupaba al 10,86%, la industria y artesanía al 9,4%, la construcción al 21,23% y los servicios al restante 58,51%.
Las explotaciones agrarias, 116 según el censo agrario de 1999, ocupaban 14.441 hectáreas, el 58,7% en propiedad, el 40,2% en arrendamiento y el 1,1% en otros regímenes de tenencia. 1.793 ha estaban labradas (herbáceos), 11.494 se dedicaban a pastos permanentes, 613 a explotaciones forestales y 541 ha eran otras tierras no forestales. Del total de explotaciones, 32 tenían menos de 5 ha y 61 superaban las 50 ha. Las unidades ganaderas censadas en 1999 eran 10.007: 5.275 de bovino, 952 de ovino, 4 de caprino, 3.665 de porcino, 105 de equino y 6 de ave.
Gastronomia de Ledesma
De Ledesma la comida más típica para los visitantes son las Rosquillas de Ledesma.
Fiestas de Ledesma
Mini Corpus , primer fin de semana de Agosto.
CORPUS 2007 DEL 7 AL 11 JUNIO.
Son famosos sus celebres "Espantos".
No hay comentarios:
Publicar un comentario