Ver mapa más grande
CAMPANES DE SOLSONA - SOLSONA'S BELLS
CARNAVAL DE SOLSONA - CONTRADANSA
Solsona es la capital de la comarca del Solsonés (Provincia de Lérida, en la comunidad autonoma de Cataluña -España-). Es también cabeza de partido judicial y sede de obispado. Le fue concedido el título de ciudad por Felipe II.
Se encuentra situada en el centro de Catalunya. Solsona es la capital de la comarca del Solsonés que se extiende a lo largo del territorio des del Port de Comte (Puerto del Conde) hasta la sierra de Pinos.
Con una población que supera los 8.000 habitantes y una extensión de 18 Km2, Solsona mantiene sus principales atractivos, la calma y la riqueza del patrimonio histórico y cultural.
Limita al N con el municipio de Lladurs, al E, SE, S, SO y O con el municipio de Olius. Es conocida por su riqueza cultural y su patrimonio histórico. La imagen de la Mare de Déu del Claustre, como patrona de Solsona es uno de sus principales alicientes. Cabe destacar sus calles de origen medieval, la catedral y el museo Diocesano.
Historia de Solsona
LA SOLSONA MEDIEVAL
En la antigüedad, se habla de la "Setelsis" romana, a la cual los visigodos añadieron el sufijo "-ona" -Celsona-, como pasó en tantas otras poblaciones. La dominación sarracena, por la falta de testigos que dejó, cabe suponer que fue pasajera y que duró, como máximo, un par de generaciones.
La formación de Cataluña empieza con la obra repobladora del conde Guifré el Pelós, hacia el año 870. Estudios recientes prueban que este conde fue herido de muerte en un castillo del Solsonés, concretamente en el castillo de Aiguadora de Navés.
Los orígenes del escudo datan del s. XIII
Hacia el siglo X, ya se había consolidado la población de Solsona y se había construido un castillo y una iglesia. La villa nació en torno de estos dos núcleos y, por ello, también tuvo dos jurisdicciones, la del duque de Cardona y la del obispo. Los dos señores no podían tomar posesión de la ciudad sin antes jurar que guardarían sus costumbres y privilegios.
Muralla de Solsona
EL escudo de la ciudad guarda las características medievales de los señores que ha tenido: en el centro, hay la cruz del monasterio de Santa María; a la izquierda, una torre de los Tarroja, y a la derecha, el cardo de los Cardona. El sol radiante sobre la cruz aparece más tarde.
La presencia de Solsona en la reconquista de la Segarra, Lleida y el Penedés fue muy activa. Muchos nombres del Solsonés se encuentran en la repoblación de estas tierras. Santa María de Solsona recibió numerosas donaciones de aquellos sitios. Los condes de Urgell la tenían como patrona de la Reconquista y querían ser enterrados en el monasterio de Solsona, considerado "famoso en todo el mundo".
Plaza Mayor, 1906 (Arxiu Mas)
En el siglo XIII ya tenía lugar el mercado semanal, aumentaba la vida comercial con abundancia de oficios menestrales, y se conoce la existencia de una comunidad de judíos. Hacia el año 1299, el prepósito Ponç de Vilaró inicia un nuevo templo gótico. En la expansión catalana del Mediterráneo, los Tarroja, señores de Solsona, aseguran el Alguer (1181), y los mercaderes crean compañías con barcos propios que llegan al norte de África, Constantinoble y Flandes. Eran tan conocidos, que el autor de la novela caballeresca medieval Curial e Güelfa pone un mercader de Solsona, Pere Perpunter, como quien libera Curial de la prisión de Tunis.
Los siglos XIV y XV son tiempos de una fuerte decadencia. Se constata un declive del monasterio con el mal gobierno de los últimos prepósitos. La Peste Negra de 1348 provocó grades mortaldades con el consecuente despoblamiento de la comarca, y muchas caserías quedaron deshabitadas. Las tensiones y los conflictos de los payeses originaron la guerra civil contra Juan II (1462-1472). Como hechos positivos, cabe destacar el acuerdo de construir en Solsona unas nuevas murallas (1303); la construcción de tres fuentes públicas (1420); la edificación del hospital de Llobera (1416-1431), y la concesión de la hija del rey Juan II de poder hacer feria el lunes después de Pascua (1476).
EL OBISPADO Y EL TÍTULO DE CIUDAD
Imagen de la plaza del Palau
Una de las jugadas claves de la historia de Solsona fue conseguir el obispado, contra las pretensiones que las ciudades de Manresa y Balaguer también tenían. A finales del siglo XVI, en el sur de Francia había muchos herejes protestantes y sus incursiones hacia nuestra tierra se hacían insoportables. También la montaña estaba llena de bandoleros que provocaban malestar.
Por todo ello, el rey de España, Felipe II, pidió a Roma la creación del obispado de Solsona, como un baluarte de contención. El papa Clemente VII, en 1593, accedió a esta petición y convirtió la iglesia del antiguo monasterio en catedral. El monarca, un año después, distinguió Solsona con el título de ciudad, en un momento en que en Cataluña sólo había diez ciudades.
Entonces empezaba también la decadencia de la lengua catalana. Mientras el castellano se iba introduciendo en las clases altas y se enviaban obispos castellanos, Solsona defendía el catalán con las comedias en las plazas, los villancicos, el canto de los "goigs" y la liturgia y predicación de la Iglesia.
PERÍODO BARROCO
"La degollación de Santiago", de Ribalta
En los siglos XVII y XVIII se vive el tiempo apasionado del barroco. Hijo de Solsona era el gran pintor Francesc Ribalta, considerado el fundador de la escuela pictórica española del siglo de oro. Destacan otros artistas de grandes retablos barrocos, como los Morató, que construyeron el altar del Miracle, y los Pujol, autores del altar dels Colls, de Sant Llorenç de Morunys.
Universidad Literária, actualmente sede del Consell Comarcal (Fons J. Cuadrench)
En 1620 se crea la Universidad Literaria, dirigida por los dominicos, que dan una fuerte vitalidad a las instituciones y costumbres de la ciudad.
En 1652, después de superar la epidemia de la peste, Solsona proclama la Virgen del Claustro patrona de Solsona.
Vista del Pont, 1936 (Arxiu Vicens)
La actividad comercial de la ciudad se manifiesta con la abundancia de oficios, hasta más de 100 de distintos. Destacan los "paraires", que se dedicaban a preparar la lana, y los cuchilleros, una de las industrias más florecientes.
La prosperidad económica se evidencia a finales del siglo XVIII con la fiebre constructiva de obras importantes, como el convento de monjas, el colegio de los escolapios, los puentes de la ciudad y el del Afrau, el portal del Pont y sobre todo el palacio episcopal, construido por el maestro Francesc Pons, de quien dicen que no sabía leer ni escribir, pero sabía levantar palacios.
SOLSONA EN LAS GUERRAS DE CATALUÑA
En las guerras del país, Solsona nunca fue "botiflera" o felipista y siempre perdió.
En la Guerra dels Segadors (1640), la ciudad alargó tanto la resistencia, que tuvo que venir el mismo Juan de Austria, hijo del rey Felipe IV, para librarla al saqueo.
En la Guerra de Successió (1714), Felipe V abolió la Universidad Literaria y desterró el obispo de Solsona, Francesc Dorda, por haber defendido el archiduque Carlos.
En la guerra contra Napoleón (1810), los franceses quemaron la catedral. Se dice que el impío general Macdonald ordenó: "catedral, sin obispos ni canónigos, quemadla".
En la primera guerra de los Carlinos (1833-40), Solsona fue el centro de las operaciones militares y quedó tan destruida, que Pérez Galdós en sus Episodios Nacionales escribe que Solsona "es la ciudad más fea de la cristiandad".
SOLSONA EN EL PRESENTE
La recuperación de la ciudad, en la segunda mitad del siglo XIX, fue lenta y larga. Además, tuvo que luchar para recuperar el obispado que se había suprimido en 1851.
Vista de Solsona, 1919 (Arxiu Vicens)
La revolución industrial no repercutió de lleno: los ríos que movían la gran industria estaban lejos, el tren no llegó nunca y las carreteras llegaron tarde. Esto hizo que Solsona no creciera como tantas otras ciudades del país. Muchas familias se marcharon hacia las fábricas del Llobregat y el Cardener.
El núcleo antiguo todavía presenta el interés de una ciudad medieval con sus murallas y portales, sus calles estrechas, sus plazas, sus fuentes y sus edificios, entre los que cabe destacar el palacio gótico de Llobera, actual sede del Consell Comarcal; el Ayuntamiento, de estilo renacentista; la plaza de Sant Joan; la calle de Llobera, como las casas de muchos mercaderes y canónigos; el Palacio Episcopal, en cuyo interior se alberga un interesante museo; la catedral, de estilo gótico primitivo.
Imagen actual del paseo Pare Claret
En la actualidad, Solsona es una ciudad histórica, de tradiciones celosamente guardadas; aun así no está cerrada dentro de sus murallas, sino abierta a un futuro expansivo, con un ritmo de construcción extraordinario. En las últimas crisis de trabajo, Solsona se ha defendido con un intenso comercio de ámbito comarcal -así se manifiesta en el mercado de los viernes- y con las pequeñas empresas.
Situada en el centro del país, Solsona, llena de vida y de inquietudes, lucha para estar presente y activa en la historia de la Cataluña actual.
Lugares de Interes de Solsona
Solsona es una ciudad con historia. Destaca, principalmente su Catedral Basílica dedicada a la Virgen Maria. Es visita obligatoria la impresionante imagen de la Virgen del Claustro, patrona de la ciudad. Escultura románica de piedra y considerada la mejor obra del románico universal.
Junto a la Catedral hay las plazas de Palacio y de la Iglesia, todas dos con magnificas fuentes góticas y barrocas. También destaca la Plaza Mayor donde tienen lugar las fiestas mayores de Solsona con los bailes de las comparsas de gigantes y bestiario, un acto único e irrepetible.
Cerca de la plaza mayor, la Plaza de San Juan con una fuente gótica y capilla neoclásica. Esta plaza sirvió de inspiración para escritores como Verdaguer, Falp i Planes y José Maria de Segarra, entre otros.
En la calle castillo destacan las casa de los Morató, autores de retablos barrocos, el Ayuntamiento i la casa natal de Francesc Ribalta. Paralelamente a la del Castillo, existe la calle Llobera con numerosos palacios góticos, barrocos y neoclásicos.
Toda la ciudad antigua esta, como no puede ser de otra manera, rodeada de la muralla y con tres portales dos del siglo XIV y otro de 1805.
La visita a Solsona inspira tranquilidad y bienestar.
Lugares:
Catedral de Santa María de Solsona (siglos XIV - XV)
Imagen románica de la Virgen del Claustro (siglo XII, dentro de la Catedral)
Museo Diocesano y Comarcal de Solsona.
Pozo de Hielo
Casco antiguo
Museo del cuchillo y herramientas de corte
Costumbres
Como ciudad rural que es aún guarda con profunda tradición los toques de la Campanas de forma manual y también la salida del pregonero por las calles de la ciudad. A demás durante las fiestas hay que ver los adornos de las fachadas con flores y los cobres que se sacan a los balcones.
Pero la tradición por excelencia es las figuras de los gigantes y elementos folklóricos, punto principal de la vida solsonina.
Fiestas de Solsona
Sin embargo, la historia y la cultura de Solsona no sólo están impregnadas en las piedras y los paisajes. No se puede desvincular la capital del Solsonés, la ciudad con más gigantes y "bestiari" popular de Cataluña, de la manifestación de gigantes.
Popular bajada de gigantes por la Fiesta Mayor
Durante las celebraciones de la Fiesta Mayor y el Corpus, la plaza Mayor es escenario de los tradicionales balets del conjunto folklórico, cuyos orígenes se remontan a finales del siglo XVII. Así mismo, los trabucaires de Solsona, los más antiguos y prestigiosos del país, constituyen un referente valioso del folklore local. Los gigantes más jóvenes, la familia de "Gegants Boigs" (gigantes locos), por su parte, son protagonistas del Carnaval de Solsona, declarado fiesta de interés nacional.
Vista panorámica de la ciudad
La fiesta de Sant Antoni Abat, en enero; el Carnaval, en febrero; la Fira de Sant Isidre, en mayo; Corpus, en junio; encuentro de acordeonistas, en septiembre... Durante todo el año se reiteran las expresiones de culto de los solsonenses hacia las tradiciones y las fiestas populares. Es precisamente en la suma del rico patrimonio de la ciudad y las fiestas y actividades populares donde reside la idiosincrasia de Solsona. Una ciudad dinámica que, aun creciendo tanto en número de habitantes como de actividades económicas y nivel de renta, conserva el equilibrio entre el progreso y la tradición que la define.
Fiesta Mayor: 7, 8, 9, 10 y 11 de septiembre
Carnaval de Solsona (febrero)
Feria San Isidro (mayo)
Corpus (junio)
Trobada de Gegantons de St. Roc: 16 agosto
Ayuntamiento de Solsona
C/ Castell, 20
Solsona
Tel. 973 48 00 50
http://www.ajsolsona.net/
Oficina de Turismo
Ctra. Bassella, 1
Solsona
Tel. 973 48 23 10
http://www.turismesolsones.com/
Se encuentra situada en el centro de Catalunya. Solsona es la capital de la comarca del Solsonés que se extiende a lo largo del territorio des del Port de Comte (Puerto del Conde) hasta la sierra de Pinos.
Con una población que supera los 8.000 habitantes y una extensión de 18 Km2, Solsona mantiene sus principales atractivos, la calma y la riqueza del patrimonio histórico y cultural.
Limita al N con el municipio de Lladurs, al E, SE, S, SO y O con el municipio de Olius. Es conocida por su riqueza cultural y su patrimonio histórico. La imagen de la Mare de Déu del Claustre, como patrona de Solsona es uno de sus principales alicientes. Cabe destacar sus calles de origen medieval, la catedral y el museo Diocesano.
Historia de Solsona
LA SOLSONA MEDIEVAL
En la antigüedad, se habla de la "Setelsis" romana, a la cual los visigodos añadieron el sufijo "-ona" -Celsona-, como pasó en tantas otras poblaciones. La dominación sarracena, por la falta de testigos que dejó, cabe suponer que fue pasajera y que duró, como máximo, un par de generaciones.
La formación de Cataluña empieza con la obra repobladora del conde Guifré el Pelós, hacia el año 870. Estudios recientes prueban que este conde fue herido de muerte en un castillo del Solsonés, concretamente en el castillo de Aiguadora de Navés.
Los orígenes del escudo datan del s. XIII
Hacia el siglo X, ya se había consolidado la población de Solsona y se había construido un castillo y una iglesia. La villa nació en torno de estos dos núcleos y, por ello, también tuvo dos jurisdicciones, la del duque de Cardona y la del obispo. Los dos señores no podían tomar posesión de la ciudad sin antes jurar que guardarían sus costumbres y privilegios.
Muralla de Solsona
EL escudo de la ciudad guarda las características medievales de los señores que ha tenido: en el centro, hay la cruz del monasterio de Santa María; a la izquierda, una torre de los Tarroja, y a la derecha, el cardo de los Cardona. El sol radiante sobre la cruz aparece más tarde.
La presencia de Solsona en la reconquista de la Segarra, Lleida y el Penedés fue muy activa. Muchos nombres del Solsonés se encuentran en la repoblación de estas tierras. Santa María de Solsona recibió numerosas donaciones de aquellos sitios. Los condes de Urgell la tenían como patrona de la Reconquista y querían ser enterrados en el monasterio de Solsona, considerado "famoso en todo el mundo".
Plaza Mayor, 1906 (Arxiu Mas)
En el siglo XIII ya tenía lugar el mercado semanal, aumentaba la vida comercial con abundancia de oficios menestrales, y se conoce la existencia de una comunidad de judíos. Hacia el año 1299, el prepósito Ponç de Vilaró inicia un nuevo templo gótico. En la expansión catalana del Mediterráneo, los Tarroja, señores de Solsona, aseguran el Alguer (1181), y los mercaderes crean compañías con barcos propios que llegan al norte de África, Constantinoble y Flandes. Eran tan conocidos, que el autor de la novela caballeresca medieval Curial e Güelfa pone un mercader de Solsona, Pere Perpunter, como quien libera Curial de la prisión de Tunis.
Los siglos XIV y XV son tiempos de una fuerte decadencia. Se constata un declive del monasterio con el mal gobierno de los últimos prepósitos. La Peste Negra de 1348 provocó grades mortaldades con el consecuente despoblamiento de la comarca, y muchas caserías quedaron deshabitadas. Las tensiones y los conflictos de los payeses originaron la guerra civil contra Juan II (1462-1472). Como hechos positivos, cabe destacar el acuerdo de construir en Solsona unas nuevas murallas (1303); la construcción de tres fuentes públicas (1420); la edificación del hospital de Llobera (1416-1431), y la concesión de la hija del rey Juan II de poder hacer feria el lunes después de Pascua (1476).
EL OBISPADO Y EL TÍTULO DE CIUDAD
Imagen de la plaza del Palau
Una de las jugadas claves de la historia de Solsona fue conseguir el obispado, contra las pretensiones que las ciudades de Manresa y Balaguer también tenían. A finales del siglo XVI, en el sur de Francia había muchos herejes protestantes y sus incursiones hacia nuestra tierra se hacían insoportables. También la montaña estaba llena de bandoleros que provocaban malestar.
Por todo ello, el rey de España, Felipe II, pidió a Roma la creación del obispado de Solsona, como un baluarte de contención. El papa Clemente VII, en 1593, accedió a esta petición y convirtió la iglesia del antiguo monasterio en catedral. El monarca, un año después, distinguió Solsona con el título de ciudad, en un momento en que en Cataluña sólo había diez ciudades.
Entonces empezaba también la decadencia de la lengua catalana. Mientras el castellano se iba introduciendo en las clases altas y se enviaban obispos castellanos, Solsona defendía el catalán con las comedias en las plazas, los villancicos, el canto de los "goigs" y la liturgia y predicación de la Iglesia.
PERÍODO BARROCO
"La degollación de Santiago", de Ribalta
En los siglos XVII y XVIII se vive el tiempo apasionado del barroco. Hijo de Solsona era el gran pintor Francesc Ribalta, considerado el fundador de la escuela pictórica española del siglo de oro. Destacan otros artistas de grandes retablos barrocos, como los Morató, que construyeron el altar del Miracle, y los Pujol, autores del altar dels Colls, de Sant Llorenç de Morunys.
Universidad Literária, actualmente sede del Consell Comarcal (Fons J. Cuadrench)
En 1620 se crea la Universidad Literaria, dirigida por los dominicos, que dan una fuerte vitalidad a las instituciones y costumbres de la ciudad.
En 1652, después de superar la epidemia de la peste, Solsona proclama la Virgen del Claustro patrona de Solsona.
Vista del Pont, 1936 (Arxiu Vicens)
La actividad comercial de la ciudad se manifiesta con la abundancia de oficios, hasta más de 100 de distintos. Destacan los "paraires", que se dedicaban a preparar la lana, y los cuchilleros, una de las industrias más florecientes.
La prosperidad económica se evidencia a finales del siglo XVIII con la fiebre constructiva de obras importantes, como el convento de monjas, el colegio de los escolapios, los puentes de la ciudad y el del Afrau, el portal del Pont y sobre todo el palacio episcopal, construido por el maestro Francesc Pons, de quien dicen que no sabía leer ni escribir, pero sabía levantar palacios.
SOLSONA EN LAS GUERRAS DE CATALUÑA
En las guerras del país, Solsona nunca fue "botiflera" o felipista y siempre perdió.
En la Guerra dels Segadors (1640), la ciudad alargó tanto la resistencia, que tuvo que venir el mismo Juan de Austria, hijo del rey Felipe IV, para librarla al saqueo.
En la Guerra de Successió (1714), Felipe V abolió la Universidad Literaria y desterró el obispo de Solsona, Francesc Dorda, por haber defendido el archiduque Carlos.
En la guerra contra Napoleón (1810), los franceses quemaron la catedral. Se dice que el impío general Macdonald ordenó: "catedral, sin obispos ni canónigos, quemadla".
En la primera guerra de los Carlinos (1833-40), Solsona fue el centro de las operaciones militares y quedó tan destruida, que Pérez Galdós en sus Episodios Nacionales escribe que Solsona "es la ciudad más fea de la cristiandad".
SOLSONA EN EL PRESENTE
La recuperación de la ciudad, en la segunda mitad del siglo XIX, fue lenta y larga. Además, tuvo que luchar para recuperar el obispado que se había suprimido en 1851.
Vista de Solsona, 1919 (Arxiu Vicens)
La revolución industrial no repercutió de lleno: los ríos que movían la gran industria estaban lejos, el tren no llegó nunca y las carreteras llegaron tarde. Esto hizo que Solsona no creciera como tantas otras ciudades del país. Muchas familias se marcharon hacia las fábricas del Llobregat y el Cardener.
El núcleo antiguo todavía presenta el interés de una ciudad medieval con sus murallas y portales, sus calles estrechas, sus plazas, sus fuentes y sus edificios, entre los que cabe destacar el palacio gótico de Llobera, actual sede del Consell Comarcal; el Ayuntamiento, de estilo renacentista; la plaza de Sant Joan; la calle de Llobera, como las casas de muchos mercaderes y canónigos; el Palacio Episcopal, en cuyo interior se alberga un interesante museo; la catedral, de estilo gótico primitivo.
Imagen actual del paseo Pare Claret
En la actualidad, Solsona es una ciudad histórica, de tradiciones celosamente guardadas; aun así no está cerrada dentro de sus murallas, sino abierta a un futuro expansivo, con un ritmo de construcción extraordinario. En las últimas crisis de trabajo, Solsona se ha defendido con un intenso comercio de ámbito comarcal -así se manifiesta en el mercado de los viernes- y con las pequeñas empresas.
Situada en el centro del país, Solsona, llena de vida y de inquietudes, lucha para estar presente y activa en la historia de la Cataluña actual.
Lugares de Interes de Solsona
Solsona es una ciudad con historia. Destaca, principalmente su Catedral Basílica dedicada a la Virgen Maria. Es visita obligatoria la impresionante imagen de la Virgen del Claustro, patrona de la ciudad. Escultura románica de piedra y considerada la mejor obra del románico universal.
Junto a la Catedral hay las plazas de Palacio y de la Iglesia, todas dos con magnificas fuentes góticas y barrocas. También destaca la Plaza Mayor donde tienen lugar las fiestas mayores de Solsona con los bailes de las comparsas de gigantes y bestiario, un acto único e irrepetible.
Cerca de la plaza mayor, la Plaza de San Juan con una fuente gótica y capilla neoclásica. Esta plaza sirvió de inspiración para escritores como Verdaguer, Falp i Planes y José Maria de Segarra, entre otros.
En la calle castillo destacan las casa de los Morató, autores de retablos barrocos, el Ayuntamiento i la casa natal de Francesc Ribalta. Paralelamente a la del Castillo, existe la calle Llobera con numerosos palacios góticos, barrocos y neoclásicos.
Toda la ciudad antigua esta, como no puede ser de otra manera, rodeada de la muralla y con tres portales dos del siglo XIV y otro de 1805.
La visita a Solsona inspira tranquilidad y bienestar.
Lugares:
Catedral de Santa María de Solsona (siglos XIV - XV)
Imagen románica de la Virgen del Claustro (siglo XII, dentro de la Catedral)
Museo Diocesano y Comarcal de Solsona.
Pozo de Hielo
Casco antiguo
Museo del cuchillo y herramientas de corte
Costumbres
Como ciudad rural que es aún guarda con profunda tradición los toques de la Campanas de forma manual y también la salida del pregonero por las calles de la ciudad. A demás durante las fiestas hay que ver los adornos de las fachadas con flores y los cobres que se sacan a los balcones.
Pero la tradición por excelencia es las figuras de los gigantes y elementos folklóricos, punto principal de la vida solsonina.
Fiestas de Solsona
Sin embargo, la historia y la cultura de Solsona no sólo están impregnadas en las piedras y los paisajes. No se puede desvincular la capital del Solsonés, la ciudad con más gigantes y "bestiari" popular de Cataluña, de la manifestación de gigantes.
Popular bajada de gigantes por la Fiesta Mayor
Durante las celebraciones de la Fiesta Mayor y el Corpus, la plaza Mayor es escenario de los tradicionales balets del conjunto folklórico, cuyos orígenes se remontan a finales del siglo XVII. Así mismo, los trabucaires de Solsona, los más antiguos y prestigiosos del país, constituyen un referente valioso del folklore local. Los gigantes más jóvenes, la familia de "Gegants Boigs" (gigantes locos), por su parte, son protagonistas del Carnaval de Solsona, declarado fiesta de interés nacional.
Vista panorámica de la ciudad
La fiesta de Sant Antoni Abat, en enero; el Carnaval, en febrero; la Fira de Sant Isidre, en mayo; Corpus, en junio; encuentro de acordeonistas, en septiembre... Durante todo el año se reiteran las expresiones de culto de los solsonenses hacia las tradiciones y las fiestas populares. Es precisamente en la suma del rico patrimonio de la ciudad y las fiestas y actividades populares donde reside la idiosincrasia de Solsona. Una ciudad dinámica que, aun creciendo tanto en número de habitantes como de actividades económicas y nivel de renta, conserva el equilibrio entre el progreso y la tradición que la define.
Fiesta Mayor: 7, 8, 9, 10 y 11 de septiembre
Carnaval de Solsona (febrero)
Feria San Isidro (mayo)
Corpus (junio)
Trobada de Gegantons de St. Roc: 16 agosto
Ayuntamiento de Solsona
C/ Castell, 20
Solsona
Tel. 973 48 00 50
http://www.ajsolsona.net/
Oficina de Turismo
Ctra. Bassella, 1
Solsona
Tel. 973 48 23 10
http://www.turismesolsones.com/
De lunes a viernes:
De 9-13h y de 16 a 19h.
Sábados:
De 10h-13h. y de 16-19h.
Festivos:
De 10h-13h.
1 comentario:
No es un pueblo, sino una ciudad desde hace más de 410 años. Es sede episcopal, y prácticamente ocupa el centro geográfico de Cataluña.
Solsona en el siglo XII fue la cuna del noveno gran Maestre de las órdenes monástico militares de los Templarios i de Sión el último año que estuvieron ambas bajo el mismo mandatario. Vean su biografía en mi web.
RRRiu
Publicar un comentario